PERDON PERDON PERDON PERDON!!!!!!!

Mis hermosas lectoras:

E tardado demasiado en actualizar por que me encuentro enferma! _: pero bueno hoy logre terminar el capitulo siguiente a este! $:

ACLARACIONES:

Se que tienen miles de dudas sobre varios de los personajes que han desaparecido ejemplo Carleslie, Jacob, Jessica, Etc. Bueno NO SE DESESPEREN les estoy preparando un Hambriendo final ! ;)

Recuerden que en esta historia los capitulos no se basan en un dia para el otro, si no que a veces se saltean dias y ustedes no se dan cuenta, lo haran ya que veran los cambios notorios en Anthony a noser que USTEDES ELIGUEN:

PREFIEREN QUE LES PONGA EL "PASO EL TIEMPO" "DIAS DESPUES" "SEMANAS DESPUES" ?

O DIRECTAMENTE LES CUENTE EL DESARROLLO DEL PEQUEÑO? (COMENTEN)

Ennnn FIiiiiiiiiiiiiiiin! (:

GRACIAS POR LOS CONSEJOS Y COMENTARIOS CON BUENA ONDA! (:

LAS AMOOOOOOOOOOOOO, ESPERO OPINIONES Y RESPUESTAS! (:

SALUDOS.

GIU

BELLA POV.-

Quieres quedarte quieta de una estúpida vez! – me gruño Alice mientras me maquillaba, podía ver por el reflejo del espejo a Anthony en brazos de su abuela hablando tranquilamente, Kate estaba a un lado sacándole brillo a mis zapatos, los cuales eran una pesadilla, así es… en menos de una hora estaría en mi cita con el amor de mi vida.

Lo siento – me disculpe.

Disculpen… Señorita Alice aquí esta el vestido que me mando a terminar – entro a la sala Zifrina con un enorme cobertor blanco.

Perfecto, eres una genia Zifri! Tengo pensado en decirle a Edward que te mande para mi casa, estoy segura que debes de estar un poco traumada con Edward y su novia apasionados en la casa – rio Alice cuando me sonroje en un rojo furioso, pero el dolor me puso blanca rápidamente ella ya no me decía mas “Bella” ahora era o “La Novia” o “Ella”.

Cuando el amor manda, nada importa… Se ve muy hermosa señorita Bella, el señor Edward morirá apenas la vea – Alago mientras veía mi perfecto maquillaje.

Gracias! – sonreí.

Bien dense prisa que bella llegara tarde – nos apuró esme.

Me puse de pie para sacarme la bata que llevaba puesta, debajo tenia un conjunto realmente sexi color negro que se ajustaba en perfecto estado a mi cuerpo, observe como Alice quitaba de la gran funda blanca un vestido color negro con pequeños bordados en estrás negro, su espalda era descubierta totalmente descubierta, tenia una caída recto ajustándose perfectamente a mi cintura, el escote era en “V” enserio era realmente hermoso y delicado.

Wow – fue lo único que pude decir.

Exacto, Wow – murmuro Kate a mis espaldas, colaboraron para que me lo pueda poner sin rozar con el maqui llague, luego de eso me sentaron y Kate se encargo de mi pelo, lo recogió en tersadas que se juntaban en un punto de mi cabeza dejando mi espalda libre, realmente sorprendente.

Me pare frente al espejo de cuerpo entero y la imagen que me devolvía el espejo, no era la que esperaba, aquella mujer se veía hermosa, fina y mostraba unas curvas realmente hermosas, el negro del vestido lograba que la piel de la mujer resaltara aun mas, palideciendo, esa mujer la cual costo creer que era yo, mostraba en sus ojos la felicidad, esa mujer que devolvía el espejo me demostraba que amaba a el hombre que estaba abajo, esa mujer mostraba la felicidad de tener un hijo… esa mujer se llama Bella.

Realmente hermosa – murmuro esme, mientras yo la observaba por el reflejo del espejo.

Enserio gracias – sonreí mirandome

Bien no hay tiempo que perder, es hora de que te vayas Isabella – ordeno Alice acomodando todo el maquillaje.

Alice – intente decir.

Luego hablaremos, no es el momento tienes un hombre abajo esperando por ti para darte la mejor noche de tu vida, no arruinare tu dia, cuando todo este tranquilo hablare contigo pero por el momento prefiero no hacerlo – corto guardando todo en su valija de cosméticos, asentí con mi cabeza y di algunos torpes pasos a donde estaba esme con mi pequeño.

