-Calma, Bella, el no tiene porque rechazarte tan rápido, tu solo vas a hablar con el.- los enfermeros de la clínica pasaban por el lado mío, con cara escéptica, viéndome hablar sola, repitiéndome el mismo mensaje una y otra vez. Yo sabia que no estaba enloqueciendo, al contrario esta muy lucida, solo estaba angustiada por como se tomaría Edward mi repentino viaje a Houston. 

Lo nuestro no podía seguir así, y llevaba dos semanas acampando al lado del teléfono mientras comía helado de vainilla y recordaba la noche en la carpa. No podía seguir soñando, o mejor aun, engordando.

El corazón se me detuvo, y pensé que me desmayaría cuando me pare frente a la puerta 254, y pude ver en la plaquilla de la puerta el nombre de Edward.

-Es ahora o nunca.- me dije mientras ni siquiera sin tocar abría la puerta. Me lleve un gran golpe al encontrar el consultorio vacío, me voltee para supervisar que no hubiera moros en la costa, y entre.

-¿Edward?.- pregunte, mientras comenzaba a detallar el hermoso consultorio del Dr. Cullen. Me embelese tanto viendo sus muchos títulos, y posgrados, que me lleve un susto de muerte al escuchar su voz.

-Hola Bella, en que te puedo servir.- no pude evitar saltar y dejar escapar un ligero gritito de mis labios.

-¿Crees que te voy a matar?.- pregunto en tono burlón mientras reía, imagino que de mi.

-Espero que no.- era oficial, había sucumbido ante su mirada, tenia que abrazarlo, y eso hice. Al principio pareció resistirse pero después me abrazo.

-Edward, yo metí la pata, que digo la pata, el cuerpo completo, lo siento.- estaba llorando en su hombro.

-Tranquila Bella por favor no llores. Yo no necesito tus disculpas, eres ser humano te equivocas.

-¿Volverás comigo?.- pregunte esperanza, aun sin separarme de el.

-No.- esas dos letras se me clavaron como un estaca en el pecho.

-Pero Edward, deje todo tirado en San Francisco por venir aquí, a estar contigo, a que me perdonaras, y así pagas mi sacrificio.

-¿Tu me hablas de sacrificio?, que descaro. Por Dios Bella, el mayor sacrificio siempre lo puse yo. Yo te acepte, con todo y que querías una relación a escondidas. Te acepte con todo y que había noches en que durmiendo conmigo lo nombrabas a el. Acepte hacerme pasar por el buen amigo en la fiesta, aunque quería gritar a los cuatro vientos que eras mi novia, acepte que bailaras con ese estupido, y por sobre todas las cosas, acepte que delante de la mayoría de mis colegas y de mi mayor enemigo Mike Newton, quedara como un desesperado, que a falta de una mujer que le haga el favor de salir con el, inventa que es novio de una tierna y dolida mujer, que esta asustada por la reacción y mentira de su amigo. Demonios Bella quien pone sacrificios. Yo quisiera poder salir a la calle tomándote la mano, juntos. Quisiera llegar a un sitio y no ver a todo el mundo en pareja y yo solo o con alguna insulsa conquista. No es divertido vivir una vida de relación en relación, quiero algo serio, que me permita decir "mi novia" a la gente, que me permita salir a la calle a tomarme unos tragos con mis amigos y tener de quien poner quejas, o en el mejor de los casos, no tener quejas, pero si la persona. Una persona real, no una de quita y pon, ni tampoco una de las que me niegan en la calle. Una novia dispuesta a ser ante el mundo, mi novia, mi amiga, mi esposa, mi vida. Si hablamos de sacrificios, yo sacrifique todos esos sueños, porque este mes y medio funcionara, pero no puedes pedirme mas Bella, porque verte bailar con el, o peor aun darme cuenta que quede sin ingerencia sobre el cuando me negaste, es el peor de los sacrificios que me pides.- no tenia palabras para decirle, era obvio que había perdido todas las armas que tenia preparadas. Lo abrace y de nuevo pedí disculpas.

-¿Sabes algo?.- susurro en mi cabello.- Dudo que esto funcione de nuevo, no puedo poner únicamente yo, y esta visto que lo que yo te pido te es imposible.

-Yo solo quiero un poco más de tiempo, luego saldremos a la calle y restregarle al mundo que eres mi novio.

-Lo siento pero el tiempo incrementa las dudas. Mientras más tiempo pasamos escondidos más probabilidades hay de qué jamás quieras salir de allí.

-Saldré, lo prometo.

-Lo prometo son palabras importantes, a veces demasiado.

-Por eso lo digo

-Bella, vete a casa, descansa, come algo, toma un baño, y después vuelve a San Francisco, como antes, amigos.- el mundo entero se me vino abajo cuando dejo "Amigos"

-¿Tu crees que puedo ser tu amiga después que estuvimos juntos y que me dijiste que me amabas?.- las lagrimas traicioneras comenzaron a correr por mi rostro.

-Inténtalo Bella. Si quieres que rescatemos algo de este barco, debemos intentar ser amigos, porque de otra forma, esta todo perdido. A lo mejor después pueda haber otra opción, pero por ahora, lo siento Bella, pero solo tengo espacio para mi amiga.- paso delicadamente su pulgar por mi mejilla, recogiendo una lagrima.

-Adiós Edward.- me voltee y ni chance le di de que dijera o hiciera nada, solo lo deje allí.

-Adiós mi Lois Lane, siempre serás muy importante para mi.

Antes de florecer, la rosa ya había muerto.

Antes de que tuviéramos una relación estable, ya había acabado, y yo lo extrañaba como si levara años sitiando este amor incontrolable.

¿Podría yo afrontar ser su "amiga"?...