En los últimos meses puedo decir que viví la paz y la felicidad que durante años me fue difícil encontrar. Gracias a Dios, todas las cosas seguían su curso.

El consultorio iba cada vez mejor. Teníamos muchas personas que estaban en tratamiento, pero también estabamos dando de alta a otros.

Realmente eso nos llenaba de felicidad ya que veíamos el avance y que nuestro trabajo servia.

Mi caso preferido seguia siendo el de Seth. Su relación con Eric habia mejorado mucho, y ahora no solo pasaban tiempo en el instituto, sino que además se veían fuera.

Eric pudo perdonar a su hermano por todos los años de golpes y abusos. Finalmente tuvieron la charla que durante tanto tiempo Eric esperaba y pudo dar por terminada esa etapa de su vida.

Un día, luego de haberles dado el alta, ambos llegaron con una propuesta.

Querían colaborar con nosotros para impedir el bullying en su escuela. Se comprometieron a intervenir cada vez que veían algún abuso, llevar a los chicos a hablar con Rosalie y ahí comenzar la cadena con nosotros.

Han sido una gran bendición para nosotros ya que ayudan realmente mucho no solo cuidando de si, sino siendo ejemplo. Creemos que con el tiempo podremos instituirlo como un hábito de ayuda.

Jake y Leah habían comenzado a frecuentarse, según me conto Alice que sabe todo lo que pasa en el pueblo.

Finalmente acepté su invitación a cenar, solo que no fuimos Jacob , Seth y yo, sino que se sumaron Leah, Eric y Edward, quien logro adaptarse, a pesar de los celos del principio. No le gustaba que Jake me hubiese invitado a cenar, pero cuando lo vió con Leah, todos sus celos desaparecieron. Ese chico estaba loco por ella. 

Tan bien le cayó Jacob a Edward, que al poco tiempo ya había comenzado a salir con los muchachos, dejando a Seth en casa de Eric para que estuviese controlado. A veces pienso si no le hice un mal a ese niño.

Con Edward todo seguía muy bien. Discutíamos algunas veces, claro. Pero en lo general, teníamos una hermosa relación. 

En este momento viajabamos  Long Beach para ver a mis padres.  Pero esta vez no me dejo conducir, por lo que tomamos un avión. 

Recuerdo cuando le pedí que me acompañase.

FlashBack

Estabamos en casa de Esme y Carlisle, había pasado navidad allí, ya que mis padres viajaban para que mi madre pudiese cubrir una nota fuera del país. Por lo general iba con ellos en estos casos pero esta vez decidi quedarme con los Cullen.

Eran mi segunda familia. Esme estaba feliz por mi relación con Edward y me trataba como una hija más. Bueno, en realidad, siempre me trato como si fuese su hija.  Pero lo que más le alegraba era que finalmente, Edward habia encontrado a alguien que no solo lo amaba locamente, sino que además, lo mantendría a raya. Eso era verdad. Carlisle era puro amor, un padre amoroso. No puedo tener mejores suegros que ellos. 

-Edward- dije mientras estabamos acostados en su cama viendo la tele- me iré a pasar año nuevo con mis padres.-

-Lo se amor. Y no sabes cuanto te extrañaré.- dijo estrechandome aún más.

-Yo también. Por eso... estaba pensando...- me detuve. Quería pedirle algo, pero no sabía como lo iba a tomar.

-Dime cariño ¿Que pensabas?- pregunto mientras se incorporaba para verme la cara.

-¿Quieres venir conmigo?- le pregunté sin mirarlo. Quería ver a mis padres, pero no podría estar mucho tiempo lejos suyo. Además mi padre quería pasar tiempo con él, para tener su "charla hombre a hombre". Creo que después de la última vez, siente que debe vigilar de cerca a quien me rodea.

- ¿Quieres que vaya contigo? ¿Estas segura?-

-Claro que si Edward. Ya sabes que quiero estar contigo todo el tiempo que pueda. Ok, bien, sonó a psicopata.- dije pensando en voz alta.

- Me gusta cuando te pones "psicopata"- Rió.- Pero ¿Qué pensarán tus padres?-

- Esa es la idea. Quiero que mis padres sepan con el gran hombre que estoy.-

-Y yo quiero que ellos sepan cuanto amo a su hija.- Dijo depositando un beso en mi nariz. Si me ama. Soy feliz. Recuerdo la primera vez que me lo dijo. Fue hace poco, mientras lloraba de emoción cuando le contaba el plan que Seth y Eric nos propusieron. Simplemente me abrazo y lo dijo. Y yo comencé a llorar más y le dije que también lo amaba. Desde esa vez, nos lo decimos cada vez que podemos ¿Cursi? Si, a lo sumo.

