Estaba más que agotada, había sido un día difícil.
Edward había pasado todo el día en el hospital con un millón de emergencias médicas, por lo cual yo tuve que encargarme de los niños, sola.
A sus cuatro años de edad, eran niños bastante enérgicos, me daban mucho trabajo, sobre todo Christopher a quien tenía que corretear literalmente por la casa para que se diera un baño.
Elizabeth y Gabriella, en cambio aceptaban sin rechistar cada una de mis ordenas, pero siempre querían estar corriendo y jugando, y yo no me daba abasto.
Mañana viajaríamos a Forks para visitar a mi madre por su cumpleaños y pasar un rato en familia por lo mismo.
Era viernes, y yo a las ocho de la noche estaba montada en mi cama, rodeada de mis pequeños monstros mientras que veíamos una película de caricaturas.
-Necesito espacio.- dijo Gabriella con voz y palabras calaras, siempre segura de si misma y sus decisiones, se parecía tanto a Edward.
-Bájate.- conteste Christopher con una voz mas pastosa pero muy parecida a la Edward recién levantado.
-Niños, por favor no mas peleas por hoy.- lidiar con sus caracteres era difícil. Christopher era decidido como Edward pero testarudo como yo. Gabriella era impositiva y con convicciones, perfeccionista y la mas segura de si misma, como Edward, mientras que Elizabeth era tranquila y siempre prefería estar escondida de todo, ella se dejaba llevar por las ordenas de Gabi, y los caprichos y bromas de Christopher, al mejor estilo de su tío Emmet.
Físicamente, Gabriella era la que mas se parecía a Edward de las dos chicas, tenia sus ojos verdes y el cabello bronce como el. Elizabeth se parecía más a mi, excepto porque su cabello no era marrón chocolate sino mas bien marrón intenso, tirando hacia negro, muy parecido al de su abuelo Charlie, también tenia los ojos verdes como Edward. Christopher, era sin duda una copia exacta de Edward. Tenia sus cabellos broces suaves e indomables, sus ojos verdes y su misma sonrisa torcida y adorable. Era alto para su edad y todo un galán en la escuela, pero por sobretodo muy sobre protector con sus hermanas aunque no solía ser cariñoso con ellas, prefería las bromas y burlas, pero a la hora de que algún niño del jardín de niños intentaba compartir su almuerzo con sus hermanas el llegaba y los ahuyentaba, alegando que el podía compartir el suya con su hermana.
El ruido de la puerta de abajo cambio todo en la habitación, alborotando a mis pequeños caballos, quienes salieron corriendo a recibir a su padre. Como amaban cada noche cuando su padre llegaba.
-Papi.- grito Gabriella ya en el piso de abajo, seguida de Elizabeth.
-Mis princesas hermosas.- les contesto Edward, antes de escuchar sus paso por las escaleras, seguido de unos mas pequeños, torpes y silenciosos, pero bastante decididos.
-Amor.- dijo cuando entro en el cuarto, cargando en cada brazo a cada niña y seguido de Christopher que venia con los brazos cruzados y bastante molesto.
-Mi Chris ¿que pasa?- me para de la cama para acercarme a el y abrazarlo, pero me evadió.
-Hey campeón ¿que pasa?- le pregunto Edward volteándose para verlo, aun con las niñas een los brazos.
-Esas ninas pasan.- contesto.
-Esas niñas son tus hermanas.- le dije yo.
-Tolo el mundo las quile mas que a mi.- se me arrugo el corazón al escuchar sus palabras, y lo abrace.
-¿Por que dices eso corazón?- le pregunte.
-Siemple que papa llega a ellas las calga plimelo, no es justo.- hizo un peno con su manita y golpeo el aire, igual como hacia Edward cuando estaba molesto.
-Nada que ver campeón, aquí no hay preferencia, los quiero a los cuatro por igual.- bajo a las niñas y sin que Chris se lo esperara lo cargo, sorprendiéndolo.
Mientras que estaba en sus brazos le hizo cosquillas, provocando que al niño se le escaparan algunas carcajadas.
-A el si le hacen cosquillas.- dijo Gabriella como reprochando, ayudado por Elizabeth que sin decir nada, con su expresión lo cambio todo.
-Ay Dios mío, aquí no hay favoritismo señoritas, los quiero a los tres, pero no puedo cargarlos a los tres al mismo tiempo, uno a la vez, además estoy muy cansado, he pasado todo el día salvando vidas, Superman también se cansa.- Edward cambio su expresion a una de supremo cansancio, provocando que las niñas se acercaran y lo abrazaran por las piernas.
-A ver Superman, te dejo a tus hijos unos 20 minutos mientras que caliento la cena, procura no destrocen nada.- le dije a Edward acercándome para darle un corto beso.
-No puede creerlo Lois Lane no confías en mi ¿Creses que no puedo cuidar por unos minutos a mis propios hijos?- pregunto ofendido.
-No.- conteste segura, haciendo que los niños reían.
-No puedo creerlo su madre no confía en mi.- dijo fingiendo dolor.- Vengan niños terminemos de ver la película calmadamente para demostrarle a su madre que yo también pongo carácter.- tomo a Gabi y Elizabeth cada una de una mano mientras seguía cargado a Chris y los condujo a la cama. Me reí de la escena.
-Bien, diviértanse, y mucho cuidado con lo que hacen niños, recuerden que papi esta cansado.- salí de la habitación camino a la cocina para calentar la lasaña que había hecho al medio día mientras los niños estaban en el jardín de niños.
Desde la concina podía escuchar el estruendo del suelo del cuarto por los saltos de los niños en la cama, que terribles eran.
Luego de la cena, los niños al fin estaban cansados, así que después de cepillarse y ponerse la pijama, intentaron irse a su cuarto, no sin antes manipulara su padre para quedarse con nosotros a dormir. Para ser su madre, no siempre lograban tocarme el punto sensible, mientras que con Edward lo hacían siempre, alegando cosas como: "es que como no estas, nos haces falta"" o la que siempre ganaba "es que te queremos y por eso queremos estar contigo" Edward siempre era tan manipulable con esos niños.
-Bien niños arriba.- les dijo después de que Elizabeth aplicara la de: "has estado trabajando todo la semana, y no te hemos visto casi, no haces mucha falta"
Los niños se subieron a la cama con dificultad pero impulsados por la ganas de dormir con su padre. Christopher se acostó a los pies de la cama donde siempre le encantaba dormir, mientras que Gabriella se acostó con su cabecita apoyada en el hombro de su padre, y Elizabeth con la suya en el pecho de Edward. En un momento Chris se volteo y acomodo su cabeza en las piernas de Edward, cerrando los ojos al instante.
No pude evitar el impulso de tomar la cámara, y aprovechar que la luz seguía prendida aunque los cuatro estaban dormidos para tomarles una foto a mis amores de toda la vida.
Sinceramente, haberme topado hace mas de 17 años con Edward en mi vida, había sido lo mejor que me había pasado, porque el sin duda me había regalado un amor incondicional aunque no perfecto y a unos hijos que mee daban día a día un recuerdo hermoso que guardar.
-Deja ya de tomar la foto y ven a ser parte de la foto, anda.- me dijo Edward asustándome y extendiéndome una mano.
-Gracias.- le dije acostando me a su lado sin interferir con Gabriella.
-¿Por?- pregunto.
-Por todo, por estar conmigo, por amarme, por los niños, por el apoyo, por los días de felicidad, por la familia, por todo, por existir.- una lagrima escapo de mi ojos y el la limpio rápidamente.
-De nada amor mío, estoy aquí para servirte, recuerda que una vez hice un contrato donde decía que mi trabajo era ser tu Superman el resto de tu vida, yo solamente cumplo con el contrato y que feliz soy cumpliendo con el.- susurro haciéndome señas para que me acercara a besarlo, porque el no podía.
Nos besamos con mucho amor tratando de trasmitir eso que nos llenaba el alma, hasta que una de las niñas se removió inquieta y me separe de el para evitar despertarlos.
Me voltee para apagar la luz de mi mesa de noche, no sin antes dame la oportunidad de darle una ultima mirada a unas fotos que tenia.
Observe la foto mas grande, la de nuestra familia, en ella figuraban Alice y Jasper, felices con su recién nacido hijo Anthony. También estaba Emmet , cargando a Derek y Rose cargando a Camila, su también recién nacida bebe. Tambien figuraban Esme, Carlisle y mi madre en el centro de la foto, acompañados por Edward quien caraba a Christopher y a Elizabeth de solo seis meses y yo, quien cargaba a Gabriella también de seis meses. La foto era el cuadro perfecto de la familia, esa que siempre espere y que también estaba integrada por dos personas quienes estaban en otros dos portarretratos: Mi padre y Jake, el otro lado de mi familia.
Esa foto iría conmigo siempre, recordándome que estaba acompañada en vida de: 13 personas y espiritualmente de 2 y que juntos formaban esa hermosa unión y protecciones que yo necesitaba y que por sobre todo mis hijos necesitaban para crecer.
Allí a cientos de kilómetros del lugar donde comencé, había descubierto donde quería terminar y donde todo encajaba en su lugar.
Se dice que siempre hay un lugar donde uno encuentra lo que buscaba por toda su vida y donde esta termina, pero no sin antes haber vivido todo lo que tu corazón necesitaba, y allí había encontrado ese lugar donde no comencé pero donde quería vivir todo y terminar, feliz.
Bueno de nuevo los agradecimientos, muchas gracias por el apoyo y por acompañarme hasta este que es mi primer final…espero que les guste el epilogo porque a mi no me gusto para nada…
Gracias a todas las que me leen, a las que votaron y a las que me han escrito por mensaje privado, no les he contestado porque he pasado por la pagina muy rápido per si los lei y me encantaron…
Gracias, gracias y muchas gracias por todo ustedes siempre irán en mi corazón junto con cada comentario por ser mi primer y espero no mi único publico.
Gracias por perdonar los errores que cometi redactando y por igualmente lerr...Gracias por todo y hasta pronto...
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