Amor Gitano (+18)

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 21/08/2012
Fecha Actualización: 30/07/2016
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 133
Visitas: 120295
Capítulos: 45

¡FIC TERMINADO!

 

PROLOGO

Vida gitana, depende de familias adineradas y arreglos sociales.

Los Cullen, la familia mas reconocida en el pueblo gitano, adinerada… y bajo negocios muy convalecientes, cuatro hermanos, Emett, Jasper, Jacob y Edward, hombres bellos pero destacados por el poder de su padre Carleslie Cullen.

Los Swan, familia que solo hace pactos con gente de su clase, 3 Hermanas Tanya, Kate e Isabella, destinadas a unirse a un hombre por un par de tierras y oro… Pero en la vida de ellas vale todo.

Pero… ¿Que pasaría si los hombres que fueron elegidos para cada una de ellas son los incorrectos? Venganza, pasión, tristeza, soledad, muerte y reglas a cumplir es lo que rodea a los gitanos… Nada es felicidad en este mundo, un mundo en el que estas familias y sus hijos están sometidos.

En este mundo nada es por amor, aquí dicha palabra no existe… no hasta que las hermanas Swan y los hermanos Cullen se encuentran… pero su amor no es destinado correctamente.

 

" Soy tu gitana, tu compañera la que te sigue la que te espera, voy a quererte auque me saquen el corazón’’

"Aunque nos cueste la vida’’

¿Triunfara el amor… o la guerra indebida los vencerá?.

 

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Capítulo 41: Amor.

 Hola Hola Hola! (:

 

Bueno las ultimas horitas del Fic, aca les dejo el capitulo uno de los ultimos, espero que lo disfruten nos queda uno mas y el epilogo.

 

Besosssssssssss.

las quieroo.

espero comentario.

CAPITULO.-

BELLA POV.

Hola? – pregunte.

Hermanita nunca te has enterado que escuchar detrás de las puertas es de mala educación? – pregunto la voz fuerte de Emett.

Como… como sabes?—pregunte.

Pude ver tus pies debajo de la línea de la puerta, esas zapatillas las identificaría en cualquier lado – agrego.

El…? Él lo sabe? – pregunte.

No, no se ah dado cuenta esta demasiado estúpido por los calmantes no vas a entrar? – pregunto de repente.

No, prefiero que este solo – me negara.

Salimos en diez minutos – se despidió cortando el teléfono, sin darme opción de contestar.

Luego de estar un minuto pensado en que palabras usaría, en que le diría y como enfrentaríamos esto, Emett se asomo junto con Jasper, ambos tenia una sonrisa traviesa en sus rostros, detrás de ellos camino la enfermera quien rápidamente volvió a otra de las tantas habitaciones.

Hola bella – me saludaron ambos.

Hola – conteste.

Viniste sola o Alice esta contigo? – pregunto Jasper.

En realidad vine con esme, pero si supieran donde esta juro que morirían – conté, recordando la “cita” de esme.

Ya lárgalo, eh estado escuchando que muchos de los babosos de los médicos la observan mucho, y tienen que enterarse que mi mama no se toca – hablo Emett entre dientes.

Oh, eso es demasiado tarde – bromee.

A quien tenemos que romper? – Emett sonó sus nudillos.

El doctor Gerardo la ah invitado a tomar un café, si se apuran capaces llegue antes de que se pongan a hacer cosas chanchas en el armario – reí ante la cara de idiota de Emett.

Ya, oh diablos que asco! Bella, quien eres? Dios es mi madre! – se quejo caminando junto con Jasper a los ascensores.

Tome un par de respiraciones y camine derecho a la habitación, entre con cuidado de no hacer ruido capaz estaba dormido, cuando asomo mi cabeza lo comprobé sus ojos estaban cerrados, su pecho descubierto subía y bajaba tranquilamente, sus manos blancas al costado de su cuerpo estaban flácidas y unidas a la vía que lo mantenía hidratado.

Camine lentamente hacia él, para observarlo mejor, debajo de sus ojos unas violetas bolsas decoraban como clara señal del mal sueño, su tez era mas pálida de lo común demostrando la falta de alimento, quería lanzarme abrazarlo y decirle cuanto lo amaba, era increíble que el aun siguiera alado mio.

Sobre la mesa con mucho cuidado deja el pote con las vitaminas, no quería hacer demasiado ruido, tenia miedo de despertarlo y volver a discutir.

Sé que estas aquí, no hace falta que seas silenciosa – murmuro su ronca voz haciendo que me sobresaltara, sus ojos estaban cerrados, me quede estática en el lugar.

Yo… quería disculparme… solo vine a saber como estabas, eres mi esposo quiero estar a tu lado, en las buenas y en las malas recuerdas? – susurre, levante la mirada para encontrarme con su mirada débil.

No sé que haces para allí todavía – sus palabras salieron buscan inmediatamente me di cuenta que el ya no me necesitaba a su lado, estaba herido y lo entendía.

Yo.. Creo que será mejor que me vaya – termine a punto de llorar.

Y que logras con eso? Escapar al problema nuevamente como lo has hecho la última vez? Cuando perdí la memoria y a ti lo único que te importo fue el que no te recordaba, corriste a buscar una avión con mi propio hijo, me levante en el estúpido estado en el que estaba para ir a buscarte, por que pensé que tendríamos un viviendo felices para siempre – su tono era frio y pocas miradas me dedicaba.

Yo – quise decir.

Si lo se, “yo lo siento” – se burlo.

Edward – volví a intentar.

Creo que no es momento de hablar no crees? Lo hemos hecho una vez y fue suficiente como para que entiendas que la mentira es el peor enemigo a ti poco te intereso, no entiendo que es lo que quieres Isabella, pero mi paciencia tiene un limite y no se por qué rayos todavía no se ah acabado –

Yo nunca quise lastimarte –

Pero lo has hecho, y lo que mas duele es que te sigo amando con locura – las palabras eran duras pero el destello de dolor se notaba.

Te amo – susurre como pude.

Pero al parecer no fue suficiente como para que pensaras en mi cuando necesitabas ayuda, por que si no recuerdas yo si recurrí a ti cuando necesitaba hablar, pelear y estar con alguien, yo fui el primero en caer en tus brazos la tarde que te conocí, yo fui el primero que escucho tu dolor cuando te enteraste las ventas de tu padre, yo fui quien decidió oponerse a mi propio padre para estar junto a ti y mira como me pagas … corriendo a los brazos de mi hermano cuando necesitabas ayuda – lo ultimo lo dijo en risa irónica, mi dolor era que sus palabras eran verdaderas.

Yo no sé que decirte Edward – fueron mis únicas palabras.

No sabes que decirme? Que te parece si comienzas diciéndome cuanto tiempo llevas mintiéndome –

En realidad… desde que me la presentaron a Jessica – susurre en vos muy baja.

Un año y medio – completo.

No quise lastimarte –

Pero lo hiciste y quieres que te cuente algo? Lo has hecho de la peor manera – su voz ronca, y sus ojos cerrados era clara señal que estaba a punto de llorar.

Edward… sabes que te amo como nada en el mundo, si lo eh hecho fue mas bien para olvidar el problema y continuar felices, no quería que arruinen nuestra felicidad, no quería que se metan en nuestro hogar, necesito que sanes por favor – suplique.

Ahora te acuerdas del amor? –

Siempre me acorde de él, si no, no hubiera actuado de la forma que lo hice – murmure.

Vete – fue su tono seco.

Edward yo –

Solo vete de aquí, no quiero verte hasta estar bien, necesito tiempo – su voz suave, pero al mismo tiempo me hizo entender que el necesitaba estar solo, solamente solo, camine la distancia que había entre nosotros me agache para besar sus labios, pero corrió su rostro termine besando su mejilla.

