HOLA MIS CHICAS, AQUI LES DEJO OTRO CAP UN POQUITIN MAS LARGUITO...

QUIERO AGRADECERLES LAS MUESTRAS DE CARIÑO Y APOYO QUE ME DIERON...DE VERDAD QUE GRACIAS A USTEDES ES QUE ESCRIBO, USTEDES ME DAN LAS FUERZA PARA QUE LA INSPIRACION SURGA, DE VERDAD GRACIAS...

ESTE CAP QUIERO DECIRCARSELO A CADA UNA DE USTEDES... A LAS QUE RECIEN LEEN, A LAS QUE YA ME CONOCEN DESDE HACE TIEMPO, A MI FAMILIA Y A LECTORAS SILENCIOSAS...

QUIERO CONTARLES QUE ESTOY PASANDO POR UN MOMENTO MUY DIFICIL, TENGO A MI PRIMITA DE 3 AÑOS HOSPITALIZADA.... LES PIDO MUCHA ORACION POR ELLA..... SE LLAMA MARIANA...

TAMBIEN QUIERO CONTARLES QUE PLANEO PUBLICAR OTRO FIC PERO ESTA VEZ EN FACE, SI FUNCIONA LO PUBLICARE AQUI TAMBIEN....

RECUERDEN QUE SI DESEAN AGREGARME A FACE BELLSAMY VIVI CANCINO O ESCRIBIRME A MI CORREO vivianita2430@hotmail.com

ADEMAS ESCRIBIRE UNA HISTORIA NUEVA PERO QUE NO ESTA RELACIONADA CON LA SAGA, ASI QUE SI ALGUNA ESTA INTERESADA ESCRIBANME, ME ENCANTARIA CONTAR CON SU OPINION !!!! YA QUE COMO LES DIJE ARRIBA USTEDES MIS LECTORAS ME HACEN ESCRITORA!!!

GRACIASSSS ESPERO SUS COMENTS NO ME OLVIDENN!!! 

LAS QUIERO BESITOS DESDE COLOMBIA...

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POV BELLA

-No…- sollozaba una y otra vez, Dios no podía hacerme esto, mi hijo no podía estar muerto, me negaba a creerlo, tenía demasiadas esperanzas en aquel ser.

-Mi Lady tiene que calmarse- interrumpió mis sollozos una de las damas entrando a la habitación, El Dr. Cullen volverá pronto pero tiene que calmarse no le hará bien a la criatura su estado- me dijo tratando de tranquilizarme.

-¿Qué?- pregunte sorprendida por sus palabras, ¿Cómo se atrevía a mencionar a mi hijo?

-Las damas en cinta deben estar en calma- afirmo asustada.

-¡QUE ACASO NO SABE USTED QUE HE PERDIDO A MI HIJO!- grite desesperada.

-¿Perdón mi Lady?- preguntó anonadada -quien le ha dicho semejante barbaridad, el Dr. Cullen me encargo expresamente que estuviese en calma para no afectar a la criatura-

-NO… - balbucee- yo oí que había perdido a mi hijo, que... el golpe había sido muy fuerte…- dije  con la leve esperanza que aun tuviese a mi hijo conmigo.

-¡Oh!- exclamo ella- lamento el mal entendido, ha llegado otra dama, Lady Caroline, ha caído de las escaleras, él y su esposo esperan también una criatura, ya se le notaba, es lamentable, he tratado de localizar al Dr. Cullen, el llevaba su caso, pero fue a casa su esposa no se sentía bien-relato con lastima la dama.

-¡Oh! ¡No!- dije poniendo las manos en mi boca – ¿entonces…mi... hijo... está vivo?-   pregunté.

-Por supuesto mi Lady, pensé que su esposo se lo había hecho saber, el habló con el Dr. Cullen- dijo ella sorprendida.

-¡Oh Dios mío! ¡Edward! ¡Edward! ¡Edward!- comencé a gritar

- Cálmese mi Lady- me pidió preocupada.

La puerta de la habitación se abrió delicadamente, tras ella se encontraba  mi suegra, Natalia, Victoria, Emmett y Annie,

-¿Isabella hija que te sucede?- preguntó mi suegra entrando a la habitación dándole una significativa mirada a todos los presentes, para que se detuvieran, ya que Natalia, Vicko y Annie pretendían lanzarse sobre mí.

-Esme necesito a Edward, ha surgido un mal entendido y he ofendido a mi marido- le rogué informalmente.

-Mi señor, mi señor- se escuchaban los gritos desde el pasillo, puede reconocer la voz de Eleazar.

-Sr. No puede usted pasar- le dijo una dama con severidad.

-Es de suma urgencia, he visto al Marques entrar, es de su hijo- grito Eleazar.

-Edward-susurre aterrada ante los gritos del chofer de Edward.

Todos permanecimos en silencio mientras Carlisle, quien se encontraba justo en la puerta de la habitación,  intentando ingresar, daba la orden para que lo dejaran pasar, todos entraron totalmente a la habitación y se ubicaron en los costados de mi cama.

Al llegar Eleazar angustiado, sentí pavor por Edward, le había golpeado muy fuerte, ¿Cómo le había podido gritar que era un asesino?, si yo misma me había lanzado a la calle; el peso de mis palabras cayó sobre mí, como una daga lacerante.

-Mi Señor, mi Lord ha tomado un caballo y se dirige al norte de la ciudad, parecía endemoniado, no acato mis advertencias, solo tomó el caballo por la fuerza, se monto en él y cabalgo a toda prisa, rumbo al norte, hacia el bosque- dijo Eleazar casi sin aliento.

Entonces temí lo peor, recordé aquella ocasión en Italia cuando Edward cayó del caballo y sentí morir.

-¡NO…-NOO….ESTO ES MI CULPA!- grite desesperada, sintiéndome miserable.

-Emmett, busca algunos hombres  y vamos en busca de mi hijo- indico Carlisle angustiado.

-Tu hija, debes estar en calma, Natalia, Victoria quedadse con ella, mientras Annie venid conmigo- nos indicó Esme.

-No… quiero ir, necesito saber que Edward está bien- pedí.

-Isabella, o te quedas aquí calmada o tendré que sedarte- sentencio mi suegro severo.

Entre en pánico, como me iba a dormir mientras no sabía nada de Edward.

-No- Dije con voz débil- id por Edward y decirle que me perdone- pedí sollozando.

Los brazos de Natalia como en ocasiones anteriores me envolvieron suavemente, infundiéndome un poco de apoyo.

Después de unas eternas horas, Victoria pudo informarme que Edward ya estaba siendo atendido, no sabía mayores detalles, pero al menos estaba con vida, ese era mi consuelo.

Desde su angustiosa partida ni mi suegra ni Annie habían vuelto a mi habitación, Emmett se había asomado tan solo unos segundos, sin  pronunciar palabra y mi suegro había estado aquí para revisar mi estado de salud pero no me había permitido hablar acerca de Edward, los nervios me consumían lentamente, cada segundo que pasaba era una eternidad.

 Sospechaba que algo malo ocurría, pero no quería llenarme la cabeza de miedos infundados, por mi hijo, tenía que permanecer en calma.

No tuve claridad en que punto de la noche me dormí, unos pequeños golpes en la puerta y unos susurros llamaron mi atención y me devolvieron de mi espeluznante ensoñación.

En ella Edward caminaba junto con un pequeño, ambos en sus elegantes trajes, Edward sonreía de forma ladina y observaba al pequeño con gran ternura; trataba de correr cerca de ellos pero cuanto más me acercaban, más lejanos parecían, asustada corría, pero más se alejaban de mí; Al llegar al inicio de un oscuro bosque, Edward se detenía y tomaba al hermoso niño entre sus brazos, observaban al bosque y una figura de largo cabello surgía de aquel inmenso bosque, aquella dama se unía a mi esposo y al niño, tomaba  la mano de Edward, lo besaba y se lo llevaba a las profundidades del bosque….

-Nooooo…-- salió de mi garganta un grito de espanto.

-¿Bella?- dijo en un susurro Natalia.

-Edward, ¿en dónde está?- pregunte angustiada, necesitaba saber que aún era mío, que me perdonaría por lo que le había hecho.

-Bella... él… está un poco delicado…- balbuceo Emmett, a quien  hasta el momento no había notado que estaba allí.

-Deli…cado…-

-Si Bella, tuvo un accidente… él… cayo del caballo, pero no te preocupes estará bien, mi tío ha dicho que todo está bien que el mejorará pronto él es fuerte-

No pude pensar en nada más que correr a sus brazos, con toda la fuerza que me quedaba me levante de la cama, sin que Natalia, Emmett o la otra persona que permanecía allí lo pudiese predecir corrí a la puerta; pero los grandes brazos de Emmett me interceptaron cuando había logrado dar dos pasos fuera de la habitación.

Desesperada me retorcí entre sus brazos presa de la angustia y la agonía, necesitaba ver a Edward.

-Necesito verlo, por favor…. Solo será un momento, prometo regresar a mi habitación, solo quiero verlo…- suplique desvaneciéndome en los brazos de Emmett.

Emmett, Natalia y Esme se observaron por unos segundos, con sus rostros llenos de duda, allí reconocí a la tercera persona mi suegra, aquella que había empujado para lograr salir.

-Está bien Bella, te llevaremos, pero solo serán unos minutos y prometes volver a tu cama y estar tranquila- hablo Esme maternalmente.

Asentí feliz.

Emmett me cargo en sus brazos, sin importar las miradas recelosas de todas la personas que allí se encontraban, Natalia y Esme conservaron sus expresiones tranquilas por lo que asumí que no era mal entendido que Emmett me llevara e sus brazos.

Emmett se detuvo en una de las habitaciones a tan solo unas puertas de la que me encontraba yo.

Alguien abrió la puerta desde el interior, Annie, al verme contrajo su rostro de angustia, temí lo peor; me baje de los brazos de Emmett a la fuerza y camine hacia la cama en donde Edward yacía inerte, con un gran vendaje en la cabeza, alrededor de este se encontraban más de 3 hombres, todos de blanco y observándolo con detenimiento.

-¡Isabella!- exclamo mi suegro sorprendido.

No pronuncie palabra alguna y acudí con rapidez al lecho en donde Edward se encontraba.

Tome su mano y acaricie su rostro, con la ilusión de ver sus hermosos ojos esmeralda observarme enfadado, espere unos minutos y eso no sucedió.

No puede evitar que gruesas lágrimas cayeran de inmediato al ver su estado, note aquellos golpes, en su ojo izquierdo, rayones y moretones en el resto de su hermoso rostro.

Todos a mi alrededor hablaban, decían palabras de ánimo, pero yo solo podía ver el rostro de Edward y deseaba morirme,  por haber causado tanto mal en aquel ángel.

Sentí como la mano de Edward comenzó a moverse y me apresure a observarlo radiante.

Sus ojos lentamente se abrieron, su ceño se frunció severo, observo a la habitación en pleno, luego me observo a mí con duda, trato de levantarse, pero oportunamente su padre se lo impidió.

Lo observo de nuevo, una vez más a él, luego me observo a mí, soltó mi mano y pronuncio las palabras que rompieron mi corazón en mil pedazos y me hicieron querer desaparecer de este mundo.

-¿Padre, quien es esa mujer?-