Fin de FLashBack

Una vez que el avión aterrizó y tomamos nuestras valijas fuimos al encuentro de mis padres.

-¡¡Bella!! ¡¡¡Hija!!! Se escucho la voz de mi madre por sobre el murmullo de la gente.

-Parece que ahí esta tu madre Bells.- dijo Edward riendo.

-¡Mamá! ¡Papá!- grite con emoción. Hacía meses que no los veía. De no haber sido que tenía a Edward tomandome la mano, probablemente hubiese corrido hacia ellos. -¡Los extrañé mucho!- les dije mientras los abrazaba.

-Edward ¡Qué gusto verte por fin!- le dijo mi madre mientras lo abrazaba- Que lindos se los ve juntos ¿Verdad Charlie?-

-Se, supongo.- mi padre, tan simpático- ¿Cómo estas Edward?- dijo mientras estrechaba su mano.

-Bien Sr. Swan. Muchas gracias por permitirme venir con Isabella.- Cuando quería ser formal, lo era. Lo había oído usar ese tono de voz cuando trabajaba o cuando se encontraba con algún paciente en el pueblo. Amaba verlo así. Además me resultaba totalmente sexy.

-Dime Charlie, Edward. Tendremos varios días para ponernos al tanto ¿Verdad?- dijo poniendole una mano en el hombro.

Si no fuese porque, cuando quería, Edward ponía cara de poquer, creo que su cara hubiese sido una mueca de terror.

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-¿Empacaste un vestido para la fiesta de esta noche verdad?- pregunto mi madre mientras veía mi valija.- Tienes que lucir hermosa, como siempre claro. - madres- Ya le dije a todo el mundo que mi hija venía con su novio, el Dr. -

-¡Ay mamá! ¡Eres terrible! Además ¿A quien le dijiste?- Si era por mi madre, lo ponía en la primera plana de su revista

-A todo el que me pregunta por ti ¡Ah! ¡Lo olvidaba! Ángela estará aquí. Quiere verte.-

-Si lo sé. Hablamos todas las semanas. No puedo creer que hagan casi 6 meses que no veo a mi amiga.- 6 meses en los que mi vida cambio tanto.

-Hija, dejame verte.- Dijo mi madre mientras me tomaba la mano y hacia que gire- estas hermosa. No solo tu apariencia. Tus ojos brillan. Y si me permites, aún más que cuando estabas con Mike. Ese chico te ha cambiado.-

-No mamá. Edward me ayudo a descubrir quien soy.- 

POV EDWARD.

Estaba en mi habitación, terminando de vestirme para la fiesta que celebrarían los padres de Bella por fin de año. 

Cada uno teníamos nuestra habitación ya que Charlie asi lo sugirió, bueno en realidad no lo sugirió, simplemente dijo, "Edward, te mostraré donde dormirás", por lo cual no hubo lugar a dudas.

De cualquier manera, si compartíamos habitación con Bella, solo ibamos a domir.

Ya tuvimos "esa charla" y a pesar de que cada dos palabras el rubor subía por sus mejillas, me había dejado muy en claro que no estaba lista para dar ese paso. No la presionaré. La amo. Quiero estar con ella, y, aunque amaría estar con ella en ese sentido, respeto sus tiempos. Cuando le conté a Emmett, casi se desmaya:

Flashback

-Y no podrás... ¿ya sabes?- preguntó.

- No Emm, ella aún no esta lista.- Dije suspirando.

Mi hermano se puso de pie, y comenzó a moverse lejos mío.

- Lo siento Ed, pero creo que tengo que alejarme de tí. A ver si se me pega.- No pude contener la risa.- Es más, alejararé a Rose de Bella, por si contagia.- 

Fin de Flashback

A pesar de la reacción de mi hermano, creo que puedo manejarlo. No es que fuera tan difícil ¿No?

En estos últimos días tuve un pensamiento persistente en la cabeza.

Sé que hace casi 4 meses que estamos juntos, y 6 en que nos convertimos en amigos, pero la realidad es que estoy seguro que es la persona que espere desde siempre. Quiero pedirle su mano. Tal vez no casarnos ya, pero si quiero comprometerme con ella, y, en cuanto los dos lo consideremos, dar ese paso. Tanto Emmett como Jazz creen que estoy loco. Puede ser, pero nunca estuve tan seguro de lo que siento como ahora ¿Por qué esperar para estar toda la vida con la mujer que amo?

Estaba atándome la corbata cuando sentí la puerta.

-¿Edward?- pregunto Charlie- ¿Puedo pasar?-

-Claro Charlie-

-Edward, estos días estuve un poco ocupado, pero quisiera poder hablar unas cosas contigo.-

Ya me la veía venir. Pensé que me había salvado, pero no.

