EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
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Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

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Capítulo 27: CAPITULO 25

—Está bien –dijo Elizabeth mientras abría su puerta y bajaba de un salto de la camioneta.

Jacob dudó mientras miraba a Elizabeth correr hacia los hombres y señalarlos.

—Bueno –susurró, viendo que el sol comenzaba a deslizarse por encima de los picos—. Es el momento de la verdad. Ahora no podemos escapar corriendo de ellos.

—Estoy contigo hasta el final –susurró Kat desde el asiento trasero.

Seth asintió.

—Yo también.

—Quédense aquí –le dijo Jacob a Renesme y a Seth antes de bajarse, con la mano sobre el puño de su espada.

Kat salió junto con él.

Seth se inclinó hacia adelante para que su cabeza estuviera casi al lado de la de Renesme.

—¿Esos son lo que creo que son?

—Sí –dijo Renesme, aguantando la respiración—. Son Semi-vampiros, y no parecen felices de vernos.

Los Semi-vampiros observaron a Kat y a Jacob sospechosamente. El odio entre ellos era aún más violento que cuando Alec se había enfrentado a Jacob en el cobertizo.

Hizo que la sangre de Renesme se helara.

Elizabeth señaló el sol que salía y le dijo algo a los hombres. Aún así no se movieron.

Hasta que Jacob miró a Renesme sobre su hombro. Sus miradas se encontraron y él asintió sutilmente.

Con el rostro ilegible, entregó todas sus armas.

El corazón de Renesme latió violentamente. ¿Lo matarían?

Ella sabía que él jamás hubiese entregado sus armas a sus enemigos. Hubiese luchado hasta el final. Pero, por ella, él se había entregado.

Los Semi-vampiros lo llevaron hacia el interior con Elizabeth mientras Kat regresaba a buscarlos.

—¿Qué está sucediendo? –preguntó Renesme.

Kat respiró cansadamente.

—Están llevando a Jacob en custodia para asegurarse de que no lastime a ninguno de ellos. Vamos, tienen a un doctor dentro esperando por ti.

Renesme vaciló mientras miraba en la dirección en la que habían desaparecido.

—¿Realmente confías en ellos?

—No lo sé. ¿Y tú?

Ella pensó en eso, y no estuvo totalmente segura de la respuesta.

—Confío en Elizabeth. Eso creo.

Kat se rió.

Renesme salió rápidamente de la camioneta, y permitió que Kat los condujera a ella y a Seth dentro de la cueva donde había sido llevado Jacob.

Elizabeth se unió a ellos adentro.

—No tengas miedo, Nessie. Todos nosotros sabemos lo importantes que son tú y tu bebé. Nadie aquí los lastimará. Lo juro.

Renesme sólo podía rogar que su hermana hablara en serio.

—¿Quiénes son nosotros?

—Esta es una comunidad Semi-vampiro –dijo Elizabeth mientras los conducía más adentro de la caverna—. Una de las más antiguas de Norteamérica.

—¿Pero por qué están ayudándome ahora? –Preguntó Renesme—. No es que no hayan sabido que he sido perseguida todos estos años.

Elizabeth pareció apenada por la pregunta.

—Sabía que estabas viva y estaba esperando que continuaras con nuestra ascendencia. Temía decirte que yo aún existía por miedo a cómo lo tomarías. Pensé que sería más fácil de este modo.

—¿Entonces por qué cambiaste ahora?

—Porque un Semi-vampiro llamado Spawn llamó unos días atrás y explicó lo que estaba sucediendo. Una vez que hablé con Alec y supe lo que su padre había planeado, me di cuenta de que ya no podía dejarte sola. Somos hermanas, Renesme, y tu bebé tiene que vivir.

Al fondo de la cueva, Elizabeth colocó su mano sobre una de las piedras, donde un resorte salió y abrió la puerta de un ascensor.

Seth jadeó exageradamente.

—Santas Granadas, Batman, es una baticueva. —Renesme lo miró extrañamente—. Oh, vamos –dijo Seth—, ¿nadie más que yo ve el humor de esto? –Observó los tres rostros nada divertidos—. Supongo que no.

Renesme entró primera al ascensor.

—¿Y los hombres que vi afuera? ¿Quiénes son ellos?

Elizabeth fue la siguiente en entrar.

—Son nuestro consejo gobernante. Nada puede hacerse aquí sin su aprobación directa.

Kat y Seth se les unieron. La puerta del elevador se cerró.

—¿Hay Vampiros aquí? –le preguntó Seth a Elizabeth mientras ella presionaba un botón que puso al elevador en movimiento, hacia abajo.

—El único Vampiro en esta comunidad soy yo –dijo Elizabeth avergonzadamente—. Me permiten vivir aquí porque están en deuda con Alec por su ayuda. Mientras yo no atraiga la atención sobre mí o sobre su existencia, tengo permitido quedarme.

Mientras el elevador continuaba su camino hacia abajo, Renesme no sabía qué esperar de la colonia Semi-vampiro. O de su hermana. Mucho tiempo atrás, hubiese confiado en Elizabeth sin dudarlo, pero aquella era una Elizabeth que no hubiese sido capaz de tomar la vida de otra persona para mantener la propia.

Esta nueva Elizabeth la asustaba.

Los oídos de Renesme se taparon, permitiéndole saber que estaba viajando mucho más abajo de la montaña.

Cuando las puertas se abrieron, sintió como si acabara de entrar a una película de ciencia-ficción.

Todo estaba adaptado como una ciudad futurista. Hecha de acero y hormigón, las paredes estaban pintadas con brillantes murales que representaban el sol y la belleza.

Su grupo salió a un área central que era probablemente del tamaño de un campo de fútbol americano. Había aberturas alrededor que mostraban más corredores que llevaban hacia otras áreas.

Había todo tipo de tiendas en esta área principal. Excepto vendedores de comida; un servicio que los Semi-vampiros no necesitaban, ya que vivían de la sangre de los demás.

—La ciudad se llama Elysia –explicó Elizabeth mientras los conducía a través de varios Semi-vampiros que se habían detenido para observarlos—. La mayoría de los Semi-vampiros aquí vive toda su vida bajo tierra. No tienen ningún deseo de subir y ver a los humanos y su violencia. Ni tampoco desean ver a su familia cazada y asesinada.

—Me opongo a eso –dijo Seth—. Yo no soy violento. Al menos no absorbo a otras personas.

—Mantén baja la voz –le advirtió Elizabeth—. Los humanos nunca han sido bondadosos con mi gente. Nos han cazado y perseguido aún más que los Cazadores Oscuros. Aquí eres minoría, y si amenazas a mi gente, podrían matarte sin siquiera molestarse en averiguar si eres o no violento.

Seth cerró firmemente la boca.

Renesme vio los gestos de desprecio y las miradas furiosas que recibían mientras Elizabeth los llevaba hacia un vestíbulo a la izquierda.

—¿Qué hacen con los Semi-vampiros que se convierten en Vampiro? –preguntó Seth en cuanto estuvieron lejos de los otros Semi-vampiros.

—No se tolera a ningún Vampiros aquí, ya que ellos requieren una dieta constante de almas humanas. Si un Semi-vampiros decide convertirse en Vampiro, tiene permitido partir, pero jamás pueden regresar aquí. Nunca.

—Aún así, tú vives aquí –dijo Kat—. ¿Por qué?

—Te lo dije, Alec los protege. Él fue quien les enseñó cómo construir este lugar.

—¿Por qué? –insistió Kat.

Elizabeth se detuvo y midió a Kat con la mirada.

—A pesar de lo que piensas de él, Katra, mi esposo es un buen hombre. Sólo quiere lo mejor para su gente. –La mirada de Elizabeth se volvió hacia Renesme—. Alec fue el primer hijo en nacer como un Semi-vampiro maldito.

Renesme se quedó boquiabierta ante la noticia.

—Entonces él tiene…

—Más de once mil años –dijo Elizabeth, terminando la oración por ella—. Sí. La mayor parte de los guerreros que viajan con él tienen esa edad. Ellos vienen del comienzo de nuestra historia.

Seth silbó bajo.

—¿Cómo es posible?

—La Destructora los protege –respondió Kat—. Así como los Cazadores Oscuros sirven a Artemisa, los verdaderos Spathis la sirven a ella. —Kat suspiró, como si el conflicto la apenara—. Artemisa y Didime han estado en guerra desde el primer día. La Destructora está en cautiverio porque Artemisa la obligó con un engaño, y ella pasa todo su tiempo tramando la muerte y tortura de Artemisa. Si alguna vez logra salir, Didime la destruirá.

Renesme frunció el ceño.

—¿Por qué la Destructora odia a Artemisa?

—Amor. ¿Qué más? –dijo Kat sencillamente—. El amor, el odio y la venganza son las emociones más poderosas de la tierra. Didime quiere venganza porque Artemisa mató a lo que ella más amaba en el universo.

—¿Y eso es?

—Jamás traicionaría a alguna de ellas diciéndolo.

—¿Y no podrías escribirlo? –preguntó Seth. Kat puso los ojos en blanco. Renesme y Elizabeth sacudieron la cabeza—. Oh, sí, como si ustedes dos no estuviesen pensando lo mismo –dijo Seth.

Elizabeth hizo señas para que la siguieran nuevamente. Los condujo por un corredor que estaba alineado por puertas.

—Estos son apartamentos. A ustedes les darán una gran unidad con cuatro dormitorios. La mía está en un vestíbulo separado. Me hubiese gustado tenerlos más cerca, pero esta era la única disponible, lo suficientemente grande como para todos ustedes, y no me pareció que fuera inteligente separarlos.

Renesme también deseaba estar más cerca de Elizabeth. Tenía mucho de lo que ponerse al día con su hermana.

—¿Jacob ya está allí?

—No –dijo Elizabeth, evitando su mirada—. Fue llevado a una celda de detención.

Renesme estaba horrorizada, y luego furiosa. 

Capítulo 26: CAPITULO 24 Capítulo 28: CAPITULO 26

 
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