Te amo – dije contra ella, pero su respuesta no fue ninguna, simplemente cerro los ojos y no los volvió abrir, inmediatamente comencé a llorar mientras caminaba por los pasillos vacíos del hospital.

El frio se coló por mi ropa enviando distintos escalofríos por mi cuerpo, las palabras de Edward eran las mas correctas, él me amaba pero sabia que el dolor y la ausencia de confianza hacían que nada fuera lo mismo, me lleve la mano al vientre acariciándolo, mientras mis lagrimas caían a pedazos, mi cuerpo se desmoronaba, necesitaba estar con el, necesitaba sus brazos, sus abrazos, su cuerpo, cu calor, sus palabras, su voz, pero absolutamente nada de ello me merecía, no después de la estúpida acción.

No se en que momento llegue a mi casa, Esme estaba en ella junto con Anthony quien miraba la tele en el sillón.

Bella… bella que paso? – me pregunto cuando entre en la cocina.

Se acabó Esme, el me ama pero quiere tiempo – susurre sentándome en la mesa.

Bella… lo siento – se disculpo acariciándome la espalda.

Soy una estúpida, no se como fui tan imbécil de no hablar con el, tenias que haber escuchado su voz, fría, su tono ausente, quise besarlo y me corrió la cara, si quiera aguanta mi presencia, yo… yo no se si pueda con esto – murmure.

Tienes que poder, tienes un bebe, tienes a Anthony y estoy segura que Edward va a sanar solo dale un poco de tiempo, ya sanara – fueron las palabras, cuando de la nada mi cuerpo comenzó a sentir frio, y mi mente se nublo, me Maree.

Será mejor que te acueste, mira como estas – susurro esme ayudando a que me ponga de pie.

An.. Anthony – murmure.

El estará bien, Alice vendrá a buscarlo para que vaya a jugar con su primo, tu debes descansar ese bebe tiene que estar tranquilo – me ordeno.

Anthony ven a darle un beso a mama que se ira a la cama – agrego esme, inmediatamente sentí unos pasitos acercarse.

Adiós mami – me saludo.

Entre a mi habitación con ayuda de esme, quien me recostó pero antes me ayudo a cambiarme.

Esme… me pasas el teléfono por favor? – pregunte.

Que vas a hacer? – me pregunto.

Contarle la verdad a Edward… antes de que se entere por otro – murmure cuando me extendió el aparato.

Siempre dije que de los errores aprende – me guiño un ojo dejándome en privado para que pueda hablar con Edward.

Bien Bella, es ahora o nunca – suspire.

Hola – contesto una voz chillona y fuerte en el teléfono.

Emett? – pregunte extrañada.

Bella, como estas? – pregunto.

Mal – me sincere.

Okey, donde estas? – me pregunto.

En mi casa, me descompuse pero ahora estoy mejor, que haces con el teléfono de Edward? –

Los enfermeros le están cambiando el suero y me ah pedido que atienda, quieres hablar con el? – ofreció.

Por favor – pedí.

Bien, nos vemos luego bella – se despidió, luego de un murmullo y unos cuantos “atiende” su voz fría sonó.

Hola – dijo.

Necesito decirte algo – largue.

Creí que todo lo que teníamos que hablar lo hablamos hoy en la tarde – contesto.

Sé que te duele el enterarte cosas nuestras por otros, es por eso que te llamo, estoy en casa en este momento, me descompuse, recuerdas la semana pasada cuando vomitaba y me mareaba? – pregunte.

Bella no sé que es lo que estas tratando de decirme –

Eh hablado con esme, ella me ah dicho quien puede ser la o el causante de tu anemia – susurre.

Isabella me estas preocupando, que te pasa? – pregunto ya sobresaltado.

