Gracias a las Estrellas.

Autor: 012Victoria210
Género: General
Fecha Creación: 19/01/2010
Fecha Actualización: 27/09/2013
Finalizado: NO
Votos: 58
Comentarios: 180
Visitas: 224733
Capítulos: 36

TERMINADO

Tras un accidente, Bella se ve en la necesidad de acudir a la familia de Carlisle. Los Cullen, quienes seran en adelante su nueva familia. Alli se enamora, y aprende el significado de la frase "Sigue Adelante"  

Las cosas no siemore son como uno las planea. El destino es el que baraja las cartas, y nosotros somos los que jugamos. La vida podrá tener sus momentos alegres y cálidos, pero tambien dias tristes y no deseados.

"Yo jamás podre saber lo que el destino me deparará, pero hay algo de lo que estoy completamente confiada: El amor, todo lo puede"

Bella Swan

"Fruta Prohibida", en LunaNuevaMeyer

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=575

http://www.fanfiction.net/u/2218274/

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 19: Culpable

Hola lectoras queridas del alma!! Gracas por los votos, y los comentarios. Me gustaria contestarles, pero no sabia como?? :S Si, lo se. soy medio idiota. Pero ahora en adeltante contestare sus comentarios, =D

Disfruten el cap!! y AVISO: Posiblemente, mas adelante, dentro de unos cuantos capitulos habra un LEMMON. Asi que seguramente tendre que colocar el aviso de (+18)

OUTTAKE, CAPITULO 13

 

Alice POV: Atrapados con las manos en la masa.

 

Una vez que se cerró la puerta, quise tener el maldito oído bionico que poseía Rosalie.

Caminaba de un lado a otro, mientras mis ojos no podían evitar desviarse hacia las escaleras, enviando varias miradas furtivas hasta alguna zona sin razón, simplemente con la necesidad de hacer algo para así controlar las ansias que afloraban en mi interior.

Emmett se encontraba recostado sobre el sofá de la sala, con Rosalie ceñida entre sus brazos. El cambiaba los canales de la televisión con el remoto mientras ella, en una posición evidentemente parecida a la mía, taconeaba sobre el linóleo suelo de nuestra casa.

–Ali, cielo, deja de morderte las uñas –Jasper se acerco hasta donde yo estaba y me detuvo con sus manos, posándolas sobre mis hombros ejerciendo una pequeña presión sobre ellos. No me había percatado de que estaba consumiendo la perfectamente perfilada uña de mi dedo meñique. Mordí mi labio inferior, frustrada.

–Maldición –Brame – Que Lastima. Ahora tendré que ir a hacerme otra manicure –Suspire.

Jasper rio entre dientes, rodando los ojos.

–¿Saben? Deberían relajarse, esos dos estarán dando brincos como conejos encantados en unos momentos. Tal como los de Alice in Wonderland–Aseguro Emmett, desviando la mirada del televisor para mirarnos.

–Duh. Eso lo sé. El problema es que estoy malditamente nerviosa, ¿Qué rayos estarán diciendo? –Pregunte más para mí misma que para mis hermanos.

–Rosalie, ¿Escuchas algo de lo que dicen? –Pregunte. Solo podía escuchar entre susurros, pero pude asimilar algunas palabras familiares, bastante relacionadas con Kate, Push, y algo allí que no estaba a mi entendimiento.

–Creo que Edward le está explicando lo de Kate. Como terminaron y blablablá. Ya se me esa historia de memoria, así que se, por palabras escuchadas y monologo a sabiendas, que Edward le está contando sobre la zorra esa.

–No lo sé. No es taan zorra, ¿No creen? –La defendió Emmett.

–Cierra la boca. Aquí tú eres el único que todavía se lleva bien con tu querida "Brillantina"–Se quejo Rosalie.

–¡Hey! Acéptalo, la chica se la pasaba con algo dorado o brillante encima. Y no la estoy defendiendo, solo digo que cometió un desliz o algo así… –Callo durante un momento –Ok, de acuerdo, tienen razón, es zorra. ¿Qué se le hace?

Todos soltamos una pequeña sonrisa.

–Roseeee. ¿Qué más dicen? –Pregunte, dando saltitos impacientes en mi puesto.

–No lo sé. Se han quedado callados, ¿Y qué tal si en vez de resolverse, discuten de nuevo? –Dijo Rosalie, mientras ondulaba un mechón de su cabello rubio entre sus dedos.

