Por consejo de mi hermana, acá va el epílogo. 

Que conste que lo escribí por ustedes eh! Espero comentarios!

Seis años después...

- Frank ven aquí! Espera a tu hermana!- grité mientras bajaba a la niña del auto.- Anne, recuerdas lo que te dije?- le pregunté a mi hermosa hija de tres años.-

-Ajá- respondió ignorándome.

- Annie, miráme nena- dije girando su carita.- cuando veas a la abuela le dirás...-

- felii... feelii... como es mami?- pregunto con su voz suavecita.

- Feliz cumpleañoz- respondió Frank parándose al lado nuestro.- Veddad mami?- amaba que aún no pudieran hablar correctamente. Con sus vocecitas era demasiado tierno.

-Si mi amor- dije besando su cachete- Listos preciosos?-

Acabábamos de llegar a casa de mis suegros. Era el cumpleaños de Esme, por lo que iríamos a cenar. 

El mejor regalo que puedo hacerle a mi suegra es llevarle a mis niños para que la mimen, así que apenas terminé con mi último paciente, recogi a los niños de casa de Alice y Jasper y vinimos temprano a que pasen la tarde jugando con su abuela.

Suelo pensar que estos seis últimos años fueron hermosos. 

Tuvimos una boda hermosa. Llena de amor y felicidad. Alice y Rose se ocuparon de todo, y fue perfecta.

Nuestra luna de miel, soñada. Poder disfrutar de mi esposo en todos los sentidos, es mejor de lo que pude imaginar alguna vez. Luego de tanto tiempo de esperar, Edward se tomo revancha y cuando llegamos de nuestra luna de miel, no me dejo escapar ni a ver a nuestros amigos durante dos semanas. Así nos ganamos unos cuantos meses de cargadas de parte de mis cuñados, encabezados por Emmett. Pero quien se queja?

A poco mas del año de nuestra boda, me enteré que estaba embarazada. Al principio temí por la reacción de Edward, ya que disfrutabamos mucho nuestro tiempo solos, pero cuando se lo dije, el mundo como lo conocíamos cambió. Estaba en una burbuja de felicidad constante. Todo le hacia gracia y todo era maravilloso. Jasper y Emmett intentaban hacerlo enojar, pero era imposible. En cambio, yo entre en un período de felicidad/temor. Lloraba y reía todo en el mismo momento. Tenía antojos de cosas extrañas, como por ejemplo brocolí, que nunca lo pude digerir. Temía hacer cualquier cosa que afectara al bebe, como tener relaciones. Eso hizo que Edward, saliera de su burbuja, me llevara a rastras a hablar con una obstetra especializada en madres primerizas y luego de dos horas de preguntas, y de asegurarme que no era malo para el bebe, me llevó a casa para comprobarlo. Mi esposo era un caso especial. Tanto molestar a Rose y Emmett para terminar igual. Era algo de familia creo.

Cuando nació Frank. llamado así por Sinatra, uno de los cantantes favoritos de su padre, entendí lo que significaba estar completa. Estar con mi esposo y mi hijo juntos era perfecto. No sabía que podría existir tanta felicidad. Hasta que nacio Anne, un año y medio después, y ahí mi corazón creció tres tallas más. Eran perfectos. Frank había heredado el color de cabello de su padre, sus rasgos y mis ojos, mientras que Anne, tenía mi color de cabello, pero los ojos de su padre. Eran una mezcla exácta de nosotros dos. Edward era un excelente padre. Jugaba con ellos, estaba atento a sus necesidades, y los retaba cuando correspondía. Y yo...  que puedo decir? Esas criaturas, junto a mi esposo, eran por lo que vivía. Con Edward teníamos muy en claro que nuestros hijos eran prioridad porque eran niños y necesitaban a sus padres todo el tiempo, pero que siempre ibamos a cuidar de nuestro matrimonio por sobre todas las cosas, para poder seguir dándoles todo el amor que necesitan. Discutíamos muchas veces, nos costaba ponernos de acuerdo con algunas cosas y yo trataba, aunque a veces no podía, de no ser celosa. Con los niños a veces nos costaba mantener el rítmo en las cosas de la pareja, pero teníamos a Esme y Carlisle que nos pedían que se los dejaramos seguido asi nosotros podíamos salir. Gracias a eso, seguiamos siendo los mismos apasionados de siempre, para felicidad de Emmett, sino, con que nos molestaría?

