Un mes. Paso todo un mes desde que Edward y yo nos comprometimos. Y no se lo habíamos dicho a nadie. El había insistido en darme un anillo. Sencillo, con una pequeña piedra color azul, ya que el amaba como me quedaba ese color. Pero no lo usaba aún, ya que si Alice, Esme o Rose lo veían iban a saberlo. En cambio, leí que en algunos lugares se acostumbraba que los novios usen unos cintillos de plata, como símbolo de estar prometidos. Por lo que elegí dos y los grabe con nuestros nombres y la fecha en la que nos pusimos de novios formalmente y lo sorprendí dándole el suyo una tarde, luego de ir a buscarlo al trabajo y mientras estabamos en nuestro mirador. Si las chicas se dieron cuenta que lo usabamos, no dijeron nada. Pero me gusta la idea de que ambos tengamos algo que simboliza nuestro amor. 

En ese mes hablamos una y mil veces sobre como les diríamos a nuestras familias de nuestro compromiso. Yo temía que mis padres pensaran que era muy rápido. Sabía que Renée sacaría una conclusión erronea, como que estoy embarazada o algo así, y que Charlie adoptaría varios colores antes de darse cuenta que estaba hecho. También temía a la reacción de Alice. Sería mi infierno personal. Edward se reía de mis conclusiones, pero de verdad, estaba aterrada.

-Amor, sea como sea, haremos nuestra boda- era oír esa palabra y que mi estomago diera un vuelco- será como nosotros querramos. Alice podrá sugerir, pero nosotros decidiremos. Eso te lo prometo.- Si claro, y el iba a poder contener al duende. 

- Fácil decirlo. Difícil hacerlo.- le dije desanimada.

Estabamos en casa de Edward. Emmet y él habían decidido "de repente" mudarse de casa de sus padres. La verdadera razón era que Emmett necesitaba su espacio con Rose. Para Jasper ya no era agradable tener que irse siempre que iba a su casa. En una de las oportunidades casi lo saca a las patadas, cuando llego y los encontró en una situación un tanto incomoda en la sala de su casa. Rose y Emmett eran harina de otro costal. Sus hormonas estaban alborotadas. A veces parecían adolescentes. Por lo que Emmett le suplico a Edward que buscaran un lugar donde vivir juntos, alegando que ambos "ya estaban muy mayorcitos para vivir con sus papis". Aunque siguen llevandole la ropa a Esme para que se las lave, y estaba lleno de cartones de pizza por todos lados. Muy adultos si señor. Edward no se nego. El ya venía pensando en mudarse, aunque la idea de estar con Emmet y Rosalie no lo emocionaba mucho.

- Algo se nos ocurrira.- 

La oportunidad se presento unos días después. Mi madre telefoneo para decirme que debía cubrir un evento en Seattle y que Charlie viajaría con ella para luego venir a Forks a verme.

- Eso es maravilloso Bella!- dijo Edward - así les diremos a todos de una vez.-

- Si, maravilloso.- Dije lúgubremente. Mas gente en el espectáculo.

-Bella, dime algo, realmente no te asusta tanto verdad?- pregunto mientras se acercaba seductoramente hacia mi. Ya sabía como iba a terminar esto. Odiaba que hiciera eso porque sabía que le iba a funcionar

-Si. Mucho- dije dando un paso hacia atras. Iba a intentar resistirme. Un poco aunque sea.

-Pero sigues queriendo casarte conmigo?- dijo tomándome de la cintura.

-Si Edward, ya lo sabes- respondí intentando sonar fastidiosa. Intentando.

-Entonces no te parece maravilloso poder decirle a todas las personas que nos aman que pronto dejaremos de ser dos individuos para ser uno en matrimonio?- Listo. Ya estaba acariciando mi rostro con su nariz dulcemente. Estaba perdida.

- Puede ser.- Resiste Bella! Resiste!

- Puede ser o es?- dijo hablando sobre mis labios.

