LA DAMA Y EL ¿CABALLERO? (+18)

Autor: bellsamy
Género: Drama
Fecha Creación: 19/02/2012
Fecha Actualización: 21/11/2013
Finalizado: SI
Votos: 34
Comentarios: 231
Visitas: 91572
Capítulos: 37

EN EL AÑO DE 1890, AÑO EN QUE LA ECONOMIA DOMINA LA VIDA, QUE LAS CLASES SOCIALES SON ESTRICTAMENTE NECESARIAS, EN DONDE LAS DAMAS SON SIMPLEMENTE COMPAÑIA Y LOS CABALLEROS DECIDEN LA VIDA.

NACE EL AMOR ENTRE RENE Y CHARLIE.

FRUTO DE ELLO VIENE AL MUNDO ISABELLA MARIE SWAN, A QUIEN LE ESPERAN GRANDES VIVENCIAS QUE LA HARAN DOBLEGAR SUS PENSAMIENTOS, SU SENTIMIENTOS Y AUNQUE ODIANDO AL CONDE EDWARD CULLEN TERMINARA AMANDOLO HASTA LA LOCURA.....

 LAS INVITO ESTE ES MI NUEVO FIC ESPERO LES GUSTE.... 

ES MI PRIMER FIC DE EPOCA!!!!  Y ESTA CON AUTORIA Y AYUDA DE VICKOTEAMEC

 PROTEGIDO POR REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR  SAFE CREATIVE

 Disclaimer: los personajes no me pertenecen, los personajes pertenecen a Stephenie Meyer

 

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Capítulo 24: APARICION II !!!

 LES DEBO LOS SGT ESTAMOS EN CONSTRUCCION JEJEJ PERDONCITO PRONTO TENDRAN VARIOS!!!! LAS AMO!! Y ESPERO MUCHOS PERO MUCHOS COMENTARIOS!!!!

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POV EDWARD

 

Seguí a Bella sin dudarlo, estaba aterrado. La expresión del padre de mi esposa no era la mejor, tal parecía que nuestra unión no era de su agrado. Ella me sonrió en señal de apoyo, aunque mi máscara de tranquilidad fue lo que le permitió caminar con fluidez hasta llegar frente a su padre. Observé a mi padre con duda, él solo frunció el ceño y observó la sala en pleno.

Resignado, volví mi vista hacia Charlie Swan, un hombre de alta sociedad, altanero y hostil cuando se trataba de su familia. Por un segundo recordé cada detalle de mi relación con Bella y entendí perfectamente su actitud. Pensé en Alice, ella era como una hija para mí y el hecho que alguien tuviese la osadía de ultrajarla u obligarla a algo, hacía que la furia se apoderara de mi ser.

Presioné con cariño la mano de Bella, que temblaba bajo el agarre de la mía. De pronto, una voz cantarina invadió la conversación y lentamente Lord Charlie se movió para darle paso una dama de cabello castaño y ojos claros. Sorprendido observé a Bella quien parecía asustada ante la visión de aquella mujer,  sacudí su mano para saber si se encontraba bien, pero su respuesta jamás llego. Lo único que observé fue como su frágil cuerpo se precipitaba hacia el suelo. Con rapidez la tomé en brazos,  evitando su caída, lo que no pude evitar fue perder la estabilidad y caer de rodillas con su cuerpo inerte entre mis brazos. Mi suegro no tardó demasiado en estar a mi lado, la dama lo siguió angustiada.

— ¿Lord Cullen, qué le sucede? — me preguntó.

—Bella, cariño, abre tus ojos ¿Qué tienes? — le dije tocando su mejilla.

—Hijo, debemos llevarla a un mejor lugar— escuché la voz de mi padre a lo lejos.

Asentí, me levanté del suelo con mi esposa en brazos, me abrí paso por entre la gente. No me percaté del lugar en el que me encontraba, sólo vi a tía Sol indicándome que pusiera a Bella en uno de los amplios sofás, la dejé con delicadeza y esperé a que mi padre se acercara.

Al retirarme noté que la mano de tía Sol estaba en mi hombro, tras ella se encontraba mi madre, la acompañante de Lord Charlie y él mismo.

—Se repondrá, sólo ha sido una pequeña descompensación por la impresión de su aparición, Lady Swan— dijo mi padre observando a la acompañante de Lord Swan.

— ¡Oh, mi pobre niña! Charlie, te lo dije. Que me viera así, después de tantos años, no era bueno— dijo ella.

Me acerqué a Bella al ver que se removía en el sofá.

—No te muevas— le indiqué cariñosamente, pero ella en su mejor muestra de necedad se levantó con rapidez.

— ¡No te atrevas a acercarte a mi hija! — vociferó con furia mi suegro.

—Ma…má... — balbuceó Bella tras de mí.

— ¿Te encuentras bien? — le pregunté angustiado.

— ¿No entendiste? ¡Aléjate de mi hija, Cullen! —  gritó Charlie Swan.

—Mi niña— dijo débilmente la mujer de cabello castaño.

Bella al oír aquellas palabras evadió mi cuerpo y casi corrió para encontrarse con ella. Entonces caí en cuenta de quién era ella, su madre, eso era lógico. Ella, quien había sido secuestrada hace tantos años había regresado, por eso Bella se había desvanecido. No creía que fuera ella, aunque no me lo hubiera dicho abiertamente, me había dado cuenta que se sentía culpable por su desaparición.

Bella sollozaba en los brazos de su madre mientras su padre me fulminaba con la mirada.

—Marqués de Cullen, ¿podría acompañarme a un lugar más privado con su hijo? Necesito cruzar unas cuantas palabras con ustedes— pidió Lord Charlie con diplomacia.

Mi padre asintió y me indicó que lo siguiera. Alec nos cedió su estudio, dos puertas más adelante que el de Aro, que era el lugar en donde nos encontrábamos. Los tres entramos en silencio, el temor me invadió, la mirada de Charlie era severa y nada bueno debía esperar de aquella conversación.

—Carlisle, ¡¿me puede explicar que significa todo este circo?! — exclamó Charlie Swan furioso.

—Querido amigo, mi hijo y tu hija no llevan mucho de casados. No más de un mes— dijo mi padre abatido.

— ¿Y quién se atrevió a aceptar y promover esta locura?

—Yo— aceptó mi padre.

— ¿Por qué lo hiciste?, ¿acaso nuestra amistad por tantos años no te ha  dado valor sentimental a favor de mi familia? — cuestionó Charlie decepcionado.

—Por supuesto, amigo mío. Tanto así que fue la única solución que encontré viable para que no perdieras tu fortuna en el momento en el que tus negocios iniciaron la crisis. Edward fue sólo un candidato, el mejor candidato que pude encontrar. Sé quién es mi hijo, por eso, ante la urgencia de la situación y en mi imposibilidad de solventar tus deudas, me vi obligado a solicitarle a tu hija que se casara con Edward. Al principio pensé que cualquier caballero sería la salvación, no esperaba sacrificar a tu hija y mucho menos por lo que estaba sufriendo. Pero después recordé a Edward, ¿quién mejor para hacerse cargo de tus negocios mientras estabas fuera?, ¿quién mejor para velar por tu única hija? — se defendió mi padre.

—Puede que tus intenciones hayan sido las mejores, Carlisle; pero jamás perdonaré el sacrificio al que has sometido a mi pequeña Isabella. No soy un padre cualquiera y no entrego a mi hija por dinero, jamás me he doblegado ante eso— dijo Charlie orgulloso—. Ordenaré que mañana mismo sea anulada esa absurda unión.

— ¡NO! — casi grité.

— ¿Perdón? — preguntó Charlie al borde de la furia, podía verlo en sus facciones.

