EL BESO DE LA NOCHE

Autor: andrea_Black
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2012
Fecha Actualización: 26/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 23
Comentarios: 64
Visitas: 46374
Capítulos: 45

**********FIC FINALIZADO!!!! ANIMENSE A ENTRAR**********

¿Cómo enamorar a alguien que no es capaz de recordarte? ...¿Como enamorarte de aquel enemigo al que estás destinado a matar?...¿Como poner todas tus últimas esperanzas de sobrevivir en aquel ser que ha matado a tantos de tu especie?

Jamás recordaría su tacto. Su beso. Su nombre… Su cuerpo sólo calmaría al de él por unos pocos minutos. No haría nada por aliviar la soledad de su corazón, que anhelaba que alguien lo recordara.

 Jacob Wolf Black es un cazafor oscuro, cuyo don es la amnesia para todo ser que lo haya visto. Después de 5 minutos nadie lo podrá recordar.

 Renesmee Cullen es una semi-vampiro con los dias contados, con una muerte lenta y dolorosa que la espera al cumplir 27 años.

...Esta es una historia basada en la saga Dark Hunter de la escritora Sherrilyn Kenyon...

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Capítulo 23: CAPITULO 22

Alec ya había encontrado varias salidas.

Su hijo sólo tenía que asegurarse de haberlas encontrado todas antes de que su presa abandonara el edificio.

—¿Alec? –le preguntó a su hijo telepáticamente—. ¿Estás en posición?

—Sí. Tenemos todas las salidas cubiertas.

—¿Dónde estás?

—En el patio trasero. ¿Por qué? ¿Algo anda mal?

—No, sólo quería asegurarme que podemos llegar a ellos.

—Son nuestros, padre. Relájate.

—Lo haré luego de que ella esté muerta.

Jacob inspeccionó por última vez sus cargas. Estaban abrigadas y listas. Él, por otro lado, estaba escasamente vestido. Necesitaba ser capaz de moverse libremente en caso de tener que luchar más.

—Bueno, niños –dijo, en advertencia—. Recuerden, tenemos que movernos silenciosamente. Ellos pueden ver mejor en la noche que… —se detuvo al darse cuenta de con quiénes estaba hablando—. Bueno, mejor que Seth. Yo abriré el camino. Kat, quédate atrás y, si algo sucede, grita y no te esfumes.

—Claro.

Jacob le ofreció a Renesme una sonrisa de aliento. Tomó la mano de ella entre las suyas y besó su guante, deseando poder sentir la piel que había debajo.

Ella le devolvió la sonrisa, luego se cubrió el rostro con su bufanda.

Soltando su mano renuentemente, él los condujo a su habitación. Había más explosiones arriba.

Jacob gruñó ante el sonido de las cosas rompiéndose.

—Juro que voy a tomar todo esto de la piel de Aro.

—Yo sólo quiero saber dónde están los policías –dijo Renesme—. Seguramente alguien ha escuchado todo eso.

—No lo sé –agregó Seth—. Estamos bastante lejos. Probablemente nadie sabe.

Otra explosión sacudió la casa.

—Alguien tiene que escuchar eso –dijo Renesme—. Lo han convertido en una zona de guerra.

—Bueno, esperemos que los policías no vengan –agregó Kat detrás de ella.

Renesme la miró sobre el hombro.

—¿Por qué?

—Porque si lo hacen, lo único que serán es otro bocado nocturno para los Vampiros.

Renesme frunció los labios ante esa idea.

—¡Oh, dios, Kat, eso es horrible!

—Pero todo real –dijo Jacob mientras los conducía más allá de su cama, dentro de su placard, que era del tamaño de las habitaciones de la mayoría de la gente—. A pesar de lo que piensas, Renesme, los Vampiros no son más que animales rabiosos que necesiten una muerte piadosa.

Ella se puso rígida pero, por una vez, no discutió con él.

Renesme levantó una ceja al mirar su guardarropa, mientras atravesaban el placard. Todo, desde lo que colgaba hasta cada par de zapatos, carecía de color. Parecía un gran agujero negro.

—Te gusta el negro, ¿verdad?

Una esquina de su boca se elevó.

—Sirve a su propósito. Es difícil verse intimidante en colores pastel.

Ella rió y comenzó a hacer un comentario sobre que se veía mejor desnudo, pero se contuvo. No era que Seth y Kat no supieran que eran amantes, pero aún no le parecía correcto decir eso en voz alta frente a ellos.

Jacob presionó una serie de códigos en un tablero y abrió una puerta secreta en el fondo, que llevaba a sus propias catacumbas privadas que había construido bajo la casa y el sótano en caso de emergencia.

