EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
Visitas: 46375
Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

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Capítulo 36: CAPITULO 33

Renesme debería haberse sentido avergonzada de tener a un hombre tan perfectamente formado acariciándola cuando ella tenía el tamaño de una ballena, pero no lo estaba. Era tan reconfortante tenerlo a su lado.

Él era su defensor. No por haber salvado su vida, sino por el modo se quedaba junto a ella ahora. El modo en que la abrazaba cuando lloraba. El modo en que la consolaba.

Él era su fuerza. Su coraje.

Y ella estaba terriblemente agradecida de tenerlo. No quería enfrentar sola el final.

Jacob no se lo permitiría. Estaría allí con ella, aunque iba a matarlo verla morir. Él sostendría su mano, y cuando ella se hubiese ido, sería recordada a través del tiempo.

—Ni siquiera sé el nombre de mi abuela.

Jacob frunció el ceño.

—¿Qué?

—No sé el nombre de mi abuela. Mi madre murió antes de que pudiera preguntárselo. Elizabeth dijo que ella tampoco se lo había preguntado jamás. No sé que apariencia tenían ella ni mi abuelo. Sólo conozco a los padres de mi padre por fotografías. Estaba pensando que sólo seré una foto para el bebé. Él me verá como yo solía verlos a ellos. Personas abstractas. Nunca realmente reales.

Los ojos de Jacob brillaron con intensidad.

—Serás real para él, Renesme. Te lo prometo.

Cómo deseaba ella que eso fuera verdad.

Él la envolvió en sus brazos y la sostuvo cerca. Renesme se aferró, necesitando su calor. Apartó el arrepentimiento y el sufrimiento de su mente.

No había nada que pudiera hacer. Inevitable significaba inevitable. Al menos tenía este momento.

Comenzó a reír y llorar al mismo tiempo.

Jacob la apartó y la miró, confundido.

—Lo siento —dijo ella, intentando controlar sus emociones—. Sólo estaba pensando en esa estúpida canción, “Estaciones en el sol.” Ya sabes, “tuvimos alegría, nos divertimos, tuvimos estaciones en el sol.” Por dios, debería ser una paciente mental.

Él le secó las lágrimas y besó sus mejillas. Sus cálidos labios le quemaron la piel.

—Tienes más fuerza que cualquier guerrero que haya conocido. Nunca vuelvas a disculparte por esos pocos momentos en que me muestras tu miedo, Renesme.

El amor que sentía por él la atravesó, ahogándola aún más que sus arrepentimientos.

—Te amo, Jacob —susurró—. Más de lo que creo haber amado jamás.

Jacob no podía respirar mientras escuchaba esas sinceras palabras. Lo cortaron como un vidrio hecho añicos.

—Yo también te amo —dijo, con la garganta apretada por la verdad.

No quería dejarla ir. Jamás.

Pero no había nada que pudiese hacer para detenerlo.

Renesme jadeó mientras él la besaba apasionadamente. Terminó de desvestirla en un instante. Ella desabotonó su camisa y cuando no pudieron encontrar un modo de quitarla, ni tampoco su chaqueta, Jacob las desgarró.

Ella rió ante su imagen. Pero la risa se detuvo en el instante en que él recostó su pesado y caliente cuerpo contra el de ella y regresó a sus labios.

Jacob rodó sobre su espalda y la subió encima suyo. Siempre tenía mucho cuidado, para no presionar su vientre y lastimarla a ella o al bebé.

Con los ojos ardiendo, la colocó sobre él.

Ambos gruñeron en el instante en que la penetró. Hicieron el amor furiosamente, cada uno consciente del hecho de que el final se estaba aproximando hacia ellos con rapidez.

Conscientes de que cada día que pasaba se acercaban a un resultado que ninguno de los dos podía controlar ni evitar.

Era aterrador.

Renesme gritó mientras alcanzaba una ola de pasión fundida. Jacob la atrajo contra sí mientras la acompañaba.

Sus manos unidas descansaban sobre la cama, encima de sus cabezas. Jacob entrelazó sus dedos con los de ella y le hizo una promesa con la respiración entrecortada.

—No te dejaré ir sin luchar.

Capítulo 35: CAPITULO 32 Capítulo 37: CAPITULO 34

 
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