EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
Visitas: 46352
Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 15: CAPITULO 14

HOLA CHICAS, QUE EMOCION, ESTA HISTORIA SE ESTA PONIENDO CADA VEZ MAS BUENA.... ESPERO QUE ESTEN SATISFECHAS CON LOS CAPIS DE HOY, COMENTEN Y VOTEN PORFIS... 

__________________________________________________________________________________

—Llévame con Renesme –le gruñó Kat a la Emily, que estaba en el auto, junto a ella. No estaba en su naturaleza permitir que otro tuviese control sobre ella y su ambiente—. Soy la única que puede protegerla.

—Sí –dijo Emily mientras ingresaba al camino de entrada de su mansión—. Hiciste un gran trabajo protegiéndola de… ¿la basura, era eso?

Kat se puso furiosa al oírla. El impulso de convertir a la Cazadora en polvo la atravesó; un derivado del desagradable carácter de su madre que ella había heredado. Afortunadamente para Emily, Kat tenía más de su padre dentro suyo, y hacía tiempo que había aprendido a respirar hondo y no ceder a sus infantiles impulsos.

No lograría nada enojándose. Tenía que encontrar a Renesme, y si utilizaba sus poderes para hacerlo, Aro también podría localizar a Ness. Ese hijo de puta había aprendido tiempo atrás cómo seguir los sutiles matices de los poderes de Kat y usarlos contra ella. Por eso es que no había peleado contra él en el bar. Le gustara o no, Aro era mucho más poderoso que ella. Principalmente porque a él no le importaba a quién lastimaba para salirse con la suya.

Lo que significaba que necesitaba a la Cazadora para que la llevara hasta Ness.

 

Se sentía tan traicionada que no podía respirar. Durante todos esos siglos, ella había servido concienzudamente a Didime y a Artemisa. Ahora cada una de ellas la estaba usando en contra de la otra, y a Kat eso no le gustaba nada.

Y las dos se preguntaban por qué su padre no quería sumarse a sus juegos de cacería. Él era mucho más sabio que Kat, ya que siempre había logrado mantenerse fuera de estas situaciones. Sólo él parecía entender a ambas diosas.

Cómo deseaba poder llamarlo. Él probablemente terminaría con esto en cuestión de segundos. Pero involucrarlo sólo empeoraría las cosas.

No, tenía que manejar esto por sí misma.

Además, ya no le importaba lo que las diosas quisieran. Se había encariñado muchísimo con Renesme estos últimos cinco años, y no quería que usasen a su amiga, y menos aún verla lastimada.

Era tiempo de que todos dejaran a Renesme en paz.

Emily se bajó del auto.

Kat la siguió dentro del garaje, luego se detuvo mientras Emily abría la puerta de su casa.

—Mira, estamos todos en el mismo equipo.

La Cazadora la miró como si estuviera loca.

—Seguro que sí, corazón. Ahora entra para que pueda vigilarte y asegurarme que no hagas algo como abandonar a Renesme ante sus enemigos otra vez.

Kat usó sus poderes lo suficiente como para mantener la puerta cerrada. Emily sacudió el picaporte y golpeó la madera con su mano.

—Sabes –le dijo Kat enojada—, si quisiera a Renesme muerta, ¿no te parece que podría haberla matado en estos cinco años? ¿Por qué esperaría hasta ahora?

Emily se apartó de la puerta.

—¿Cómo sé que hace cinco años que la conoces?

Kat rió sarcásticamente.

—Pregúntale y verás.

Emily la miró, pensativamente.

—¿Entonces por qué la dejaste desprotegida esta noche?

Kat la miró a los ojos, para que Emily pudiera ver su sinceridad.

—Te lo juro, si hubiese sabido que esos bobos homicidas iban a aparecer, no hubiera puesto un pie afuera de ese apartamento.

Aún así, la mirada de Emily seguía siendo dudosa. Por un lado, Kat admiraba lo protectora que era la mujer. Por el otro, quería estrangularla.

—No lo sé –dijo Emily lentamente—. Quizás estás siendo honesta, y quizás estás llena de mentiras.

—Bien. —Kat sacudió las manos con frustración—. ¿Quieres pruebas?

—¿Tienes alguna?

Dándose vuelta, Kat levantó el dobladillo de su remera y le mostró a Emily la piel que estaba justo sobre su cadera izquierda, donde residía su marca del doble arco y la flecha. Esa era la marca de Artemisa.

Los ojos de Emily se ensancharon.

—Sé que no eres una Cazadora Oscura. ¿Qué eres?

—Soy una de las doncellas de Artemisa, y al igual que tú, he sido encargada de proteger a Renesme. Ahora llévame con ella.

 

Jacob apenas golpeó a la puerta y luego la abrió, para encontrarse con Renesme secándose los ojos. Se quedó helado ante esa imagen.

—¿Estás llorando?

—No –dijo ella, aclarándose la garganta—. Tenía algo en el ojo.

Él sabía que estaba mintiendo, pero respetaba su fuerza. Era agradable encontrar a una mujer que no usaba las lágrimas para manipular a los hombres.

Entró a la habitación indeciso. La idea de que ella llorase hacía que le doliera el pecho. Peor aún, sentía una insensata necesidad de tomarla en sus brazos y consolarla.

No podía. Necesitaba mantener la distancia.

—Yo… eh… tomé prestado esto de Seth.

Le alcanzó el pantalón de gimnasia y la remera que tenía en la mano.

—Gracias.

Jacob no podía apartar la mirada de ella. Su extenso cabello rubio—rojizo estaba apartado de su rostro. Algo acerca de ella le recordaba a una pequeña niña asustada, y al mismo tiempo había algo decidido y duro como una roca en Renesme.

Ahuecó su fría mejilla en su mano y le levantó la cabeza para que lo mirase. En sus sueños, estaría recostándola sobre su espalda en la cama y probando sus labios.

Desabotonando su camisa…

—¿Has estado luchando así toda tu vida?

Ella asintió.

—Tanto Vampiros como Semi-vampiros cazan a mi familia. En un momento, había cientos de nosotros y ahora sólo quedo yo. Mi madre siempre me dijo que debíamos tener más hijos. Que dependía de nosotros continuar con la descendencia.

—¿Por qué no lo hiciste?

Ella aspiró por la nariz delicadamente.

—¿Por qué debería hacerlo? Si muero, entonces verán que no hay verdad en el mito que dice que nuestra muerte los liberará.

—¿Entonces jamás pensaste en convertirte en Vampiro? –Renesme se apartó de él, y Jacob vio la verdad en sus ojos—. ¿Podrías hacerlo? –le preguntó—. ¿Podrías matar a una persona inocente para vivir?

—No lo sé –respondió, alejándose de la cama para colocar el pantalón y la remera en el vestidor—. Dicen que se vuelve más sencillo luego del primero. Y una vez que tienes un alma ajena dentro tuyo, cambia todo en ti. Te conviertes en otra cosa. Algo maligno y despreocupado. Mi madre tenía un hermano que se convirtió. Yo sólo tenía seis años cuando él vino a ella e intentó convertirla en Vampiro también. Cuando ella se rehusó, intentó matarla. Al final, el guardaespaldas lo mató, mientras mis hermanas y yo estábamos escondidas en un armario. Fue terrorífico. El tío Demos siempre había sido tan bueno con nosotras.

La tristeza de sus ojos mientras hablaba se envolvió alrededor del corazón de Jacob y lo estrujó fuertemente. No podía imaginar cuánto horror había visto ella en su joven vida.

Pero, por otro lado, su propia infancia tampoco había sido más fácil. La vergüenza, la humillación. Incluso luego de todos esos siglos, aún podía sentir las heridas.

Algunos dolores jamás mitigaban.

—¿Y tú? – Le preguntó ella, mirándolo sobre el hombro, ya que él no se reflejaba en el espejo—. ¿Te resultó más sencillo matar a un hombre luego de que tomaste la primera vida?

Su pregunta lo enfureció.

—Jamás asesiné a nadie. Sólo estaba protegiendo a mi hermano y a mí mismo.

—Ah, ya veo –dijo con calma—. ¿Entonces no crees que sea asesinato cuando irrumpes en el hogar de alguien para robarle y ellos luchan, antes de someterse a tu brutalidad?

La vergüenza lo inundó mientras recordaba algunas de sus primeras incursiones. En aquel entonces, su gente había viajado a lo largo y a lo ancho, atacando aldeas en medio de la noche para incursionar en otra gente, otras tierras. No buscaban la matanza, sino que preferían dejar vivos a tantos como pudieran. Especialmente cuando eran esclavos que podían vender luego en mercados extranjeros.

Su madre se había horrorizado cuando se enteró de que él y Seth habían comenzado a hacer redadas con los otros hijos de sus vecinos.

—Mis hijos están muertos para mí —había gruñido antes de echarlos de su asquerosa casa—. No quiero volver a ver a ninguno de los dos jamás.

Y no los había visto. Había muerto la primavera siguiente por una fiebre. Su hermana le había pagado a uno de los jóvenes de la aldea para que los encontrara y les diera la noticia.

Tres años pasaron antes de que pudiesen regresar a casa para presentar sus respetos. Para entonces su padre había sido asesinado y su hermana tomada por los invasores. Jacob se había ido a Inglaterra para liberarla, y fue ahí que Seth había muerto luego de abandonar la aldea.

Su hermana se había rehusado a ir con ellos.

“Cosecho lo que tú y Seth han sembrado. Es la voluntad de dios que yo sea esclava para servir, al igual que aquellos que tú y Seth han vendido se ven forzados a hacerlo. ¿Y para qué, Jacob? ¿Para conseguir beneficios y gloria? Déjame, hermano. No quiero más de tus modales de guerra.”

Como un tonto, la había dejado, y ella también había sido asesinada un año más tarde, cuando los anglosajones invadieron su pequeña aldea. La vida era muerte. Era lo único que era inevitable.

Como humano, se había acostumbrado bien a eso. Como Cazador Oscuro era un experto.

Se apartó de Renesme.

—Los tiempos eran diferentes entonces.

—¿En serio? –le preguntó—. Jamás antes había escuchado que en la Edad Oscura se suponía que la gente fuese como ovejas para ser matados.

Renesme se acobardó cuando Jacob giró hacia ella con un feroz gruñido.

—Si estás buscando que me disculpe por lo que hice, no lo haré. Nací en una raza que no respetaba nada excepto la fuerza del brazo con que uno usaba la espada. Crecí siendo burlado y ridiculizado porque mi padre no luchaba. Entonces cuando fui lo suficientemente grande como para probarles que no era como él, que podía estar junto a ellos en la batalla, y que lo haría, lo hice. Sí, hice cosas de las que me arrepiento. ¿Qué persona no lo ha hecho? Pero ni una sola vez maté o violé a una mujer. Jamás lastimé a un niño, ni a un hombre que no pudiera defenderse. Tu gente valora la muerte de un niño o de una mujer embarazada sobre todas las cosas. Los acosan sin ningún propósito más que alargar sus pútridas vidas. Así que no te atrevas a sermonearme.

Ella tragó con fuerza, pero se mantuvo admirablemente firme.

—Algunos lo hacen. Así como algunas de tus personas vivían para violar y saquear. ¿No me dijiste que tu propia madre era una esclava que había sido capturada por tu padre? Puede sorprenderte, Jacob Wolf Black, pero algunas de mis personas sólo cazan a gente como la tuya. Asesinos. Violadores. Hay una rama entera de Vampiros llamados los Akelos que han jurado asesinar sólo a los humanos que lo merecen.

—Mientes.

—No –dijo ella, su tono sincero—, no miento. Es gracioso, cuando apenas te conocí pensé que podrías saber más sobre nuestra gente de lo que yo sé, ya que nos cazas. Pero no es así, ¿cierto? Para todos ustedes sólo somos animales. Ni siquiera vale la pena hablar con uno de nosotros para descubrir la verdad.

Era cierto. Jamás había pensado en los Vampiros más allá del hecho de que eran asesinos que tenían que morir.

Y en cuanto a los Semi-vampiros…

Nunca había pensado en ellos.

Ahora tenía un rostro “humano” que acompañaba al término “Semi-vampiro.”

No sólo un rostro… tenía un tacto.

El gentil susurro de una amante.

¿Pero qué cambiaba eso?

Nada. Al final del día, él aún era un Cazador Oscuro, y seguiría persiguiendo a los Vampiros y mataría a cualquiera de ellos que encontrara.

No había nada más que decir entre ellos. Este era un obstáculo que ninguno de ellos podría superar jamás.

Por lo tanto, se retiró del conflicto.

—Tienes toda la casa a tu disposición por la noche, y del terreno durante el día.

—¿Y si quiero irme?

Él se burló.

—Pregúntale a Seth lo fácil que es.

Esa familiar luz apareció en sus ojos de esmeralda. La que lo desafiaba y le decía que no tenía ningún poder verdadero sobre ella. Era una de las cosas que más admiraba en ella; ese fuego y esa fuerte voluntad.

—Sabes, estoy acostumbrada a escapar de situaciones imposibles.

—Y yo estoy acostumbrado a rastrear y encontrar a Semi-vampiros y Vampiros.

Ella arqueó una ceja.

—¿Me estás desafiando?

Él negó con la cabeza.

—Sólo estoy declarando un hecho. Te vas y te traigo de regreso. Encadenada si es necesario.

De pronto ella lo miró de un modo gracioso, que le recordó a Seth.

—¿También vas a castigarme?

—Creo que estás un poquito grande para eso. También pienso que eres lo suficientemente inteligente como para saber lo estúpido que sería irte de aquí mientras Aro y sus hombres están salivando para encontrarte nuevamente.

Renesme odiaba el hecho de que tuviese razón.

—¿Puedo al menos llamar a mi padre y decirle dónde estoy para que no se preocupe?

Él sacó su teléfono celular del cinto y se lo alcanzó.

—Puedes dejarlo en el living cuando termines.

Se dio vuelta y abrió la puerta.

—Jacob –dijo ella antes de que pudiera irse. Él giró para mirarla—. Gracias por salvarme nuevamente cuando sé que debe quemarte por dentro haberlo hecho.

La mirada de él se suavizó.

—Eso no me quema por dentro, Renesme. Sólo tú lo haces.

La mandíbula de Renesme quedó floja mientras él salía de la habitación y cerraba la puerta.

______________________________________

COMO VEN??? EL SUBCONCIENTE DE NUESTRO ARDIENTE JACOB LO HA TRAICIONADO... QUE SEGUIRA ENTRE ELLOS???

Capítulo 14: CAPITULO 13 Capítulo 16: CAPITULO 15

 
14443692 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios