Obligada a amar

Autor: Melii
Género: Romance
Fecha Creación: 28/06/2012
Fecha Actualización: 01/09/2014
Finalizado: NO
Votos: 30
Comentarios: 157
Visitas: 104644
Capítulos: 44

 OBLIGADA A AMAR

 

Me llamo Isabella Swan, pero todos me llaman Bella, tengo 22 años y siendo tan joven mi madre ya arruino mi vida por completo. Yo lo tenía todo, dinero, amor, felicidad y una familia muy unida. Pero mi familia quiebra, y pierde todo su dinero, quedándole solamente, mi casa y ahorros de una pequeña herencia. Al verse sin dinero, mi madre me ha hecho casar, enamorar, desenamorar, y lastimó lo que yo mas amaba en el mundo, mi novio Jacob. Ese hombre es Edward Cullen, un hombre de debo admitir que es muy apuesto, pero en fin, él junto con mi madre acabaron con la poca felicidad que me quedaba.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: Luna de miel

Me desperté con un dolor de cabeza desgarrador, me removí inquieta  y me di cuenta que no estaba en una cama.

— ¿Estás incomoda?

–Un poco.

–Pediré unas almohadas para que estés más cómoda. –Dijo desabrochándose el cinturón del avión,” ¿avión? ¿Cuándo me dormí?”

—Espera Edward, no hace falta que hagas eso por mí. —Dije tomándolo del brazo para detenerlo

— ¿Bella qué dices? Claro que es necesario amor, todo por ti cielo.

—Edward no es necesario que finjas, se que estás enfadado, créeme que lo entiendo.

— ¿Bella de qué hablas?

—De lo de ayer Edward —Dije un poco más irritada, se estaba pasando o a lo mejor quería olvidar las cosas y no repetirlas.

—Bella, me estás asustando, ayer fue el mejor día de mi vida, me casé con la mujer más hermosa del mundo.

-…-

— ¿Isabella me estás escuchando? —Oí  decir a Edward, pero me giré  para verlo y ya no estaba.

—Isabella.

Parpadeé un par de veces y sólo vi  una ventana y detrás de ella la lluvia cayendo.

¿Que había sido eso que pareció tan real? Otra vez mi imaginación me jugaba una mala pasada.

—Lo siento.

—Vamos por poco no te quedas dormida mirando por la ventana.

— ¿A dónde?

— ¿Qué te parece si, a tomar nuestro vuelo? —Quiso sonar gracioso pero fue lo que menos le salió.

—Perdón.

—No quiero escucharte ahora, después habrá tiempo para eso.

—Pero tenemos que hablar —Casi grité parándome de la mesa.

—Está bien hablaremos en el avión.

—Bien. —Dije resignada, tampoco podía reclamarle mucho, suficiente que accedió a hablar.

Abordamos  el avión y esperamos a que despegara.

— ¿Bueno ya podemos hablar?

—Sí, empieza.

—Yo bueno… no sé cómo empezar, tampoco quiero justificarme ni nada por el estilo, primero que nada quiero que sepas que te quiero y que si me casé con vos no fue por ningún trato ni tampoco porque René me haya obligado, jamás hubiese llegado tan lejos si no te quisiera, te tomé mucho cariño por que desde que estamos juntos siempre estuviste a mí lado, siempre me cuidabas cuando estaba enferma, hasta evitas que me cayera. — dije con una pequeña sonrisa. —Me supiste comprender cuando te trataba mal y jamás me lo reprochaste. Aunque te cueste creerlo o te parezca absurdo, yo te quiero y eso no me lo inculcó René obligándome a estar contigo, ese fuiste tú Edward.

—Bella…

—Déjame terminar.

—De acuerdo, sigue.

—Yo a pesar que te quiero y… no puedo seguir con esto.

— ¿Qué quieres decir?

—Que no podemos seguir así Edward.

—Si lo que quieres es el divorcio, no te lo daré.

—Pero Edward esto es ridículo.

—Para mí no lo es, me casé y tu también, ambos juramos amarnos hasta que la muerte nos separe o acaso ¿no recuerdas?

— ¿Y qué piensas hacer? ¿Olvidar todo lo que pasó?

—Nunca dije que lo iba a olvidar todo.

—No tiene caso seguir hablando contigo.

