Algunos siempre pensamos que no estamos hechos para nada importante en la vida. Que hemos llegado a este mundo meramente a subsistir y a convivir superficialmente con tu entorno. Pero siempre hay un momento en tu vida, en que te das cuenta de que has venido a algo en este plano y que hay un alguien en el mundo con quien estas destinado a convivir profundamente, dejando al descubierto tu alma entera, entregando tus sueños, y recibiendo a cambio consolidaciones de hechos pasajeros. Siempre hay un momento en la vida en el cual te das cuenta que estas hecho para algo, por mas insignificante que sea, estas hecho para eso, y eso siempre te saldrá a la perfección.
Recuerdo claramente aun mis días en la preparatoria. Recuerdo sentir que no encajaba en ningún lado a pesar de tener amigos maravilloso y un novio esplendido, no había encontrado aun ese lugar donde todo calzaba a la perfección como piezas de un rompe cabezas, hasta hoy.
Hoy, aquí, recostada en la cama del cuarto de Edward en su casa, corrijo, en nuestra casa en Houston, había encontrado mi lugar donde encajar.
Aquí con el había pasado los últimos meses de mi embarazo, y había entrado en la temerosa recta final, no sin antes darle vida a los recuerdos de todo lo que había sido Isabella Swan, lo que había sido Isabella Black, lo que era Isabella Cullen y lo que esperaba ser cuando Christopher, Gabriella y Elizabeth llegaran a su vida.
Creo que en mi vida había sido capaz de hacer algo importante, hasta el día en que supe que estaba esperando tres hijos en un mismo embarazo.
Sonara tonto que me considere importante por eso, debido a que millones de mujeres llevan durante nueve meses tres, y hasta cuatro hijos al mismo tiempo, pero yo me sentía importante, porque por primera vez mis esfuerzos por sobrevivir y convivir con este mundo no habían sido solo por mi, si no por ellos.
Sentía en el fondo de mi corazón, que había hecho un buen trabajo, llevando conmigo a estas tres personitas, y habiendo luchado por ellas como lo hice y lo hacia aun.
Las depresiones, el vomito, los malos ratos, el mal humor, las discusiones con Edward, el inmenso desorden en el que el vivía, su trabajo de horas de noche y de día, y un sinfín de cosas, se habían unido para poner un poco cuesta arriba mi embarazo, como imagino que se lo pondría a muchas mujeres que tenían que afrontar las hormonas y demás, pero yo sentía que esta era una prueba superada con éxito.
Nunca fui la mejor en los deportes, ni en estudiar. Tampoco leí demasiados libros de importancia y nunca fui la más asediada del colegio, pero en definitiva la pequeña responsabilidad que se me había encargado hace nueve meses la había superado con éxito.
Todo estas conclusiones llegaban a mí en este instante, cuando mientras pensaba, las sabanas de la cama se empaparon de forma extraña, y comencé a removerme en mi propia agua, marcado el fin de un ciclo, de una misión y el inicio de otra.
-Edward.- susurre en calma en su oído, mientras esa extraña y a la vez familiar humedad ganaba terreno en la cama.- Acabo de romper fuente.- termine la frase mientras el medio abría los ojos.
Todo estaba preparado y esperado. En mi última consulta me habían dado fechas tentativas para la cesárea, debido a que por ser embarazo múltiple era imposible un parto natural.
Solo hacia falta llamar a la doctora y avisarle del hecho para que el quirófano estuviera listo y yo ingresada.
Había esperado con ansias que estos tres meses pasaran, y que pudiera ver a mis hijos, pero nunca pensé en que fecha me tocaría vivir esto.
Hoy, a las 03:30 de la mañana de un 10 de septiembre, se estaban cumpliendo 15 años de la muerte de mi padre, y un año del accidente que pensé que me quitaría a Edward, y el próximo año no solo se cumplirían 16 años de la muerte de mi padre y 2 años del accidente de Edward, sino que mis hijos cumplirían un año de haber legado a mis manos.
Desde que la humedad me invadió, entre en un extraño estado de shock, en el cual no pude precisar bien el lumbral del dolor por las contracciones, ni las voces de mi familia que de a poco se reunía y me visitaban en la habitación donde estaba a la espera de que llegara la doctora.
Alice, ya que una panza algo notable llego emocionada a verme, después de dos horas de vuelo relámpago.
Rosalie según lo que pude escuchar no llegaría aun.
Mi madre venia en camino, pero para ella era algo más de tiempo.
Carlisle y Esme estaban ya en el aeropuerto, a la espera de que Jasper los fuera a buscar.
Solo estaba consiente de una cosa, Edward estaba acariciándome mi mano derecha, la cual mantenía sostenida en el aire, mientras en la otra me suministraban suero y otros medicamentos.
-¿Sabes que fecha es hoy?- le pregunte a Edward.
-Yo rogaba al cielo que no cayera en esta fecha, pero el destino decidió algo diferente.- su voz era pastosa y cansada. No pude evitar dejar escapar una lágrima como había hecho durante estos 15 años y haría hasta hoy.
-Esto es una señal, es para que aprenda a ver este día de manera diferente, ahora no lo podre ver mas con lagrimas, ahora debo verlo con sonrisas.- fue lo ultimo que dije, antes que la doctora llegara, y Edward fuera a cambiarse para entrar al quirófano, y a mi me condujeran por una puerta hacia mi destino.
Jacob vino a mente en ese instante, y pensé lo diferente que seria todo si Jacob jamás hubiese muerto.
Si el principio de esto no hubiera sido su muerte, no estaría en este helado quirófano, esperando sentir en mis brazos a una criaturita cálida que tanto he anhelado.
Tampoco pude evitar pensar en mi padre, quien siempre soñó con este momento, con el momento de ver a su hija dar vida a otro ser, sin saber que eso jamás pasaría.
Mi madre también estuvo presente, ella que tanto trabajo por mí cuando papa no pudo acompañarla más en la batalla.
En Esme y Carlisle, esos segundos padres que me había encontrado en el camino y que me habían ayudado a dar las mas duras batallas contra mis demonios internos llamados "¿por que a mi?" y "que fue lo malo que hice para merecer esto". Ellos siempre respondieron a ello con un "¿Y por que no?" y un "No son castigos son enseñanzas" que hasta hoy podía entender.
Me aferre al recuerdo en mi mente de Jake y mi padre, me aferre a sus espíritus a y a sus sonrisas en ese momento, que me demostraban que había hecho un buen trabajo y que estaban conmigo para mi siguiente misión.
También me aferre a Alice, quien había sido un pilar inconfundible en el océano, para evitar ahogarme y en mi propio mar de desesperación. Igual a Emmet quien había sido el grandulón hermano que necesite para sentirme protegida.
Y por ultimo me aferre y me aferraría eternamente a Edward, el había sido un salvavidas, un guardaespaldas de mi corazón, un velador de mis emociones, un Superman, para siempre.
Un grito acompañado de un llanto de bebe inconfundible, me hizo soltarme de las ilusiones para aferrarme a la realidad, a mi hijos.
Una enfermera venia sosteniendo en sus manos a un pequeño bultito cubierto por sabanas azules clínicas ensangrentadas, que escondían el rostro de mi hijo.
Sin darme cuenta, el pequeño bulto caliente ya estaba entre mis brazos, y podía sentirlo removerse mientras seguía emitiendo chillidos.
Edward se acerco a mí y una pequeña lágrima escapo de sus ojos cuando vio por primera vez la imagen que yo había anhelado durante meses y ahora tenia: nuestro hijo Christopher.
Los fríos y a la vez cálidos brazos de Edward me rodearon, acercándose a mi odio para dejar escapar una frase que lo envolvió todo:
-Gracias por todo lo que has sido y serás. Gracias por hacerme conocer la vida de otra manera. Gracias por haberte antojado de cosas ilógicas en el embarazo. Gracias por haberte casado con Jacob, y por sobre todo gracias por haber nacido, porque sin ti no seria posible que mis niños fueran posible.- susurro antes de que la enfermera retirara al niña de mis brazos para posar a otro, a mi niña, a la que desde el momento en que la vi supe que seria Gabriella.
Tanto Gabriella como Christopher fueron remplazados por mi última niña, Elizabeth, mi princesa.
Aunque era prácticamente improbable, sentí que los tres niños por igual me sonrieron, y en esas sonrisas pude ver a mi padre reflejado, como un hermoso recuerdo.
Desde hoy, jamás podría ver este día como una pesadilla, sino como el día en que mis sueños se cumplieron y alcance a encontrar mi lugar en el mundo, junto a las personas mas maravillosas de mi vida, y viviendo sin duda las mejores experiencias de mi existencia.
Bueno chicas hasta aquí llega el camino hermoso que hemos recorrido juntas en este fic…
No se aun si abra un Epilogo, por ahora solo se que este es el final y que no puedo estar mas feliz por todo lo que logre con este fic y con ustedes.
Gracias a las que comentaron por haberlo hecho, pero estos so mis primeros cometarios, mis primeros votos, mi primera pagina de fans y por sobre todo el primer final que escribo.
Espero haber hecho un buen trabajo y que hayan disfrutado tanto como yo este hermoso camino de sin sabores y emociones que Edward y Bella llevaron.
Como vieron sus separaciones nunca fueron por que el le fuera infiel y porque ella se aburriera de el, siempre fueron porque el destino les tenia un prueba mas, como siempre.
Para mi haber escrito este fanfic ha sido una gran prueba, prueba que creo haber superado y que me a abierto la puertas a muchas ideas y conocer lo maravillosa que pueden ser la personas como publico.
Luchamos juntas por la felicidad de Edward más allá de sus lagrimas, y por ese lugar especial donde Bella era feliz después de sus batallas contra los demonios.
Esta ha sido una experiencia única donde he dejado gran parte de mi sentimientos, y he puesto gran parte de mis experiencias para trabajarlo, con esto no me despido para siempre, simplemente quiero cerrar bien esta primera bonita experiencia escribiendo.
Gracias por leer, comentar, apoyar, visitar, recomendar y otras más….Gracias por ser siempre esas lectoras únicas que siempre llevare en mi corazón, junto con cada comentario.
Desearía conocer el nombre de cada una de las que me leen para dedicarles personalizada mente este capitulo en manera de agradecimiento.
Si mas que agregar, mas que un nuevamente GRACIAS, me despido, y recuerden caminar para siempre al lado de ese alguien no solo que sea tu pareja sino una amigo, un hermano, o alguien que siempre les apoyara.
Si hay epilogo por aquí lo verán.
Eternamente agradecida: Aixa-Gabi….Camina Conmigo Para Siempre
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