Adios bebe, quedas en buenas manos – sonreí besando su frente, mi niño abrió los ojos pero pronto los volvió a cerrar caia dormido en los brazos de su abuela.

Disfruta Bella – sonrio esme.

Comence a caminar por lo largo del pasillo hasta que llegue a la punta de la escalera, abajo me esperaba mi vida, dándome la espalda, por lo que vi estaba hablando con Jasper y con Emett muy entretenidos, respire unas cuantas veces y comencé a bajar las escaleras.

Wow – escuche que dijieron los hermanos de Edward, mientras el se daba vuelta, tenia que admitir que con ese traje se veía DEMASIADO sexy, el negro resaltaba lo palido de su piel y lo claro de sus ojos.

Hermosa – susurro tomándome de la mano para bajar el ultimo escalon.

Tu no te quedas atrás – le sonreí entrelazando nuestros dedos.

No hay comparación – rio dejando un casto beso sobre mis labios.

Bueno es hora que despeguen pequeñas aves – rio Emett abriendo la puerta de entrada.

Adios – se despidió Edward.

Caminamos por el sendero, al pie de la calle estaba el volvo de Edward, no hablamos en el camino simplemente nos fundimos en un tranquilizador silencio, no me preocupaba por Anthony sabia que el estaba en buenas manos, tenia una abuela fabulosa y unos tios del sueño, luego de una largo camino en el volvo de Edward llegamos a un lugar realmente fabuloso, la luz era casi nula, las estrellas brillaban por estar presentes, el reflejo de la luna se hacia presente en lo que parecía un mar, Edward rodeo el auto y me ayudo a bajarme de el.

Donde estamos? – pregunte tratando de ubicarme.

Ya lo descubrirás – me dedico una sonrisa antes de besarme.

Camino con su mano enredada en mi cintura no sin antes vendar mis ojos, mientras yo esperaba expentante con lo que me podía encontrar, de la nada comencé a escuchar el ruido del agua moverse rompiendo contra algo, un sonido que trasmite paz al cuerpo, luego comencé a sentir como el sonido se hacia mas cercano mientras caminábamos, pude oler el aroma del agua mesclado con la sal y una briza que envolvía mi cuerpo, el ambiente era tranquilizador y fresco.

Edward… que… que haces? – pregunte cuando sentí como me saco los zapatos.

No podras caminar con esto – rio cuando puse los pies sobre el piso un polvo fino se filtro entre mis dedos dando un escalofrio a través de la planta de mi pie, inmediatamente la identifique como arena.

Lista? – susurro, cerca de mi oído luego de unos pasos, abrazandome por la cintura.

Si – me limite a decir mientras sentía como sus manos comenzaban a desatar el nudo de la venda.

Bien – dijo cuando saco la venda dándome una vista de todo, acomode mis vista puesto que estaba un poco borrosa y lo que vi me dejo atónita.

Era la playa si, la arena se mesclaba entre los petalos rojos de rosas y velas que daban al ambiente un poco de luz, la luna reflejaba sobre el mar brillante, las estrellas hacían acto de presencia titilando como locas, al fondo se observaba una mesa con un manten blanco en el cual se veía un juego de vajilla para dos acompañado de una botella de vino, todo lucia realmente romántico y pacifico, a lo lejos se veía una pequeña pero hermosa cabaña iluminada con una luz tenue.

Te gusta? – susurro la voz de Edward apoyando su mentón en mi hombro.

Edward… Edward esto.. esto es hermoso! – termine con una sonrisa no sin antes voltearme y besarlo como si de ello dependiera el mundo.

Supuse que te gustaría – rio sobre mis labios mientras entrelazaba sus brazos en mi cintura correspondiendo el beso con suavidad y ternura.

Te amo – dije sobre sus labios mientras mis dedos jugaban con sus pelos.

Te amo – contesto apretándome aun mas a su cuerpo – Que te parece si cenamos?

Claro! – sonreí, cuando me corrió la silla para que me sentara y asi lo hice.

Comenzamos a cenar con el ruido de las olas chocar con la orilla bañada en arena, la briza chocaba contra nuestras pieles mientras ambos reíamos de cualquier conversación que teniamos, estábamos tranquilos en nuestro mundo veía su sonrisa haciendo que mi corazón se llenase, tomabamos nuestras manos cada tanto y se estaraba para besar las mias, luego de una conversación de amor, risas de felicidad y besos de ternura la noche comenzó a hacer acto de presencia haciendo que la briza se trasforme en algo mas frio.

Bien… creo que es hora – corroboro luego de unos minutos de silencio mientras ponía su chaqueta sobre mis hombros.

No quiero irme – susurre.

Quien dijo que no iremos? – rio mientras volvia a su lugar.

Entonces… hora de que? – pregunte confundida.

Bien… Bella debo admitir que jamas en mi vida hice esto solo espero que sea la primera y ultima vez, vivi muchos años en la oscuridad por el miedo y enojo de no creer en el amor, me engañaron, me hicieron sufrir, me lastimaron y se rieron de mi a mis espaldas, pase mucho tiempo en penumbras ahogando mis penas en libros y música clásica, fui la bolsa de golpes de mi hermano al igual que la carga de mi padre, nunca vivi con una sonrisa en mi rostro por el simple hecho del miedo a que todo fuera un sueño hasta que tu apareciste en mi vida dándome la esperanza de vivir con el amor, vivimos las mejores noches de mi vida, las mejores tardes y tengo los mejores recuerdos pero todos van de tu mano, eres esa luz que me ilumino el camino dándome fuerza para seguir adelante, para demostrarme que la vida gitana no es tan mala como parece, después de todo uno encuentra el amor, si no miranos… me diste algo por lo que luchar y mantenerme fuerte me diste una familia, me brindaste un angel… nuestro pequeño Anthony… me enseñaste a amar como se debe y a valorar las cosas tal cual son, me enseñaste a perdonar y a vivir de manera correcta… sin miedo, sin mentiras, sin dinero de por medio, sin contratos que firmar y sin reglas que cumplir, me robaste el corazón de la manera mas sincera y sensata posible, me esperaste lo suficiente todo un tiempo, pero mas que nada cuando crei que moriría por perderte mi corazón despertó y salio a tu búsqueda donde te encontré y prometi nunca mas separarme de ti – susurro Edward, estábamos ambos de pie, el jugaba con mis manos y yo no quitaba mis ojos de los suyos conto nuestra historia en palabras de amor, conto el amor que teniamos el uno por el otro en susurros acompañados del silbido del mar, mi corazón se debilito y mis lagrimas comenzaron a desender.

Edward – quice decir.

Solo déjame terminar… el prometer que nunca me separaría de ti no es una obligación si no mi sueño hecho realidad, se que hay muchas cosas que enfrentar, pero si las enfrento contigo a mi lado todo seria mas fácil… asique… tengo que hacer esto como se debe … Isabella Marie Swan me darias el increíble honor de ser mis esposa el resto de nuestros días? – dijo mientras anclaba su rodilla en el piso, extendiendo una pequeña caja roja de su mano derecha mientras que con la izquierda me acariciaba la palma de mi mano, mi mundo se paralizo, mi corazón por un momento se congelo, mis manos temblaban al igual que mis piernas.

Cla… claro… Si… si acepto! – termine riendo mientras el se ponía de pie y me abrazaba por la cintura dándome vueltas en el aire, luego de esta acción me apretó contra su cuerpo y me beso suave, con ternura y amor… con tranquilidad, sus manos se apretaron fuerte en mi cintura y las mias no tardaron en subir a su cuello, hasta entrelasarce con los cabellos de su nuca.

Gracias… gracias… gracias – dijo dejando pequeños besos sobre mis labios.

Te amo… te amo… te amo – conteste entre besos cortos sobre la comisura de sus labios.

Eres tan especial… con esos ojos verdes y esas sonrisas nuca mas vuelvas a cerrarlos por favor… nunca te vayas de mi lado, quédate conmigo para siempre Edward – rogué acariciando sus mejillas.

A donde mas iria?... si contigo a mi lado tengo todo? Tu JAMAS pienses en moverte de mi lado por que no tardare en buscarte de nuevo, es hora de vivir nuestra vida bella… aun tenemos cosas que enfrentar pero juntos el dolor será mas leve – trato de convencerme.

Carleslie… Jacob… Mis padre – susurre recordando aquellas personas que resultaban una amenaza.

