El lunes en la mañana llego el gran día. Abriríamos las puertas de nuestro sueño. Después de mucha promoción por parte de los Cullen, los Hale y mía, finalmente contábamos con la cantidad de personas que necesitabamos para comenzar con el proyecto. La necesidad que había era evidente ya que a primera hora de la tarde teníamos 3 citas programadas. Una la atendería Alice, otra Jasper y la última yo. 

No había recibido ni un mensaje de Edward. Creo que estuvo de lo más entretenido el fin de semana ¿No? Después de hablar con Alice y descargarme un poco, decidí que no iba a dedicar mas tiempo a pensar en la "cita". Evidentemente no era mi año en el amor. O mi decada... 

Me senté en mi consultorio leyendo la ficha que me había preparado Rose sobre este chico.

"Seth Black 15 años. Huérfano. Vive con su hermano mayor Jacob Black 28 años, Ingeniero. Seth sufre de abuso constante por parte de sus compañeros debido a que, por sus costumbres Quileutes, le cuesta compartir las actividades con el alumnado. Es un chico retraido, timido y muy sensible."

Quileute... Alice me había contado algo de eso cuando hablamos de ¿La Push era? Entonces habrá que conocer sus costumbres para poder ver como ayudarlo.

Estaba terminando mi café cuando golpearon mi puerta. 

-Bella, aqui estan Jacob y Seth Black, tenían cita a las 15.- me dijo Alice asomandose por la puerta.

-Gracias Ali, diles que pasen- Empecé a sentirme ansiosa. Siempre me pasa cuando estoy por conocer a un nuevo paciente.

Estaba poniendome de pie cuando ví entrar a un muchacho grande, si grande era la palabra. Casi tanto como Emmett. Moreno, de unos ojos marrones oscuros, casi negros al igual que su cabello. Lo llevaba corto y muy prolijo. Noté que era muy apuesto. Entro seguido por su replica pero unos cuantos centimetros mas bajo y menos corpulento.

-Buenas tardes Jacob, Seth, un placer- les dije tendiéndoles la mano intentando no mirar de más al mayor. - Tomen asiento por favor.

-Hola Lic.Swan, el placer es nuestro- respondió Jacob estrechandome la mano.

-Jacob diganme Bella por favor.- Repuse sonriendo. Me hacía sentir vieja que me dijeran así.

-Si, claro, Bella- Contesto Jacob.

Miré a Seth un momento. Estaba muy callado, mirando al piso.

-Seth ¿Cómo estas?- le dije mirandolo con ternura. Levanto su vista y me contesto un "bien" casi como un susurro.

-Jacob ¿Te importaría esperarnos afuera un rato? Me gustaría tener una charla con Seth a solas ¿Te parece bien Seth? ¿Crees que te sentirías cómodo?- Le pregunté al muchacho.

-Si claro, te espero afuera campeón.- le dijo cariñosamente a su hermano mientras palmeaba su hombro. 

Estuvimos casi 30 minutos hablando con Seth, o bueno, tratando de conocernos.

-Seth, quiero decirte algo- le dije mientras me sentaba en la silla que dejo libre Jacob- Estoy aquí para ti. Lo que desees contarme estara dentro de estas 4 paredes. Nadie lo sabrá, a menos que tu quieras, o que juntos lleguemos a la conclusión que tu hermano necesita saberlo. No quiero apurarte, tenemos todo el tiempo del mundo, y yo estoy dispuesta para lo que necesites ¿De acuerdo?-

-Gracias Bella- contesto mirandome a los ojos- Yo... yo en realidad no entiendo bien que debo hacer. El entrenador Cullen y la Srta. Hale me dijeron que sería bueno que hablaramos de lo que pasa con los otros muchachos. Yo solo no se que hago que les molesta. - La cara con la que dijo esas palabras hicieron que quisiera abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien, pero no puedo y tampoco se si es verdad.

- Seth a veces podemos ser muy crueles con las personas que no comprendemos, solo por eso, porque no las comprendemos. Otras veces sucede que las situaciones que los demás viven son tan o más difíciles que las nuestras y terminan agarrandoselas con la primer persona que se cruzan, los hayan mirado mal o no. La cuestión aqui no es ver que haces que los provoca solamente, porque seguramente no hagas nada malo, sino que tu encuentres la forma de no angustiarte cuando eso pasa y de responder de una manera en la que te sientas seguro. Nuestro objetivo es que puedas sentirte bien con quien eres, sin tener que adaptarte a lo que otros quieren, solo siendo feliz por ti ¿Qué te parece esa idea?-

- Me parece linda. Inalcansable, pero linda. No creo poder lograr lo que me pides Bella, es muy difícil.-

- Nadie dice que sea fácil Seth. Aceptarnos a nosotros mismos, estar orgullosos de quienes somos, de nuestras raíces, de nuestra familia, a veces cuesta mucho mas que aceptar al otro. Pero aqui estamos para ti. Si no te sientes cómodo conmigo, estan Jasper y Alice, mismo la Srta. Rose para ayudarte. No es fácil lo que te toca vivir, pero no estas solo. -

- ¡Claro que no estoy solo! ¡Tengo a mi hermano! ¡El hace todo por mi Bella! ¡Todo! Yo solo... No quiero traerle mas problemas. Es el mejor hermano del mundo. Es mi padre y mi madre, mi mejor amigo. Haré lo necesario para no hacer que se preocupe más por mi. Eso te lo aseguro.- Dijo todo eso de una manera tan firme, tan serio, que de repente dejo de tener 15 años y parecía de muchos más. Evidentemente, la manera en que lo había golpeado la vida a este muchacho lo había hecho crecer de golpe.