–No. Ya hable con Edward y le dije que no reclamara nada estúpido. Si es inteligente me hará caso –Intervino mi novio, observando hacia la puerta cerrada de la habitación de Bella. –Edward….

Pero fue interrumpido por un grito.

Edward, no te entiendo, si tanto la quieres aun... ¿Por qué me besaste? –Grito Bella desde el piso de arriba. Inmediatamente me coloque sobre uno de los escalones, para escuchar más de cerca lo que decía. Rosalie se materializo a mi lado, con una sonrisa. –Digo… ¿De qué crees que soy, de piedra? ¡Me besaste! ¡Y no te importo en lo absoluto lo que sintiera por ti! Me besaste, solo producto del momento, estoy segura… y….¿Crees que no me hirió que no te despegaras de Kate durante la tarde de ayer? ¡Qué injusto es esto!

–¡Ja! Buena esa –Comente, soltando una carcajada.

–¿Que Edward hizo qué? –Pregunto Esme con una sonrisa burlona saliendo de la cocina, mientras se posicionaba a mi lado, mirando, al igual que todos, la puerta cerrada por la cual se despedían los gritos de reclamo –¿En serio? Hmpf. Lento, pero al fin –Comenzó a reír con ganas.

De un momento a otro Emmett y Jasper estaban en nuestro lado, mientras inconscientemente –Conscientemente – Íbamos ascendiendo escalón por escalón. ¡Pero por supuesto! "Inconscientemente"

¡Inconsciente mis uñas!

Agudice el oído, y percibí el sonido de unas sonoras carcajadas limpias a lagrima suelta. ¿Edward se estaba riendo?

–¿Pero es que acaso es idiota? –Pregunto Jasper con el ceño fruncido.

–¿Y ahora es que te das cuenta? –Indago Emmett, mezclando sus risas junto con el hermano idiota bipolar del piso de arriba.

–Dios mío, ¿Edward acaso sufrió de bipolaridad infantil? –Comento Esme burlonamente, leyéndome la mente, tres escalones más abajo que nosotros donde daba el suelo.

–¡No me acuerdo! Creo que desde los cinco años. –Respondí.

¡Demonios Edward! ¿Acaso crees que esto es gracioso?– Exclamo Bella con una voz afilada como navajas.

–¡Uf! Creo que exploto –Emmett silbo.

Creí que te conocía, pero veo que no es verdad –Su voz era temblorosa – ¡Creí que eras noble! Pero solo eres un…-

El silencio prolongo abruptamente, dejandonos pasmados e insatisfechos.

–¿Qué paso? –Pregunte en un susurro.

–No sé, ¿Crees que se haya caído o algo por el estilo? –Pregunto Jasper irónicamente.

–¿Caído? Si claro, y yo soy morena –Rosalie rodo los ojos –Si en verdad ha caído. Pues habrá caído sobre el colchón de la cama, porque yo no escuche un ¡BUM! –Agrego.

–Seguramente haya caído en otro tipo de cosas –Comento el morboso lado de mi hermano Emmett entre risas.

–Aunque claro. No siempre guardo la razón en todo lo que mi oído percibe, Tal vez me haya equivocado ¿No crees Emmett? –Se dirigió a Emmett con una mirada picara.

–Rosi tiene razón. Uno nunca sabe. Aunque creo, creo, que me pareció escuchar algo –Frunció los labios cómicamente mientras asentía con la cabeza una y otra vez.

¡Estos pervertidos!

¡Hey, Yo también soy pervertida!

¡Wii! Seamos todos pervertidos.

–Creo que deberíamos echar un vistazo. Puede que se haya golpeado la cabeza en la caída, ¿Verdad? –Sonreí ampliamente –Ya saben, "Es mejor prevenir que lamentar"

–¡Seh, Ayudemos a Eddie a salvar a Bella! –Y sin más preámbulos comenzamos a subir las escaleras a paso apresurado.

–¡Hey mama! ¿No quieres subir a ayudar? –Pregunto Emmett sobre la cima de los escalones, haciendo gestos graciosos con su rostro.

–¡Sí! Necesitamos supervisión adulta –Le seguí el juego.

Esme expreso una mueca irónica y escéptica en su rostro antes de rodar los ojos y resoplar.

–Que va. Yo en eso no me meto. Si llego a subir Bella en verdad que necesitara ir a ver a Carlisle –Dio media vuelta y regreso a la cocina.

