Estabamos terminando de ver la película que Emmett había elegido cuando escuchamos la puerta abrirse.
- ¡Chicos! ¡Llegamos!- Ahora si eres sigilosa Alice ¿Verdad?- ¿Qué estan viendo? ¡Ouch Emmett! ¡Eres bruto!- Dijo Alice mientras le devolvía el almohadon a Emmett y este lo atajaba.
- ¡Y tu eres extremadamente ruidosa enana! Ya, termino, hola a todos.-dijo Emmett mientras se ponía de pie y apagaba la tv.
Levanté la vista y allí estaba él parado.
Sentí una puntada en el estomago y se aceleró mi pulso.
¿Era necesario que este hombre produjera todo esto en mi? Siempre se veía tan lindo, aún ahora, vestido deportivamente y con cara de agotamiento. Seguro que Alice lo había hecho caminar por todos lados buscando ve tu a saber que.
Me levante del sillón y fui a abrazar a mi amiga que estaba dejando las bolsas de compras.
-Al, sé que intentaste distraerme ayer, lamento no haber colaborado demasiado. Eres la mejor amiga que puedo pedir. Te quiero y lo sabes ¿Verdad?- Le dije mientras la abrazaba con fuerza.
-¡Claro que si Belli Bells! Aunque hubiese deseado que no lo recuerdes para nada. Pero Edward me dijo que lo pasaron muy- acentuó el muy ¿Que le habría dicho Edward? - bien, asi que mi tarea esta felizmente cumplida.- dijo sonriendome y yendo a dejar sus compras en la cocina agregó - Rose viene un rato con Jasper, pero uds señores- dijo señalando a Emmett y Edward que ya estaban buscando otra pelicula para ver- Se irán con Jasper. Hoy SI necesitamos tener una noche de chicas en serio ¿Descansaste bien Bella?- Eso me sono a que sería una larga noche.
-Si Al.- Respondí inocentemente. -¿Quieres que te ayude con algo?- le pregunté. Todo menos ver otra pelicula con Emmett y hablar con Edward. Sencillamente no sabía que decir ni que hacer.
-¿Que te parece preparar la cena? Algo sencillo ya que seremos solo nosotras tres.-
-Claro, hace rato que no estoy en la cocina. Veré que hay para hacer y listo.- ¡Si! Cocina, música y paz. Era exáctamente lo que necesitaba hoy. Olvidarme que en la sala estaba Edward.
Entré a la cocina. Puse uno de los cd que me había regalado Edward, Coldplay, una de las mejores bandas de estos tiempos a mi criterio. Comencé a ver que iba a cocinar.
-Veamos, hay algo de pollo, salsa y vegetales. Algo saldrá.-
Mientras cortaba los vegetales comence a tararear junto a la música cuando alguien se paro al lado mío.
-En serio, debemos comenzar nuestra gira pronto. Los escenarios del mundo estan perdiendo a una gran cantante.-Y ahí estaba. Apoyado en la mesada. Encantador como siempre. - No respondiste el mensaje que te envie anoche.- dijo mientras se acercaba a mi.
-¿Me escribiste? - me latíoa el corazón con tanta fuerza que me dolía un poco. El que se acercara a mi hasta quedar parado tocando su brazon con el mío, no ayudaba. - ¡Ah! Creo que escuché el telefono en algún momento, pero estaba tan cansada que no me moví. Hoy me desperte realmente tarde.- le dije sonriendole y separandome un poco- ¿Que decía el mensaje? -
- Decía... como era exáctamente? - dijo mientras ponía un dedo en su barbilla como si pensara algo profundo.-¡Ah si! "Te quiero bonita. Descansa."- Rubor ven a mi!- Estabas agotada anoche, o al menos así se te veía.- Puso su mano en mi mano.
-Si, estaba cansada. Física y mentalmente. Pero descansé muy bien. Tuve una noche agradable- Porque soñe con él. Esta vez no soñe que se casaba con Jessica. Sino algo más dulce. Aunque no logro recordar qué. Recordé tantos sueños tontos y este que había sido tierno no. Solo sé que estábamos juntos.- ¿Y tu? ¿Descansaste cariño?- Volví a poner manos en la obra. En realidad esta vez no sabía comportarme con él.
-Mmm algo. Como no me respondiste pensé que estabas molesta.- Se volvió a apoyar en la mesada.- Oye Bella, con respecto a lo de anoche...- ¡Ay no! Me iba a decir que se no sabía que le pasó. Que me vió mal y...- Sabes que si Alice no hubiese interrumpido te hubiese besado no?- Eso no me lo esperaba. Pensé que me diría que había sido un error. Pero no. Otra vez no sé que decir.
Deje lo que estaba haciendo. Bien, si quería tener esta conversación tendríamos esta conversación. Me paré frente a él y sin dudar dije:
- Y yo te hubiese devuelto el beso.-
-De verdad?- preguntó sonriendo y soltándo aire que tenía contenido.
¿Pensaba que no lo habría besado? Eso tampoco me lo esperaba.