Me eh hecho un test de embarazo, hoy fui a la clínica para contarte el resultado, sé que tal vez quieras tiempo pero me gustaría contártelo yo antes de que te enteraras por otro y volvamos a pelear sin siquiera conseguir tu perdón antes – mi mano daba vueltas en mi plano vientre.

No entiendo que tiene que ver eso con mi anemia – susurro.

Esme me ah contado que cuando quedo embarazada de ti, Carleslie fue quien empezó con los síntomas, pero su cuadro se baso en la anemia, puede que el causante de la tuya sea una princesita o un principito – termine en murmullos, inmediatamente mis ojos se llenaron de lagrimas, y el silencio se escucho al otro lado del teléfono.

Me estas hablando enserio? – pregunto luego de unos minutos.

Yo tampoco lo creo – murmure.

Y como esta? Como lo sientes? Anthony esta bien? Él ya lo sabe? – preguntaba, pero en ninguna de esas preguntas se intereso por mi

Pues es muy pequeña o pequeño asique no se como estará, en este momento lo estoy acariciando, Anthony esta con tu madre y no, no lo sabe, me gustaría que tu estés – termine muy débil los mareos comenzaban de nuevo.

Bella?... bella? Bella estas bien? – su aterciopelada voz se escucho.

Si… si, es, es solo, que… me… oh dios mio! Oh dios mio! ESME, ESME! – Lance el teléfono a donde quiera y me tome el vientre que me apretaba fuertemente.

Bella? Bella cariño que te pasa? – esme apareció en la habitación.

Esme… me duele!... me duele! – grite mientras tomaba mi plano vientre, dolía, dolía y mucho.

Tranquila llamare a medico para domicilio – me dijo mientras me recostaba.

Mi hijo, esme… mi hijo – comencé, las lagrimas caían fuertemente mientras el vientre se contraía una y otra vez, el dolor era insoportable y el miedo a perderlo aun mas.

Bella necesito que te tranquilices… Hola? Si por favor necesito un medico a domicilio, casa de el doctor Cullen… se, exacto, es su esposa esta embarazada y esta con muchísimos dolores… por favor… urgente – escuche a esme hablar mientras apretaba mi vientre.

Tranquila bella, tranquila – me decía acariciando mi frente.

Esme mi bebe, mi bebe –

Tranquila, llamare a Alice para que se lleve a Anthony – en ese trascurso el timbre sonó.

Esme desapareció por unos minutos, luego de eso entro con Gerardo el doctor de adultos

Esme me duele esme! – llame nuevamente cuando sentí que su mano tomaba la mía la apreté fuertemente.

Isabella necesito que te tranquilices, soy el medico, tengo que revisarte pero primero necesitas tranquilizarte – me susurro Gerardo.

Me duele… mi bebe, mi pequeño –

Todo estará bien Bella, necesito que te quedes quieta – dijo, cuando sentí un fuerte pinchazo en mi brazo que hizo que rápidamente mi dolor se fuera, pero la vista comenzó borrosa y mi cuerpo débil.

Eso… necesitas tranquilizarte – decía el doctor mientras sentía los brazos de esme detrás de mi cabeza.

El medico comenzó a revisarme, mientras que esme me distraía acariciando mis cabellos o mis brazos, luego de un rato mi ojos pesaban pero quería saber si mi niña o niño estaba bien, quería que el estuviera bien, eso era lo único que me importaba, escuche cuando Alice vino por Anthony pero no logre oír mas allá mis oídos eran zumbidos y mi vista solo veía al medico que revisaba mi vientre el calmante estaba haciendo un buen trabajo conmigo, puesto que me estaba dejando muy estúpida.

Bien… bella necesito que digas si puedes oírme – la voz del medico se escuchaba a lo lejos, asentí pues estaba muy cansada como para hablar

No le ah pasado nada a tu bebe Bella, los dolores don debido a que el feto esta comenzando a creer y tu cuerpo se tiene que a moldear a esto, pero no es nada de lo que preocuparte, no has tenido perdida eso es bueno, pero tienes la bolsa demasiado floja, asique te voy a pedir por favor que te dediques SOLO al reposo, nada de discusiones, sobresaltos o cosas que puedan dañar tus emociones, te necesito tranquila, te dejare unos analgésicos para el dolor y unas vitaminas para el embarazo, necesito por favor que te cuides bella – me explico el doctor, yo solo asentía.