Hablando de Rose y Emmett, al poco tiempo de habernos casado, Alice no resistió vivir sola con Emm, por lo que tomaron una decisión en conjunto. Jasper se mudaría con Alice y Emmett con Rosalie. Se llevaban de maravilla. Emmett estaba feliz y cómodo, muy cómodo. Lo que no contempló es que Rosalie había puesto una fecha límite para su boda, cosa que llego no mucho tiempo después de vivir juntos. A diferencia de la nuestra, esa fue una boda sobrenatural. Alquilaron un enorme salón, con pista de baile para 200 personas, invitaron a una cantidad de personas de las cuales yo conocía a 30, con mucho esfuerzo. Fue muy divertida. Sobre todo ver a Emmett llorar cuando vio entrar a Rose a la iglesia. Aunque según Jasper lloraba porque no podría huir de eso. Luego de 4 años, estan esperando a su primer hijo. Siguen siendo las mismas personas que siempre, gracias a Dios, pero un poquito más centrados. Bueno, Rosalie al menos.

En cuanto Alice y Jasper, se casaron hace casi tres años. Jasper no quiso pedirselo como sabía que ella esperaba que hiciera. En cambio nos pidió ayuda a Rose, Leah y a mi para sorprenderla. Le dijimos que eso era algo muy difícil, conociendo a Alice, ya que ella anticipaba todo, pero el plan de Jazz era infalible.

Un sábado a la tarde, fuimos a buscar a Alice que estaba en su casa, en una especie "secuestro". Le vendamos los ojos, la cambiamos, la maquillamos y la peinamos. Fue algo realmente difícil, porque la enana no se quedaba quieta, hasta que le dijimos que Jasper tenía una sorpresa para ella, que venía preparando hace mucho tiempo, y se calmó. Ella pensaba que era la esperada propuesta de matrimonio, y mientras la arreglabamos se puso a contarnos como sería su boda, mientras Rose, Leah y yo nos reíamos en silencio. No tenía idea de lo que le esperaba.

Cuando terminamos de vestirla, nos cambiamos nosotras y la llevamos a un pequeño campo, a las afueras del pueblo. 

La llevamos despacio hasta el lugar exácto, donde dejaron de ser nuestros brazos la que la sostenían, para que el de Carlisle se haga cargo de ella. Cuando estuvo lista, le sacamos la venda. Miro a su padre, nos vió a nosotras, que estabamos vestidas del mismo color, y por último miro lo que tenía puesto: el vestido de novia con el que venía soñando desde hace años. 

En menos de un mes, Jasper con nuestra ayuda, organizó una boda para ellos. El conocía sus gustos a la perfección. Sabía que cosas podía hacer y que cosas no. Y sobretodo, la amaba de una manera que, al menos yo, nunca había visto. Era algo demasiado profundo para explicarlo. Eran perfectos el uno para el otro. 

Cuando Alice se repuso de la emoción, menos mal que la habíamos maquillado con productos resistentes al agua, casi corrió por el altar para encontrarse con el amor de su vida. Fue una boda hermosa. Muy emotiva. Frank era demasiado pequeño para llevar los anillos, pero estaba en los brazos de su padre como otro padrino. Eran los hombres más hermosos del mundo. Jasper fue muy valiente al hacer esto. Si Edward hubiese querido hacer esto, no creo que le saliera tan bien porque sabe que odio las sopresas. Pero Alice las ama. No entraba en si de la emoción al ver todo lo que Jazz había hecho por ella. El broche de oro fue cuando, en un momento de la recepción, Alice pidió la palabra. Agradeció a su esposo por la hermosa boda sorpresa, asi como a nosotros, y dijo que ella también tenía una sorpresa para darnos. Llamo a su esposo, lo tomo de las manos y anunció que estaban esperando un bebe. Eso nos confirmó que Alice podría ser sorprendida, pero ella siempre iba a tener un as bajo la manga. 

Emily nació casi 7 meses después, y es la locura de su padre. No hay nada que Emmy haga que no este filmado, fotografiado y hasta grabado en cd. Es muy gracioso verlos a los tres, ya que Emily no heredó la paciencia para vestirse de su madre y, por lo general, es posible que se la vea quitandose alguna de las prendas y los zapatos y correr con su primo por todos lados.

