Le hice creer a mi madre y a mi amiga Alice, que se estaba quedando en casa, que estaba dormida, pero en cuanto se acostaron me escabullí en el sótano para buscar una de las muchas cajas que en los dos años que teníamos Jacob y yo viviendo en esa casa habíamos desandado. La caja donde guardaba las muchas cintas que Edward y yo habíamos grabado en muchos momentos de nuestra infancia juntos en Forks.
Seleccione mi favorito, el videos que grabamos juntos la noche antes de que el partiera a Houston a estudiar.
Esa noche, llore hasta el cansancio junto a el, porque se iría. Grabamos un video antes de que le llanto me venciera donde nos prometíamos una amistad que superaría las fronteras.
"-No llores, yo siempre estaré para ti. Te quiero mi Lois Lane, y a pesar del pasar de los años siempre será así, nunca me olvidare de ti. Te visitare en las vacaciones e iremos a la playa. Siempre amigos"- era la ultima frase del video. Lego de eso el me abrazaba y allí terminaba todo, se apagaba la cámara y el video llegaba a su fin. Esas promesas que me hizo algunas se cumplieron. Nunca se había olvidado de mi es verdad, pero nunca fuimos a la playa en las vacaciones universitarias, porque no coincidían. Pero si había cumplido la parte de siempre amigos.
Comencé la búsqueda de otro video, antes de encontrar uno que me eclipso por completo. El video de mi boda con Jacob, hacia ya dos años.
Lo puse y me deje envolver por el llanto y el dolor al ver a Jacob frente a mi jurando amor entreno en sus votos.
"Te prometo que nuestro amor superara a la muerte, nunca abra fin" -juro Jacob es sus votos.
Luego me pude reír un poco al ver a Edward equivocarse mientras nos entrelazaba a Jacob y a mi, como bueno rito realizado por el padrino y Alice, mi madrina.
Me envolví las piernas con el brazo, mientras eso me servia para presionarme el pecho para evitar que el gran fuego del dolor que me quemaba por dentro se extendiera al verme allí en el video, con el traje que pase tres meses esperando, que compre para ese momento, para Jacob, en brazos de Jacob, con ese hermoso traje de etiqueta que compro para la ocasión con algunos de los ahorros de toda su vida, mientras bailábamos el vals de recién casados, acompañados por Edward y Alice.
Comencé a llorar descontrolada, hace dos años había hecho un millón de planes, esa noche había hecho tantos planes. Terminaríamos de pagar nuestra casa al cabo de unos tres años, si trabajamos los dos, y allí buscaríamos a nuestro primer hijo. Trabajaríamos ambos, Jacob en su mundo de planos y yo en mi mundo de colores que combinen. Todo estaba planificado, según yo, pero al parecer la vida esperaba otra cosa de mí, de nosotros.
De repente, escuche el cuchicheo de una voz muy cerca de mí, y el sol inundar mi rostro por completo. Esa voz se me hacia familiar, muy familiar. Una voz de hombre que más de una vez había representado mi salvavidas, que me había llenado de esperanza.
Dentro de mi una mini yo intentaba subir un interruptor para que todo e organismo reaccionara, y corriera a los brazos del hombre de voz familiar.
Logre abrir los ojos, mire el techo de la sala, no puede ser me había quedado dormida en la sala de estar viendo los videos.
-Hey buenos días Lois Lane- dijo la familiar voz de mi amigo Superman. Superman...
-NO PUEDE SER, SUPERMAN!- grite con todas mis fuerzas mientras me enderezaba y lo abrazaba. No me di cuenta como, pero en el momento en que sus brazos me envolvieron las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos por montones acompañados de pequeños sollozos que solo Edward escuchaba, por tenerme recostada de su hombro a centímetros de su oído.
-Shh, calma Bella, ya estoy aqui, como siempre, no me voy a ir nunca, amigos por siempre.-susurro en mi oído.
Era obvio, ya había llegado mi salvación, ya se había acabado mi autocontrol, ahora no pararía de llorar, hasta que secaran los ojos o me quedara dormida.
No se precisar cuanto tiempo estuve allí abrazada de Edward. De vez en cuando Edward me susurraba frases como: "Calma Bella, ya todo esta bien", "Estoy contigo para siempre", "Jamás te dejare sola"...
-Hey bonita, necesito que despiertes.-susurro mi mejor amigo a mi oído.
-Ah?
-Necesito que despiertes, tienes que bañarte y arreglarte para el sepelio.
-¿Sepelio?...ah!..No me puedo parar.
Ven te ayudo.- sentí como sus brazos me envolvían por la piernas y la espalda, cargándome como una bebe.
-Déjame bajar- murmure aun dormida.
-Aun no, en cuanto lleguemos al baño- baje la vista, y ya nos estábamos acercando a las escaleras. Decidí aprovechar, me recosté en su pecho y me deje llevar hasta sentir como Edward me sentaba en una superficie plana y por referencia fría. Abrí la vista, y note que estaba sentada sobre la tapa del escusado.
-Es hora de tomar un baño Lois Lane.
-No puedo tengo sueño-. dije tratando de zafarme del suerte que solía usar para dormir.
-¿Quieres que ayude?- musito Edward mientras intentaba alcanzar mi mano que bajaba la cremallera del suéter.
-Puedo sola, ahora fuera de mi vista- le dije
-Siempre tan amable, nos vemos.
|