No pude evitar reír. Mama tenía razón, Bella se asfixiaría de la vergüenza si Esme presenciara Lo-Que-Sea que estuvieran haciendo allá arriba, y tendríamos que molestarnos en un viajecito a la hospital. ¿Qué explicación le daríamos a papa?

Seguí riendo como loca, irguiéndome en mi puesto mientras nos acercábamos.

–¿Saben? No creo que sea correcto que….

–¡CALLATE JASPER! –Le silenciamos en un susurro en colectivo. El cerro la boca y rodo los ojos.

Nos acercamos con sigilo, y Emmett se paro al frente de la puerta antes de tomar el pestillo con muchísimo cuidado.

–Insisto en que…

–¡SHHH! –Volvimos a chitarle, y esta vez sí se quedo callado.

Emmett giro el pestillo, y la puerta emitió un levísimo chirrido antes de ser abierta con un cuidado especialmente aplicado por mi hermano oso. Cuando la habitación quedo expuesta ante nuestros ojos, no pude evitar jadear por la sorpresa.

–¡Ah… -No pude ni siquiera terminar de pronunciar la primera vocal cuando tres pálidas manos acallaron mi jadeo. Respire para controlar mis impulsos y contemple de nuevo lo que me había emocionado.

Bella recostada sobre la pared, y con Edward ciñéndola en sus brazos mientras compartían un beso… Que se diga beso, un SUPER-MEGA-BESO-CALIENTE en una esquina de la habitación. Deseaba más que nada en este mundo saltar de alegría sin obstrucción alguna, pero sabía que la cagaría durísimo.

Bella se separo de Edward para comentar algo.

–¿Edward? –Susurro.

–¿Mmm?

–¿Has dejado la puerta abierta? –Pregunto.

–No…

Edward nos vio allí, seguido de Bella, quien se ruborizo de una manera que traspasaba todos los limites anteriormente determinados.

¡Ups!

–¡Continúen, hagan como si no estamos aquí! –Grito Emmett agitando la mano.

Y yo no pude evitar reír a continuación.

¡Bella Tenia muuuuchas cosas que explicarme!


Ahora si, el capitulo.

Culpable

Edward POV.

–¡Oh por Dios! –Grite sin poder contenerme. Cerré la puerta de un solo golpe y respire con profundidad, tratando en lo posible de apaciguar los latidos de mi desenfrenado corazón. Camine hasta la habitación de Jasper y me senté sobre la punta de la cama.

–¡Edward! –Bella apareció de la nada y se adentro a la habitación, hasta que sus ojos se encontraran con los míos. Frunció el ceño –¿Qué pasa? ¿Por qué los gritos? –Pregunto preocupada.

–Eh, no es nada, cielo –Conteste, sonriendo para tranquilizarla. Ella abandono su posición estresada y se sentó a mi lado.

–¿Entonces, que paso? –Insistió.

–Bueno, es que… Emmett…. estaba… ahm –Vacile durante un rato. Aun no podía salir de mi estado de Shock.

–El… –Me incito a que continuara.

–Bueno, es que el… y … Ahm.. Rosalie…

–¿Qué demonios paso, Edward? –Su voz reflejo enojo.

–Este. Veras, digamos que Emmett y Rosalie estaban haciendo piruetas en mi habitación –Aclare. Las mejillas de Bella adoptaron un intenso color escarlata.

Aunque oculte un poco las cosas, estaba completamente en lo cierto. Enserio, estaban haciendo piruetas.

No sé cómo no trabajan en un circo.

–¡Oh! –Agacho su rostro. Sonreí internamente. Se veía adorable.

Los chicos estábamos solos. Era sábado, y Esme y Carlisle habían salido a hacer unas compras, no tardarían mucho. Alice y Jasper se quedaron en la sala viendo un programa de MTV. "Dulces dieciséis" Definitivamente Alice jamás cambiaria. Bella y yo nos fuimos a su habitación a charlar durante un rato. Ella tenía que estudiar para un examen de Cálculo, y yo estaba cumpliendo como su tutor. A la vez que ella me ayudaba con algo de literatura. Baje a planta bajo para tomar una pastilla para el dolor de cabeza, y cuando subí a mi habitación para buscar mi celular, que había descuidado sobre la mesita de noche al lado de mi cama… Y cuando abrí la puerta. Lo único que pude asimilar con coherencia era la frase de Emmett diciendo: Vuelve en 10 minutos.

–Hey, ¿Qué paso? –Alice entro a la habitación seguida de Jasper. Esta mostraba un porte mas desinteresado.

–Emmett y Rosalie están en mi habitación –Conteste.

Alice lo pillo al vuelo.

–¡Ja! –Exploto a carcajadas. Y Jasper negaba con la cabeza repetidas veces, mientras una sonrisa burlona se asomaba por sus labios.

–Claro, ríanse. Ustedes no son los que tuvieron que verlos en acción –Masculle.

¡Oh Dios! Aun no puedo eliminar esos gemidos de mi cabeza…

Jesús, ¡Tenme piedad!

–Creo que padeceré de un trauma permanente –Murmure, tomando mi cabello entre mis manos, jalándolo.

–Puf, no exageres. Eso no es nada, por lo menos no los cachaste dentro del armario de Rose –Comento Alice.

Bella le miro estupefacta.

–¿Los has visto tu… ahí? –Pregunto, con voz horrorizada.

–Nop, y no es algo que quisiera ver. Pero ellos no son muy discretos con respecto a los sonidos –Se encogió de hombros.

Ella se quedo estética.

–Genial Alice. –Le critique – Ahora arrastraras a Bella conmigo y mi visita al loquero.

Jasper exploto a risas, y Alice me saco la lengua, antes de irse de la habitación, arrastrando a Jasper de la mano.

Bella y yo permanecimos sentados sobre el colchón durante unos segundos. Ambos nos miramos y yo dije:

–¿Vamos a tu habitación?

–Aja –Ambos salimos de allí cerrando la puerta. Bella me condujo hasta su habitación y cerró la puerta. Se recostó sobre su cama y yo me posicione a su lado.

–¿Quieres seguir estudiando? –Pregunte, tomando entre mis manos un libro que se encontraba atravesado entre mi cuerpo y el de Bella, me hacia estorbo.

–No. –Me arrebato el libro y lo aventó en el aire, antes de acercarse y besarme en los labios.

–Hum, yo tampoco –Concorde.

Permanecimos besándonos durante algunos minutos. Adoraba tener los labios de Bella junto a los míos, me encantaba tenerla entre mis brazos, me encantaba que rodeara mi cuello con los suyos y me regresara el beso con el doble de lo que yo comenzaba. Ambos estábamos aprendiendo a controlarnos, no queríamos –Aunque no lo dijésemos- Que las cosas se salieran de control por un momento de distracción. Jamás habíamos charlado sobre ese asunto, y tampoco nos habíamos molestado en aclarar lo que había sucedido en mi habitación el día de la fiesta esa de Halloween, hacia tan solo 15 días. Y yo trataba en lo posible de mantenerme al margen, de controlarme. Pero con Bella actuando de una manera tan inconscientemente provocativa y sexy… Me la estaba poniendo bastante difícil. No quería presionarla, ni deseaba que tomara decisiones precipitadas simplemente por un momento pasional, en contra de los deseos de su lógica. Además de que, tanto ella como yo, nos encontrábamos en una posición algo incomoda.

Kate.

Yo no era virgen. Mi castidad se había perdido hacia dos años, al igual que Kate perdió la suya. Y Bella lo sabía. Eso era algo que a ambos nos incomodaba. Con respecto a mí, eso estaba sepultado seis metros bajo tierra, alejado y disperso entre lo más recóndito de mi mente. Pero no tenía ni idea de lo que Bella pensaba al respecto, así que no estaba del todo seguro si ella se encontraba lo suficientemente lista. Tampoco había sido lo suficientemente valiente de preguntarle, por dos razones: Conocía a Bella como la palma de mi mano, y sabía perfectamente que, cuando ella estaba decidida en conocer sobre algo, lo preguntaba clarito y sin rodeos. Estaba seguro de que no obtendría una respuesta satisfactoria ni convincente si le preguntaba sobre lo que pensaba, que pensaba ella sobre mi anterior relación con Kate, que logro llegar a tercera base, perdiendo así nuestra inocencia. Ella sencillamente se sentiría avergonzada. Y con Emmett merodeando por ahí…

¡Ahg! Emmett. Todo iba bien hasta que me acorde de él y de Rose. ¿No podían acaso irse a un hotel? ¿O si quiera ir a su habitación y cerrar la puerta con pestillo? ¡Ahora tendría que quemar las sabanas de mi cama!

Me estremecí, y Bella lo noto. Separo un poco su rostro del mío, aunque sus dedos seguían acariciando suavemente la superficie de mi cuello y pecho –Que había sido descubierto por unos cuantos botones desabrochados-.

–¿Qué? –Pregunto con voz burlona.