—Lord Swan, con todo el respeto que usted merece, no tiene la potestad para alejarme de mi esposa y tampoco voy a permitirlo. Amo a Isabella más que a mi propia vida y no dejaré que se vaya de mi lado—  lo reté.

— ¿Se atreve usted a desafiarme, joven Cullen?

—Si es por conservar a Bella a mí lado, lo desafiaré a usted y a quien se cruce en mi camino.

—Mire cómo me llevo a mi hija y créame que por mi causa usted y mi hija jamás volverán a estar juntos. No permitiré que ella sea infeliz con usted, ¡es tan solo una niña, una pequeña niña! — dijo furioso saliendo de la estancia.

Corrí desesperado tras de él, sabía lo que su poder podía hacer contra mí y, aunque hoy fuese el duque de Cullen, ante él sólo era un joven inexperto y estúpido desafiándolo.

—Es hora de partir— dijo al entrar a la estancia en donde ahora se encontraba parte de mi familia.

— ¡Padre! — dijo mi esposa lanzándose a los brazos de Lord Swan. Éste le devolvió el abrazo y no le quedó más que calmar la furia que lo carcomía ante aquel acto noble de su hija.

—Estoy muy feliz de que hayas traído a mi madre de vuelta, soy la mujer más feliz del mundo— dijo sonriendo—. Edward, cariño, quiero presentarte a mi madre, René Swan— dijo mi esposa indicándome que me acercara.

—No te atreva a acercarse de nuevo a mi hija— siseó Charlie—.  Y tú, Isabella, ya no estás atada a este hombre. Así que no finjas más, mi niña— le dijo su padre tranquilamente, las miradas de duda no se hicieron esperar.

—Padre, Edward es mi esposo. Lo amo— dijo Bella con convicción, llegando a mi altura y refugiándose en mis brazos.

—Pues, desde este momento ya no lo es. Nos iremos en este mismo instante— ordenó Charlie.

—No. Le debo obediencia y lealtad a mi esposo y eso haré. Padre, ¿piensas que con aparecer después de tantos meses borraré la soledad que dejaste en mi alma? Sé que traes a mamá, pero ¿yo qué? No te importo dejarnos a Alice y a mí a la deriva. La familia Cullen se ha ocupado de nosotras desde que no has estado presente— le recriminó Bella, la expresión de mi suegro se transformó en  una de dolor.

—Lo sé, hija, pero…

— ¡Pero nada! ¿Ahora vienes a intentar obligarme a hacer lo que tú deseas? Puedo ser una dama, pero quiero quedarme con Edward pase lo que pase.

— ¡PUES NO ESTOY DE ACUERDO Y ME DEBES OBEDIENCIA A MÍ, NOS MARCHAREMOS EN LA MAÑANA! ¡LO HE DICHO! — gritó saliendo de la habitación.

—No te preocupes, hija. Ya se calmarán las cosas. Si ustedes se aman les ayudaré con Charlie— dijo su madre casi en un susurro, siguiendo a su esposo.

Bella no se alejó de mis brazos y continuó sollozando con fuerza.

—Será mejor que vayan a tu habitación, hijo— dijo mi madre–. Nosotras volveremos a la fiesta— indicó sacando a Vicko, Annie, tía Vero y tía Sol del despacho.

Bella y yo caminamos en silencio por el gran castillo, agradecí que las habitaciones tuviesen otras escaleras de acceso.

Al llegar a nuestra habitación ayudé a Bella a cambiarse el hermoso vestido por su ropa de dormir, la necesidad por su cuerpo me invadió, pero ella estaba totalmente destruida, así que dejé mis pensamientos pecaminosos para otro día. Me cambié y me dispuse a consolar a mi amada esposa entre mis brazos llenándola de besos.

Capítulo 23: APARICION!!! Capítulo 25: DESESPERACIÓN I

 
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