BUENOS MIS AMADAS LECTORAS NO SE PUEDEN QUEJAR LAS HE CONSENTIDO A MAS NO PODER A PESAR DE MIS OCUPACIONES AQUÍ LES DEJO OTROS DOS CAP.

GRACIAS MI VICKO POR TU GRAN AYUDA HACES PERFECTO  CADA CAP JEJEJ

HIJAS, MADRE, TIAS, HERMANAS, PRIMAS!! GRACIAS POR EL APOYO DE VERDAD QUE ESTOY MUY CONTENTA POR TODIS SUS COMENTS Y VOTITOS SIGAN ASI JEJEJE

LAS ADORO BESITOS BELLSAMY!!!

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POV EDWARD

Me encontraba en mi habitación esperando a que el sastre terminara los últimos arreglos de mi traje. 

Sólo faltan dos días para mi boda con Danny, hoy realizaríamos una cena para finiquitar los últimos detalles de la unión. Ella había regresado cuatro días atrás con sus padres, con Florie y Julieta.

Me estaba estresando por la demora del sastre y me encontraba abrumado por el peso de mí decisión. Caminé hasta el cambiador para devolverle el traje al sastre.

-Lord Cullen, por la mañana usted tendrá listo su traje – me indicó, mientras recibía las prendas.

No presté atención a los acabados ni a nada que tuviese que ver con los preparativos, lo que ocupaba mi mente era cómo sería mi vida de ahora en adelante, ¿cómo sería cuando estuviera casado?, ¿qué lograba al casarme con Danny? y ¿qué perdería si no lo hacía?.

Me refugié en mi habitación en cuanto  el sastre y sus acompañantes atravesaron la puerta.

 Tomé mi libro favorito de poesía, el género que lograba llenar mi alma y liberar mi espíritu romántico.

Mientras leía me cuestionaba sobre el amor, lo que me hacía odiarme por no amar a Danny y aborrecerme por no dejarme llevar por mis pensamientos de libertad y amor. Estaba tan concentrado que no sentí el golpe de la puerta, tan sólo  escuché al ama de llaves.

-Lord Cullen, ha llegado su prometida en compañía de sus padres, hermana y familiares- me informó.

-Perfecto, bajo en unos segundos- le indiqué y se retiró.

Me levanté frustrado y terminé de arreglarme para verme presentable. Cuando por fin lo logré, bajé para encontrarme con una hermosa y muy delicada Danny, la cual corrió al verme y me abrazó efusivamente.

Correspondí a su abrazo y besé su mano. 

Luego me acerqué a la sala de juegos, ahí se encontraban mis futuros suegros: Lady Alba y Lord Anthony Masen; Florie, mi mejor amiga (término que en privado le otorgaba a la que sería mi cuñada) y Julieta, mi apoyo en momentos difíciles.

Si algo iba mal ellas dos serían mi apoyo, lo sabía con precisión.

Saludé a los presentes y esperamos por mis padres.

 A su llegada discutimos lo referente al viaje que realizaríamos después de la boda, ya que había planeado hacer uno a Italia; ahí Danny podría estar con Oliver y yo podría refugiarme en alguna librería o larga caminata, ya vería lo que haría.

Pasamos a la mesa para la cena, mi madre hablaba con Lady Alba mientras yo reía cómodamente con Florie y Julieta. Unos golpes en la puerta principal interrumpieron nuestra cena. El ama de llaves se retiró para atender a los toques y ver de quién se trataba.

Pasados alrededor de10 minutos anunció al visitante.

-Lord Cullen, es un hombre llamado Oliver Blanks. Dice que ha venido en busca de Lord Masen- informó. Vi palidecer a Danny y torcer la expresión a Lord Masen.

-Arreglaré este asunto- dijo Lord Masen sumamente molesto y fulminando a Danny con la mirada -Discúlpenme- 

-Es mejor que pase, así podrán hablar en mayor comodidad- intervine para tratar de aminorar la venganza de Lord Masen en el hombre que Danny amaba.

La expresión de ella se suavizó levemente y me miró agradecida.

-No es necesario, debo resolver éste problema ahora mismo y a solas- volvió a decir y mi padre me observó con un mensaje claro: "Edward, deja de insistir".

El Señor Masen se levantó y salió del recinto. Todos permanecimos en silencio hasta que la discusión subió de nivel y pudimos escuchar sus voces. 

Decidido a intervenir me levanté con rapidez me deslice hasta la puerta y me encontré un hombre joven, tal vez uno o no dos años mayor que yo, venía muy bien vestido y dialogaba con calma, el que parecía molesto era Lord Masen.

-¿Les puedo ayudar en algo, caballeros?- sabía que mi actitud era imprudente, pero no podía permitir que Oliver fuera víctima de algún maltrato. No lo conocía pero por el solo hecho de ser amado por Danny entraba en mi círculo de afectos.

-Lord Cullen, que bueno conocerle. He venido ante Lord Masen para solicitarle que cancele el compromiso entre Lady Masen y usted. He demostrado con hechos  a  Lord Masen que soy digno de Lady Masen, prueba de ello es mi nueva herencia, mi nuevo título, así que con el honor de un hombre enamorado he venido a pedir que se retire el compromiso y usted me considere candidato para desposar a Danny, si es necesario un duelo lo tendrá- afirmó Oliver.

Guardé silencio, mi padre apareció detrás de mí.

-¿Lord..?- pregunta mi padre.

-Buenas noches, excelencia. Soy el de duque de Marchant, heredero, dueño del imperio Marchant- se presentó nuevamente.

-¿Y el motivo de su visita se debe a...?- preguntó confundido mi padre.

-He venido para ser tomado en cuenta por Lord Masen para esposo de Lady Masen y solicito al Lord Cullen un duelo para precisar quién merece su amor- le indicó a mi padre con convicción.

Mi padre me dio una mirada reprobatoria.

-No es necesario un duelo, Lord de Marchant. Si la dama así lo desea, será su esposa y nuestro compromiso será anulado- dije decidido.

Las objeciones por parte de Lord Masen no se hicieron esperar,  pero acalló todo comentario solicitando la presencia de Danny; la cual, al ver a Oliver rompió en llanto. La calmé y la entregué a los brazos de su amado, provocando la cólera de su padre, cosa que no me importó. 

-Les doy mi aprobación- dije a la pareja entre felicitaciones y me retiré.

Los padres de Danny, enfurecidos, salieron discutiendo con Florie y Julieta, de quien  no tuve oportunidad de despedirme.

 Cuando todo estaba de nuevo en calma, mi padre me observó detenidamente.

-Sabías de la existencia de ese joven ¿verdad?-

Asentí y sonrió.

-¿Sabes?, me siento orgulloso, estás haciendo lo correcto -palmeó mi espalda y se dirigió a su despacho.

Uno de sus sirvientes lo detuvo entregándole un sobre. Él lo tomó, lo observó, lo abrió y leyó en silencio. Luego su semblante se volvió serio y meditó la carta pareciendo sopesar algo.

-Debo salir- me informó devolviéndose.

-¿A dónde?- cuestioné, angustiado por las altas horas en las que decidió emprender su viaje.

-Debo ir a casa de Lord Swan es indispensable que lo haga ahora mismo- me dijo.

Entonces, tomé la decisión de acompañarlo.