Reconciliación Desde hace un par de semanas que quiero irme de Nueva York para comenzar una vida más tranquila. Cuando le comente a Edward lo sucedido no le gusto mucho la idea porque creyó que quería irme sola, sin él. Pero cambio de decisión cuando le dije que venga con migo que no quería irme sola, sin él. Lo se lo odiaba con todo mi ser, pero ya no. No desde que me entregue a el
por primera vez. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, fue a los 10 meses de estar de novios y ya llevábamos poco más de una año. Bueno como les decía, el día que le dije a Edward que me quería ir un tiempo fuera de la ciudad me propuso matrimonio. Hubiese deseado que fuese Jacob el que me lo propusiera, pero fue Edward, no es que no lo quisiera porque lo quiero mucho pero solo como amigo. Y ahora acá como una tonta estoy llorando y ni siquiera sé porque, últimamente lloraba por todo o suplemente me cambiaba el humor por una tontería y me enojaba con todos. Me metí al baño para limpiarme la cara y bajar a recibir a los chicos que hoy vendrían a pasar el día en casa. -Hola Hermanita.- Dijo Emm cuando estaba bajando las escaleras y como era de esperarse me abrazo y me levanto del suelo haciéndome girar. -Emm, me revuelves el estomago.- Dicho esto me bajo y me dejo en el piso. -Perdón Bells.- -No importa.- Mire detrás de él y los chicos no venían. – ¿Y los chicos?- -Vine en mi nuevo jeep y como es nuevo todavía lo ando muy despacio así que salí mas temprano que ellos porque nadie quiere venir con “Emmett la tortuga” se vienen cada uno en sus autos.- No pude seguir escuchándolo porque salí corriendo hacia el baño y creo que todo mi desayuno se fue por ahí. -Bella, no me dejes hablando solo.- Lo mire con cara de “Emmett no es momento de bromas” -Bueno perdón, si te sientes mal llamo a los chicos para que se suspenda la mega fiesta que organizamos.- -Emmett dije que nada de fiestas, mis papas llegan hoy de un viaje de trabajo.- -Tranquila Bells era una broma.- -Bueno, pues basta de tus bromas. Si mejor vete y cancela lo que quieras.- Creo que me eccedi con el pobre de Emmett pero bueno a veces de saca de quicio y yo que últimamente no estoy de muy buen humos mucho menos estoy para sus bromas tontas. Corrí hasta mi habitación, entre al baño y me di una ducha. Note que me dolían mucho los pechos. Eso me pasaba cuando estaba por venir mi periodo, y al recordar la fecha me di cuenta que era eso faltaba poco para mi próxima regla. Me vestí, me seque el cabello y sentí unos golpes en la puerta que seguro seria Heidi. Pasa Heidi grite todavía secándome el cabello. -Amor, no soy Heidi, pero ¿puedo pasar igual? -Si ya estas adentro, ¿Para qué preguntas? -¿Qué te pasa amor? Últimamente estas muy…- Ay va otro más que me iba a decir lo mismo “Últimamente estas muy susceptible, ¿Te pasa algo?” -¿Muy que Edward? -Muy susceptible amor. Tu sabes cómo es Emmett y créeme que no está bien ahora.- -Ahora es él, el ofendido. Lo que me faltaba.- -Amor ahora todos se fueron, pero prometieron volver mañana en la noche para salir a despedir las vacaciones.- -No quiero ir.- -Vamos Bella. Mírame a los ojos.- Que idiota y ahora que le pico. -¿Para qué? ¿No puedes hablar sin mirarme?- -Amor te conozco y si me miras a los ojos voy a saber si me mientes. Por favor.- -Bien, pregúntame lo que quieras.- Le dije mientras me giraba hacia él y lo encaraba. -¿Qué es lo que te pasa?- -Nada amor, en serio estoy bien.- -¿Entonces que paso con Emmett? Nunca te pusiste así por alguna de sus bromas.