—Te dije que no quería hablar.

— ¿Qué hora es?

—Las tres de la mañana.

—Voy a dormir, por favor piensa en lo que te dije.

Me desabroché el cinturón del avión, apoyé la cabeza en el respaldo del asiento, y me hice un bollito para dormir mejor.

EDWARD POV.

Sí, que piense lo que me había dicho, como no.Está equivocada si cree que le voy a dar el divorcio.

Sé que no es lo correcto y que el dicho dice “Si amas algo déjalo ir, si es tuyo volverá sino...” A la mierda el dicho, ella se va a quedar conmigo y punto.

Si se va,  no tendré la oportunidad de que me ame. Dormida se veía como un ángel, tan pacífica y sin preocupaciones. La quería demasiado y sé que obligándola a quedarse con migo, quizás sea mejor dejarla ir y que haga su vida… no, no puedo dejarla ir, le guste o no, se quedará a mi lado.

—Perdón mi amor pero no puedo dejarte ir, te amo demasiado para alejarte de mi lado y soy muy egoísta como para dejar que rehagas tu vida, TE AMO.  —Dije acercándome a ella para dejar un beso en su frente.

—No. —dijo ella. ¿No? ¿Me había escuchado?

Volví a mirarla pero estaba dormida, claro Bella hablaba en sueños, aún estaba dormida.

—No. —volvió a repetir casi en un susurro.

—Es tuyo, créeme. —Dijo un poco más alterada.

—Bella. —Dije sacudiendo su hombro.

—Edward tienes que creerme. —Dijo más alterada que antes, decidí despertarla.

—Bella despierta.

—Gracias por despertarme. —Dijo ni bien logró entender que pasaba.

—Gracias ¿por qué?

—Por… por... yo... este no importa, olvídalo.

—Estabas alterada por eso te desperté.

—Si fue raro y feo. ¿Puedo? —Preguntó acercando su cabeza a mi hombro.

—No Bella, si estás incomoda pediré almohadas.

—Por favor Edward,  los almohadones no me tranquilizan como lo haces tú.

—Adelante.

—Gracias. —Susurró ya sobre mi hombro y pasando su brazo sobre mi abdomen. Dios que haría con ella, no voy a poder seguir así por mucho tiempo, yo sé que me ablandaré igual que hace unos segundos.

El viaje me pareció más rápido de lo que debía, pero seguro era porque me había dormido y muy bien abrazado a Bella.

Tuve un sueño raro, en el que Bella estaba llorando en el piso diciendo que debía creerle y atrás de ella estaba Esme mirando la escena, eso era raro.

— ¿Estás bien?  —Preguntó Bella aún con la cabeza en mi hombro.

—Sí.

—Estabas teniendo un sueño un poco alterado, estabas agitado.

No le contesté o terminaría contándole mi sueño y no quería hacerlo, hasta en sueños Bella me engaña, una voz femenina anunció por el alto parlante en español que nos abrocháramos los cinturones que en breve estaríamos aterrizando, esperó unos minutos y lo repitió.

—Bella, abróchate el cinturón que vamos a aterrizar.

— ¿Cómo lo sabes?

—Lo acaban de anunciar.

— ¿Sabes español?

—Sí.

—Woow.

A los 5 minutos la misma voz repitió lo mismo, sólo que esta vez lo hizo en inglés.

—Tienes razón. —Dijo separándose de mí.

Aterrizamos y una vez que ya tenía nuestras maletas de mano nos dispusimos a bajar del avión.

Tuve que ayudar a Bella porque como de costumbre casi se cae al bajar las escaleras, eso no ayudó demasiado con mi autocontrol, ya que mis manos estaban apretando su cintura haciendo que su vestido de subiera un poco más de lo que debía.

Mire hacia atrás para ver si algún baboso la veía y como era de esperarse, vi a un rubio sureño que la veía como si fuese un pedazo de carne, no pude ocultar mis celos y aproveché que tenía a Bella cerca para posar mi mano sobre su muslo, que quedaba al descubierto y mi otra mano en su espalda baja.

—Edward… ¿qué?… ¿qué?

—Shhh, Bella déjate llevar por un momento.

—Edward, en serio créeme que lo quiero olvidar todo y dejarme llevar, pero no hagas las cosas difíciles y menos por celos. —Mierda, me conocía más de lo que yo creía.

