HOLA MIS NIÑAS PRECIOSAS!!! AQUI LAS PREMIO CON DOS CAP JEJE NO SE SIN SON MUY LARGOS PERO DIRE QUE ME ENCANTARON Y DE VERDAD Q LAS PREMIO JAJA AGRADEZCANLE A MI PEQUEÑO ACCIDENTE QUE ME DEJO EN CASA WIIIIII JAJAJA ESPERO SUS VOTOS Y COMENTARIOS DE APOYO MIS HERMOSA LECTORAS DANNY,FLORI Y ADORADA HIJA BELLAMARIE SWAN ESTO ESPAR LAS TRES QUIEN FUERA ALGUNA QUE ED QUIERE CASARSE JAJAJAJA LA AMO Y BESITOS A TODA LA FAMILIA!!!

AHH NO SE ME PUEDE OLVIDAR GRACIAS VICKO!!! ERES LA MEJOR DEL UNIVERSO!!!

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EDWARD POV

-¿Señoritas Masen, como han estado?- saludé con alegría mientras me acercaba a ellas.

-Muy bien, Lord Cullen ¿Y usted?- respondió Florie con una gran sonrisa, acercándose y dándome un emotivo abrazo.

- ¿No les parece que están expresando demasiada confianza en ese "saludo"?- fijo una nueva voz la cual no pude identificar.

Me alejé de Florie para ver  quién era dueña.

Frente a nosotros se encontraba una hermosa joven, consideraba que no pasaría los 18 años, era rubia, de ojos azules como el mar y sus mejillas estaban preciosamente teñidas de un rojo carmesí.

-Lo siento, Señorita Masen. Ha sido un gran atrevimiento, me he dejado llevar por la emoción de verla de nuevo- me disculpé con Florie al tiempo que besaba su mano y le guiñaba un ojo.

-¡Edward, siempre tan modesto!- se burló esa hermosa joven.

-¡Ya, Ju! No debes molestar a Lord Cullen de esa forma-  regañó Florie a la joven mujer.

-¿Ju?- pregunté estupefacto.

-¿Acaso luzco tan diferente, Lord Cullen?- se burló la joven ante mi expresión.

-¿Julieta Masen?-  pregunté anonadado.

- Por supuesto, Lord Cullen. La misma- afirmó sonriente.

-No lo puedo creer, Julieta ¿Cuánto tiempo?- me acerqué a ella y la abracé, aunque fuese muy poco "decoroso" el dar muestras de cariño en público.

-Me es muy grato volver a verle, Lord Cullen después de casi...- lo meditó unos segundos- ¿5 años?- cuestionó la bella Julieta.

-Lo mismo digo, que hermosa se encuentra usted y que diferente me parece- le dije con sinceridad.

-Lo sé, ha sido un cambio muy especial, he de admitirlo. Permítame decirle que usted no se queda atrás, desde aquellas tardes en el bosque cerca de la mansión de mis tíos han pasado varias años y aún conserva la misma hermosa sonrisa que podría flechar el corazón de cualquier dama- rió Julieta.

No podía creer que Julieta Masen estuviese frente a mí, ella era prima de Florie y Danny.

Ella también hacia parte del grupo con el que de niños nos divertíamos Emmett  y yo, a escondidas de nuestros padres, ya que escapábamos de las mansiones y nos refugiábamos en el bosque.

Aquel bosque unía las mansiones de Emmett, Florie y lamía.

 Julieta venía de vacaciones ocasionalmente, hacía alrededor de cinco o seis años los padres de las hermanas Masen se habían trasladado hacia Francia, llevándose con sigo las visitas de Julieta.

 No podía negar que había regresado más hermosa y radiante que antes,  ya era toda una mujer y no puede evitar pensar en que si de niños me había interesado en ella... ¿por qué no lo podía hacer ahora? Además, mi padre me lo había pedido, ¿cierto? Intentaría conquistarla.

-Gracias por el cumplido. Pero cuéntenme, ¿qué las trae por Londres nuevamente?- comenté con alegría.

-Hemos venido a visitar a una de nuestras tías que padece de una extraña enfermedad. Estaremos aquí por unos meses- me respondió Danny hablando por primera vez.

-Oh, lo lamento. Espero que pronto se recupere- luego me dirigí hacia Danny -Que bueno es verle de nuevo, pensé que la pequeña Danny no me consideraba tan digno de oír su armoniosa voz- dije riendo. Danny bajó la cara al suelo y se escondió tras su hermana.

-Danny, no debes sentir vergüenza alguna. Es Edward- dijo Florie en un susurro que solo oímos quienes estábamos allí.

-Debo pedirles que vayamos a un lugar más discreto. Me encantaría saber lo que ha sido de sus vidas en estos años- las invité cortésmente. 

Conocía el lugar perfecto para poder hablar con ellas e investigar si alguna estaba comprometida o si deseaba ser mi esposa. La primera candidata seria Julieta, después estaría Florie y luego la hermosa Danny. Ofrecí mi brazo derecho a Florie, Danny se unió al  izquierdo y Julieta se acomodó cerca de Danny. Así atravesamos la transitada calle. Caminamos alrededor de dos cuadras, cuando estábamos a punto de  llegar a la casa de té de mi madre. Ese era un lugar que permanecía la mayor parte del tiempo solo, bueno salvo uno o dos empleados. Ahí se reunían las damas, amigas de mi madre, y en ocasiones los caballeros, amigos de mi padre.

-¿Les representa alguna dificultad el hecho de estar en este lugar conmigo?- pregunté preocupado por lo que pudieran pensar los padres de las jóvenes.

-Si entramos en silencio y con tanto estilo como nos has mostrado en las calles londinenses seguro nadie nos vera- aportó Julieta, feliz.

Sonreí y las guíe hacia el salón. Abrí la puerta para toparme con unos hermosos ojos chocolates, al verlos retrocedí.

-Yo…lo siento- se disculpó la dueña de esas orbes chocolate. No sabía desde cuándo esos ojos me parecían tan hermosos.

-No se preocupe, Lady Swan, ha sido mi culpa- le dije con dulzura.

Ella subió el rostro, al verme su expresión cambio totalmente, frunció el ceño y me vio con odio.

-Lord Cullen- me llamó Alice.

-Bella dama- la saludé poniéndome a su altura y soltando el agarre de Danny y Florie. La pequeña sonrió.

-Alice, es momento de que nos retiremos- le indicó Isabella, ella hizo un gesto triste y se acercó a despedirse.

-Edward- me llamó Julieta. Giré mi rostro en su dirección.

-¿Es acaso la hermana de Charles Swan y la pequeña, la hija de tu prima Anabella?- me preguntó en un susurro que pareció molestar a Isabella, ya que la fulminó con la mirada. Asentí.

-Disculpe, Lady Swan, conocí a Lord Charles hace algunos años y Lady Anabella. Lamento mucho su fallecimiento- expresó Julieta de forma solemne.

Isabella no dijo nada, sólo se limitó a observar a Alice.

-Gracias ¿Lady...?- habló Alice.

-Lady Julieta pequeña. Permíteme decirte que eres tan hermosa como tu madre y tan educada como tu padre- alagó Julieta.

-¿De verdad?- preguntó la pequeña Alice, sorprendida.

-En verdad, pequeña. Tuve trato cercano con tu madre y eres una hermosa réplica de ella-apuntó Florie con añoranza.

No recordaba lo amigas que habían sido Anabella, Annie y Victoria con las Masen.

-¿De verdad?-preguntó nuevamente Alice incrédula.

Julieta asintió y Alice sonrió complacida.

-Alice, debemos irnos. Tu abuelo nos espera en casa- dijo Isabella observando despectivamente a las jóvenes Masen y olvidándose de mí.

Dio dos pasos sin despedirse y esperó a que Alice se despidiera de nosotros. Luego desapareció tras la puerta del carruaje.

-Pero que joven mas altanera y mal educada- afirmó Julieta.

-Sólo está muy afectada por lo de su hermano, inclusive se ha desmayado en el funeral- la excusé con vehemencia.

-En eso tienes razón, parecía que quería matarme en cuanto mencioné a su hermano y a Anabella- dijo Julieta.

Pasamos al salón y allí nos atendieron los sirvientes trayendo té para todos. Después de unos minutos en los que hablamos de trivialidades, como los cambios de Londres y otros aspectos generales de Paris, me decidí a buscar la información que necesitaba.

-Y entonces, éstas bellas jóvenes ya están en edad de desposarse, ¿alguna propuesta?- pregunté desinteresadamente. Las tres rieron.

-Sí, debo decir que a Julieta le han sobrado pretendientes pero sólo uno ha logrado ganarse su corazón- intervino Florie.

Descarté inmediatamente a Julieta.

-Pero no soy la única que ha decidió casarse, Florie. Tú estas más loca de amor que yo- confesó Julieta y rió melodiosamente.

Descarté a Florie dejando a Danny como mi única opción.

-¿Y tú Danny?-pregunté con esperanza.

-Aún no decido, aunque es lamentable decir que de quien estoy enamorada no me merece como esposa- respondió tristemente.

-¿Eso qué quiere decir?-pregunté confundido

-Danny se ha enamorado de un pequeño mercader de Paris, nuestros padres no lo aceptan y desean que se case con Lord Joyce un hombre de 40 años - comentó Florie furiosa.

-Danny, ¿y si te pidiera que fueras mi esposa? Como un trato, claro está. Debo buscar esposa antes de dos meses y tú debes tener un  esposo. Podrías verte con tu amado y yo cumpliría los deseos de mi padre- expresé mi loca idea esperando no recibir un golpe por parte de las tres damas ahí presentes.

-Pero… pero…Edward es demasiado arriesgado-objetó nerviosa Danny.

- Será sencillo- dije.

-¿Estás seguro, Edward?-preguntó Florie dudando.

-Seguro. Estaremos casados, pero serás libre de amar aquel comerciante y te ayudaré para que lo veas- afirmé.

-Si las cosas son así, me parece una excelente idea, Danny- afirmó Julieta Feliz. Hasta ese momento recordé que junto a nosotros también estaban Florie y Julieta.

-Los apoyo- concluyó Florie.

-Acepto, Edward. Nos casaremos en tres meses, será tiempo suficiente para volver a Paris, hablar con Oliver, dejar todo listo y volver a Londres para nuestra boda- dijo Feliz Danny corriendo a abrazarme.

-Todo será perfecto, hoy iniciaremos con los preparativos. Todo deberá ser discreto para no levantar sospechas, nadie podrá enterarse de nuestro arreglo, Danny. Si no, seremos desheredados de por vida- dije abrazándola.

Sonreí feliz con la esperanza que mi padre creyera en mi deseo de desposar a Danny y me diera otro mes más de plazo.