Decidí que no lloraría mas por la muerte de Jacob, así que una vez terminado el entierro me voltee dando la espalda a todo y me encamine al auto de Edward para hacer maletas e irme con el.
Llegue ami casa y saque del armario debajo de las escaleras mi maleta de viajes cortos, y subí las escaleras.
Entre en mi cuarto y me lleve un gran golpe al abrir el armario y encontrar toda la ropa de Jacob. Sentí que me desmoronaba. Lo único que pude hacer fue soltar un audible grito que me desgarro la garganta.
-¡NO!- Sentí pasos acelerados por las escaleras, pero no podía levantarme, tenia que esperar a que Edward llegara y me ayudara.
-Bella, ¿que pasa?, ¿que haces en el piso?.- Edward entro y me hayo hay tirada frente al armario, con una prenda de Jacob abrazada. Corrió y me tomo en brazos, me dio uno de esos abrazos que mas allá de abrazar tu cuerpo abrazan tu alma.
-Shh, tranquila mi Bella, no pasa nada, yo estoy aquí, ¿quieres guitar?, hazlo, ¿quieres llorar?, no dudes que voy estar para abrazarte. Te quiero, eso siempre será así. Para siempre.- Pase minutos allí, abrazada de el, de mi amigo, de mi hermano, de mi único apoyo en este momento, de mi Superman. Pero una luz se encendió en mí ser. En menos de 4 horas había que tomar un avión así que no podía dar el lujo de quedarme dormida sollozando.
-Basta de esto.- Dije mientras me estrujaba los ojos, eliminando las traicioneras lágrimas que aun intentaban salir. Me puse de puntillas para alcanzar el rostro de Edward a así estampar un beso en su mejilla.- Te quiero Superman. Para siempre amigo.- Edward me sonrío, mientras se corría para que yo alcanzara la maleta y la abriera sobre la cama.
-¿Te ayudo?.- me preguntó, viéndome moverme como un tornado por todos lados en el cuarto.
-¿Me traerías un vaso con agua?.- le pique un ojo ante la petición mientras esbozaba una sonrisa de complicidad.
-Lo que quieras.- Me correspondió la sonrisa y se dirigió a la puerta.
Termine de recoger todas las cosas necesarias para las 2 semana, teniendo en cuenta que Edward me había pedido que fuera preparada para la playa.
-Ten.- en menos de lo que pensé, llego Edward extendiéndome un vaso lleno de agua.
-Gracias.- Incline el vaso y en menos de un minuto ya me había bebido el agua.
-Ya estamos listos, empaque todo.- Le dije a Edward, colocando sobre mi mesa de noche el vaso vacío. Edward camino, aseguro los cierres de la maleta y el bajo de la cama. Yo me voltee y comencé ha analizar mi cuarto, donde tantas cosas hermosas habían pasado, y ahora lo dejaba con el amargo recuerdo de que mi Jacob se había ido.
¿Vamos?- me pregunto Edward.
-Si, ni vuelta atrás.
El viaje en el carro fue tranquilo, después de que derramara algunas lagrimas al cerrar la puerta de mi casa y dejar alli todos los sueños que teniamos para esa casa y a que ahora eran simples utopías.
-¿Sabes?...siempre quise tener hijos.- le dije a Edward mientras esperábamos que nos llamaran para abordar el avión.
-Aun estas a tiempo
-¿Con quien?
-Te vuelves a enamorar.
-No puedo, jamás podré amar a alguien como ha Jacob, jamás podré vivir una vida como la que soñe vivir con el. Al final todo fue una Utopia. Una muy asquerosa utopia.
-Bella.- hablo con paciencia como si tratara de convencerme con el tono de voz.-No puedes cerrarte así, tienes que tener expectativas. Apenas tienes 25 años no puedes pretender quedarte sola por el resto de tu vida, no seas tan egoísta contigo misma.
-¿Quien me va a amar como me amo Jacob?.-Le pregunte, mientras sentía un nudo en la garganta.
-Muchos hombres.
-Dame un ejemplo.
-Yo, siempre te querre, y si es necesario puedo llegar amarte, pudemos formar una familia, podemos ser felices.
-Edward de que ha...- Se escucho la voz de la interlocutora indicando el arribo del vuelo hacia Houston así que no pude terminar de hablar.
-Vamos, después te torturas.
-Edward,somos amigos ¿verdad?
-Claro.- me sonrio para infundirme valor, tratando con esa sonrisa de borrar el comentario que habia hecho con anterioridad.
Al momento que me sente en los comodos ascientos de primera fila que Edward habia pagado sin dejarme colaborar, me quede dormida, sin poder soñar nada porque le cansancio era demasiado como para que alguna parte de mi cerebro quedara despierta.
-Mi Bella, si supieras todo lo que pasa por mi mente en este momento.- Escuche a Edward decir entre mi sueño. ¿Que queria decir?...¿ de verdad lo había dicho o yo estaba soñando?...de cualquier manera no me atrevía a preguntarle nada en ese momento y dudo que me atreviera nunca. Edward sera mi mejor amigo y así se quedaría, siempre
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