–No estoy celoso. —Miré hacia atrás otra vez y el rubio estaba con cara victoriosa y una gran sonrisa en su cara.

—Edward a mi no, te conozco. Solo míralo,  está ahí sólo observando como si pudiese hacer algo al respecto.

—Sabes que no podrás aplazar el beso que iba a darte, es tiene que ver de quien eres. —Dije acercándome a ella para besarla, no hizo nada para separarse.

—Edward creo que es suficiente, estamos en medio del Aeropuerto Galeào para la ridiculez ¿quieres?

—Qué importa  —Dije acercándome otra vez a ella, se supone que debía aplicar la ley de hielo, pero teniéndola así era imposible.

—¡¡¡EDWARD!!! Estoy hablando en serio.

¿Qué estás haciendo Edward? Nunca antes habías tratado así a una mujer, ¿por qué tienes que tratar así a Bella?

—Oye, creo que será mejor que la sueltes, no lo está disfrutando mucho.

BELLA POV.

Recosté mi cabeza sobre su hombro y me puse a pensar en el sueño de hace un rato, donde yo estaba arrodillada en el suelo llorando, Edward estaba frente a mí con sus puños cerrados y detrás mío había alguien frotándome la espalda, lo único que decía era que me creyera, nada más. Era algo raro, estábamos en nuestra casa de Forks, afuera sobre la tierra fría y mojada.

Una vez que aterrizó  el avión y luego de contemplar a Edward que al parecer también tenía un sueño algo raro al igual que yo.

Como de costumbre cuando estaba bajando las escaleras del avión, estaba por caer cuando unos brazos me rodearon e impidieron que mi caída.

Edward me sostenía de la cintura haciendo que mi vestido se subiera un poco más de lo que debía, apenas tapando mi trasero, Edward se volteo a ver si alguien nos veía y yo aproveché para hacer lo mismo, pero  la gente parecía haber desaparecido, ¡claro tonta! ¿Porqué habría gente en medio de la pista de aterrizaje?   

De seguro la gente de nuestro vuelo habrá ido por sus maletas, solamente vi a un muchacho rubio que nos observaba, más bien ME observaba y debo decir que no me gustó para nada su forma  mirarme,  parecía estar analizando cada parte de mi cuerpo y en otro momento me hubiese sentido desprotegida y débil, pero en esta ocasión no fue así ya que tenía a Edward rodeándome con sus brazos, que por cierto estaba con la mandíbula tensa y con sus ojos fijos en el rubio y comenzó a apretar su agarre en mi cadera y lo fue corriendo hacia mi muslo descubierto  y bajó la otra mano sobre mi espalda baja haciéndome estremecer.

Sabía que Edward trataría de besarme o algo así,  sólo para mostrarle al rubio ese de quién era yo, ¿Por qué tenía que ser tan posesivo?

Traté de decirle que no hiciera  nada por los celos, pero era obvio que no me iba  a hacer caso, así que me besó de forma posesiva como nunca antes lo había hecho, cuando me quise dar cuenta ya estaba alejando a Edward de mi, él hacía esto solamente por  celos.

Luego de separarlo de mí aunque él seguía agarrándome por la cintura con posesión, por un  momento me sentí mal, Edward no debía actuar por celos y lo que menos quería era que se peleara por mi culpa.

—Creo que deberías dejarla, no creo que ella este disfrutando mucho mientras forcejea con tigo.

Escuché decir a alguien detrás de mí, quise darme vuelta para ver quién era pero los brazos de Edward me apretaron más fuerte y se acercó a besarme luego de mirarme a los ojos, no supe que fue  lo que vi en ellos pero me di cuenta que no era momento para discutir, cuando me besó sentí lo mismo que en cada beso que me daba entes del “pleito”,  sentí el amor que me tenía y  no la desesperación que sentí en el beso que me dio hace unos minutos.

Se separó de mí y en su mirada que me dio,  entendí  que tenía que hacer, fingir frente a ese extraño que todo estaba bien, que éramos una pareja recién casada (cosa que era verdad) y feliz.

— ¿Vamos amor?  —Le dije a Edward tomando su mano.

