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Me levanté sobre las seis de la mañana con Jacob pegado a mi espalda sujetaándome la cintura con fuerza para atraerme a él,al ser consciente de esto suspiré siendo feliz por unos minutos. Pero como todo lo bueno tiene que acabar,y esto no iba a ser menos,volvía a la realidad oyendo como el campamento se animaba y se iba reuniendo en el centro del claro.

-Jake.-susurré llamándolo e intentando moverme.

-Mmmm...-dijo a modo de respuesta apretando su brazo alrededor de mi cintura mientras yo sonreía.

-Es hora de levantarse.-dije dándome la vuelta y besando sus labios.

-Un poco más...-dijo entre mis labios.

-Tendrás tiempo de dormir cuando todo esto termine.-dije besando dulcemente de nuevo sus labios mientras él correspondía con intensidad y se separó.

-Cuando todo esto termine lo que menos haré será dormir.-declaró sonriente mientras acariciaba mi espalda hasta llegar al final de esta y sin pararse colocaba sus manos sobre mis glúteos.

-Ni yo dejaré que lo hagas,de eso puedes estar seguro.-dije riendo.-pero ahora hay que hacer cosas,y debemos ordenar nuestras prioridades.

Me dispuse a levantarme pero él me lo impidió.

-Renesmee.-respiró ahora serio.-¿Te puedo pedir algo?

-Dime lo quieres y lo haré.-dije mientras intentaba sacar de su mente sin éxito la pregunta.

-Prométemelo.-dijo concentrado para no pensar en eso.

-Te lo prometo.-dije acariciando su frente.

-No luches,si algo sale mal...tu puedes huir,comenzar de cero. Puedes ser feliz.-dijo con intensidad.

-Jake...-dije negando la cabeza.-¿Acaso no has entendido nada?

-Lo único que entiendo es que puedes salvarte Nessie...-dijo triste.

-¿No comprendes que sin vosotros no hay vida?¿No entiendes que sería un infierno pasar una eternidad pensando que moristeis por mi culpa?

-Pero...-dijo pero lo interrumpí.

-Pero nada...Además es mi lucha no la vuestra,me corresponde hacer frente a mis problemas.-dije decidida.

-Cariño, tengo miedo por tí...-dijo abrazándome.-No eres una experta luchadora y ellos sí,con unos meses de entrenamiento no bastarán y dudo que la ponzoña os otorgue disciplina en lucha.

-Jasper nos enseñará...-dije tranquilizándolo,si el supiera que sí se luchar como si fuera un auténtico vampiro...si supiera que Zafrina me instruyó durante meses cuando estuve fuera y que después seguí practicando los años posteriores. Pero tenía miedo a su reacción y a que pudiera recriminarme por habérselo ocultado durante años,mejor que lo viera por sí mismo.-Confía en mí, estaré lista.

-Si te ocurre algo y nos llevas a los dos al infierno será solamente culpa tuya,¿Me has entendido?.-dijo mirándome mientras yo tragaba saliva,sabiendo que jugaba con su vida también.

-Lo sé.-dije inquieta y me volvió a abrazar.

-Vamos,lo harás bien.-dijo seguro.-Confío en tí. Estaremos juntos hasta el final.

Era increíble como Jacob pasaba de la depresión más profunda a la esperanza en décimas de segundo.

Cuando salimos de la tienda, todos sin excepción,estaban ordenándose en grupos para comenzar a entrenar. Mis padres al verme abandonaron sus puestos de combate y se materializaron a mi lado.

-Buenos días princesa.-dijo papá mientras mamá me abrazaba.-¿Puedes inyectarte la ponzoña delante de los aquelarres para que vean como funciona?

-Claro.-dije y de repente Alice colocó la camilla en medio del claro.

Me tumbé en ella bajo la mirada de docenas de vampiros y respiré hondo.

-¿Preparada?-dijo mamá con su ponzoña preparada en la mano.

-Sí.-dije cerrando los ojos.

-Por una eternidad tranquila y feliz...-dijo mamá inyectando la ponzoña en mi sistema junto a mi padre.

Comencé a sentir el ya típico frío en mi sistema y sonreí pues era algo de mis padres,casi sentía como si me entregaran parte de su energía. Pronto el frío comenzó a doler y me tensé pero esta vez no fue como las demás,casi no dolía simplemente era molesto como si te estuvieran clavando pequeñas agujas por toda la columna en vez de cuchillos.

Comencé a abrir los ojos,lo primero que ví fueron a mis padres sonriendo junto a Jake y yo les devolví la sonrisa vacilante pues aún era demasiado molesto.

-Tranquila Renesmee...-dijo mi padre acariciando mi cabeza.-y cierra los ojos si te encuentras mejor.

-Vale.-dije con la voz pastosa.

-Tenía entendido que era muy doloroso.-dijo Steven desde unos cinco metros de distancia.

-Y lo es...-dijo Nirhú. Parecía ser que se gustaban por lo que leí en sus mentes.-Pero poco a poco nuestro cuerpo se acostumbran y el dolor parece menguar. Apuesto que eres incapaz de soportarlo si Renesmee te enseña como es el proceso.

-¿Y cómo haría eso?.-dijo sorprendido e intentando retar a Nirhú mientras la sonreía.

-Transmite los pensamientos y todo lo que ha sentido.-dijo Jacob a mi lado orgulloso.

-Vaya...-dijo asombrado.-¿Todas tenéis dones?

-Sí.-afirmó Nirhú.-Las de nuestra especie poseemos los dones de nuestros padres y los inversos.

De ese modo,Renesmee es capaz de leer y transmitir pensamientos,y tiene poder para escudar o no dejar que escuden a alguien.

-¿Quién es el vampiro escudo?.-dijo ahora Daniel.