- Abuelaa!! - Grito Frank soltándose de mi mano para subirse a upa de Esme- feliz cumpleañozzz!-

- Abu! feliz cumpeañoz- secundo Anne mientras la alzaba para abrazar a su abuela.

-Gracias mis amores! Que felicidad verlos pronto! Los extrañaba!-

-Y a mi no me extrañabas?- pregunte haciendo mi adaptado puchero Cullen.

-Claro que si hija! Siempre los extraño.- dijo besandome sonoramente- vamos! entren que hay pasteles para merendar! -

-Esme, se supone que es tu cumpleaños y te tienen que atender. Por eso he venido temprano. Alice estaba esperando a Jasper y ya venían con Emily. -

- Donde hay todta abue?- pregunto Frank. A veces parecía más hijo de Emmett que nuestro.

-En la cocina precioso. Sigue sin suerte con la R verdad?- pregunto Esme mientras le indicaba al niño.

-No. Según su pediatra es normal. Según su padre no.- suspiré cansada.

- Es difícil estar casada con un médico, a que si?-

-Si. Pero lo amo. Que le voy a hacer.- respodí riendo.

A la media hora llegó Alice con Emily y Jasper, y un rato después Emmett y una muy embarazada Rosalie. Alice fue a ayudar a su madre mientras el resto, quedabamos en la sala con los niños.

- Tía! Vaz a expotad!- Dijo Frank mientras tocaba la panza de Rosalie.

- Jajajaja! Este enano es genial! Ven a darle un abrazo a tu tío preferido!- río Emmett mientras levantaba a Frank.

- A uno de sus tíos preferidos querrás decir.- corrigió Jasper que traía a Emily medio dormida en sus brazos.

-El sabe quien es su tío divertido, verdad campeón?- Frank dudo un minuto mientras los miraba a los dos. Era una situación graciosa.

- Tio oso!!!!- grito Frank mientras volvía a salitar sobre Emmett.

- Lo ves? El niño reconoce tu amargura a distancia cuñado.-

-Emmett...- lo reto Rosalie.- Algún día van a parar?- río mirando a su hermano.

- Sabes que eres el mejor Jazz- le dije mientras observaba la cara de frustración de mi amigo.- Eres el favorito de Anne, verdad amor?- pregunté mirando a la niña que estaba en mis brazos tomando su merienda.

-Zi. Yo te amo tío.- dijo mientras hacía ojitos. Eso lo había heredado de Alice. Mi pequeña amaba a su tío Jasper, cosa que hacía poner celoso a Edward. Pero Emily tenía adoración por Edward, asi que estaban parejos.

- Porque tu eres, junto a mi pequeña, una de las niñas mas hermosas del mundo.- contesto un orgulloso Jasper.

-Ags! Vamos Frank, hagamos algo de hombres o me voy a poner a pintar las uñas con tu tío.- Dijo Emmett mientras tomaba a mi hijo en brazos y lo llevaba afuera.

-Emmett! Ponle un abrigo! - alcancé a gritarle mientras reía.

Continuamos riendo y pasando tiempo en familia, hasta que, finalmente, llegaron Carlisle y Edward.

- Papiiiii- grito en forma de saludo Anne- upa!!-

-Claro que si me hermosa bebe!- Respondió mi esposo.- Hola bonita.- dijo dedicandome una de sus hermosas sonrisas, esas que seguían quitándome el aliento.

- Hola cariño- respondí como cuando eramos solo amigos mientras lo besaba.

- Abuelo!- nos interrumpió la pequeña señalando a Carlisle.

- Ahí esta una de mis princesas! Hola Anne!- respondió tomandola en brazos. - Hola hija, como estas?-

-Bien Carlisle, contenta de verte.- dije respondiendo su saludo.

- Ya llegaron todos! Ahora a comer!- grito Emmett. Cuando no.

- Donde estan Frank y Emily?- pregunto Edward mientras nos acercabamos a la mesa.

- Se la pasaron jugando con el tío Oso y se quedaron dormidos hace un rato. Estan exaustos.-

-Y yo también. Si que tienen energía sus crios hermanitos eh!- sonrió Emmett a sus hermanos.

La cena siguió tranquila, hasta que Frank se levantó molesto porque tenía hambre.

Estando allí sentada, compartiendo con mi familia, mi esposo y mis hijos me sentía llena de amor, felicidad y paz. Y para mi, esto es lo más cercano a la perfección.