Sh… -- me silencio con sus dedos sobre mis labios – todo pasara rápido… lo prometo.

No quiero volver a perderte… tengo terror a que se vuelvan a acercar a ti, a lastimarte… a sacarte de mi lado como trataron de hacerlo Edward – explique mientras una lagrima caia por mi palida mejilla.

No quiero vivir con miedo a perderte Bella… no pasara nada mientras estemos juntos lo prometos – susurro juntando nuestros labios en un suave y tierno beso.

Para siempre? – pregunte.

Para siempre – afirmo sellando el tratado con un profundo beso, el cielo estaba en mis manos de su mano.

Luego de unos cuantos besos donde las palabras sobraban, ya que demostrar el amor que nos teníamos con caricias y besos era lo mejor que sabíamos hacer coloco el anillo de compromiso en mi dedo, era una pequeña piedra de zafiro azul, incrustada en un aro de oro brillaba ante el movimiento y encajaba perfecto en mi dedo, pero lo que note fue que saco el anterior anillo el que me regalo la primera vez.

Que haces? – pregunte cuando lo saco de mi dedo.

Este anillito que ves aquí futura señora Cullen, este anillito el cual marco nuestras vidas para siempre, junto con el mio, los mandare a rehacer en una cadena para nuestro pequeño ya que él fue el fruto de ellos – sonrió mientras lo guardaba en la caja roja de terciopelo y me abrazaba pegando nuestras frentes.

Te amo – murmure.

No más que yo a ti – rio fundiendo sus labios en los míos.

Comenzó a besarme no se en que momento pero me tomo al estilo novia, enrede mis manos en su cuello mientras nuestros labios seguían unidos, no se cuanto tiempo abra caminado pero cuando me percate estábamos dentro de la cabaña que antes se observaba a lo lejos, no preste atención a nada simplemente me deje llevar por sus caricias, cuando dejo mis pies en el piso, me separe un poco de el para respirar pero tan pronto como me separe me volví a unir para morder su labio inferior y besarlo con pasión.

Sus manos recorrieron el contorno de mi cuerpo hasta llegar a mi cintura donde allí sus brazos se unieron con mas fuerza y me apretó mas a él, enrede mis dedos en sus cabellos como ah de hacerlo siempre, mientras sentía como mis piernas comenzaban a temblar, Edward sin mucho que esperar tomo mis muslos indicándome que saltara sobre el y así lo hice, apenas me toco enrolle mis piernas en su fuerte cintura y profundice aun mas el beso, las lenguas jugaban una guerra que ninguno estaba dispuesto a perder, las manos solo se dedicaban a acariciar con delicadeza la suave piel de ambos, sentí que me quedaba sin aire pero nada importaba, me separe un poco y sus labios se hundieron en la parte sensible de mi cuello, cerré mis ojos por el placer que emitía dicho acto, cuando los abrí me percate de un hogar encendido que se encontraba frente a un sillón negro, lo único que iluminaba era la tenue luz del fuego.

Su beso recorrió todo mi cuello subiendo por mi mandíbula hasta encontrar mis labios nuevamente mientras con mis manos lograba que su camisa desapareciera por algún lado de la habitación, sin pensarlo ni pedirlo su lengua se introdujo en mi boca llenándome de su delicioso aliento, comenzó a caminar cuando sentí contra mi espalda la suavidad de aquel enorme sofá, luego de separarse de mis labios se ubico entre mis piernas pero con besos delicados fue desde mis labios hasta mi cuello, bajo por mi escote, mi estomago y volvió a subir, fue ese el momento exacto en el que perdí todo tipo de cordura, su mano se filtro por mi espalda desabrochando el cierre de mi vestido para luego sacármelo con mucha suavidad.

Eres hermosa – murmuro mordiendo le lóbulo de mi oreja para luego volver a mis labios de una manera apasionada y feroz.

Sus manos suaves se encargaron de quitarme mi ropa interior mientras el lugar se llenaba de los ruidosos besos que acompañaban nuestras caricias, una vez ya expuesta a el, me encargue de quitar su pantalón y su ropa interior besando con cordura todo su pecho, aquel fuerte y blanco pecho.

A disfrutar futura señora Cullen – rio sobre mis labios, cuando dejo de besarme bajo por todo mi cuerpo besando parte por parte hasta llegar a mi zona mas intima.

Mmm – me limite a decir cuando su dedo se introdujo en la mas húmeda de mis cavidades haciendo que mi cuerpo vibrara del placer, mientras sus dedos bombeaban de la manera mas exótica posible sus labios devoraron por completo mi boca y luego con su otra mano se encargo de acariciar mis pechos mientras me daba la invitación para llegar al cielo.

Los gemidos se hacían mas fuertes, el calor llenaba la habitación y nuestros cuerpos se pedían entre ellos, sus labios mordieron el lóbulo de mi oreja haciéndome gritar su nombre con éctasis, cuando quito sus dedos de adentro mio no puedo evitar el gemir de odio por quitarme tan hermoso placer, abrí mas mis piernas para invitarlo a pasar, se acomodó allí mientras ponía sus codos al costado de mi cabeza y mis manos eran aferradas a sus hombros, su miembro comenzó a acariciar mi entrada, provocando que mi respiración se perdiera por algunos instantes, el placer era mutuo ya que podía sentir sus gemidos en mi oreja mientras su aliento chocaba contra mi cuello.

Edward… por favor – rogué entre suspiros ya que no se designaba a entrar en mi.

Disfruta de la sensación – se atrevió a decir mientras volvía a hacer lo mismo, la bola de mi vientre ya comenzaba a hacer presencia, el fuego allí comenzaba a quemar, me aferre aun mas a su cuerpo y de un salto ate mis piernas a su cintura provocando que el callera sobre mi cuerpo y entrara de lleno en mi.

Oh Edward! – grite cuando sentí como comenzaba bombear con ritmo fuerte y salvaje, las respiraciones perdieron el control, los gemidos se hicieron mas fuerte, el calor de los cuerpos nos tapaba a ambos, los gritos de placer llenaban nuestros corazones mientras que sus embestidas hacían que mi cuerpo se acercara cada vez mas al cielo.

Luego de unos cuantos gritos por su nombre y respiraciones ausentes, al igual que sus palabras hermosas en mi oído, mi vientre soltó aquella bola de fuego provocando así lo que seria mi orgasmo máximo, solté mis líquidos con un grito llamando por el, cuando después de unas tres embestidas de lleno el también llego y callo sobre mi cuerpo.

Nuestros cuerpos estaban unidos de manera que el espacio entre nosotros era completamente nulo, no se de donde saque fuerzas pero inmediatamente hice que girase sobre su cuerpo y coloque mis piernas a ambos lado de su cuerpo haciendo que nuestros sexos se chocasen ambos gemimos por el contacto, lo tome por los hombros y el rápidamente se levanto, apreté mi intimidad aun mas a la de él y enrolle mis manos en su nuca comenzando a besarlo con locura, con pasión pero lejos de todo… con amor.

Con un simple empujón caí sobre su miembro y me penetro de lleno, puso sus manos en mi cintura para ayudarme con el ritmo de las embestidas, los jadeos, las respiración cortadas, nuestros nombres y el sonido de nuestros cuerpos chocar inundaron la habitación, logrando así que en menos de lo pensado ambos tocáramos el cielo al mismo tiempo. Mi cuerpo cayo sobre el de el mientras las respiraciones se adaptaban a nuestros corazones, cada tanto sentía como besaba la punta de mi cabellera, mientras que con una de sus manos hacia suave círculos sobre mi espalda, el cielo.

Es increíble – susurre una vez que me apoyaba sobre su hombro mirando su perfil, sus dedo pulgar acariciaba mi hombro, mientras que el mio se dedicaba a acariciar su pecho, el ruido de la leña consumirse inundaba el pequeño cuarto de cabaña, una manta cubría nuestros cuerpos.

Que? – pregunto, sin dejar de acariciarme.

Siempre pensé que la vida gitana jamás me traería cosas buenas – susurre mientras que con mi dedo acariciaba el contorno de su rostro.

Te las ah traído? – sonrió clavándome la mirada.

Estas en mi vida y tengo un hijo que demuestra lo mucho que te amo… no te parece suficiente – masculle con una sonrisa.

Parece un cuento – rio besando mi frente, pero inmediatamente la realidad me llamo, mire mi anillo y fruncí el ceño.

Que pasa? – pregunto cuando se percato de mi acción.

Edward… Edward yo no puedo casarme contigo! – pronuncie cuando su mirada se torno triste, a través de su mirada pude ver su corazón romperse.