-Yo.-dijo sin prestar mucha atención mi madre pues me sujetaba la mano.

-Hace años,escuché hablar de una vampira capaz de hacer temer a los mismísimos ancianos con su don de escudo.-dijo ensimismado en sus pensamientos. Yo quise abrir los ojos para verlo pero la luz era muy molesta.-¿Tú eres quién es inmune a los dones de Jane y Alec?

-Ella misma.-dijo mi padre orgulloso y ví en su mente como mi madre le sonreía.

-¿Sabías que eres leyenda en Europa?-dijo Daniel mientras la miraba con admiración.-Todos saben tu historia,la humana que ya poseía el don desde que nació y que después de ser convertida,pudo manejar a su antojo dicho don.

Toda la familia estaba impresionada y mi madre como siempre que era el centro de atención,avergonzada.

-Te dije que eras especial mamá.-dije entre dientes pues el efecto de la ponzoña y su molesto dolor seguía corriendo por todo mi sistema.

Mi madre me dió un beso en la mejilla.

-No tanto como tú.-dijo oliendo mi pelo.

-Así que la historia es cierta.-dijo Steven.-Es increíble.¿Qué más dones poseen las de vuestra especie Nirhú?

-Nosotras por parte de padre,podemos crear sensaciones de vértigo.-dijo Nirhú pero Steven la interrumpió divertido.

-¿Mareáis vampiros?-y se rió,pero de pronto su risa se contó pues comenzó a sentirse mareado y tuvo que sentarse.-¡Guau!Nunca me he sentido tan humano desde la conversión.

-¿Te encuentras bien?-dijo Nirhú acercándose a él mientras se reía entre dientes al ver que su don le había causado eso y tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.

-Eres una mujer increíble.-dijo mirándola con intensidad. Dejé de meterme en la mente de Nirhú pues quería que tuvieran privacidad.

-Nunca había visto algo así.-dijo Daniel.-¿Y el otro?

-Cada una es de madre diferente.-dijo Yhilma mirándolo y dándose cuenta que era realmente guapo. Pensé en que las hermanas estaban conociendo el amor me alegró enormemente,pues llevaban mucho tiempo solas.-Thulsa,Kirah y yo no poseemos dones pues nuestras madres no poseían dones.

-Entonces...-dijo Daniel.-Sharanna y Nirhú ¿Si tienen?

-Sí,los tenemos.-dijo Nirhú.-Saranna puede borrar tu memoria o partes de ella y...yo puedo manejar el fuego.

Cuando dijo esto puso su palma de la mano boca arriba y de ella salió una pequeña llama que iluminó la cara de Steven que miraba sorprendido tan hecho.

-¿No te quema?-dijo Steven.

-No soy vampira completa.-dijo sonriendo viendo su cara de pánico.

El dolor fue remitiendo poco a poco hasta desaparecer.

-Ya ha terminado Renesmee.-dijo mi padre.-¿Puedes abrir los ojos?

-Sí.-dije y los abrí con esfuerzo pues a mi pupila le costaba adaptarse a dicho cambio.

Cuando me levanté Sharanna se tumbó y le inyectaron la ponzoña Senna y Kachiri.

-Ahora os toca a vosotros.-dije mirándolos.-¿Alguno tiene un don que nos pueda ayudar?

-Yo.-dijo Dimitry.-Puedo hipnotizar mentes.

Todos estaban sorprendido menos mi familia y yo que ya lo sabíamos.

-Yo puedo lanzar ondas expansivas que impidan el avance de su ejército.-dijo entusiasta Steven.

-¿Puedes hacer una demostración?-dijo mi abuelo.

-Pues claro.-dijo sonriente.

Se colocó en frente de un grupo de árboles que se encontraban entre el claro y el bosque y lanzó su mano la vacío,esa onda transparente casi imperceptible atravesó el claro levantando polvo y hojas a su paso para acabar tumbando los árboles sin esfuerzo.

-¡Genial!-dije emocionada.-¿Habéis visto eso?

-Es increíble.-dijo Dimitry.-Y yo que pensé que lo había visto todo.

Steven volvió al sitio donde se encontraba Nirhú estupefacta.

-No eres tu la única capaz de tumbar a un vampiro.-dijo sonriente Steven.

-Ahora es mi turno.-dijo Daniel.-Necesito un voluntario que no sea la leyenda de Europa.

Todos miramos a mamá sonriendo y ella comenzó a reír moviendo la cabeza.

-Seré yo.-dijo Emmett.

-Bien.-dijo tranquilo.-Atácame.

Emmett sonrió y comenzó a correr en su dirección mientras Daniel con un chasquido de dedos lo paraba en seco y lo paralizó. Se acercó a él sonriente.

-Y así de fácil podría matarte.-dijo mientras se apartaba y mi tío volvía a la vida corriendo de nuevo como si nada hubiese pasado.

-¡Lo ha petrificado!-dijo mi padre riendo.

-No ha tenido gracia...-decía Emmett mientras todos seguíamos a mi padre.

-A todos menos a dos.-dijo mirándonos a mi madre y a mí.

-Las leyendas de Europa.-dijo mientras todos nos miraban.-Habría que corregirlo.¿No creéis?

-La leyenda...-dijo abrazando a mi madre.-La leyenda de Europa.

Y así todos supimos, mientras esperábamos a que las hermanas terminaran con su dosis de ponzoña, que podríamos ganar esta batalla con los dones conocidos y los que acabábamos de conocer.

-Es hora de entrenar.¿No creéis?-dijo Saranna mientras se levantaba de la camilla.

-Pues sí.-dijo Jasper mirándonos a todos sonriendo pues sabía que eramos unos diamantes en bruto.-Tenemos mucho que trabajar,mucho.