Su sonrisa era preciosa. Creo que él temía que yo le dijera lo
-Claro que si.- Volví a ponerme colorada.- Aunque después probablemente me hubiese sentido algo rara.- Su sonrisa se torció- Pero no me hubiese arrepentido. - dije rápidamente. Probablemente me sentiría extraña cerca de él, pero no me arrepentiría de besarlo.
-Edward yo...- Empecé a decirle. No sabía qué, pero le tenía que decir algo sino quedaría otra vez tildada mirándolo.
-No digas nada Bella.- Interrumpió, pero su rostro siguió siendo suave.- Anoche sentí por primera vez que creí que no volvería a sentir. Sé que tienes dudas, yo también las tengo. Y no haré nada que pueda generar más. Pero debes saber que mis sentimientos por ti son reales. Te quiero. No se exáctamente como, pero no como una simple amiga.-
Me quedé mirándolo exáctamente como no quería hacerlo.
Realmente me queria. Y yo a él. Pero también tenía mis dudas. Además el "no sé exáctamente como" no ayuda.
- Aún dudo de mis sentimientos Edward, pero también te quiero. Tampoco entiendo muy bien como, pero sé a lo que te refieres a que no es solo amistad. - Nunca le había ocultado mis emociones a Edward, no lo haría ahora.- Sé que te quiero mucho y, creeme no dudo de eso.-
Y ahí apareció esa sonrisa que me encanta.
- Parece que no somos muy amigos después de todo.- Agregó acercándose de nuevo a mi "peligrosamente".
- Mmm... no estoy de acuerdo. Eres mi mejor amigo.- Su expresión era extraña.
- ¿Soy tu mejor amigo? No se si es la respuesta que esperaba.-
- Después la tonta soy yo.- Dije tomándo su mano.- ¿Que no sabes que es lo ideal?-
- ¿Sentir cosas por tu mejor amigo? Pensé que era un cliché.- Tomó mi otra mano.
- ¿Por qué crees que la gente no cree tanto en la amistad entre el hombre y la mujer?-
- Y dime ¿te han gustado muchos amigos?- Su mano acariciaba suavemente la mía.
- Hasta ahora, es la primera vez.- Era verdad. Mike siempre me había gustado y nunca lo había visto como un amigo. Claro que Edward también me atrajo, pero con él había compartido muchas cosas y si era un gran amigo.
- También la mía.- Sonrió.
- Entonces...- dije.
-Entonces, que te parece si vamos despacio, viendo como se dan las cosas.- dijo mientras me acariciaba el rostro y logrando que no solo me pusiera colorada otra vez, sino que un escalofrío me recorriera.-
-¿Un día a la vez?- pregunté poniendo mi mano sobre la suya y apoyando mi rostro en ella.
-Parece alcoholicos anonimos eso Isabela- contesto riendo- Pero si. Un día a la vez.-
-¡¡Edward!! Ya llego Jasper. Es hora que se vayan!- grito Alice desde la sala sacándonos de nuestro momento- No hagas que te vaya a buscar y vea cosas de las que me arrepentiré luego- ¿Como sabía que estábamos en un momento crítico? Bueno, no era crítico, pero si algo especial. Creo que toda la sangre de mi cuerpo se acumulo en mi cara.
-Me voy antes que Alice venga a por mi bonita. Estaré pensando en tí, eso tenlo presente.- ¡No suspires hasta que se vaya Bella! ¡Aguanta!
- Yo puede que también.- Dije haciendome la interesante.-Adiós- le conteste mordiendo mi labio inferior. Creo que le sacaré sangre si sigo así.- ¿Nos vemos pronto?- pregunté intentando no sonar muy ansiosa..
-Mañana almorzamos en lo de mis papas ¿Recuerdas?- respondió sonriendo. Bien, no lo logré.
-Cierto. Nos vemos allí entonces.-
-Adiós bonita. Te quiero- Dijo depositando un suave beso en la comisura de mis labios.
-¡Hey! ¡Eso es trampa Cullen!- Respondí riendo. En realidad me había empezado a doler el estomago.
-No... trampa sería esto.- Se acercó y me beso suavemente en los labios.- Ahora puedes enojarte Swan- dijo sonriendo torcidamente sin despegar su frente de la mía.- Nos vemos mañana.- Y salió al encuentro de Jasper y Emmett.
No pude evitar sonreir y suspirar y de paso, tomarme el pulso.
-Tramposo. -Susurré. Si me viera el espejo creo que tendría una cara de imbecil épica.
Cuando finalmente se fueron los muchachos, subí la música y me dediqué a terminar la cena pidiendole a Dios que Alice y Rose no vinieran a preguntarme nada.
Una vez que terminé salí al encuentro de mis amigas.
Alice preparó una hermosa mesa en el comedor mientras Rose abría un vino.
Cuando puse la comida en la mesa Alice anunció- Bueno chicas, que comience la primera de muchas cenas que tendremos.- Las tres brindamos por eso y yo, internamente, brindaba porque, por primera vez en mucho tiempo, mi vida era un lugar feliz.
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