–Es que... Dios. Tendré que santiguar mi habitación. Necesitare horas de comiquitas para eliminar la basura de mi cabeza –Solté una risita, que Bella acompaño.

–Si quieres estupidisarte, puedes ver los Teletubbies.

Hice una mueca de horror, y alce una ceja.

–Bella, dije que quería eliminar las malas vibras, no convertirme en un idiota–Ambos reímos.

–Oh, pero yo creí que ya lo eras –Agrego.

–¡Oye! ¿Así tratas a tu queridísimo novio, a quien amas, adoras, y que por cierto te parece sumamente guapo? –Hice un puchero.

–Muy humilde, señor Cullen –Rodo los ojos –¿Sabes? No creo que seas tan guapo…

–¿A no? –Pregunte, depositando suaves besitos sobre su cuello.

–No –Contestó. –Creo que eres… digamos que un término medio.

Fruncí el ceño.

–¿Termino medio? No soy un pollo –Me carcajee, y ella golpeo juguetonamente mi hombro con suavidad –¿Qué? ¡Es lo que dijiste tú! Y tu gancho derecho es algo débil. –Ella mordió mi cuello.

–Auch. –Me queje – ¿No se supone que aquí el vampiro soy yo? –Pregunte.

Ella se tenso, y pude sentir el rubor cálido invadiendo sus mejillas.

–¿Qué pasa?

–Tu… ¿Lo recuerdas? –Murmuro.

–¿Qué cosa?

–Eso… lo del vampiro, en el lago…

Capte lo que quiso decir.

–Por supuesto que me acuerdo. Estaba algo borracho, si, pero eso no me produce amnesia –Asegure. Ella se mostro todavía mas tímida.

–¿Por qué te apenas? A estas alturas no debería ser así… –Susurre, sin poder evitar reírme ante su expresión. ¿Podría acaso ser más adorable?

–Hum, bueno. Lo que pasa es que para ese entonces tú... Ya me gustabas –Confeso, observándome entre sus espesas pestañas –Ese día no fue del todo normal, ¿No crees?

Lo medite, mientras jugueteaba con el anillo que le había dado.

–Sí, fue raro. Pero en ese momento yo aun no sabía que estaba enamorado de ti, así que no lo tome con mucha precaución –Sonreí –¿Alguna vez te he dicho que te ves adorable cuando estas algo tomada? –Pregunte juguetonamente.

–Oh. Sumare eso a la lista de: "Que es lo mas adorable que se puede presenciar de Isabella" –Dijo con sarcasmo –Usted no hable mucho, chico Adoro-hacer-streptease-en-el-cumpleaños-de-mi-novia. –Jugueteo con las solapas de mi camisa –Eso está mejor para la despedida de soltera.

Sonreí con picardía, y ella se ruborizo, agachando la mirada, sabiendo lo que pasaba por mi mente.

–Ujum… Beeells.. –Canturree –¿Quieres que te haga un streptease en tu despedida de soltera? –Ofrecí, y su sonrojo llego a escalas mayores.

–Cierra la boca –Siseo.

Solté una risita que se me fue imposible contener.

–De acuerdo, una cosa, ¿Quién será el novio para esa despedida?

Pobre Bella, la tenía más que sometida. ¡Pero es tan inevitable!

–No lo sé. Tengo muchas opciones… Hum, por ejemplo, Jacob….

Mi humor cayó en pico en un segundo.

Si Jasper estuviera aquí, ya me lo imaginaria diciendo: Touche. ¡De Raíz!

–¿Y más o menos que tiene que ver ese perro en esta historia? –Gruñí.

Bella sonrió inocentemente, y se encogió de hombros.

–No lo sé… Simplemente su nombre apareció de la nada. Siempre pienso en el. ¡Y no le digas perro!

Fruncí el ceño, y resople.

–¿Te digo algo? –Susurro en mi oído, haciéndome estremecer –Me encanta cuando te pones celoso –Su voz sonó, hum, bastante seductora. Por Dios, ¿Le molestaría a Bella tratar de no sonar tan endemoniadamente sexy?

La tome de la cintura y empuje hacia arriba, haciendo que ella quedara sobre mí, y con sus piernas a ambos lados de mi cadera. Ella soltó un grito ahogado cuando realice el movimiento.

–¿Sabes algo? Creo que mejor dejamos esto hasta aquí. –Dije a plan juguetón –Mujer, creo que deberías dejar de tentar mi paciencia. Mi frasquito de anti-celos se está agotando.

–¿Y? –Pregunto altaneramente.