-Esta bien. Hagamos una cena y larguemoselos a todos. Feliz? Deja de torturarme.- le dije rápidamente para luego besarlo. Este hombre rompía todas mis barreras. Bueno, casi todas.

-Ves que cuando quieres, eres razonable?- Pregunto dandome lugar para respirar.

-Tramposo.- Conteste volviendo a besarlo.

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-Estas lista Isabella. Puedes hacer esto. Todos los quieren y estarán felices por ustedes. Acuerdáte de respirar- dije mirándome al espejo.

Había estado cocinando todo el día. Conla excusa del viaje de mis padres organicé una cena en familia. Lo que en realidad no sabían es que anunciaríamos nuestro compromiso. Y eso me tenía de cabeza. 

Me dí una última mirada. Tenía puesta una pollera negra de raso, tiro alto, muy formal, hasta las rodillas y una camisa violeta fuerte. No podía usar siempre algo azul, como Edward insistía. Mis rizos estaban bien marcados, el maquillaje suave, pero definido y, ya que estaría en casa, decidí ponerme unos zapatos de tacon alto. Si me caía, al menos estaría en un lugar conocido. 

Baje para terminar con los detalles de la mesa y me encontré a Alice reacomodando lo que ya había acomodado.

-Hey Al! Ya había terminado con eso!- le dije divertida. Siempre encontraba algo más para perfeccionar.

-Si. Pero ese cubierto estaba al revés, y la servilleta no estaba pareja.- dijo dándose vuelta- Bells! Te ves hermosa!- dijo mientras se acercaba a mi- Solo... abrimos un par de botones y... listo! Perfecta!- Ella tenía que acomodar algo, si.

Una hora y varios elogios de parte de mis padres y suegros por mi aspecto y la mesa después, estabamos cenando. La cena pasaba amenamente, salvo por los comentarios de Emmett y Jasper sobre sus respectivas relaciones. Para ser alguien tan centrado a veces Jasper podía ser toda una criatura. Ahora discutían porque Jasper le habíia dicho "osito" el sobrenombre amoroso que le puso Rose, frente a todos.

-Pero osita! El empezó!- dijo Emmett haciendo su puchero clásico luego que Rosalie lo retara.

-Pues tu la terminas.- contesto Rose enojada- Y nada de osita en público Emmett!- añadió en voz baja poniendose colorada. Lo que ocasiono que todos estallemos en carcajadas.

-Se deben divertir a lo grande- noto Charlie mientras reía- si que son ocurrentes muchachos.-

-Si Charlie, lo dices porque no los tienes contigo todo el tiempo- respondió Carlisle sonriendo.

- Y yo que pensaba que me extrañabas. Que decepción padre. Que decepción- dijo Emmett en tono teatral.

-Ya Emmett, sabes que eres mi "osito" preferido- le respondió su padre riendo.

-Ya hasta mi padre se ríe de mi. Esto es mucho. Todo es tu culpa Jasper.- 

Terminamos de cenar y levantar. Mientras todos se sentaban en la sala y yo preparaba el café, Edward entro a la cocina.

-Estas lista?- pregunto.

-No... pero hagamoslo!. sonreí mientras le daba la mano para que pusiera el anillo que, finalmente, usaría por el resto de mi vida.

Tomamos las cosas y salimos a la sala. Edward daría la noticia y yo me limitaría a asentir. Era el trato. No se porque estaba tan nerviosa. Nos sentamos, e instintivamente escondí mi mano detrás mío. Edward lo noto y tomo mi mano fuertemente.

- Querría decir algo.- Dijo Edward de repente.

-Claro hijo, que sucede?- Pregunto Carlisle.

- Nos casamos.- Soltó de repente acercandome más a él.- En mayo.- 

Ok, mi novio, finalmente se contagió de mi locura. 

-Como?!- Listo. Charlie comenzo con su cambió de colores. 

- Eso papá. Edward me lo propuso, y yo acepté- trate de decirlo tranquila, como si no me temblara todo mientras veía a mi madre tomarle la mano a mi padre para que este respirara.

- Jajaja! Ahora si la hiciste Eddy! Y cuando nace mi sobrino?- Pregunto Emmett riendo.

-No esta embarazada idiota!- dijo Edward enojado mientras golpeaba en la nuca a su hermano.- Solo queremos casarnos. Que es lo extraño?-

- Pues nada hermanito, yo me alegro!- dijo Alice levantandose para abrazar a su hermano y por supuesto cuentan conmigo para todo- agrego mientras me abrazaba a mi.

- Oh hijos que felicidad!- Dijo Esme mientras nos abrazaba. - No puedo imaginar mejor persona para mi hijo Bella! Ya sabes que te quiero como a mi hija, ahora lo serás! Puedo verdad Renée?-

Mi madre estaba... sonriendo?

-Claro Esme!- se levantó y nos abrazó a los dos.- Felicitaciones hijos. Edward, se que harás feliz a mi hija.- Dijo cuando nos solto.- Charlie también esta feliz, verdad Charlie?-

-Si claro.- dijo secamente poniendose de pie.- Lo mejor para los dos.- 

Pasamos por felicitaciones y abrazos de toda la familia. Pero mi padre estaba extraño.

-Papá?- pregunte- me acompañas a hacer más café?- dije mientras le daba la mano.

-Claro hija- dijo tomandola. 

-Ya vengo amor- le dije a Edward soltando su mano. Desde que habíamos anunciado nuestro compromiso, no la solto.

-Aqui estaré- dijo sonriendo. Es lindo ver como me entiende solo con la mirada. Amo a ese hombre.

Entramos a la cocina y mientras comenzaba con el cafe le pregunté - Que va mal papá?-

Me miró sorprendido- Nada hija! Todo esta bien. Estoy muy feliz por ti.-

-Lo sé. Pero hay algo que quieras decirme? Vamos papi. Te conozco demasiado bien para tu desgracia.- Claro que lo conocía bien. Eramos muy parecidos. El sabía cuando yo estaba mal, y yo sabía cuando algo no le gustaba.

- Es solo que me sorprendió la noticia. Me parece...-

-Rápido?- conteste por el.

-No era lo que quería decir Bella. Sabías que tu madre y yo nos casamos 6 meses después de conocernos?-

-No, no lo sabía- Wow, esto no me lo esperaba.

-Pues si. Nos conocimos, nos enamorados, y nos casamos. Fue fácil. Sin dolor, sin vueltas. Solo supimos que queríamos estar juntos. Así que el tiempo es relativo.-

-Entonces, debe ser que estas celoso verdad?- le dije acercandome a el para abrazarlo.

-Si. Debe ser. Cuando te mudaste, fue bastante duro sabes?- no sabía que lo había afectado así.- Pero entendí que eres una mujer y que debes vivir tu vida. Ahora imaginarte casandote. Fue mucho.-

-Te amo papá- le dije mientras las lágrimas salían de mis ojos. - Quiero que sepas que siempre serás una de las personas que más amo.-

-Lo se cariño. Y también se cuanto amas a Edward y me hace feliz que te cases con el. - me dijo abrazandome aún más fuerte.

- Bella amor, quieres que lleve el café a la sala?- pregunto Edward entrando a la cocina.

Charlie y yo nos incorporamos.

-Ya vamos amor.. le respondi sonriendole.

- Ah, ok!-

-Edward- llamo Charlie.

-Si...- le dijo volviendose hacia el.

- Felicitaciones hijo- dijo tendiendole la mano.- Se que no me la pediste, pero tienes mi bendición- agrego suspicazmente.

- Tienes razón Charlie- dijo riendose- pero primero tenía que asegurarme que ella no saliera corriendo cuando se lo pidiera.-

-Claro, rianse de la torpe insegura- mi buen humor se iba de a poco.

Charlie tomo la bandeja riendose y fue hasta la sala.

-Viste amor? No fue tan terrible.- Me dijo mi futuro esposo abrazandome. 

- Sabes que ser sutil no es tu fuerte no?-

-Mmm... puede ser.- Respondió antes de besarme.- Pero no puedes negar que funciona.