Quedase tranquilo Gerardo yo me encargare de bella – escuche la voz de esme.

Será mejor que la dejemos descansar, necesita dormir – susurro, cuando cerré mis ojos, pero aun seguía escuchando.

Lo invito un café? –

De hecho este es mi ultimo turno asique… porque no? – la puerta fue lo ultimo que escuche al caer el profundo y lejanos de los sueños.

El sonido del teléfono de la casa fue suficiente como para despertarme, comencé a removerme en la cama, el sol estaba ya en el punto más alto, me pregunto cuanto abre dormido, me sentía demasiado débil, mis brazos dolían al igual que mis piernas, el teléfono sonó como señal de que alguien lo había atendido, seguramente Esme.

Me estire un poco en sobre la cama y lleve mis manos a mi vientre acariciándolo en forma de círculos me di cuenta inmediatamente que estaba un poco hacia afuera, sonreí inconscientemente, recordando las palabras del doctor, tu cuerpo se esta amoldando a la forma del niño, mi vientre comenzaba a salir para afuera, mi pequeño bebe o mi pequeña bebe ya se estaba haciendo notar.

Comencé con mis ojos a inspeccionar la habitación, todo estaba exactamente igual a la ultima vez, mi estomago hizo ruido.

Oh mi vida tienes hambre? – pregunte a mi vientre.

Sabes? Mama se muere de hambre – suspire mientras trataba de acomodarme, pero mi cuerpo dolía mucho.

A ver… llamaremos a la abuela esme al interno de abajo para que suba comida, entre mi hambre y la tuya nos comeremos media cocina, después llamaremos a papa para ver como esta – susurre mientras me estiraba para tomar el teléfono, pero justo alguien llamo a la puerta.

Cuando estaba sentada mi vientre se notaba aun mas, asique lo acaricie y le sonreí.

Ya sé que tienes hambre pequeño, pero te eh dicho que primero llamaremos a papa capaz se quedo preocupado – susurre aun sin levantar la vista, como repujes escuche el sonido de mi estomago.

Oh esto es genial, esme dime por favor que – cuando levante la mirada me quede totalmente helada, El mismísimo Edward estaba apoyado contra el marco de la pared mirándome con una sonrisa, tenia el pelo mojado y una bandeja de comida en sus manos.

Se han despertado – susurro entrando a la habitación, su colonia inundo el ambiente, tenia mucho más color que la ultima vez que lo vi, vestía una camisa azul y unos pantalones negros.

Que haces aquí? – pregunte extrañada, él tendría que estar en la clínica.

Eh hablado con los médicos y me han dado el alta, me quede muy preocupado ayer por la noche, hable con esme esta mañana me trajo, Anthony se ah ido con Kate y con Emett a un campamento a las afueras de la ciudad, esme esta en su casa seguramente con Gerardo, Alice Jasper y el pequeño están de compras – explico mientras dejaba una bandeja con comida en mi regazo y un beso en mi frente.

Oh… en, yo, yo, lo… -- quería hablar pero rápidamente dejo un fugaz beso en mis labios, dejándome atónita.

Ya paso Bella, nos costara recuperar la confianza, pero estuve pensado y te amo tanto que nada me interesa, solo quiero estar bien y disfrutar el embarazo de nuestra pequeño o pequeño, lo demás el tiempo lo sanara – sonrió de lado.

Te amo – conteste entrelazando nuestros dedos.

Te amo – contesto.

Como te sientes? – pregunte mientras comía un pedazo de manzana.

