Reneesme Pov:
Después de la cena de anoche no quiero ni siquiera escuchar el nombre de Tanya, es decir cómo prefiere estar con ella que con mamá, bueno dejando de lado a esa bruja, porque lo es, todo ha ido muy bien, platico con mi tía todos los días, Edward piensa que estoy hablando con mamá, si él supiera, mi tía dice que mamá tiene pequeñas mejorías pero no muchas, mi tía Alice aún cree que estoy en la academia de ballet, bueno convencí a Edward de que me inscribiera en un curso vacacional de ballet, tomé algunas fotos mías con unas amigas, en el estudio de ballet y se las envié a mi tía, no es que me guste mentirle pero sé que si le digo la verdad, ella vendrá por mí y bueno aún quiero pasar más tiempo con Edward, mi papá, aún no soy capaz de llamarlo así.
Hoy era lunes, me vestí con una licra negra y una blusita de tirantes rosa con unos zapatos de muñeca, agarre mi bolso con todo lo necesario para el ballet y salí de mi habitación, olía muy rico, cuando llegué a la cocina me di cuenta que mi plato ya estaba servido, me senté y me fijé que Edward estaba hablando por su teléfono, me hizo una señal con la mano para que esperara, cuando terminó de hablar y guardó su teléfono dijo.
-Hola Ness, estaba hablando con mi secretaria y me acaba de decir que una revista muy importante sobre empresarios quiere entrevistarnos a ti y a mí, tú sabes, soy uno de los más reconocidos empresarios, gracias a mis empresas “Amanecer”, y de paso quiere saber un poco de ti, entonces quieres tú salir en esa revista- me preguntó Edward.
Me atraganté con lo que comía cuando él terminó de hablar, yo salir en una revista, sería algo genial, pero espera si salgo en una revista como esa es muy probable que mi ti a se entere, no puedo arriesgarme así, aunque pensándolo bien, mi tía sólo lee revistas de moda, no de empresarios.
-Ok, acepto- le dije muy emocionada.
Él sonrió en respuesta y dijo.
-De acuerdo, entonces arreglare todo para empezar lo más rápido posible- me dijo él.
Que tan malo puede ser, es decir sólo debo dejar que me hagan algunas preguntas, unas cuantas fotos y ya.
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Habían pasado tres días desde que Edward y yo tuvimos esa dichosa entrevista, la mayoría de preguntas se la hicieron a él, a mi casi no me tomaron en cuenta, pero bueno me divertí mucho en la sesión de fotos, dijeron que saldríamos en la portada, estábamos Edward y yo abrazados mirando a la cámara, eso me emocionaba y a la vez me asustaba, qué pasaría si mi tía por algún motivo viera esa revista, Nessie, sé optimista, además sabes que ella no lee este tipo de revistas, pero y sí lo hace, no lo hará, me decía mi yo interior, creo que estoy loca, ahora escucho voces en mi cabeza.
Era jueves y estaba en mi curso de ballet, olvidé decirles que Mackenzie, la hija de Jasper, también está en este curso conmigo, es genial, en estas últimas semanas nos hemos hecho muy unidas, ella es una gran amiga, apenas había llegado, cuando vi el auto de Jasper estacionarse en la entrada de la academia, de la puerta del copiloto bajó Mackenzie, después de despedirse de su papá vino donde mí.
-Hola Nessie, ¿cómo estás?- me dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
-Hola, bien y ¿tú?- le dije mientras entrábamos a la academia.
-Bien, oye que te parece si hacemos una pijamada, recuerdas que la profesora dijo que mañana no vendría, pensé que sería genial si vienes a dormir a mi casa y después mañana en la tarde te dejamos en tu casa- me dijo mirándome con una sonrisa.
-Ok, me encanta la idea, sólo debo pedirle permiso a Edward- le dije
-Ok, ¿Edward?, aún no le dices papá-me preguntó, con una clara interrogante en su rostro.
Yo lo único que hice fue encogerme de hombros, ya habíamos llegado y estábamos guardando nuestras cosas en los casilleros.
Después de la clase de ballet, que fue simplemente genial, aprendí muchas cosas nuevas, bailar es una de las cosas más asombrosas que existen, al terminar la clase, llamé a Edward para preguntar si podía ir a la casa de Mackenzie, dijo que está bien, que no hay problema, pero dijo que yo no tenía ropa para mañana, Mackenzie dijo que ese no era ningún problema, que ella me podía prestar ropa, Edward con esa respuesta se quedó tranquilo, dijo que mañana nos veríamos.
Ahora estaba en el auto de Jasper y con Mackenzie, dirigiéndonos a su casa, cuando aparcamos, me di cuenta de que su casa era más pequeña de lo que imaginada, era color amarillo, pero no un amarillo escandaloso, sino bajito, de dos pisos, se veía muy acogedora.
Al entrar Mackenzie prácticamente me jaló a su habitación, era muy bonita, llena de muñecas, aún era temprano, así que nos sentamos en el suelo y cogimos un par de muñecas y nos pusimos a jugar con ellas, ella era la Cenicienta y yo Blanca Nieves, me estaba divirtiendo mucho, ella me recordaba mucho a una amiga mía de LA, se llamaba Jane, creo que las tres seríamos grandes amigas.
- En ¿qué piensas?- me dijo Mackenzie sacándome de mis pensamientos.
-Ah, nada, sólo pensaba que tú te pereces mucho a una amiga mía en L.A. - le dije sinceramente.
-Ah- fue todo lo que dijo.
Ya se estaba haciendo de noche, el tiempo pasando volando entre juegos, ahora estábamos, Mackenzie y yo, acostadas en su cama, viendo una película de terror, mientras comíamos canguil con Coca-cola, en realidad no le prestábamos mucha atención a la película, le acababa de conversar a Mackenzie toda la verdad, es decir le conté de cómo en realidad llegué aquí.
-Pero no crees que es arriesgado, es decir que harás si todos se enteran de la verdad, aunque dices que tu tía Alice es buena gente, yo creo que si se va enojar mucho cuando se entere de lo que hiciste, sabes te quiero mucho, y por eso me preocupa como lo vayan a tomar los demás- me dijo mi amiga, con la preocupación en el rostro.
-Gracias, pero bueno creo que en algún momento todo se sabrá- le dije triste.
-Creo que es bien feo lo que le está pasando a tu mamá, pero sabes yo también extraño mucho a mi mamá, la única diferencia es que ella no me quiere- dijo Mackenzie a punto de llorar.
-Oh Mackenzie, no llores, me tienes a mí, tu mamá es la que se pierde de tener una hija tan maravillosa como tú.- le dije mientras le abrazaba bien fuerte.
-Gracias- me dijo entre sollozos.
Después de eso nos acostamos ambas para dormir, ella me había contado que su mamá se llamaba María, y que ella les había abandonado a su papá y a ella, cuando Mackenzie todavía era una bebé, su historia me pareció muy triste, como alguien puede tener el corazón tan duro como para abandonar a su propia hija, pero bueno ella tiene la suerte de tener un padre tan bueno como Jasper.
…
…
Nos habíamos despertado bien tarde, eran cerca de las once de la mañana, así que en lugar de desayunar, esperaríamos a que sea hora del almuerzo, Jasper, el papá de Mackenzie estaba en su trabajo era Ingeniero, en la casa sólo estábamos Mackenzie, yo y la nana de Mackenzie, que ahora estaba haciendo el almuerzo, mientras Mackenzie y yo estábamos recostadas en el sofá viendo la televisión.
La hora del almuerzo, había llegado, sin exagerar fue uno de los mejores almuerzos de mi corta vida, después de eso, Mackenzie yo nos pusimos a jugar Básquet, soy mejor en el deporte que ella, jaja, en la tarde nos pusimos a jugar videojuegos, pasamos en eso toda o bueno casi toda la tarde, ya había llegado Jasper, y ahora los tres mirábamos la televisión mientras me venían a recoger.
Después de unos minutos, escuchamos el pito del auto de Edward, cogí mi maleta y me despedí.
-Adiós Jasper- le dije mientras él me daba un beso en la mejilla.
-Adiós Mackenzie- le dije mientras la abrazaba.
-Adiós, cuídate, chao- me dijo.
Cuando salí de su casa, se me hizo muy raro que Edward no hubiera entrado, aunque sea sólo para saludar y ya, pero bueno, vi el auto estacionado en la entrada y cuando subí en el asiento del copiloto, me di cuenta de que no era Edward.
-Hola cariño- dijo Tanya con una sonrisa fingida.
-Hola, ¿por qué viniste tú y no Edward?- le pregunté entre molesta y fastidiada por su presencia.
-Bueno pensé que sería genial, que tú y yo tratáramos de conocernos de nuevo, sé que no empezamos muy bien- me dijo.
-Tú a mí no me engañas, sé que no te agrado, no tienes por qué fingir- le dije yo.
-Es cierto, no me agradas, eres más lista de lo que pensé, pero tú crees que Edward confía más en ti que en mí, pues te equivocas- me dijo altanera.
Luego de eso nadie dijo nada hasta que llegamos al apartamento de Edward, bajamos y seguíamos en silencio.
Cuando entramos, Tanya dijo.
-Mira para hacer las paces te he traído un rico pastelito- dijo ahora tiernamente, o bueno lo intento.
-Edward, hola- le dije cuando él salía de la cocina para saludarme.
-Hola, cariño, ven vamos a comer- me dijo mientras me cogía de la mano, para ir al comedor.
-Espera yo no comeré nada que venga de Tanya, pude haberle puesto veneno o algo- le dije yo.
-Por favor compórtate- me dijo cambiando su voz, a una de advertencia.
Los tres nos sentamos a comer, bueno el pastel no estaba mal, hasta podría decir que estaba rico, pero cuando terminaba de comerlo, porque Tanya, como me quiere tanto, nótese el sarcasmo, me dio doble porción, sentí que el estómago me empezaba a doler.
-Ness, ¿estás bien?- me dijo Edward.
-No creo que no, ¿que tenía el pastel?- pregunté a punto de gritar por culpa del dolor a Tanya
-Pues, no sé, todo lo que tiene un pastel de nueces, creo- me dijo ella.
Esperen dijo nueces, soy alérgica a las nueces, Edward tocó mi frente y dijo.
-Estás ardiendo en fiebre, te llevaré a un hospital- me dijo muy preocupado.
Después de eso, ya no sentí más, todo a mi alrededor se volvió completamente negro.
Hola chicas que tal, espero que me dejen sus comentarios y votitos porfiss, muchas gracias a las chicas que me han dejado sus comentarios y votos, les agradezo un montón, calma chicas pronto Bella aparecerá en la historia, espero que les haya gustado el capi. y que me dejen sus comentarios, desearía que me dejaran cualquier recomendación o sugerencia para saber que les gusta o no de la historia, gracias, prometo subir el próximo capi. lo más pronto posible, besitos y abrazos mabe.
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