Aunque para ser sincero, cuando había hecho construir esto, los Vampiros bombardeando su casa no eran una de las cosas que habían pasado por su mente.

Había estado pensando algo más como un incendio durante el día, o quizás una invasión hogareña de terroristas más normales, sin colmillos.

¿Quién podía imaginarlo?

Siguiendo la verdadera moda medieval, el corredor era largo y angosto, para evitar que más de una persona lo atravesara a la vez, y haciendo que fuera sencillo bloquearlo si alguien los estuviese persiguiendo.

A veces daba resultado ser paranoico.

Jacob tomó una linterna y los guió en fila.

Caminaron varios minutos antes de llegar a un punto con cinco caminos diferentes.

—Wow –dijo Seth mientras echaba una ojeada alrededor de Renesme y Jacob—. ¿Adónde lleva todo esto?

Jacob indicó el que estaba lejos a la derecha con la luz.

—Ese va al garaje, el siguiente va hacia el campo justo detrás de la puerta del sur, el del medio es un refugio para bombardeos que queda mucho más bajo tierra. El próximo lleva a la calle de afuera de la puerta principal, y este –indicó el que estaba a su izquierda—, conduce al cobertizo de botes.

—Hombre, desearía haber sabido esto cuando era pequeño; podría haberme divertido muchísimo aquí abajo.

—Sí, y podrías haberte lastimado o perdido y nadie lo sabría.

Seth lo abucheó.

Ignorándolo, Jacob los condujo por el largo y sinuoso túnel que corría por toda la extensión de su propiedad. El cobertizo de botes salía hacia un costado para que, la gente que no supiera, creyese que no era parte de sus propiedades.

Eso, junto con el diseño del cobertizo, había sido intencional.

Con más de 152.500 m2, el cobertizo parecía un hogar desde el agua, con el primer nivel albergando su colección de barcos. El segundo piso tenía cuatro habitaciones, una cocina, living, comedor y una sala de juegos. Durante estos años, había servido como casa de invitados para Sam cada vez que venía a la ciudad.

Jacob sólo esperaba que Aro no fuese lo suficientemente brillante como para darse cuenta de que tenía una ruta de escape tan lejos de su propiedad.

Al final del túnel había una escalera de acero que llevaba a un escotillón que se abría hacia la parte trasera del cobertizo, dentro de un armario de almacenamiento.

Jacob fue primero, preparado para cualquier cosa. La traba en esta puerta era manual, en caso de incendio. Jacob hizo girar la combinación, luego esperó que el disparador sonara.

Lentamente, abrió la puerta, esperando lo peor.

No había movimientos en la habitación ni fuera de ella. Ningún sonido de que alguien o algo estuvieran caminando alrededor. Escuchó durante varios minutos, pero todo lo que podía oír era el crujido del hielo y los bramidos del viento.

Todo parecía bien…

Elevándose a través del escotillón, se estiró para ayudar a Renesme a subir. Vagabundeó a poca distancia por el armario mientras Seth, y luego Kat, trepaban.

—Está bien –les susurró Jacob—. Hasta ahora se ve bien. Quiero que tú –le dijo a Renesme—, y Seth se queden atrás. Si algo sucede, ustedes dos regresan a los túneles y presionan el botón rojo para trabar la puerta detrás suyo.

—¿Y qué pasa con Kat y contigo? –preguntó Renesme.

—Nos ocuparemos de nosotros mismos. Tú y Seth son quienes importan. —Los ojos de Renesme le decían que no estaba de acuerdo con él—. Tomará un par de minutos descender el airboat de su arnés hasta el hielo –le explicó—. Esperemos que los Vampiros no lo escuchen.

Renesme asintió y lo besó suavemente.

—Ten cuidado.

Jacob la abrazó gentilmente, luego abrió la puerta. Dio un paso afuera, y entonces dudó cuando su pie chocó contra algo grande y sólido en el piso.

No, esperen.

Era ropa abandonada. Algo que le recordaba a restos de Vampiro.

Jacob extrajo su espada retráctil de la bota al mismo tiempo que una ligera sombra se movía hacia él. Se preparó para atacar.

—Está bien –susurró una voz femenina—. Soy una amiga.

Jacob estaba lejos de aplacarse.

Escuchó que Renesme jadeaba alarmada. Mirando hacia ella, vio que dudaba en la puerta, como si no estuviera segura de qué hacer.

—¿Elizabeth? –susurró—. ¿Realmente eres tú?

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CHICAS QUIEN CREEN QUE SEA ELIZABETH??? PORUQE LA ALARMA DE RENESMEE AL RECONOCERLA??? COMENTEN PORFA Y VOTEN VOTEN 

Capítulo 22: CAPITULO 21 Capítulo 24: CAPITULO 23

 
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