Bella POV

Con Edward hablábamos todas las noches. Habíamos descubierto un programa que nos permitía hablar por video conferencia, y pasábamos la mayoría de las tardes hablando, hasta que mi madre me llamaba o llegaba su novia a la casa. El me mostro toda su casa con su laptop, y yo me mostré toda mi habitación con la mía… Pasábamos momentos muy amenos juntos…

-     Bella – Dijo mi mama entrando a mi habitación, lo que hizo que cierre mi maquina, pero no del todo.

-     Dime mama – Dije

-     Pues, tengo que hablar con tigo, porque paso algo, y no se como podemos solucionarlo…

-     Dime mama…

-     Pues… Tu padre tiene un congreso en San Francisco, y me pidió que lo acompañara. El problema es que será este fin de semana y bueno… no estaremos para pasarla con tigo…

Sabía que se refería a que se perdería mi cumpleaños.

-     Esta bien mama. No hay problema… Seguro que saldré con mis amigas igualmente – Dije fingiendo una sonrisa.

No sabía hasta que punto esto era así, pero no quería tampoco que dejara su vida por mí…

-     Estas molesta?

-     No mama – dije abrazándola – Vayan, disfruten.

-     Segura?

-     Segura – Dije

Una vez que mi madre salió de la habitación abrí nuevamente la maquina.

-     Que fue eso? – pregunto Edward.

-     Mis padres viajaran a San Francisco – Dije con una mueca.

-     Cuando? – pregunto Edward extrañado.

-     Este fin de semana.

-     Este fin de semana? – pregunto Edward extrañado.

Acaso sabría que era mi cumpleaños? Deseche la idea casi instantáneamente. No se lo había mencionado.

Cuando la comunicación termino, no podía dejar de pensar en el. El se había convertido en algo especial para mí, desde aquel día en que sentí millones de cosas en la fiesta de mi padre…

FLASHBACK

Mi madre me había entregado el vestido con el que debía ir a la fiesta… porque tanta preocupación por como me veía? Se encargó de todos y cada uno de los detalles.

-     Sabes… Jacob Black estará en la fiesta – Dijo mama.

-     Quien? – pregunte extrañada.

-     Es el hijo de Billy Black, el jefe de la reserva…

-     Haaa  -Dije totalmente desinteresada.

Cuando mi madre termino de arreglarme, no reconocía la persona frente al espejo. Era una mujer, y no una niña como solía verme reflejada. El vestido era amarillo, sin espalda. Era muy sencillo, y se amoldaba a mi cuerpo marcando mi figura, pero no exageradamente. Estaba muy bien maquillada, y cuando mi padre me vio, me estiro la mano y me dio un beso en ella.

-     A veces olvido que ya eres toda una mujer – Dijo con una sonrisa.

-     Papa – Dije sonrojándome.

-     Vamos, que seré el hombre mas envidiado de la fiesta…

Cuando llegamos al lugar, estaba muy concurrido. Había muchos fotógrafos y muchos amigos de mi padre. Estaba pensando en que maldecía mi falta de vida social. Porque tenia que estar en esta fiesta? Ha! Si! Ya lo recuerdo! Quería que mi madre saliera de la habitación y dije que si sin saber que me estaba preguntando… Maldita mi suerte…

De repente el aroma del perfume de mi profesor me saco de mis pensamientos. Luego escuche su voz que venia junto con mi madre.

-     Profesor? – pregunte extrañada.

El se giro a verme, y me quede pasmada… Estaba extremadamente sexy con ese traje de etiqueta negro. Sus cabellos desordenados de manera juvenil, y esos ojos que parecía me leían la mente… Estuvo sentado a mi lado toda la noche, y necesitaba de contar los latidos de mi corazón para calmar mi respiración. Su sola presencia despertaba algo en mí, que no podía explicar. Algo que no había sentido hasta el momento. Y cuando bailamos juntos, mi mundo se derrumbo, y caí rendida a sus pies. Ese momento en mi vida marco un antes y un después. Algo que cambio dentro mio. Algo que me hizo sentir una mujer y no una niña como hasta ese momento. Tal vez la manera en la que me miraba, la manera en la que su mano reposaba en mi espalda mientras bailábamos. El contacto de nuestra piel era algo que me hacia desvanecer. Nacimos para tocarnos, nacimos para mirarnos, y algo adentro mio me gritaba que el sentía lo mismo. Tal vez la manera en que deseaba la aprobación de mis padres. Como me cuidaba, pero pude corroborarlo cuando acaricio mi rostro cuando me sonroje… Ahí supe que seria suya…

FIN FLASHBACK

Mi madre y mi padre se fueron el día jueves al congreso de mi padre. Sue se había quedado cuidándome, una amiga de la familia desde hace muchos años… Tenia la obligación de venir a la tarde a casa y pasar la noche con migo, y así lo hizo religiosamente. El día viernes había llegado. Alice y Rose estuvieron con migo en la escuela y hablaban de sus novios muy cordialmente. Ellos inclusive fueron a buscarlas a la escuela ese día, y allí me di cuenta de que se habían olvidado de mi cumpleaños… Quise evitar el ponerme mal, pero no podía hacerlo. Me dolía que mis amigas no se acordaran de ello, y para el peor de los males, mis padres también estarían fuera. Creo que mis 16 serian recordados como los más nefastos de la historia… Cuando termine de cenar, Sue levanto los platos de la mesa y se fue a lavarlos a la cocina.

-     Sue, te molesta si me voy a la cama?

-     No cariño. Ve tranquila.

Subí las escaleras como si mis pies pesaran 20 kilos. Me sentía muy triste, asique tome mi laptop esperando a que Edward se conecte… necesitaba de un amigo en este momento… Cuando por fin lo vi aparecer, rápidamente hice click sobre “iniciar video llamada”, y segundos más tardes apareció en el monitor…

-     Hola Bella! – Dijo con una sonrisa.

-     Hola Edward! – Dije con una sonrisa también en respuesta.

-     Pasa algo? No te noto muy bien – Dijo con el seño fruncido.

-     No pasa nada… solo quería hablar con tigo, eso es todo…

-     Porque no me dices pequeña en que puedo ayudarte?

-     Porque no puedes ayudarme – Dije – Solo me siento un poco sola…

-     Pero yo estoy para ti… recuerda siempre eso – Dijo con la sonrisa mas sexy que había visto hasta el momento, provocando que me sonroje.

Me quede hablando con el unos segundos, cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe.

-     Niña Isabela – Dijo Sue exaltada.

-     Que pasa Sue! – Dije incorporándome y mirándola.

-     Algo sucedió en mi casa. Mi marido tuvo un accidente. Tengo que irme.

-     Pues ve sue. No te preocupes.

-     No quiero dejarla sola. Le prometí a su madre que no la dejaría sola.

-     Pues, no estaré sola. Llamare a mis amigas y les pediré que se queden con migo. No te preocupes.

-     No puedo hacer eso! – Dijo – Su madre me mataría.

-     Pues entonces no le digamos – Dije sonriéndole.

Creo que el argumento fue más que convincente ya que se fue rápidamente. Levante la pantalla de la computadora, y Edward no estaba allí. La comunicación se había caído, y automáticamente me puse a llorar. Me vestí para ir a la cama, ya que no tenía mas para hacer. En una hora seria mi cumpleaños, y estaba mas sola que nunca… Miraba como las ovejas pasaban por mi mente queriendo conciliar el sueño, pero no había manera. Me levante para buscar algo para tomar, y en la cocina me senté en la silla del comedor mirando el reloj, haciendo la cuenta regresiva hasta llegar a las 12 de la noche y declararme legalmente con 16 años… Miraba como la aguja del segundero se movía marcando los últimos segundos y cuando llego a las 12 en punto, me dije a mi misma

-     Feliz cumpleaños Bella…

Y me exalte al escuchar el timbre… sigilosamente camine hacia la puerta, y prendí la luz. Mire por la mirilla y vi que alguien había pero no pude ver quien. Abrí la puerta pensando que era Sue, y allí estaba la persona que mas ansiaba ver… Edward estaba parado sosteniendo un pastel en sus manos con las velas y el numero 16 prendidas…

-     Feliz cumpleaños Bella! – Dijo con una sonrisa muy sincera.

Una lagrima comenzó a caer por mi mejilla, y Edward me miro preocupado.

-     Que pasa pequeña? – Dime por favor!

Entro a la casa y apoyo el pastel en el primer lugar que vio y me abrazo fuertemente.

-     No llores pequeña… no llores… yo estoy con tigo…

-     Gracias – Dije entre sollozos…

Cuando me calme, nos sentamos en el sillón de la sala. El sostenía el pastel entre sus manos, y yo estaba frente a el.

-     Pide un deseo – Dijo con una sonrisa.

Yo cerré los ojos, y pedí mi deseo… uno que quería desde el día de la fiesta… un beso de Edward… Luego sople la vela, dejándonos a ambos en una luz muy tenue…

-     Tengo un regalo para ti, aunque en realidad creo que es mas para mi – dijo sonriendo.

Me entrego una pequeña bolsa, y de adentro saque un paquete. Lo abrí emocionada, y dentro había un celular.

-     Gracias! – Dije

-     De nada pequeña – Dijo acariciando mi mejilla.

Nos quedamos ambos en silencio unos minutos, solo mirándonos. No había nada incomodo entre nosotros. Eso era lo que lo hacia maravilloso…

-     Porque estas triste? – Dijo Edward.

-     Porque mis amigas se olvidaron de mi cumpleaños – Dije haciendo un puchero.

-     Pues, uno de tus amigos no lo olvido – Dijo.

-     Por cierto… como lo supiste?? No te dije nada – Dije con una sonrisa.

-     Pues… uno tiene sus métodos – Dijo riendo – Digamos que alguien se metió en los legajos escolares y pudo ver una fecha de cumpleaños…

-     Gracias – Dije

-     Porque?

-     Porque que estés aquí, con migo, que me tengas presente, es el mejor de los regalos…

-     Siempre estaré para ti, recuérdalo – Dijo acariciando nuevamente mi mejilla.

El calor de su piel, hizo que la mía se erice completamente, lo que provocó que cierre los ojos y suspire… El no quito su mano de allí, y cuando abrí mis ojos y vi los suyos, pude ver un deje de deseo en ellos. No estaba segura si me deseaba, pero podía sentir la tensión entre nosotros. Sabia que yo la sentía al menos… No soy una persona seductora, por lo que no sabia como hacer para demostrarle lo que sentía, por eso hice lo primero que se me vino a la mente, y gire mis labios hasta su mano, y la bese cerrando los ojos. Un suspiro audible salió de su pecho, y cuando lo mire nuevamente, sus ojos estaban oscurecidos…

-     Bella – Dijo de la manera mas sexy que mi nombre puede haber sonado en los labios de alguien.

-     Edward – Dije de la misma manera.