Jacob respiró larga y cansadamente mientras entraba al living, donde Seth estaba repantigado en el sofá. Justo lo que necesitaba esta noche, otra persona más que no podía hacer lo que le habían dicho.

Demonios, ¿ninguno de ellos tenía una pizca de sentido común?

—Creo haberte dicho que empacaras.

—Empaca, cepíllate los dientes, acuéstate con alguien. Lo único que haces es decirme qué debo hacer. —Seth cambió los canales de la TV—. Si miraras a mis pies, verías que he empacado y que simplemente estoy esperando la próxima orden, muchas gracias.

Jacob miró hacia abajo, y se encontró con una mochila negra frente al sofá.

—¿Eso es todo lo que vas a llevarte?

—Sí. No necesito mucho, y cualquier otra cosa que necesite estoy seguro de que puedo comprarlo, ya que el Consejo sabe que soy el encantado que tiene que ser consentido por temor a que el gran y malo Escandinavo se comporte como Vikingo con sus cabezas.

Jacob le tiró uno de los almohadones del sofá. Suavemente.

Seth tiró la almohada detrás de su espalda y no le respondió mientras continuaba pasando los canales.

Jacob se sentó en el otro sillón, pero sus pensamientos continuaban regresando a la mujer que había dejado en el ala de invitados. Estaba muy confundido en lo que a ella respectaba, y la confusión no era algo con lo que tuviera mucha experiencia. Siempre había sido un hombre básico. Si tenía un problema, lo eliminaba.

No podía eliminar a Renesme por sí mismo. Bueno, en teoría podía, pero eso estaría mal. Lo más cerca que podría estar de eso sería tirarla por la puerta y dejar que se valiera por sí misma, o pasársela a Emily.

Pero Sam lo había encargado de su protección, y él no creía en evadir sus obligaciones. Si Sam quería que la cuidara, debía haber una razón para eso.

—Entonces, ¿cuánto sabe Renesme sobre nosotros? –preguntó Seth.

—Aparentemente todo. Como dijo, es Semi-vampiro.

—Mitad.

—Mitad, entera, ¿cuál es la diferencia?

Seth se encogió de hombros.

—La diferencia es que realmente me agrada. No es despreciable, como la mayoría de las demás perras ricas de la universidad.

—No seas tan irrespetuoso, Seth.

Seth puso los ojos en blanco.

—Lo siento, olvidé cuánto odias esa palabra.

Jacob apoyó la cabeza contra su mano mientras miraba TV. Renesme era diferente. Lo hacía sentir humano de nuevo. Lo hacía recordar lo que era ser normal. Sentirse bienvenido.

Esas eran cosas que no había sentido en un largo tiempo.

—Por dios. Ustedes dos parecen la Aldea del Sofá Maldito.

Jacob echó la cabeza atrás para ver a Renesme parada en la entrada. Sacudiendo la cabeza, se acercó y le entregó el teléfono.

Seth rió y bajó el volumen.

—Sabes, me sorprende verte aquí en mi casa.

—Créeme, me sorprende estar aquí en tu casa.

Seth ignoró su comentario.

—Sin mencionar lo extraño que es que recuerdes a Jacob cuando regresas a la habitación. Sigo sintiendo la intensa necesidad de presentarlos.

El teléfono de Jacob comenzó a sonar con “Iron-man” de Black Sabbath. Lo tomó y lo abrió con un movimiento. Renesme fue a sentarse cerca de Seth mientras Jacob atendía.

—¿Qué está haciendo ella aquí?

Renesme frunció el ceño ante la brusca pregunta de Jacob.

—Llaman de seguridad –le dijo Seth.

—¿Cómo lo sabes?

—La canción. Jacob piensa que es gracioso que suene “Iron-man” para mis escoltas. Viven en la casa de seguridad que está más allá en la hacienda, no muy lejos de la entrada. Alguien debe haber pasado por el camino de entrada y tocado el timbre para ingresar.

Y ella pensaba que su padre era paranoico con la seguridad.

—¿Qué es este lugar, Fort Knox?

—No –dijo Seth seriamente—. En realidad podrías salir o entrar a Knox. El único modo de salir de aquí es con al menos dos guardias siguiéndote todo el tiempo.

—Suena como si hubieses intentado saltar el muro.

—Más veces de las que puedes contar.

Ella rió mientras recordaba lo que Jacob le había dicho en el dormitorio.

—Jacob dijo que era inútil.

—Lo es. Créeme, si hubiese un modo de salir, ya lo hubiera encontrado y usado.

Jacob colgó y se puso de pie.

—¿Es para mí? –preguntó Seth.

—No, es Emily.

—¿Ella es quien está con Kat? –le preguntó Renesme a Jacob.

Él asintió mientras iba hacia la puerta delantera.

Renesme lo siguió a tiempo de ver un elegante Lotus Esprit rojo estacionando frente a la casa. La puerta del acompañante se abrió para mostrarle a Kat, quien salió del auto y corrió hacia la casa.

—Hey, niña, ¿estás bien?

Renesme sonrió.

—No estoy segura.

—¿Por qué está ella aquí? –le preguntó Jacob a Emily, mientras la Cazadora Oscura se acercaba.

La Cazadora metió las manos en los bolsillos mientras se aproximaba a él.

—También está al servicio de Artemisa. Su trabajo es proteger a Renesme, y pensé que sería inteligente permitir que te ayude.

Jacob miró sospechosamente a Kat.

—No necesito ayuda.

Kat se erizó.

—Relájate, Sr. Macho, no voy a arruinarte el espectáculo. Pero me necesitas. Resulta que conozco a Aro personalmente. Soy la única oportunidad que tienes de desviarlo.

Jacob no estaba seguro de creer en sus palabras.

—En el club dijiste que no lo conocías.

—No quería descubrir mi identidad, pero eso fue antes de que ustedes nos separaran y yo tuviera que convencer a Emily de que me regresara a Renesme antes de que Aro la encuentre de nuevo.

—¿Confías en ella? –le preguntó a Emily.

—Tanto como confío en cualquier otra persona. Pero ella señaló el hecho de que ha estado con Renesme durante cinco años, y Renesme aún no está muerta.

—Es verdad –dijo Renesme—. He confiado absolutamente en ella todo este tiempo.

—Está bien –dijo Jacob, reacio. Buscó la mirada de Emily—. Mantén tu teléfono encendido y me mantendré en contacto.

Emily asintió, y luego se encaminó hacia su auto.

—No hemos sido presentados formalmente –dijo Kat, estirando la mano hacia Jacob mientras Emily se iba—. Soy Katra.

Él estrechó su mano.

—Jacob.

—Sí, lo sé.

Kat los condujo hacia el interior de la casa, regresando al living, donde Seth aún estaba sentado en el sofá.

Jacob cerró y trabó la puerta detrás de ellos.

—A propósito, Jacob –dijo Kat mientras se detenía junto a la mochila de Seth—. Si estás pensando en enviar a Seth a otro sitio para protegerlo, te recomiendo que lo reconsideres.

—¿Por qué?

Ella señaló el TV con su pulgar.

—¿Cuántas veces has visto el episodio de “secuestremos al amigo del tipo bueno y mantengámoslo para el rescate”?

Jacob resopló al escuchar eso.

—Confía en mí, nadie podría sacarlo del Consejo de Escuderos.

—Au contraire –dijo Kat sarcásticamente—. Aro no tendrá ningún problema en encontrarlo. En el instante en que lo dejes salir de esta casa, Aro y sus Illuminati estarán sobre él como blanco en la nieve. Jamás llegará a otra área protegida sin que ellos lo tengan. Literalmente.

—No se atreverían a matarlo, ¿verdad? –preguntó Renesme.

—No –respondió Kat—. Ese no es el estilo de Aro. A él le agrada el castigo y golpear a la gente donde más le duele. Enviará de regreso a Seth, muy bien. Simplemente que el chico ya no estará intacto.

—¿Intacto cómo? –preguntó Seth nerviosamente. Kat descendió la mirada hasta su entrepierna. Seth se cubrió inmediatamente con las manos—. Mierda.

—Oh, no, muñequito. Aro sabe cuánto valora Jacob tu habilidad para procrear. Es lo único que le quitaría a los dos.

—Seth –dijo Jacob sobriamente—, ve a tu dormitorio y cierra la puerta con llave.

Seth salió corriendo de la habitación sin vacilar.

Jacob y Kat se miraron.

—Si conoces a este tal Aro tan bien, entonces, ¿cómo sé que no estás trabajando para él?

Kat bufó al oírlo.

—Ni siquiera me cae bien. Tenemos un amigo en común, lo que ha hecho que nos encontremos un par de veces en estos siglos.

—¿Siglos? – Preguntó Renesme—. ¡Siglos! ¿Qué eres, Kat?

Kat le dio una palmadita en el brazo para consolarla.

—Lo siento, Ness. Debería habértelo dicho antes, pero tenía miedo de que no confiaras en mí si te lo decía. Cinco años atrás, cuando Aro casi te mató, Artemisa me envió para asegurarse de que él no se acercara tanto nuevamente.

La mente de Renesme se mareó ante la revelación.

—¿Entonces sí fuiste tú quien abrió el portal en el club?

Ella asintió.

—Estoy rompiendo nueve tipos de juramentos aquí, pero lo último que quiero es verte lastimada. Lo juro.

Jacob se adelantó.

—¿Por qué todo este problema para mantenerla a salvo cuando de cualquier modo va a morir en unos meses?

Kat respiró hondo y dio un paso atrás. Miró a uno y otro antes de hablar finalmente.

—Ya no estoy aquí para mantenerla a salvo a ella.

Jacob se colocó entre Kat y Renesme. Se puso tenso como si estuviera preparado para la batalla.

—¿Qué quieres decir con eso?

Kat inclinó la cabeza para poder encontrar la mirada de Renesme detrás de la espalda de Jacob.

—Ahora estoy aquí para asegurarme que el bebé que lleva nazca sano.

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WTF???? SI CHICAS LEYERON BIEN "EL BEBE", COMO ES POSIBLE QUE RENESME ESTE EMBARAZADA? Y MAS AUN COMO SE SENTIRA JACOB AL TENER UN HIJO CON SU ENEMIGA NATURAL, UN HIJO QUE ADEMAS PODRIA SER CAZADO POR SU PROPIO PADRE Y DESTINADO A VIVIR HUERFANO DE MADRE? RECUERDEN QUE A NESSIE LE QUEDAN POCOS MESES DE VIDA ANTES QUE MUERA DE UNA MANERA ESCALOFRIANTE..... COMENTARIOS??? NOS VEMOS EL DOMINGO!!!