Sentí en ligero cosquilleo en mi vientre, acompañada de una ligera presión. Abrí mis ojos lentamente para encontrarme con el techo de el cuarto donde me quedaba en la casa de los Cullen.
El cosquilleo no cedió así que baje mi vista para ubicar a Edward con su cabeza recostada sobre mi aun plano vientre, mientras dibujaba círculos con sus dedos en el mismo.
-Buenos días princesa.- me dijo con un sonrisa enorme sin hacer muestras de enderezarse. Lleve mis manos a sus cabellos y lo acaricie.
-Buenos días nuevo papá.- le dije sabiendo que eso lo haría feliz. Una hermosa sonrisa se extendió por su rostro mientras me miraba.
-Gracias.- exclamo con mucha sinceridad.
-¿Por que?- pregunte
-Por esto.- acaricio mi barriga.
-De nada, supongo.
-Hay tanto que planificar. Tenemos que ponerle fecha a la boda, arreglar todo, ir al medico, ponerle nombre al niño. Son muchas cosas.- estaba algo exaltado nombrado todo lo que tenia planeado.
-Un paso a la vez.- exclame.
-Lo primero es solucionar el hecho de que tu vives y trabajas en una ciudad y yo en otra.- ya había pensado en eso, y tenia una idea.
-Ya lo pensé. Voy a pedir cambio para la sucursal de Houston.- sonrío mucho mas feliz.
-Casemos hoy.- me dijo sacándome de lugar.
-¿Que?.- estaba mas que sorprendida.
-Oh vamos, en las Vegas, debe ser divertido.- ¿Estaba enloqueciendo? Aunque si lo analizaba no sonaba tan mal.
-¿Tu crees que tu hermana no los perdone?- pregunte buscando una escusa.
-Podemos invitarla. ¿Quien dice que no puede observar?- lo tenía todo planificado
-¿Entonces, nos casamos?- esa sonrisa y estilo de hablar siempre me ganaban
-Andando.- dije sabiendo que Alice me mataría. Salio del cuarto no sin antes darme un beso corto. Cuando me vi en el espejo no pude evitar preguntarme: ¿Que demonios estas haciendo?.
-Calma, así es el amor.- me dije en voz alta antes de abrir la puerta para entrar al baño.
-Alice auxilio.- dije en la puerta de su cuarto en el segundo piso.
-¿Que paso Bella? ¿Algo le paso a mi sobrino?.- salio de sus cuarto con la bata de dormir y el semblante preocupado.
-Tranquila estamos bien- conteste llevando mi mano al vientre.- Es que, bueno, eh…Me voy a casar hoy.- le expresión de Alice era como de película. Se mandíbula estaba desencajada y me miraba de arriba a abajo.
-Es 1ro de enero. ¡POR DIOS!- su grito recorrió toda la casa haciendo que mi madre saliera de su cuarto acompañada de Emmet desde otro cuarto y Rose. Esme corrio escaleras arriba y Carlisle salio de su despacho con periódico en mano. Nos miraron a ambas esperando una explicación. Alice solo se limito a señalarme mientras giraba el rostro. Al instante Edward apareció y se paro junto a su madre.
-Me voy a casar.- dije decidida mientras Edward me sonreía
-Eso ya lo sabíamos.- exclamo Emmet.
-Hoy.- completo Edward la frase que yo no pude.
-¡¿QUE?!- grito mi madre.
-A ver Isabella Swan, ¿Donde demonios pretendes que consiga un vestido decente para ti un 1ro de enero?.- dijo Alice mientras gritaba y gruñía.- Eres desesperante. Hay mucho que hacer. No tengo nada que ponerme, sin contar que tampoco Rose y mucho menos tu que res la novia. ¿Sabes que? Vete a tu cuarto a acariciarte la panza yo me encargo.- una vez que termino su drama me cerro la puerta en la cara y comenzamos a escuchar sus gritos hacia Jasper. Me voltee y me encontré con distintas caras atónitas.
-¿Ustedes no van a buscar que ponerse?.- les pregunte. Automáticamente Esme y mi madre se acercaron y me abrazaron.
-Es algo rápido pero si los hace felices, tengo que comenzar a buscar algo decente.- dijo mi madre mientras me soltaba. Esme solo me sonrío y tomo a su esposo del brazo antes de entrar a una habitación que imagino era la de ellos.
-Ok, no se que decir.- exclamo Emmet rompiendo el silencio.
-Emmet necesito que me acompañes a hacer algo.- dijo Edward.
-Bien, andando.- Edward deposito un beso en mi mejilla y Emmet acaricio levemente mi vientre antes de que se internaran en el cuarto del último a discutir algo.
-Tranquila Bella, ya Alice se la va a pasar.- las lagrimas indiscriminadas rodaron por mis ojos. Rose me abrazo antes de golpear la puerta de Alice.
-Alice abra ya la maldita puerta, porque por tu culpa Bella esta llorando. ¿Es que no sabes que a las mujeres embarazadas no se les grita?- inmediatamente Alice abrió la puerta con cara de corderito a medio morir.
-Lo siento Bells es que me estrese tanto.- me quito de los brazos de Rose para abrazarme.
-Jasper fuera, hoy es día de chicas. Ve a ver si en la esquina llueve.- Jasper paso por nuestro lado regalándonos una sonrisa.
-Te compadezco Bella.- me dijo.
-Jasper, lluvia, esquina, ve.- dijo Alice empujándolo. Susurre casi para que me leyera los labios: "lo siento". El solo asintió y me sonrío.
Una vez adentro encontramos un montón de vestidos sobre la cama, Alice se había vuelto loca.
-Bien chicas tenemos mucho que hacer.- me senté frente a una mesa llena de cosméticos y otras cosas. Ubique el reloj y me di cuenta que eran las 8:45 de la mañana. Ahora es que hay tiempo, pensé.
Rosalie aliso mi cabello, elimino cualquier rastro de las ondas naturales de este. Alice estaba experimentando con diferentes bases para mi rostro consiguiendo tonos diferentes en cada aplicación.
-¿Puedo pasar?.- se escucho Esme desde la puerta.
-Claro mama.- contesto Alice. Esme vestía un hermoso vestido rosa pálido con su cabello suelto en sus hondas y unos hermosos zapatos de tacón de un rosa más fuerte.
-¿En que ayudo?- pregunto.
-Rose vete a cambiar, mama y yo terminamos.- las manos de rose fueron suplantadas por las de Esme, que de inmediato saco de su bolso una cajita blanca.
Colocaron una pequeña peineta de rosa blanca con detalles en azul mas que hermosa en mi cabello, haciendo que los mechones delanteros de mi cabello se fueran atrás.
-Bella, todas las chicas de esta familia hemos usado esta peineta. Es como nuestro símbolo.- dijo parándose frente a mí. De nuevo las lágrimas salieron sin poder detenerlas.
-Oh por Dios de nuevo a llorar.- exprese.
-Tranquila eso es bastante normal. Aun recuerdo cuando yo estuve embarazada. Con Emmet todo me daba risa. Luego con Edward, siempre lloraba, todo me daba sentimiento, y con Alice lo único que hacia era comer.- las risas afloraron entre nosotras.
-Rose hizo todas.- dijo Alice.
-Yo creo que a mi toco solo el llanto y bueno la comida. Es todo lo que quiero hacer, comer.- me cubrí teatralmente el rostro con las manos. Las risas se hicieron presentes entre nosotras.
-¿Lo de ustedes tenia tiempo verdad?- pregunto Esme.
-Un poco, después de la muerte de Jake.- respondí apenada.
-Eso explica tu dolor cuando el accidente. No te apenas hija, no te juzgo, el amor llega de repente, uno no lo busca, simplemente lo encuentra.- me dio una palmada en el hombro para darme a entender que ella me apoyaba.
-Gracias.
Alice continuo aplicando diferentes productos en mi rostro mientras Esme buscaba entre todos sus vestidos uno indicado para mi.
-Ese.- dijo Alice viendo por el espejo a Esme que llevaba en su mano un vestido amarillo pastel por debajo de la rodilla, con hermosas y finas capas que jugaban al viento, con algunas flores en dorado tenue y un finos tiritos que lo sujetarían a mi cuerpo.
-Bien Bella, estas medio lista.- exclamo Alice.- te dejare sola para que te pongas el vestido, mientras yo voy a preparar tu sorpresa de bodas.- salio de la habitación, dándome tiempo para pensar que estaba a pasos de casarme con un hombre que siempre estuvo en mi vida, pero que siempre fui muy ciega para verlo. Ahora el era todo. El era mi apoyo, mi amigo, mi prometido, mi futuro esposo y por sobre todas las cosas el era quien había cumplido mi mayor sueño, ser madre. También había sido el hombre que me había llevado a cometer una de las mayores locuras, aunque si lo pensaba bien, las mejores historias a contar en un futuro son esas que nacen de una loca idea, y que se convierte en la mejor aventura de tu vida.
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