–Hoy es 15, parece que da mala suerte ¿Recuerdas el 15 del mes pasado? ¡Mike te invito a salir ese día! No tienes idea de cómo deseaba partirle la cara.

Espere a que riera, pero no escuche ninguna respuesta, ni siquiera una respiración de su parte.

De un momento a otro la sentí tensarse entre mis brazos.

–¿Qué pasa? –Indague alarmado.

–¿Hoy es 15 de noviembre? –Pregunto, con voz sorprendida.

–Sí lo es, ¿Qué pasa?

Tardo en responder.

–Hoy es el aniversario de mis padres –Murmuro con voz rota.

Mierda.

Nos incorporamos con lentitud, quedando sentados uno frente al otro. Bella tenía una mirada gacha, y no se movía. Me sentí repentinamente mal, odiaba que se sintiera triste, y estaba algo enojado porque se había perdido el avance que había logrado hacer con ella. Ella no había vuelto a pensar en sus padres últimamente, ya se iban a cumplir seis meses desde el accidente, y yo había logrado mantenerla distraída, jamás la dejaba sola, y me había dado cuenta de que no había vuelto a tener pesadillas. Ella se había tomado bastante en serio cuando de propuso a pasar la página, en tratar en lo posible de no deprimirse, me había hecho caso; Era una personita bastante decidida.

Pero aun así era muy pronto como para que estuviera bien del todo. No puedo esperar a que se recupere de la noche a la mañana, aunque estuviese enfrentando la situación bastante bien. Recuerdo que mis hermanos y yo tardamos unos ocho meses en superar la muerte de nuestros padres, fueron ocho meses, antes de que Esme y Carlisle nos adoptaran, incluyendo Rose y Jasper. Ellos fueron los más difíciles. Cuando su madre los concibió, y luego los abandono en frente una casa de adopción. Ambos fueron cuidados por una monja que trabajaba allí, que se encariño con ellos. Pero ambos, al tener alrededor de 5 años tuvieron que empezar a ser vistos por varias parejas que escogerían adoptarlos o no. No podían ser separados, no sería justo que una familia adoptara solo a uno y al otro lo dejaran allí, y la madre Alicia había ayudado un poco para que pudieran ser adoptados juntos. La primera pareja se deshizo de ellos, al tener unos 7 años, porque ambos eran malcriados a proposito -Querian regresar con la madre Alicia- y, según Rosalie, la mujer estaba loca, y el hombre era un fumador que golpeaba a su mujer. Así que hicieron todo lo posible para comportarse de la peor manera, y así ser devueltos a la casa de adopción, hasta que Esme y Carlisle los adoptaron, junto con nosotros.

Todos nos apoyamos. Jasper y Rose nos ayudaron bastante en nuestra recuperación, incluyendo a mis padres, que son las personas más nobles que he conocido jamás.

Y eso es exactamente lo que estaba haciendo yo con Bella, buscando la forma de que dejara de sentirse sola. Aunque estaba seguro que desde hacía un tiempo ella no se creía abandonada.

–Oh, cariño… –Susurre, abrazándola.

–No te preocupes. Estoy bien. Solo que me tomo desprevenida, no me acordaba de ello… –Me aleje para limpiar sus lagrimas, pero ella no había derramado ninguna –Esto es tan… triste. Antes deseaba comprarles algo lindo… A Charlie le hubiera gustado aquella chaqueta que vi en el centro comercial… y a Renee el par de sarcillos de perla rosada que le habían fascinado, pero que no compro para no gastar dinero. Yo tenía el dinero, mío. Pude habérselo comprado. Eran lindos, no sé porque no los compro… No eran tan caros…Seguramente no le gustaban tanto como pensé..

Me sentí intensamente triste. Y me sorprendí un poco por la monotonía con la que hablaba. Pareciera que estuviese diciendo la hora del reloj, y no contando sobre lo que le hubiese encantado regalarle a sus padres muertos en su aniversario.

–Bella….

Entonces, rompió a llorar.

Yo la abrace, buscando una manera de reconfortarla.

Tome su cara entre mis manos, y esparcí besos por todo su rostro; mejillas, frente, parpados, pómulos y labios. Ella no tardo mucho en recuperarse, en realidad, no tardo demasiado.

–Estoy bien –Aseguro, limpiando sus lagrimas con el dorso de su mano –¿Me permites un momento a solas?

–Por supuesto –Conteste con inseguridad, pero accedí a su petición. Salí de su habitación, y ella cerró la puerta. Frustrado, baje las escaleras para ir hasta la cocina y tomar un vaso de agua.

Emmett y Rosalie estaban en la cocina, comiendo un poco de helado de ron que había en el refrigerador.

–¿Ya terminaron? –Pregunte con sarcasmo, abriendo la puerta de la nevera. Aun estaba algo irritado por lo que habían hecho.

–Sí. Lo siento Eddie, no pudimos controlarnos –Emmett sonrió, y Rosalie desvió la mirada, levemente ruborizada.

–Como sea –Me encogí de hombros.

–¿Qué te pasa? –Pregunto Jasper, apareciendo de la nada.

–Nada –Conteste. No quería hacer pública la depresión de Bella.

–¿Sabes que no te creo, verdad?

–¿Sabes que no te diré nada, verdad? –Regrese.

–Hum… Cierto –No insistió mas, y salió de la cocina.

–Ah, Ok, ¿Y se supone que debería entender eso? –Pregunto Emmett.

–No –Respondí tajante, y salí de la cocina.

Me senté sobre el sofá de la sala, y cerré los ojos. Solo unos minutos pasaron cuando unas cálidas manos me rodearon el cuello desde atrás.

–Hey –Saludo Bella.

–Hola, ¿Estas mejor? –Pregunte precavido.

–Sí. –Me beso en la mejilla –¿Sabes que me provoca hacer? –Pregunto.

–¿Qué cosa?

–Pasta a la boloñesa. –Contesto.

Ladee mi rostro para observarla, extrañado.

–Tengo mucho tiempo sin comerlo –Se encogió de hombros.

¿De verdad ella estaba ofreciendome eso? Ella dijo que jamás volvería a comer pasta a la boloñesa, para no tener que recordar el día del accidente. Ahora se estaba contrariando.

Sonreí.

Me levante de mi asiento, y rodee su cintura con mis brazos.

–¿Quieres que te prepare un poco? –Ofrecí.

–No. Quiero cocinarla yo –Respondió, dejándome noqueado con una pequeña sonrisa de su parte.

–Ah... –¡Sabias palabras, Edward Cullen! –¿No quieres que te ayude?

Ella sonrió en respuesta.

–Hum, me gustaría –Me beso en los labios, y luego se separo de mí, para dirigirse a la cocina.

Tendría que hablar seriamente con Carlisle. Tal vez el sabrá algo de psicología…

Camine detrás de ella, y cuando entre a la cocina ya se había colocado su mantel para cocinar, y estaba colocando agua en una olla de metal. Estaba algo ruborizada, pero seguramente era debido a que Emmett y Rosalie seguían allí.

–¡Hey Bells! ¿Qué cocinaras? –Pregunto Rosalie.

–Pasta a la boloñesa.

–¡Yum! Hazme un poco, ¿Vale? Por favor –Emmett pidió, haciendo un puchero con su labio inferior. Se parecía tanto a Alice cuando realizaba ese acto…

–Ok.

Bella y yo pusimos manos a la obra.

–¡Uf! La salsa está quedando muy bien –Bella Exclamo, lamiendo la cucharita que había empleado para probar la salsa, para luego depositarla sobre el fregadero.

–Tienes salsa allí –Señale sobre su labio superior.

–¿Dónde? –Tomo una servilleta y limpio la zona de sus labios, dejando aun, restos de salsa de tomate.

–Aquí –La atraje, tomándola de su chaqueta, para unir nuestros labios.

Como costumbre, ella rodeo mi cuello con sus brazos y me regreso el beso a buena gana. Yo, tenuemente irritado por tener que mantener mi cabeza inclinada durante tanto tiempo, -aun con ella de puntillas- presione de su cintura, y la senté sobre la encimera de la cocina.

Listo, ahora si estamos parejos.

Lo siguiente me tomo completamente desprevenido. Bella aumento la intensidad de sus brazos alrededor de mi cuello, haciendo que me acercara mucho más hacia su cuerpo; y rodeo mi cintura con sus piernas.

Mis pulgares hacían círculos alrededor de los huesitos en los costados de su pelvis, y mis labios viajaron hacia la zona expuesta de su cuello, depositando besos sobre su garganta, cuello, mandíbula, y los espacios detrás del lóbulo de su oreja. Ella acariciaba mis cabellos, un acto sumamente intimo. Jamás me había gustado que me acariciaran el pelo, pero con Bella era toda una excepción; Me encantaba.

Un líquido helado escurrió sobre mi cabeza, y corté el beso de inmediato, alejándome.

–¿Qué demo…?

Me gire violentamente, topándome con Emmett, y un vaso de vidrio con agua sobre su mano.

–Lo siento. Me pareció que algo se incendiaba, vine a apagar el fuego –Dijo, esbozando una sonrisa fanfarrona. Yo estaba que echaba humo.

¿Es que acaso esta casa no era lo bastante grande? ¿Acaso hay una vocecita de mierda que les dice a mis hermanos: Bella y Edward se están besando, ve a interrumpirlos?

Mis hermanos poseían una especie de don, que consistía en saber cuando algo importante y especial estaba sucediendo en un momento y lugar determinado, para luego llegar y arruinarlo con cualquiera estupidez, mediante una llamada telefónica, o simplemente con su sola presencia.

–Ah, ¡Emmett! –Grite –Maldita sea, ¡Aquí nada se está incendiando!

–¿Qué no? ¿Acaso no se han visto? ¡Ustedes dos solitos pueden prenderle fuego a la casa! –Respondió entre carcajadas.

Mi enojo aumento a escalas mayores.

–Edward… –Susurro Bella en mi oído, percibiendo mi estado de ánimo. Pero no la escuche del todo.

–¡Mira quién habla! –Continué –¡Te recuerdo que tu y Rosalie son los que no pueden vivir sin marcar su territorio sobre cualquier zona de la casa!

–¡Genial! Hay una pelea –Alice entro a la cocina con entusiasmo, sentándose en el borde de la mesa de la cocina. Jasper entro luego de ella, y nos miraba saltadamente a Emmett y a mi persona, confundido.

–¡Bah! Tu humor empeora cada día más. Definitivamente la abstinencia está acabando contigo. ¡Solo usen el encaje que le regale a Bells! ¡Me costó muchísimo conseguir la talla! –Exclamo.

Eso fue el límite de mi paciencia.

No recuerdo con exactitud lo sucedido a continuación; Pero si estaba al tanto de que en un momento Jasper me tenia agarrado de los brazos, evitando que me abalanzara hacia adelante y estampara el rostro de Emmett contra el suelo, mientras Bella trataba de tranquilizarme. Emmett también era sostenido por Rosalie, que lo tomaba del brazo con fuerza, tratando de hacerlo retroceder.

Alice estaba riendo como una desquiciada en una esquina de la cocina, y rodeaba su estomago con sus manos, sin poder aguantar las convulsiones provocadas por las risas.

–¡Bah! –Emmett tomo una albóndiga de un plato hondo blanco con dibujos florales, y me la aventó a la cabeza. No me molesto su acción infantil, pero para su desgracia, un poco de salsa salpico sobre la blusa favorita de Alice.

Todos nos quedamos en silencio. Sin apartar nuestra vista de Alice, quien mantenía una postura tensa, había palidecido, sus ojos estaban como platos, y su labio inferior comenzó a temblar.

–¡Por dios santo! ¿Qué has hecho, Emmett? –Logro decir entre dientes, y su rostro enrojeció de la ira.

------

–Así que han revivido sus años de guardería…–Carlisle estaba enojado, y para mayor colmo, cubierto de salsa de tomate. Nos había reunido en la cocina que, paso de estar pulcra y ordenada, a parecer una especie de matadero. Salsa de tomate por todas las paredes, spaghetti pegado en el techo, albóndiga por todos lados. Esta demás decir que el resto de nosotros parecíamos habernos bañado con la olla de la sala.

Aunque… Bueno, estuvo cerca de ser así.

Alice estaba cruzada de brazos, con una expresión psicópata en el rostro, y spaghetti en sobre su cabello, al igual que Rosalie y Bella –Quien se había adentrado en la lucha cuando asimilo la situación, y se dio cuenta de que su obra maestra se estaba arruinando; el enojo no pudo con ella –.

Aun estaba asimilando lo que había sucedido.

Alice saltando sobre Emmett, Emmett sobre Jasper, Jasper contra Emmett, Emmett sobre mí, yo contra Emmett, Bella contra Emmett, Rosalie contra Bella, Alice, ¡Contra mí!

Definitivamente no había explicaciones razonables.

–¿Qué tienen que decir en su defensa?

Cinco dedos señalaron en una sola dirección.

–El empezó –Murmuramos, apuntando a Emmett.

Capítulo 18: Toma Tu Calabaza. Capítulo 20: Mala Suerte, ¿Creo?

 
14439104 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios