EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
Visitas: 46387
Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

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Capítulo 26: CAPITULO 24

Kat la miró fijamente, indignada.

—Creo que la respuesta a esa pregunta es bastante obvia. Estoy aquí, ¿o no?

—¿Lo estás? –preguntó Renesme, con su furia entrando en erupción—. Cada vez que me doy vuelta parece que hay un Vampiro siguiéndome el rastro. Todos los días estoy enterándome de otro dato vital acerca de ti, que habías olvidado convenientemente de contarme en los últimos… oh… cinco años. ¿Cómo puedo saber que puedo confiar en alguien a esta altura?

Kat parecía herida mientras se apartaba de Renesme.

—No puedo creer que dudarías de mí.

—Nessie…

—No me digas “Nessie,” Elizabeth –le dijo, hablándole con brusquedad a su hermana—. ¿Por qué ni siquiera te molestaste en decirme que estabas viva? Sabes que una postal no te habría costado nada. Y no estoy intentando ser graciosa.

Elizabeth le dirigió una mirada enojada.

—¡No te atrevas a usar ese tono conmigo! No después de que Alec y yo hemos arriesgado todo por ti. Por lo que sé, ahora mismo pueden estar matándolo.

El temblor en la voz de su hermana la hizo recobrar el juicio, y se calmó.

—Lo siento, Elizabeth. Kat. Es sólo que estoy asustada.

Kat la ayudó a ponerse de pie, pero en lugar de regresar a su asiento, Renesme se encaminó hacia el asiento de Jacob. Él frenó el barco lo suficiente como para que ella pudiera sentarse con cuidado en sus piernas.

Al menos allí se sentía protegida. Segura. Confiaba absolutamente en él.

—Vas a estar bien, Renesme –dijo Jacob contra su cabello, sobre el rugido del bote.

Se acurrucó más contra él e inhaló su aroma cálido y masculino. Renesme se aferró con fuerza mientras él los conducía a un futuro que la aterrorizaba.

El amanecer se estaba acercando. Renesme podía sentirlo mientras viajaba silenciosamente en el Land Rover excesivamente modificado y hecho a pedido, junto a Jacob. Ella era inmune a los rayos de sol, pero sabía que Jacob y su hermana no lo eran. Seth estaba dormido en el asiento trasero, sentado entre Kat y Elizabeth con la cabeza sobre el hombro de Kat, mientras ella miraba nerviosamente por la ventanilla.

Habían dejado el barco atrás hacía una hora, y ahora estaban en un Land Rover todo—terreno, conduciendo hacia un destino que Elizabeth no quería mencionar. Sólo les daba indicaciones.

—¿Cuánto falta? –preguntó Renesme.

—No mucho más.

El incierto temor en la voz de Elizabeth contradecía sus palabras.

Renesme tomó la mano de Jacob en las suyas. Él apretó sus dedos para tranquilizarla, pero no habló.

—¿Llegaremos antes del amanecer? –le preguntó a su hermana.

—Va a ser cerca. –Entonces, en voz baja, Elizabeth murmuró las palabras—: Realmente cerca.

Renesme miró a Jacob mientras conducía. Tenía puestos sus anteojos de sol, que lo ayudaban con el resplandor de la nieve, pero la noche era tan oscura que Renesme no estaba segura de cómo podía ver algo. Su mandíbula barbuda estaba firme y rígida. Aunque no decía nada, ella notaba el modo en que miraba una y otra vez el reloj del tablero.

Renesme elevó una plegaria para que llegasen a destino antes de que el sol lo matara.

Obligando a su miedo a partir antes de que la abrumara, miró hacia sus manos unidas. Su mano estaba cubierta por unos guantes negros de lana. Los dedos desnudos de Jacob eran largos y masculinos. Las manos de un guerrero protector.

¿Quién hubiese imaginado que ella encontraría un amigo y amante nacido de una raza que era enemiga jurada de la suya?

Y aún así, allí estaba sentada, sabiendo que él era el único que podía salvar y proteger a su bebé. Sabiendo que él moriría voluntariamente por cuidar a su hijo. Su corazón dolió ante ese conocimiento, y ante el nerviosismo que sentía mientras el cielo se aclaraba.

Él no podía morir. Seguramente los Destinos no serían tan crueles.

Renesme soltó la mano de Jacob lo suficiente para quitarse el guante, luego volvió a tomarla. Necesitaba esa conexión física con él.

Él la miró y le regaló una sonrisa alentadora.

—Dobla justo aquí –dijo Elizabeth, inclinándose entre ellos para señalar un pequeño sendero donde no había ruta.

Jacob no lo cuestionó. No había tiempo. En lugar de eso, giró como ella le indicaba.

Era un idiota por confiar en ella, lo sabía. Pero no había otra elección. Además, Elizabeth aún no los había traicionado.

Y si lo hiciera, él se aseguraría que lo pagara. Junto con cualquier otro que se atreviera a venir en busca de Renesme.

Pasaron violentamente a través de los árboles, con el blindaje del SUV que hacía relativamente más sencillo abrirse paso a través de los árboles más pequeños y viajar sobre nieve, hielo y escombros. Jacob apagó las luces para poder ver mejor mientras el Land Rover rebotaba sobre el terreno accidentado.

Seth se despertó maldiciendo.

—¿Regresó Aro?

—No –le dijo Kat—. Tuvimos que abandonar la ruta.

Jacob desaceleró un poquito para no arruinar una de las ruedas de tanque que habían reemplazado a las cubiertas del SUV. Eran mucho más firmes en este clima, pero aún así estaban muy lejos de ser infalibles, y lo último que necesitaba era quedarse varado al aire libre con la luz del sol tan próxima.

Justo cuando el sol estaba apareciendo sobre la montaña, salió a través de los árboles y llegó a una cueva.

Había tres Semi-vampiros parados fuera de ella. Esperando.

Renesme siseó y soltó su mano.

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CHICAS UNA DISCULPA POR NO PUBLICAR AYER, PERO AQUI ESTAN SUS CAPIS Y DE EXTRA LES DEJARE UN INTRIGOSO ADELANTO

 

Capítulo 25: ATENCION CHICAS Capítulo 27: CAPITULO 25

 
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