- Aqui estoy. Dime lo que quieras Charlie.-

-Mira hijo, no quiero ser como esos típicos hombres que amenazan a los novios de sus hijas, eso realmente no va conmigo.- Menos mal- Pero si hay algo que debo decirte.-

Se sento en la cama y me invito a sentarme al lado suyo.

-Edward, Bella es mi única hija. Es un regalo precioso que me hizo Dios. Durante estos años la amé y la cuidé como un buen padre hace. Le enseñé las cosas básicas de la vida, respetar los valores, cuidar al otro y a si misma, la protegí de todo lo que pude, la tapaba de noche, la acompañaba a la escuela. Inclusive, la iba a buscar cuando ella lo necesitaba. De lo único que no la pude cuidar es de tener un corazón roto, y créeme muchacho, de esas cosas los padres desearíamos poder cuidarlas más que de casi ninguna otra cosa. Seguramente cuando tengas una hija sabrás lo que es para un padre ver a su niña, tan pequeña e indefensa por primera vez. Tu mundo se resume a esa personita y tu vida cambia por completo. Ver a un canalla romperle el corazón en millones de partes y ver como deja de sonreir para convertirse en alguien que simplemente sobrevive, es algo que despierta tus instintos asesinos. Años cuidándola de todo para que venga otro y la lastime hasta lo más profundo, genera una sensación de impotencia enorme.-

Ver la mezcla de sensaciones de Charlie hizo que me afloje. Por un lado, era evidente que aún estaba dolido por haber visto sufrir a su hija, y, por el otro, había mucho amor hacia Bella.

- Charlie, yo no...- comencé.

-Aguarda un segundo Edward.- Me interrumpió.- No es tu caso muchacho. En estos días he visto como son uno con el otro. La manera en que se hablan, como ríen juntos. He visto como te mira. Desde que hablamos esa vez en su casa, me di cuenta de la relación que hay entre ustedes. No es "algo más". Se nota que la amas. Se nota como la cuidas. Los ojos de Bella volvieron a brillar, y eso tiene que ver contigo. No se como va a seguir esto entre ustedes. Cuando estuvo con Mike, yo lo apoyé a él porque creí que iba a cuidar de mi hija- sentí una punzada de enojo en mi estomago- pero me equivoqué. Sé que tu no eres como él, porque me doy cuenta cada vez que la abrazas, o la miras. Cuidala como hasta ahora Edward. Ella es feliz. Muy feliz. Finalmente veo a mi niñita sonreir de nuevo, y estoy agradecido por eso.-

Me quede mudo. En realidad mil cosas venían a mi mente, pero nada lograba salir.

-Amo a Isabella Charlie.- dije una vez que pude hilar alguna frase.- La amo como nunca amé a nadie. A mi también me rompieron el corazón, pero junto a Bella aprendí a confiar de nuevo. No puedo prometerte que todo sera fácil y que no la lastimaré alguna vez. Pero si puedo pometerte que la amaré e intentaré hacerla feliz cada día.-

-Eso me basta hijo- dijo mientras se acercaba- Espero que así sea.- Puso una mano en su hombro.- Te voy a dar un abrazo.- Aviso haciendome reír.

-Por supuesto.- 

-¿Puedo pasar?- pregunto Bella del otro lado de la puerta.

-Si amor pasa.- le dije soltando a Charlie.

-¡Wow! ¡Pero que hermosos estan mis dos hombres favoritos!- Dijo mirandonos. Ella estaba preciosa. Vestía un pantalón negro ajustado, con una camisa azul eléctrico de una tela brillante que, realmente, ni se como se llama. Usaba unos zapatos del mismo color de la camisa y llevaba el pelo alisado y estaba maquillada, bastante, pero no quedaba exñagerado.

-Estas hermosa amor.- le dije mientras le daba la mano para que se acercase a nosotros.

-Sacaste las palabras de mi boca Edward.- 

-¡Ya los dos! ¡Estan haciendo que me ruborice! Amor, estamos a juego.- indico mientras me señalaba. Traía un traje negro con una camisa azul del mismo color que la de Bella. Ahora se porque Alice me hizo comprarla para hoy.

-¡Alice!- dijimos al mismo tiempo riendo.

Cuando bajamos, la gente ya había comenzado a llegar.

Nos separamos de Charlie ya que el tenía que ir a saludar a los invitados y fuimos hacia la barra a buscar algo para beber.

Estabamos hablando de cosas sin importancia, cuando alguien habló a nuestras espaldas.

- Pensé que no volvería a verte por aqui Isabella...- dijo una voz chillona.

Bella hizo una mueca, acompañada por una sonrisa de suficiencia.

-¡Pues mira que tienes agallas Jessica eh!-

Ok. Esto sería interesante.