EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
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Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

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Capítulo 20: CAPITULO 19

cHICAS WAPAS ANTES QUE NADA MUCHISISIMAS GRACIAS POR LEER ESTE FIC, LAS INVITO A NO DEJAR DE LEERLO PORQUE CADA VEZ VIENE MAS INTRIGA Y PROMETO HACERLAS LLORAR, REIR, DISFRUTAR Y DEJARLAS INTRIGADAS POR ESTA APASIONANTE HISTORIA

 

 

Durante tres semanas seguidas, Jacob mantuvo a Seth y Renesme bajo arresto domiciliario. Pero como pasaba el tiempo y los Vampiros no aparecían, comenzó a preguntarse si no estaba exagerando un poquito.

Jacob sabía que Seth lo acusaba de hacerlo al menos cinco veces por hora.

Renesme se había retirado completamente de la universidad, aunque había odiado tener que hacerlo. Estaba sólo de tres semanas, pero parecía de tres meses. Su vientre se estaba redondeando, dejándole saber a todos que realmente había un niño dentro suyo.

Era lo más hermoso que Jacob había visto en su vida, incluso aunque luchaba para mantenerse emocionalmente distante a ella.

Pero era difícil. Especialmente porque pasaban mucho tiempo juntos, filmando a Renesme para su bebé. La mayor parte del tiempo, ella estaba perfectamente calma mientras le contaba al bebé sobre su pasado, su madre y sus hermanas. Y su padre. Con cada cariñoso recuerdo que compartía con el bebé, Jacob se sentía más cercano a ella.

—Mira esto –dijo, mientras mostraba su mano con el anillo de sello hacia la pequeña filmadora que él sostenía. Jacob enfocó el lente—. Mi madre me dijo que este es el verdadero anillo de bodas que los reyes Atlantes usaban al casarse. —Renesme lo observó con tristeza—. No estoy segura de cómo sobrevivió todos estos siglos. Mi madre se lo dio a mi padre para que él pudiera dármelo. Voy a asegurarme que tu padre lo tenga, para dártelo a ti también.

Cada vez que Renesme hablaba sobre el futuro del bebé sin ella, mataba una parte de él. La injusticia de la situación rompía el corazón de Jacob en pedazos.

El dolor en sus ojos, la pena.

Y cada vez que ella lloraba, lo lastimaba aún más. Jacob intentaba tranquilizarla lo mejor que podía, pero al final ambos sabían cuál sería el resultado de todo esto.

No había modo de detenerlo. La muerte los venía asechando primero a Renesme dia a dia, soporto en carne propia el sufrimiento tras la muerte de su madre y de su hermana. Ahora Jacob se negaba a dejar marchar a la madre de su hijo.

Sam había llamado la noche de Mardi Gras y había otorgado a Jacob una licencia inmediata para que abandonara sus deberes de Cazador Oscuro para cuidar a Renesme y proteger al bebé. Otros dos Cazadores Oscuros habían sido transferidos a St. Paul para ocuparse de las patrullas habituales de Jacob y para ayudar a estar en guardia en caso de que Aro o los otros fuesen tras ellos.

Sam también le había dado el nombre de un Semi-vampiro Cazador Oscuro llamado Spawn, quien podría ayudarlos con lo que Renesme necesitaría en su embarazo. Jacob había llamado cada noche para dejar un mensaje en la casa de Spawn, pero aún no había respondido.

Y tampoco había podido contactar a Sam nuevamente.

Su teléfono sonó.

Renesme observó a Jacob sacar el teléfono de su bolsillo y atender. Ella sabía que estaba preocupado, y no sólo por ella y por Seth. Su mejor amigo, Emmet, había desaparecido, y ninguno de los Cazadores Oscuros había tenido contacto con él en semanas.

Aún más preocupante era que Sam también estaba desaparecido en acción. Jacob le decía todo el tiempo que eso era una mala señal, aunque Kat les dijo que no se preocuparan por eso. Aparentemente, Sam era bastante famoso por tener épocas en que nadie podía localizarlo.

Kat les había asegurado que Artemisa jamás permitiría que nadie lastimara a Sam. Si hubiese sido herido, ya todos lo sabrían.

Renesme estaba sentada en el piso con Seth y Kat.

—Bueno, estaré condenado –dijo Jacob algunos minutos más tarde, luego de colgar el teléfono y regresar al juego.

—¿Sucedió algo? –preguntó Renesme mientras movía su pieza.

—Emmet recuperó su alma.

—No puede ser –dijo Seth impulsivamente, recostándose en el suelo ante la sorpresa—. ¿Cómo lo hizo?

El rostro de Jacob estaba inexpresivo, pero Renesme había aprendido a conocerlo lo suficientemente bien como para ver la tensión en sus rasgos. Estaba feliz por su amigo, pero también podía notar que estaba un poquito envidioso. Y no es que lo culpara por eso.

—Conoció a una artista y se enamoraron –dijo Jacob mientras volvía a sentarse detrás de ella y arreglaba su dinero para jugar—. En Mardi Gras, ella recuperó su alma y lo liberó.

Seth hizo un ruido de irritación ante el anuncio de Jacob.

—Oh, hombre, eso apesta. Ahora tendrá que unirse a Jasper en la patrulla del geriátrico.

—¡Seth! —Renesme jadeó con una carcajada inapropiada—. Es horrible que digas eso.

—Sí, pero es cierto. No puedo imaginar cambiar la inmortalidad por una mujer. No quiero ofenderlas, damas, pero hay algo que no está bien.

Jacob mantuvo su atención en el tablero de juego.