- -Solo que la hizo en el momento que menos le convenía, nada más.- -Sabes que él nunca mide cuando hacer y cuando no hacer bromas.- -Bueno está bien si tú lo dices.- -Bueno ya que los chicos se fueron y tus papas no están, quedamos solos.- -¿Que está pensando seños Cullen?- Me moriría aquí mismo si me dice que hacer el amor, No porque no quisiera, sino todo lo contrario. -No sé, quizá ir a ver alguna películas juntos.- Creo que mi cara de decepción me delato porque me volvió a preguntar. -Creo que eso no era lo que usted tenía en mente señorita. ¿O sí?- AY... Dios este chico iba amatarte de un infarto, amo su sonrisa esa que solo me daba solo a mí y hacia que tartamudeara como una tonta. -Yo... si, digo... no... Yo es que…si, no, no quiero salir de casa.- -¿Qué pasa amor que tartamudeas así? ¿Estas nerviosa?- Dijo acercándome a pasos lentos y muy sexys. -No, es que. Ay maldición Edward tú me pones así.- -No esperaba esa revelación de ti.- -Pes ya la tienes, ¿Vas a aprovechar el momento o te vas a quedar hay paradito?- -Sus pedidos son órdenes.- ---- Luego de ese hermoso momento juntos, si hicimos el amor, otra vez. Desde que el día que yo decidí tomar la iniciativa en la relación todo cambio, y creo que para mejor porque Edward no siente que está presionando. -Amor.- -mmm.- Le respondí aun con los ojos cerrados. -¿Me quieres?- Auch. Justo al clavo. Aunque ni yo lo podía creer si lo quería y más de lo que yo me podía imaginar. -Si. ¿Por qué lo preguntas?- -Quería reafirmarlo.- Dijo besándome el cuello. -Edward, basta, pueden venir mis papas.- -¿Y eso qué? Le caigo muy bien a René.- Claro como ni iba a caerle bien si le había pagado para estar con migo, hipócrita. -Si le caes mejor que yo.- -No mi amor, tus papas te adoran.- -Si como tú digas.- No siguió discutiendo y comenzó a besarme, hizo un camino desde mis labios hasta mi cuello con el que se entretuvo un buen rato para luego bajar lamiendo y besando hasta el inicio de mis senos. Sentí que hiso una sonrisa y me di cuenta que no iba seguir mas allá, se detuvo e hiso el camino inverso hasta mi oído. -Pueden venir tus papas.- Dicho esto dejo un beso detrás de mi oreja y se alejo. -Si, si pueden venir y...y... ashh… me voy a bañar.- Salí de la cama y me metí al baño para ducharme y luego cambiarme. Cuando salí del baño había un perfecto Edward sentado e mi cama cubierto desde la cintura para abajo con las sabanas de mi cama. Por un momento olvide mi enojo, mi inseguridad hacia el mis padres su engaño, olvide todo y me fui directo sobre él. Me senté a horcajadas y comencé a besarlo, como espere el comenzó acariciarme la espalda y fue bajando hasta mis caderas donde se detuvo. Corto nuestro beso y se acerco a mi oído. -Pueden venir tus papas, ¿No amor?- -Si...sii…- -Bueno me voy a duchar espérame.- -Si te espero abajo.- -Si pero para que me pueda levantar tienes que salir de arriba mío.- -Ah… sii...sii.- Me levante y salí de ahí lo más rápido que pude. Ese maldito me quería tentar y ver hasta donde llego. Me entretuve leyendo una revista que tenía una entrevista de Robert Pattinson, ¡Si que es sexy! -¿Qué lees amor?- -Nada.- Dije cerrando la revista y dejándola sobre la mesita ratonera que hay frente al sillón donde me encontraba. -Te gusta Robert Pattinson.- Sonó más a una afirmación que a una pregunta. -¿De done sacaste eso?- No hizo falta que me dijera algo, señalo la revista que hacia un momento tenía en las manos y ¡Que tonta! Tenía una foto súper sexy de Robert. -Si, si me gusta y mucho, ¿Algún problema con eso?- -No, ninguno.- Dijo acercándose peligrosamente hacia mí. -A…a...-Dije tartamudeando, porque su proximidad me ponía nerviosa. -¿Qué pasa, te pongo nerviosa?- -No…com...como crees.- No dijo nada y me beso, me recostó en el sillón y comenzamos a acariciarme. Pero no podíamos hacer nada estábamos en el sillón de la sala. -Hija, Bella llegamos.- Se escucho el grito de René. Edward me miro y sonrió para luego darme un coro beso y recomponernos en el sillón. Me abrazo y esperamos con una gran “sonrisa” a que mis papas pasaran hacia el salón. -Hola mi amor.- Dijo mi papa una vez que entro y nos vio en la sala. -Hola pa.- Dije mirándolo –Hola René.- Dije mirándola a mi mama. -Hola Muchacho que sorpresa verte aquí.- -Hola Charlie.- Saludo Edward a mi papa que por cierto se llevaban muy bien, desde que se conocieron. –Vine porque con Bella tenemos algo que contarles, a los dos.- Dijo mirándola a mi mama. -No me digas que me harán abuela, No puedo creerlo, ya mismo les cuento a mis amigas, voy a ser la envidia de todas.- -RENE- Gritamos papa, Edward y yo al mismo tiempo. -¿Qué?- -Como crees que Bella puede estar embarazada. Un momento ¿No es eso lo que me tenias que decir no?- -Ay… papa no es eso.- -Bueno me dejas más tranquilo, ¿Que es entonces?- -Bella y yo vamos a casarnos.- -¿En verdad mi amor?- Dijo René acercándose para abrazarme. -Si René.- Nos abrazamos mientras mi papa abrazaba a Edward y le decía algo que no pude escuchar. Luego mi papa me abrazo a mí y René a Edward que también le dijo algo que no llegue a oír. -¿Eres feliz?- Pregunto mi papa, y ¿Que podía decirle? ¿Que no? No, esa no era una opción. -Si, ¿Por qué lo preguntas?- -Quería saberlo, y estar seguro que darás el paso correcto.- -Gracias.- Dicho esto nuestro abrazo se hizo más fuerte. -No tienes que agradecerme me haces feliz a mi si tu también lo eres.- El día pasó más rápido que de costumbre, pase un buen rato con mí... mi futuro esposo, porque si ahora lo era, mi mama y mis papa. Los amo tanto aunque nunca estén, se que hacen todos por mí. -Bella, mi amor ¿Podemos hablar?- -Si mama, vamos.- Me levante para ir con René algún lugar en la casa a solas.- Edward ya regreso amor.- El asintió con la cabeza y me sonrió. -¿Hija tu eres feliz?- -Esto es el colmo René, ahora no tienes el derecho de preguntarlo, me obligaste a que mantuviera una relación con Edward y mira me propuso matrimonio ¿No te parece bien?- -Hija, no me hables así, yo se que hice las cosas mal, pero si quieres puedes romper el compromiso.- -De paso romperle el corazón a Edward. ¿Qué te pasa mama? No puedes jugar así con las personas. Sé que Edward también hiso mal las cosas, pero me ama y no lo voy a abandonar ahora, yo no sería capaz de hacerle daño.- -Bella por favor, tú eres mi hija y no es justo que me trates así.- -Y si es justo que tú me trates así.- -Hija, quiero llevarme bien con tigo.- -Lo hubieras pensado antes.- -Por favor Bella.- -Está bien.- -Gracias hija, renuncie a mi trabajo para recuperar el tiempo que perdí con tigo.- -Sabes que ese no es el problema, e parte si pero tu problema era Jacob.- -Bueno amor pero ya no voy a tener más nada que hacer y me voy a dedicar a ti, por lo menos el tiempo que te queda en esta casa con migo.- Se acerco para abrazarme, pese a lo que hiso la amo con todo el alma y sé que ella también a mí. -Pero no quiero que te metas más en mi vida, ni en la de Edward. Ahora él es mi vida.-
Capitulo 1: Intranquilidad