-¡Por supuesto que esta Jacob!- repliqué al notar mi error- Y él también te acompañará. Lo que quise decir es que no están solos. Cuentan con nosotros.-

Hablamos un rato más y le pedí que saliera y le dijera q su hermano que entre.

-Jacob, quiero preguntarte algo, no quisiera incomodarte, pero es importante para poder conocer más a Seth- Le dije seriamente. Cuando asintió le pregunte- ¿Desde cuando estas solo con Seth?- trate de ser lo mas suave posible.

- Hace casi 8 años. Seth tenía 7 y yo 20 cuando mis padres tuvieron un accidente automóvilistico ¿Clásico no?- dijo dando una media sonrisa que no llegaba a sus ojos- Yo estudiaba en la universidad en Seattle, por lo que, cuando mis padres murieron, dejé todo y me mude aquí, con Seth. Durante un tiempo estuvimos con mis abuelos en la reservación, mientras yo terminaba mi carrera. Necesitaba hacerlo para darle un futuro a Seth, por lo que dejé todo mi dolor de lado y me dedique al cien porciento. Me recibí y nos mudamos al pueblo. Al poco tiempo falleció mi abuela y al año siguiente mi abuelo, así fue como nos quedamos solos. Pensé que mandando a Seth a la secundaria aqui sería mucho más fácil hacer amigos. En la reservación tiene algunos, con los que se relaciona ocasionalmente, pero yo necesito vivir aqui, y no quiero que el este solo allí. - Realmente era una historia triste.  De pronto sentí la necesidad de hablar con mis padres apenas terminara. Le agradecí a Dios internamente por cuidarlos y permitirme disfrutarlos.

-Te dire lo mismo que le dije a Seth, no estan solos. Cuentan con todo un equipo para acompañarlos con lo que podamos. Sé que no es mucho, pero todo suma ¿Verdad?- le dije intentando sonar firme, pero a su vez comprensiva. Él también había perdido a sus padres y, me dio la sensació que no había tenido tiempo para llorarlos.

Jacob asintió, puso su mano sobre mi antebrazo suavemente y dijo- Gracias Bella. De verdad.- Sonreía, pero se lo veía vencido.- Cuando me llamo la Srta. Rosalie otra vez, realmente pensé que el chico había llegado al límite. Pero luego me propuso venir aqui diciendo que ustedes podrían ayudarlo y no me importo el costo, simplemente quiero que mi hermano sea feliz ¿Sabes? Es difícil ser padre y madre al mismo tiempo- Uso las mismas palabras de Seth. Se veía la conexión entre ambos fuertemente.

Movi el brazo que estaba siendo tomado por Jacob y puse mi mano en su hombro. - Jacob, estamos para lo que necesites ¿Te parece traer a Seth la semana que viene? Viéndonos semanalmente podremos trabajar despacio y continuo y el podrá asimilar mejor de una semana para la otra.- Le indiqué.

-Por supuesto. - Se puso de pie para salir del consultorio y antes de salir dijo- Me alegro que Rosalie me haya mencionado este lugar. Creo que será bueno haberte conocido. Gracias.- Dijo mientras salía por la puerta.

Me quede pensando en la historia de estos hermanos. ¿Cuántas más como la de ellos habría no?

No voy a negar que también me distraje un segundo pensando en Jacob. Teníamos casi la misma edad, pero el también había tenido que crecer de pronto. Sin padres y con un hermano para criar. Solos en el mundo. Que raro que no estuviese casado. Era muy guapo. -¡Bella!- Me reprendí mentalmente- es el hermano de tu paciente ¿No puedes pensar en el de esa manera!- Aunque si lo era. Cuando puse mi mano en su hombro pude sentir sus músculos. Además de trabajar y cuidar a su hermano, parecía que tenía tiempo para ejercitarse ¿Aquí todos van al gimnasio? Me reí mentalmente.

Salí de mi consultorio y me encontré con Alice y Jasper que estaban tomando un café, hablando de sus pacientes.

-Como te fue Bella?- pregunto Jasper.

-Bien, creo. Es un caso algo difícil, pero creo que podremos trabajar bien.- 

-Yo antendí a una chica muy agradable y educada. Tuvo problemas con varias compañeras del colegio. Es una excelente estudiante pero tiene problemas con la comida. Hace un tiempo sus tres mejores amigas empezaron a molestarla  y ridiculizarla delante de toda la clase y de los profesores, quienes, por cierto, también se reían de las bromas. Es más grave de lo que creemos. No solo son los chicos, también son los adultos.- Dijo Alice realmente preocupada.

-Mi paciente es un abusador- dijo Jasper tranquilamente haciendo que lo miremos sorprendidas- Les dije que no solo ibamos a atender a los que son molestados. Hay que prevenir muchachas- Nos recordó con una sonrisa. Cierto, él había hecho hincapié el día que lo conocimos.- Es un buen muchacho, con muchos problemas en la casa. Dice que no sabe exáctamente que dispara su agresividad, pero trabajaremos con eso, sin duda- Admiraba a este hombre, sin duda.

Seguimos hablando de nuestros pacientes del día hasta que nuestro estomago empezo a rugir.

-No se ustedes, pero se me antoja pizza. La llamamos a Rose para que venga a cenar?- pregunté. Hoy había tenido que quedarse en el instituto.

-Y a Emmett, seguramente tendrá ganas de acompañarnos- dijo Alice. Astuta... no mencionó a Edward.

Fuimos a casa, pedimos las pizzas y esperamos a que lleguen Rose y Emmett.

Una vez que llegaron los chicos sono el timbre y fui a pagarle al delivery cuando abrí la puerta y ahí estaba, tan campante y guapo como siempre.

-Buenas noches Isabella, puedo pasar?-