Bella Pov:
Después de mi cumpleaños, podría decirse que todo ha transcurrido normal, mi hija asiste diariamente a la escuela, no me puedo quejar, es una excelente alumna.
Edward y yo nos vemos a diario, con respecto a lo de su trabajo no hemos vuelto a hablar sobre el tema, y eso me preocupa un poco, es decir me encanta estar con Edward, pero no quiero que por ello descuide su trabajo.
En estos momentos estoy en limpiando el departamento, Alice está en su trabajo, mi hija en la escuela, y Edward llegará en cualquier momento, dijo que teníamos que hablar de algo muy importante, no tengo idea de qué.
Estaba aspirando la sala, mientras escuchaba la radio, cuando escuché que alguien tocaba a la puerta, apagué la aspiradora y de inmediato fui a abrir la puerta.
Era Edward, parado en frente mío, y no estaba segura pero podía percibir cierto nerviosismo en su mirada.
-Hola amor- dije y me lancé a besarlo.
Él de inmediato respondió a mi beso y dijo:
-Bella, tenemos que hablar- dijo en tono serio.
-Ok pasa- le dije y cerré la puerta cuando ambos estuvimos dentro.
Nos sentamos en el sillón de la sala y ninguno decía nada, hasta que decidí romper el silencio.
-Y bien, ¿qué era lo que tenías que decirme?- le pregunté curiosa.
Edward me miró a los ojos, como queriendo ver algo en ellos.
-Recuerdas lo que te dije sobre construir una empresa mía aquí en LA-dijo
Yo sólo asentí con la cabeza, no entendía lo que quería decir.
-Creo que no va a funcionar- dijo por fin.
No entendía a lo que se refería.
-A qué te refieres con “no va a funcionar”- le pregunté interrogante.
-A eso, a que no creo que funcione, es decir tengo todo allá en NY, mis negocios mi familia, todo y cambiar todo acá va a ser muy complicado- dijo seriamente.
Al fin entendí lo que quería decir, él quería que nos separemos.
-De acuerdo, si te parece que lo mejor es separarnos, pues está bien- dije tristemente.
-¿Qué dices?- dijo confundido- lo que trataba de decir es que sería mejor si tú, nuestra hija y yo nos vamos a vivir en Nueva York- dijo explicándome.
Al oír sus palabras inmediatamente subí la mirada.
-Entonces me equivoqué- dije sintiéndome como una tonta.
-Pues déjame decirte que sí, perdón si te confundí, pero no sabía cómo te lo tomarías- dijo mirándome en modo de disculpa.
-Tonto- dije mientras me lanzaba a sus brazos para poder besarlo.
Al separarnos, él estaba muy sonriente y dijo.
-¿Y aceptas?-dijo aún con algo de miedo.
¿Aceptaba? La verdad es que no sé, pero si me pongo a pensar el único motivo por el que salí de Nueva York era para estar lejos de Edward, pero ahora que estamos juntos nada me retiene aquí.
Entonces muy segura acepté.
-De acuerdo, estoy segura de que a Reneesme le encantará la idea- dije yo.
-No lo dudo- dijo él, y entonces volvió a besarme.
Pasamos lo que quedaba de la mañana juntos, hasta que llegó la hora de ir a la escuela por nuestra hija.
La recogimos y fuimos a almorzar, apenas terminamos fuimos al departamento queríamos darle la noticia a Alice, a nuestra hija ya se lo dijimos y cómo supuse se lo tomó de maravilla.
….
….
Han pasado tres días desde que decidimos en ir a vivir los tres en Nueva York, mi hija y yo estábamos terminando de preparar las maletas, Edward estaba arreglando todo para el viaje, mientras que Alice se encontraba aún en su habitación, había tomado esto de mi mudanza muy bien, aunque el separarme de mi mejor amiga, pienso que será muy difícil, no nos habíamos separado en muchos años.
Ya, al fin terminé de empacar, Edward dijo que no lleve muchas cosas, que él se encargaría de comprarme cosas allá, al principio traté de negarme, me gusta obtener las cosas por mi propio esfuerzo, pero fui muy complicado de vencer a Edward, así que al final accedí.
….
….
Mi hija y yo, ya estábamos listas con las maletas, estábamos las dos junto con Alice, en la puerta del edificio, esperábamos a que Edward llegara.
Cuando el taxi llegó con Edward en él, inevitablemente me sentí triste.
-Adiós Alice- dije tratando de evitar la lágrimas, mientras abrazaba a mi casi hermana.
-Adiós Bella, no olvides llamar a diario- dijo con voz triste
-No lo olvidaré- dije entre sollozos.
Nos separamos y fue el turno de despedirse de mi hija.
-Adiós tía Alice- dijo mi pequeña.
-Adiós corazón- dijo Alice, mientras se agachaba para poder quedar a su altura.
-Ten esto es para ti- dijo mi amiga, mientras se quitaba el collar del cuello, ese que siempre usaba y se lo entregaba a mi hija.
-Gracias tía- dijo Nessie.
Después de la despedida, que para mí fue de lo más triste, Edward nos ayudó a guardar las maletas en la cajuela del taxi, subimos en el y fuimos directo al aeropuerto.
Llegamos y después de realizar todos los trámites necesarios para al abordaje, al fin subimos al avión con rumbo a Nueva York.
Instintivamente, apoyé mi hombro en el de Edward, él delicadamente depositó un beso en mi frente, acto que hizo que yo sonriera, mi hija estaba sentada al otro lado de mí, se notaba a simple vista lo feliz que estaba con todo esto.
….
….
Acababa de despertarme, aunque seguía con los ojos cerrados, me dolía horrores el cuello, el haber dormido en esta posición me está trayendo sus consecuencias, sentí que alguien me movía ligeramente.
-Amor, despierta, estamos a punto de aterrizar- dijo Edward con voz suave.
Abrí los ojos despacio, y me encontré a Edward mirándome con una sonrisa.
-Hola- le dije aún con un poco de sueño.
-Hola cariño- dijo él.
Me giré y observé a mi pequeña mirar por la ventana.
-Hola corazón- dije yo.
-Hola mami- dijo ella regresando su mirada a mí.
Desde ese momento me mantuve despierta, al cabo de un poco más de media hora llegamos.
Al aterrizar el avión y bajar del mismo, pude percibir el evidente cambio de ambiente.
Los tres caminamos por el pasillos del aeropuerto, cómo una familia muy feliz y unida, casi no lo puedo creer pero a tan sólo unos pasos de nosotros estaba toda la familia de Edward, inmediatamente regresé a ver a mi novio con una evidente confusión, de verdad que no me los esperaba aquí.
-Bella, cariño- dijo Esme acercándose a mí, mientras me abrazaba, ella siempre fue como una madre para mí.
-Hola Esme- dije yo también muy alegre.
Al separarnos, ella me miró con mucho cariño.
-Hola Carlisle- dije mientras abrazaba a mi ahora suegro.
-Hola Bella- dije él mientras correspondía a mi abrazo.
Mi hija también estaba feliz saludando a sus abuelos.
Atrás de ellos puede ver a Emmett y a Rosalie.
-Hola enana- dijo Emmett, mientras cómo en los viejos tiempos me abrazaba al estilo oso, adoraba a este chico.
-Hola Rosalie- dije cuando su esposo me soltó, ella era una chica realmente agradable, me caía bien, aunque no llegamos a socializar mucho en el pasado.
Después del recibimiento tan afectivo por parte de la familia de Edward, ellos fueron a la casa de Esme y Carlisle, quedamos en que iríamos a cenar hoy en la noche.
Edward, mi hija y yo fuimos al departamento, en que ahora viviremos los tres juntos.
Llegamos, y mientras subíamos por el ascensor, no podía sentir cierto nerviosismo en mi interior, por volver al que antes fue también mi hogar.
Entramos en el apartamento, mi hija de inmediato corrió a la que dijo era su habitación, yo me quedé ahí mirando todo con detenimiento, seguía igual como la recordaba.
-No quería que tu esencia se fuera de aquí- dijo Edward, leyendo mis pensamientos, según él soy como un libro abierto, no cabe duda.
Yo sonreí al oír sus palabras, y sin pensarlo más lo besé con todo el amor que sentía.
-Te amo- dije cuando nos separamos.
-Yo también te amo, mi princesa- dijo Edward.
Y rápidamente volvimos a besarnos, sintiendo yo, como todo volvía a ser como antes, porque este era mi lugar, al lado de Edward.
Hola que tal chicas ¿ les gustó el capi? espero que sí, pues bien quiero agradecerles mucho por sus comentarios, de verdad mil gracias a mis admiradoras, jajaja, son lo mejor.
PD: Xfa déjenme sus comentarios para saber si les gusta cómo va la historia, gracias, sin más que decirles me despido bye, besitos y abrazos :)
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