Bien, ya se me han normalizado los dolores, todo esta bien, no hay nada del otro mundo, tu como te sientes? – me pregunto.

Mucho mejor, me eh llevado un susto grande ayer – susurre.

Si lo se – asintió cuando se puso de pie aproveche para mirar el reloj.

Seis y media de la tarde? – pregunte extrañada.

Has dormido demasiado, no quería despertarte, por eso supuse que tenias hambre – sonrió.

Siempre dije que eras muy atento – conteste mientras el prendía la tele.

Todo con tal de complacer a mis princesas – rio.

Como sabes que será niña? – pregunte elevando una ceja.

Porque será la niña de papa, será mi pequeña bebe y déjame decirte Bella Swan que esta vez será mio, Anthony vive pegado a ti – se quejo cuan niño pequeño.

Eres increíble – reí mientras el sacaba la bandeja ya vacía de mi regazo.

Así y todo me amas, no puedes evitarlo – me sonrió sentados a mi lado.

Siempre dije que eras mi caso perdido – reí acariciando su mejilla.

Tú eres la culpable – contesto.

Edward se inclino despacio hacia mi rostro, mientras nos acercábamos listo para besarnos, sus labios por fin tocaron los míos con tranquilidad, amoldados perfectamente uno con el otro, lleve mis manos a su nuca mientras el las arrastro a mis mejillas, acariciándolos con sus dedos, el beso tenia que durar era dulce, era tranquilo, ambos nos conectábamos de una manera realimenta hermosa, sus manos bajaron despacio hasta llegar a mi vientre el cual toco y me di cuenta como se paralizo.

Tú hija o hijo ya quiere marcar presencia – dije contra los labios de Edward.

Pero por que esta así? – pregunto sonriendo, mientras yo me coloque contra el cabecero de la cama.

Bueno, según el medico mi cuerpo ya se esta adaptando a él, es normal – explique, me sonrió y nuevamente volvió a besarme.

Te … amo – dijo sobre mis labios.

Te amo – conteste, luego de dejar un corto beso bajo a mi vientre y dejo su oído allí.

Hola mi amor – sonrió besando aquel lugar donde nuestra hija o hijo crecería.

En que momento saliste así para afuera? Sabes quien soy?... papa, si papa ya esta en casa – beso el vientre y lo acaricio mientras yo acariciaba sus cabellos…

Sabes en estos días que estuvimos enojados… eh estado pensado en algo – susurro subiendo por mi cuerpo en un camino de besos.

Se.. Puede saber en que? – pregunte con dificultad puesto que sus labios estaban muy entretenidos en mi cuello.

En la reconciliación – sonrió, sabia que no me contenerla mucho tiempo, sabía que mis hormonas no eran muy controlables, lo necesitaba, lo necesitaba al más que a nada en el mundo.

Comenzamos con un beso dulce, tierno, esos besos que te hacen sentir en las nubes, o flotando en aquel cálido y tranquilo mar, su cuerpo se pegaba al mio en perfecta forma, ambos sabíamos que estábamos hechos el uno para el otro.

Las caricias comenzaron, tras que nuestras manos no podían mantenerse quietas, por cada beso en mi cuello un gemido era mi respuesta, los besos se intensificaron haciendo que las lenguas comiences el juego mas pasional, mas salvaje posible, sus manos recorrían mis costados con ellas filtradas en remera, haciendo que entonces el contacto de la suave piel de sus dedos sea profundo con la suave piel de mi cuerpo.

El ambiente comenzó a llenarse de caricias, gemidos, risas puesto que cada vez que mordía el lóbulo de mi oreja me daban cosquillas, besos, besos, besos y mas besos lograron que la ropa entre ambos cuerpos ya no existan, el contacto era piel con piel, era caliente, era sensible, suave, necesario.

Gemidos y el suave ruido de nuestros labios chocar eran un sonido muy excitante y difícil de olvidar, era increíble lo que su cuerpo fácilmente hacia con el mio, sus juegos y besos mojados por mi figura lograban que mis jadeos gemidos y hasta gritos sean cada vez mas fuertes.

Cuando estábamos cansados ya de caricias como previa, decidí tomar la iniciativa el calor de mi cuerpo lo ansiaba, lo ansiaba cual niño a un dulce, envolví mis piernas en su cintura haciendo que aquellas partes se rozaran enviando a ambos grandes hondas de placer, la suavidad de nuestros cuerpos, sus gemidos en mi oreja y mis mordidas en su hombro hicieron que la necesidad de unirnos en una sola persona se hiciera aun mas fuerte.

La habitación ya era cálida, el ambiente era cálido, sonidos muy pocos, solo gemidos y nombres suplicando que por favor nos uniéramos de una vez por todas.

Ed… Edward, amor… ya te necesito – murmure mientras el mordía mis hombros con suavidad.

Lo que ordenes – dijo, cuando muy suavemente comenzó la danza de nuestros cuerpos, la danza que ambos participábamos con placer, con calor con… amor.

La habitación se volvió a inundar pero ahora ya no eran mas suaves gemidos, ahora era fuertes gemidos, suplicas de el aumento de la velocidad, la melodía de nuestros cuerpos chocar acompañados de fuertes e ir reguladas respiraciones, contacto… mas contacto eso era lo que queríamos, estar mas unidos.

El entrar y salir, el subir y bajar, los distintos movimientos nos acompañaron a nosotros a una gran noche de amor, pasión y más que nada necesidad.

Amor deja de hacer eso – me queje, acabábamos de terminar de hacer por aproximadamente quinta vez el amor en la noche, cuando callo rendido por el orgasmo dejo su cabeza en mi vientre y cada cuando lo acariciaba con su nariz, para luego depositar un beso, logrando así entonces cosquillas en mi cuerpo.

Estoy hablando con mi bebe, tu no te metas – me reto besando nuevamente aquel lugar.

Edward… tendremos que ir al medico la semana que viene, pero tenemos que contarle a tu hijo – dije acariciando sus cabellos.

Nuestro hijo, si lo se, pediré en el hospital si me dan unos días para poder organizarnos y estar el día con el amor de mi vida – sonrió subiendo se dejo caer sobre su espalda y me atrajo hacia él, nuestras piernas se enredaron, mi cabeza callo en su pecho mientras el acariciaba con sus dedos el largo de mi columna y debes en cuando se desviaba a mi vientre.

Edward… me perdonas? – pregunte besando su pecho.

Bella, todo esta bien solo prométeme una cosa – pidió besando mi frente.

Lo que quieras –

Sé que lo has hecho para protegerme y que las cosas no se dieron tal cual esperabas, pero tienes que entender que ese es mi deber, el cuidar de mi familia, el estar con ustedes día a día, el vivir para ustedes ese es mi deber, protegerlos y cuidarlos como si fueran mi razón de vivir que de hecho lo son, pero no quiero que te vuelvas a poner en riesgo de nuevo, y menos estando en este estado – murmuro lo ultimo acariciando mi vientre.

Lo prometo – sonreí contra su cuello.

Todavía estoy tentado a matar a Jasper, y te aviso que no me enoje por lo que paso con el, digamos que me agarraron celos – confeso.

Celos? Edward es tu hermano –

Cuando dije que serás mía siempre y que no te compartiría a nadie eso incluye a mi familia también – rio abrazándome más contra su cuerpo.

Eres increíble – susurre.

Y tus eres mi vida lo sabes no? – pregunto acariciando mi nariz con la suya.

Y tú eres la mía – conteste besando sus labios.

Sabíamos que el tiempo curaba todo, y pronto la confianza entre ambos volvería a crecer, pero lo que también sabíamos es que este era el comienzo de un gran… gran final.

Capítulo 40: Mentiras con patas cortas. Capítulo 42: Final-

 


 


 
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