—Emmet no intercambió su inmortalidad. A diferencia de Jasper, pudo mantener la suya.

—Oh –dijo Seth—. Entonces, está bien. Bien por él. Hombre, debe ser agradable tener el pastel y comerlo, ¿eh? –El rostro de Seth se sonrojó mientras miraba a uno y a otro al darse cuenta de lo que acababa de decir—. Quiero decir que…

—Está bien, Seth –dijo Jacob caritativamente.

Pero sus ojos traicionaron el dolor que sentía.

Kat tomó su turno.

Renesme se estiró y entrecruzó sus dedos con los de Jacob.

—No sabía que los Cazadores Oscuros podían ser liberados.

—Es raro –dijo Jacob, apretando más fuerte su mano—. Al menos lo era hasta este año. Emmet y Jasper ya son dos de los que sabemos.

—Tres –agregó Kat mientras movía su pieza en el tablero.

—¿Tres? –preguntó Jacob.

Se veía aturdido.

Kat asintió.

—Tres Cazadores Oscuros han sido liberados. Escuché a las otras doncellas hablando acerca de eso anoche, cuando fui a presentarme ante Artemisa.

—Pensé que no habías tenido la posibilidad de hablar con ella –dijo Renesme, recordando lo que Kat les había dicho luego de su regreso la noche anterior.

—Oh, no lo hice. Tiene el enorme cartel de No Molestar en la puerta de su templo. Hay determinados momentos en que nadie excepto Apolo se atreve a irrumpir en sus dominios. Pero sí escuché a los demás Iconos cuchicheando sobre eso. Aparentemente, Artemisa no estaba realmente feliz con el asunto.

—Hmm… —dijo Renesme, mientras pensaba acerca de eso.

—¿Quién más fue liberado? –preguntó Jacob.

—Paul de Moesia.

La mandíbula de Jacob se aflojó a la vez que Seth miraba a Kat como si le hubiera brotado una nueva cabeza.

Seth bufó.

—Ahora sé que estás loca, Kat. Paul está marcado para morir. No hay modo.

Kat lo miró.

—Sí, bueno, él no murió, y en lugar de eso fue puesto en libertad. Artemisa ha amenazado a todos si pierde otro Cazador.

Esas palabras no eran reconfortantes para Renesme. Sólo podía imaginar lo que serían para Jacob.

—Pensé que jamás vería el día en que dejarían en libertad a Paul –dijo Jacob en voz baja—. Es tan psicópata que lo han tenido en el exilio casi el mismo tiempo que he sido un Cazador Oscuro.

Renesme respiró hondo al escucharlo. No parecía correcto que alguien como este tal Paul pudiera ser libre mientras que Jacob estaba condenado de ese modo.

—Me pregunto que hará ahora Nick para los Cazadores Oscuros ahora que Emmet está libre –dijo Seth mientras le quitaba la lata de Pringles a Kat—. No puedo imaginar que alguna vez sirva a María.

—Sin duda –dijo Jacob.

Le explicó a Renesme que María era la nieta del hombre que había arruinado a la familia de Jasper y crucificado al general Griego. Como era el antiguo Escudero de Jasper y un amigo personal, Nick jamás serviría a la mujer cuya familia le había hecho eso a Jasper.

Jacob, Kat, y Seth continuaron discutiendo sobre los Cazadores Oscuros, mientras Renesme pensaba sobre lo que se había enterado esta noche.

—¿Yo podría liberarte? –le preguntó a Jacob.

Una extraña mirada oscureció sus ojos.

—No. A diferencia de los demás Cazadores Oscuros, yo no tengo una cláusula de liberación.

—¿Por qué?

Jacob suspiró cansadamente mientras giraba la rueda para su turno.

—Fui engañado para servir a Artemisa. Todos los demás lo hicieron voluntariamente.

—¿Engañado cómo?

—¿Ese fuiste tú? —Kat interrumpió antes de que Jacob pudiese responder a su pregunta.

Renesme se volvió hacia Kat.

—¿Sabes acerca de eso?

—Bueno, sí

—¿Cómo lo hizo? –preguntó Renesme.

Kat le quitó las Pringles nuevamente a Seth antes de que pudiera despacharlas. A ese chico le encantaba comer. Aún tenían que descifrar cómo se las arreglaba para mantenerse tan delgado comiendo del modo en que comía.

Refunfuñando, se levantó y fue hacia la cocina; sin dudas, a buscar más bocados.

Kat dejó la lata junto a su pierna.

—Jane hizo un pacto con el dios nórdico Dimitri. Él usó un cardo de los Nórdicos, que se dice que permite a una persona intercambiar lugares con otra por un día.

Jacob frunció el ceño ante esas palabras.

—¿Entonces cómo lo hicieron durar?

—La sangre de Dimitri. Los dioses nórdicos tienen algunas reglas extrañas, y él quería a Jane para sí mismo, así que canjeó su alma por la tuya, para poder quedarse con ella. Artemisa no tenía ganas de ir a la guerra con él para recuperar a Jane. Se dio cuenta de que, de cualquier modo, tú serías un mejor Cazador. —Los ojos de Jacob se entrecerraron. Kat le dio una palmada compasiva en el brazo—. Si te hace sentir mejor, él aún está torturando a Jane por eso, y ella tampoco tiene una cláusula de liberación con él. Y si la tuviese, Artemisa la mataría. La única razón por la que aún no lo ha hecho es que Dimitri aún la protege.

—No me hace sentir mejor.

—No. Supuse que no lo haría.

Capítulo 19: CAPITULO 18 Capítulo 21: CAPITULO 20

 
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