—vamos a descansar, debes estar agotada. —Dijo tomando mi cintura mientras dejaba un pequeño beso en mis labios. Se agachó a recoger su pequeña mochila y mi valija (que no era muy grande, ya que Alice me obligó a comprarme ropa aquí).

Cuando me giré,  choqué  con alguien y era el rubio que aun seguía ahí  parado. Yo creí que con el beso Edward y yo  lo habíamos “espantado” pero no.

— ¿Hola, todo en orden? —Preguntó mirándome a mí con cara de… carajo ¿este tipo se me estaba insinuando ¿ Y con Edward presente? Esto no va a terminar bien.

— ¿Si, por qué?

—Muñeca, no trates de mentirme,  vi que hace rato estabas tratando de zafarte de él. ¿Muñeca? Mierda, si Edward no le daba una paliza a  ese tipo, sería un milagro, aunque lo dudo mucho.

—Eso es algo que a ti no te incumbe. —Dijo Edward al lado mío.

Poco a poco me acerqué más a Edward, ese hombre me daba miedo, hasta su forma de hablar me producía escalofríos y al parecer Edward lo notó porque  me tomó por la cintura.

—Claro que si, esta preciosura estaba forcejeando con tigo. ¿Qué pretendías hacerle?

Dijo acercándose a mí, sin importarle que Edward me tuviera agarrada de la cintura manteniéndome a su lado. En ese momento sentí  como Edward apretaba más su agarre, si era posible y depositaba la maleta en el suelo mientras dejaba caer por su hombro la mochila al piso.

“Bella, ¡tienes que hacer algo tonta!

—Edward, amor vámonos de aquí —Advertí para que se calmara y pudiéramos irnos sin peleas.

—Vamos muñeca, ¿te irás con él? — ¿Pero qué carajo? ¿Está loco? se supone que él es mi acompañante ¿con quién se supone que debería irme? IDIOTA.

—Soy su esposo, ¿con quién quieres que se vaya idiota?

Dijo Edward apartándome para ponerme detrás de él, “Mala señal, haz algo Bella”

—Vamos cielo.

—Vamos muñeca ¿te quedarás con el imbécil, este que te obliga a que lo beses?

Ninguno contestó, yo tenía miedo de decir algo que haga que el vaso rebase, Edward solo apretó sus puños y luego todo pasó muy rápido, lo único que vi al reaccionar, fue a Edward y a ese idiota, agarrados por los guardias de seguridad del aeropuerto.

—Vámonos de aquí Edward, por favor. —Dije tomando su mano.

Tomó mi maleta y yo su mochila. Seguro estaba adolorido, no tenía mucho daño pero aun así debía sentirse agotado.

Pedí un taxi y Edward le dijo algo en portugués al chofer que no logré entender.

Luego de unos 20  minutos de viaje,  bajamos  con la pequeña valija y la mochilita.

Era un lugar alegre, parecía que estaban  de fiesta o en algún carnaval.

— ¿Qué festejan? —Pregunté curiosa.

—El día de la proclamación Brasileña, lo festejan todos los 15 de noviembre, es un lugar muy festivo, con muchos carnavales y festividades anuales.

—Es muy… alegre.

—Sí, lástima que no nos vamos a quedar aquí. —Dijo algo seco, pero a la vez apretó más mi mano cuando comenzamos a pasar entre la multitud de gente.

Caminamos un poco más hasta llegar a un pequeño puerto donde había sólo una lacha, Edward puso la maleta dentro de ella, me quitó la mochila del hombro e hizo lo mismo, luego se subió  y esperó  a que yo lo hiciera.

Vi hacia abajo y noté que la lancha estaba separada unos 50 cm del piso de la pequeña bajada. Si intentaba subir por mis propios medios,  seguro terminaría cayendo al agua.

—No voy a pasar por ahí Edward, me voy  a caer.

—Pff. —Refunfuñó pero no le presté atención.

Me tomó desprevenida cuando me alzó y me sentó en uno de los asientos de la lancha y él se acomodó  a mi lado.

 Un momento ¿él sabía conducir esta cosa? ¡¡Woow, hay muchas cosas que no conozco de él!!

Encendió el motor y comenzó a conducir tranquilo para llevarnos a nuestro destino final.

— ¿Dónde estamos Edward?  —Pregunté cuando apagó el motor de la lacha y sacaba las cosas de adentro, vi que apoyo las maletas en la arena y se me quedó mirando

— ¿Nos vas a bajarte verdad?

Negué con la cabeza con la esperanza de que me bajara cargándome en brazos y así lo hizo para luego depositarme en la arena fría, debido a que estábamos cerca del mar.

Cuando Edward me bajó, me doblé el  pie porque mi tacón se enterró en la arena y como muy tarada me llevé a Edward con migo haciendo que cayera encima  de mí.  No sabía si agradecerle a Alice por obligarme a usar los zapatos de tacón o matarla por ello.

Si Edward no estuviera enojado con migo de seguro aprovecharía para besarme y yo también lo haría, era el momento perfecto para ello.

Tampoco podía pensar con mucha claridad teniendo el abdomen de Edward pegado a mi cuerpo y cierta parte de su anatomía en mi abdomen, me sentía  enloquecer cuando.

¿Me va a besar o no? ¿Por qué no lo haces tú Bella? Vamos haz algo Bella

Maldita posición incomoda, Vamos Bella si él no te besa haz algo tú.

—Creo que deberías quitarte de encima de mí,  para que yo me pueda levantar también. —Dije seca, no sé porque soné así, pero pude ver el rostro de Edward ¿enfado?

EDWARD POV.

Por un momento pensé en perdonarla, sus ojos me decían la verdad, pero cuando me dijo que me saliera de encima de ella, me decepcioné.

Definitivamente Edward Cullen eres un completo idiota, ella no te quiere en lo más mínimo y tu ilusionado con que un día te quiera, ni siquiera lo está intentando.

Ni siquiera podía pensar con claridad, también con ella tan cerca de mí, estaba agitada y tenía su pecho pegado al mío. Se me hacía difícil pensar cuando la tenía así. Esta chica va a ser mi perdición, ¿cuándo tiempo podré aguantar así con ella? Apreté un poco el amarre en su cintura, no la quería soltar, la quería atener así siempre.

—Edward.

— ¿Qué?

—Que te muevas.  —Claro idiota, querías evitarla y mírate actuando como una tarado, ni reaccionas cuando te habla.

Me levanté y la ayudé a reincorporarse, la hice entrar para que conociera la casa, mientras yo metía  la maleta y ordenada la ropa y las demás cosas en la casa, estaba acomodando las cosas del baño cuando saqué del neceser de Bella una cajita de ¿Anticonceptivos? Mierda ahora me vengo a enterar que los toma. Puedo estar con ella sin protección y jamás me lo dijo, jódete , ni no fueras tan cabrón,  podrías estar con ella ahora mismo.

¿Y se supone que tengo que imponer la ley de hielo con ella?  ¿Cómo vas a hacer Edward, un mes encerrado en esta casada en  medio de una isla?

—Es muy linda… –Dijo Bella entrando al cuarto de baño, pero se cayó cuando me vio a mí con la cajita en las manos.

—Hee… bueno creo que me voy a acostar. —Dijo tartamudeando, era obvio que estaba incomoda, el color de sus mejillas me lo decían.

No dije nada, deje la cajita en el mueble del baño y seguí acomodando las demás cosas.

— ¿Me pasas el cepillo y el dentífrico? Lo agarré y se lo pasé, ella se lavó los dientes y me lo devolvió.

—Me voy a bañar, Edward. —Mierda, Mierda, ley del hielo Edward, ley del Hielo.

—Hazlo. —Dije sin mirarla, la escuché maldecir mientras salía del baño, eso era bueno, ella jamás maldecía a menos que esté muy enojada. Volvió a entrar al baño y se quitó  la ropa. Edward no mires, no mires.

Cuando entró a la ducha y cerró las mamparas, me fui del baño y me acosté para esperar a que Bella termine y poder hacerlo yo.

Bella POV.

Hoy luego del incidente con el muchacho rubio del aeroparque, se portó educado como siempre, pero solamente que esta vez  comenzó a implementar la ley de hielo con migo, que por cierto estaba funcionando por que odiaba esa chiquilinada y me hacia enfadar demasiado, me bañé y me puse un camisón  de esos que me compró Alice, creí que jamás los usaría pero en esta Luna de Miel los gastaría  todos.

También me puse unas bragas que obviamente también eran compradas por Alice, yo jamás me hubiese comprado algo así, no sabía si agradecerle o matarla por ello.

Me miré al espejo y el camisón traslucido hacía que se vea mi ropa interior.

El color azul, era el favorito de Edward así que seguro le iba a gustar, cuando me vi me gustó, y era fácil de sacar, era un poco incomoda la pequeña braguita y el corpiño al ser armado me molestaban los aros, pero me gustaba como me quedaba.

 

http://www.lunanuevameyer.com/fotoslnm/relatos/relato3043/Cap_23_Bella.jpg

 

Fui a la habitación pero Edward se había dormido, carajo y yo me puse esto para él y se queda dormido.

Le quité la ropa y lo arropé con el edredón, carajo me fue imposible no pasar mi mano por su abdomen marcado.

Se removió un poco inquieto así que lo terminé de arropar y vi que tenía la mejilla un poco roja por la pelea, pase mi mano por ahí y luego le di un beso, también noté que tenía un rasponsito en el mentón.

Fui al baño y busqué entre el botiquín que había estado acomodando Edward hacia un rato y saqué una gasa con un tarrito de Pervinox, mojé  la gasa con el líquido y se la pasé por el mentón para desinfectar la pequeña herida, con la ayuda de mi torpeza me había raspado miles de veces y esto era algo habitual que yo tenía que haces cada vez que me caía.

Tiré la gasa y dejé el tarrito de Pervinox en la mesada del baño.

  Me acosté y lo contemplé hasta que me quedé dormida.

Me desperté por el olor a quemado... ¿quemado? Mmm ¿y olor a tostadas?

Tostadas quemadas, eso debía ser digno de ver, Edward Cullen cocinando el desayuno, si voy ahora mismo me reiría de él, así que me quedé un ratito mas haciendo fiaca.

Miré la hora y eran las 3 de la tarde, woow dormí un montón, pero al parecer Edward también porque recién estaba preparando el desayuno.

Me levanté, hice la cama y un momento… ¿y el edredón? Me fui a los pies de la cama y estaba tirado en el suelo. ¿Qué hacia tirado? ¡¡Oh!! Tonta ¿Edward lo habrá quitado en la noche?

Y claro, ¿a quien se le ocurre poner semejante acolchado? Eso significa que dormí toda la noche sin nada para taparme y con este camisón. ¿Edward me habrá visto?

Me bañé porque estaba transpirando de tanto calor que hacía aquí, un punto a mi favor, podría andar con poca ropa por la casa, tampoco teníamos vecinos y teníamos una isla para nosotros solos, otro punto  a mi favor nadie más que Edward me vería.

Me puse un pequeño pijama, no tan provocador como el camisón que traía puesto, pero si era sexy, y mucho más cómodo.

 

http://www.lunanuevameyer.com/fotoslnm/relatos/relato3043/Cap_23_Bellab.jpg

 

Me miré al espejo para ver siestaba bien y si, pero había algo que no me gustaba, no me puse sostén,  así que me quité la remera y me puse uno, me volví a poner la remera y me miré en el espejo, ahora sí, quedé conforme.

Me puse un poco de Leche siliconada en el pelo (*), me lo arreglé para que se me formaran bucles y  salí del baño lista para provocar a Edward… digo para  desayunar con Edward.

 

 

Capítulo beteado por Vhica...., Betas FFAD.
https://www.facebook.com/groups/betasffaddiction/

 

(*) Leche siliconada: En algunos lugares se los llama silicon para el pelo, es un aceite para arreglar las puntar y dejar el pelo mas lindo (yo lo uso es re lindo jaja)

 


Bueno ya saben que las amo un montonaso!!!

Espero sus votitos y sus comentarios.. y estoy pensando en las recomendaciones que me dio Maya..

Y sabes que?? Voy a usar una de ellas..

Ya saben que me ppueden sar consejos si quieren!!

Un beso enrome a Mayamasencullen por que se que me lees!!

Y a Kimberlycullen tambien!! Me preguntaste cada cuando actualizo y decidi actualizar cada 10 dias!! (se que el capitulo anterior lo actualice a 8 dias pero ya no aguantaba mas dejandolas intrigadas)

Las amo..

Soffy!!

Capítulo 22: Todo se desvanece Capítulo 24: Volviendo a la realidad

 
14439573 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios