La tarde se paso a una velocidad vertiginosa.
En estos instantes me encontraba debatiéndome frente a mi maleta de ropa, llena de todas mis pijamas, obviamente pijamas poco aptas para ir a acampar con tu amigo. Mi única pijama de mono y camisa estaba sucia en San Francisco, la había usado la noche antes del sepelio de Jacob. Las que tenía en la maleta, eran perfectas para dormir en mi cuarto a dos habitaciones de mi mejor amigo, y quitármelas inmediatamente después de levantarme. Era obvio que tenia que atreverme a poner mis shorts de seda ajustados y mis camisetas de tiros que para ser sincera eran muy cómodas pero a la vez develaban mucho. A falta de mejores opciones, tuve que atenerme a un conjunto de estos de color azul. Tome algunas cosas, aunque Edward después de mucho pensarlo me dijo que si entraríamos a la casa, pero solo para usar el baño, y usaríamos el de abajo para evitar arruinar la ilusión de "acampar".
Baje las escaleras, y me encontré con mi amigo que llevaba un mono deportivo y su pecho desnudo, sin duda esta seria una noche larga y difícil.
Una vez que me sintió detrás de el, en la cocina donde se encontraba recogiendo algunas cosas se voltio para verme.
No pude evitar sonrojarme al ver la expresión de mi amigo. Se que intento contratarla pero no pudo. Me estaba devorando con la mirada.
-Wow, que...- al parecer la palabra que tenia en mente para el momento dejo de ser adecuada una vez que vio mi rostro sonrojado, así que mejor sonrío y se acerco a mi.
-Se nota que la niña chiquita que tenia por amiguita, creció y mucho. Que viva la evolución humana.- susurro en mi oído, riéndose al sentir como yo me tensaba.- Vámonos, antes de que diga una locura de la cual me arrepienta mañana, o peor aun no me arrepienta.
Caminamos hasta el jardín. El aire estaba helado por lo cual me arrepentí mil veces de no tener pijamas mas decentes para acampar en el jardín de la casa de mi mejor amigo en Houston un lugar tan frío. No pude evitar temblar un poco una vez que el aire helado rozo la descubierta piel de mis muslos.
-Tranquila amiga, no voy a dejar que te congeles ni de chiste.- me tense ante su comentario, ¿que demonios tenia planeado?. Al parecer noto mi expresión por lo cual levanto unas mantas que llevaba en la mano mientras me sonreía.- A menos que tengas algo mas en mente.
-¿Te he dicho hoy que estas algo intenso?.- exprese mientras entrábamos ya a la más caliente tienda. Era enorme, muy bien armada, bueno la había armado un antiguo niño explorador así que los nudos eran seguros y la carpa estaba en perfecta estabilidad.
-No me los ha dicho, pero es bueno saberlo.- Edward acomodo todas las cosas en la espaciosa carpa verde militar, mientras yo veía su bien formada espalda. Dios Mio que me estaba pasando, acababa de quedar viuda y me estaba fijando en la espalda de mi mejor amigo. Un vocecita malévola salio de alguna parte de mi interior diciendo: Acabas de quedar viuda no ciega.
-Cierto.- conteste con voz alegre y a la vez demasiado fuerte, generando que Edward se volteara a verme.
-¿Que es cierto?.- "Que eres muy sexi, y que creo que me estoy enamorando de ti". Me dije a mi misma obviamente.
-Nada, no me hagas caso.
-¿Segura que no quieres decirme que soy "sexi" como me lo dicen la mayoría de mis pacientes?. Y mira que eres afortunada, porque la mayoría suele verme en pantalones de vestir camisa manga larga y bata clínica, mientras que tu me observas prácticamente desnudo.- eso no lo podía negar, era afortunada. Un momento, ¿Que me pasaba?
-Si, ni te imaginas lo sexi que eres, ni lo afortunada que soy.- dije con evidente sarcasmo, aunque después me sonroje al darme cuenta que me hubiera gustado decir eso enserio.
-Ven a dormir.- me tendió la mano. Una vez que la tome tiro de ella y me tumbo en el montón de cojines, colchas y demás que estaban en el piso, haciéndome quedar junto a el.
-OK, Isabella, hemos llegado a la recta final, o lo hago ahora o no lo hare nunca.- ¿De que hablaba?, ¿Por que el estaba allí conmigo en vez de estar al lado mío?. ¿Que tramaba?. Trate de acomodarme a un lado, cuando me sujeto con fuerza impidiéndome moverme.
-Te amo.- escapo de sus labios, antes de atrapar los míos con urgencia, como tratando de transmitir a mi cuerpo un mensaje, que estaba comenzando a llegar. Una vocecita dentro de mi pedía a gritos que detuviera esta locura, pero estos gritos eran acallados por otra voz mucho mas potente que me decía que esto era lo que yo quería, que me dejara llevar.
-Solo por hoy olvídate de todo, déjate llevar, déjame hacerte saber todo lo que te amo y todo lo que te amado por todos estos años. Solo por piensa únicamente en mi, en nosotros.- me susurro en los labios antes de volverme a besar con una urgencia aun mayor, imagino que pensaba que lo iba a detener y por eso se apuraba para aprovechar todo lo que pudiera. Y en cierto modo eso debía hacer, detenerlo, pero era tarde, era muy tarde, ya estaba demasiado involucrada en esto como para detenerlo ahora, ya estábamos demasiado entregados a transmitirle el uno al otro las emociones contenidas. Un momento, ¿Yo tenia emociones contenidas hacia Edward?. En ese momento tan especial, muchas cosas estuvieron claras, si habían emociones contenidas hacia Edward, yo había estado enamorada de el desde hace tanto y no lo sabia, y ahora lo descubría, y no lo podía esconder mas, ahora si no había vuelta atrás
Gracias a las que me leen..muchos besos y espero que les guste este capitulo. Algunas personas me dijeron que querian ver a Edward sintiendo algo por Bella, pues aqui esta, Edward lo entrego todo, pero: ¿Bella va a aceptar todo esto y va a continuar?...esperen el proximo capitulo que promrte mucho.
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