"Estimado profesor" +18

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 21/12/2011
Fecha Actualización: 25/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 25
Comentarios: 108
Visitas: 138255
Capítulos: 33

Bella es una estudiante destacada, alejada de los problemas y la hija modelo que todo padre quiere tener. Edward es el nuevo sexy profesor, que tiene a todas las alumnas locas y compitiendo por su atencion... que pasara cuando entable amistad con una en particular, y especialmente cuando esa amistad sea algo mas?.

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Capítulo 19: Destino o casualidad - BPOV

BELLA POV

Cuando dijo ese nombre me tense. Me gire hacia ella, y la reconocí por las fotos que vi en internet de ella…

 

-     Un gusto Bella – Dijo con una sonrisa en el rostro y estirando su mano para presentarse.

 

Estaba totalmente paralizada. Acerque mi mano por inercia y la estreche, pero creo que mi cara no dejaba de tener la misma expresión, y se deformo aun mas, cuando Edward apareció detrás cargando una mochila. Cuando el me vio, su cara también se transformo, pero al contrario de la mía, fue de alegría. Yo no estaba tan feliz. Había venido para olvidarme de el, y aquí estaba persiguiéndome…

 

-     Señor Cullen – Dije sabiendo que esa manera de llamarlo lo enojaba.

-     Señorita Swan – Dijo asintiendo con la cabeza…

 

Mi madre se quedo hablando con Tanya y mi padre se quedo con Edward…

 

-     Si me disculpan, me voy a mi habitación. Quiero descansar un rato – Dije yendo para los elevadores.

-     Bajaras a cenar? – Dijo mama.

-     No tengo hambre… porque no cenan ustedes y nos vemos para el desayuno?

-     De acuerdo – Dijeron ambos.

 

Toque el botón, y este se demoro en venir. Cuando por fin llego y me metí dentro, antes de que las puertas se cierren una mano logro abrirlas… Para mi tortura y calvario era Edward, y en cuanto las puertas se cerraron comenzó a hablarme.

 

-     Quiero que sepas que mi padre nos dio los boletos. El cree que seria optimo que Tanya descanse por el estrés de lo que paso con los exámenes del embarazo y cree que aquí cambiare de opinión y seguiremos como pareja…

 

Yo no le conteste nada, solo lo mire… Cuando llegamos a mi piso, las puertas del elevador se abrieron, y Salí de el. Edward me siguió.

 

-     Que haces? – Dije mirándolo.

-     Este también es mi piso – Dijo

 

Vendita mi suerte – Me dije a mi misma… Fui hacia mi habitación, y me encerré adentro. No quería verlo, asique intentaría esquivarlo la mayor cantidad de tiempo posible…

 

A la mañana siguiente, me desperté bien temprano y Salí a caminar por la playa. La recorrí casi completa, y cuando llegue, me encontré con mis padres desayunando con Tanya y Edward. Quise salir del lugar, pero fui interceptada por Mama y papa que comenzaron a llamarme.

 

-     Ven cariño – Decía Mama.

 

No me quedo otra que acercarme a ellos y desayunar los 5 juntos…

 

-     Querida, hablábamos con Tanya y Edward y decíamos que ya que ellos no conocen el lugar y tu ya has venido varias veces, que podías hacerles de guía…

-     Mama… Tal vez ellos quieran pasar su tiempo juntos y no con una niña que les haga de mal tercio – Dije concentrada en mi plato.

-     Nada de eso – Dijo Mama

-     Así es cariño. Tu conoces todo ya, es un pequeño favor… - Dijo papa.

-     De acuerdo – Dije sin poder negarme.

 

Mi padre se quedo hablando con Tanya sobre las nauseas matutinas, los dolores normales, y yo me sentía desfallecer. A mitad del desayuno me levante de la silla y Salí de allí.

 

-     Bella, estas bien? – Dijo mama.

-     Si – Dije girándome – Voy a cambiarme para luego salir con ellos mama…

-     Ok cariño – Dijo.

 

Me cambie para ir a dar una vuelta por el lugar, y cuando abrí la puerta, Edward estaba parado allí, esperándome. Vestía un pantalón blanco y una camisa clara desprendida en los primeros botones. Tenia puesto unos anteojos de sol que le quedaban hermosos, haciéndome desfallecer…

 

-     Lista? – pregunto.

-     Y Tanya? – dije

-     Ella esta indispuesta de momento – Dijo con una media sonrisa.

 

Estaba por contestarle, pero Mama y papa aparecieron de la nada deseándonos que disfrutáramos del día…

 

El primer lugar al que iríamos seria al centro de la ciudad, donde veríamos las costosísimas boutiques, que si bien no compraríamos, son un gran atractivo. Nos quedamos viendo un par de vidrieras, y me gusto mucho a decir verdad, ya que Edward no cruzaba los limites. Se mantenía a escucharme y a preguntar cosas… Luego fuimos al puerto, donde nos paseamos por entre los puestos de mariscos y artesanías locales… Cerca del medio día paramos a comer en un puesto cerca de la costa, y luego seguimos camino hacia una playa que aparentaba ser privada, pero en realidad no lo era… Esa playa era visitada por los fanáticos de los deportes de kite, o surf de aladelta como le dicen algunos y nos quedamos viendo como algunos practicaban el deporte. Los locales del lugar son muy gente muy servicial, y nos ofrecieron probar una vuelta. Yo no soy muy afecta a los deportes, por lo que me negué, pero Edward pareció emocionado con la idea. Le pusieron el equipo, le saque un par de fotos con su cámara mientras le daban las instrucciones, y salió casi volando literalmente… Sufrió un par de caídas, pero fuera de eso lo hizo bastante bien, y se gano un par de amigos que nos invitaron a una isla cercana donde habría una fiesta. No estaba muy segura de aceptar, pero al final fuimos.

 

No puedo explicar la belleza del lugar al que estos locales nos llevaron… era una pequeñísima isla, rodeada por un agua cristalina, donde todos estaban al lado del mar bailando y tomando tragos en cocos con sombrillas… el ambiente era tan agradable, que era casi imposible pasarlo mal… Con Edward bailamos al ritmo de la música, tomamos de esos tragos y sacamos muchas fotos… Mejor dicho nos sacaron muchas fotos ya que en la mayoría estábamos los dos…

 

La noche llego y ninguno de los dos se preocupaba por volver. Gustave, quien nos había traído a la isla, nos ofreció partir de regreso nuevamente. En lo que el hablaba con sus amigos, con Edward nos fuimos al bote a esperarlo, y veíamos como la luna se reflejaba sobre el mar… Era realmente un lugar soñado. Vivirlo con Edward, era soñado… Nos quedamos en silencio contemplando el paisaje, y su mano de repente toco la mía en una caricia…

 

-     Te amo – Dijo acariciándome.

 

Yo solo gire el rostro y lo mire. Se veía tan hermoso, y sonaba tan sincero…

 

-     También yo – Dije mirándolo seria…

 

El recorrió el camino que nos separaba, y me dio un tierno beso en los labios, y supo a gloria… Su boca jugaba con la mía, sus caricias en mi mejilla eran tan tiernas que me hubiera dejado llevar al infinito y mas allá…

 

Gustave llego al bote preguntándonos si estábamos listos, y solo asentimos. Estuvimos todo el camino tomados de la mano, callados y muy cerca el uno del otro… Cuando llegamos a tierra tomamos un taxi, y antes de bajarnos me dijo:

 

-     La pase tan bien con tigo hoy los dos solos…

-     También yo la pase bien – Dije sincera.

-     Te amo Bella – Dijo mirándome a los ojos…

-     Y yo a ti – Dije apoyando mi frente sobre la de el…

 

Cuando llegamos al hotel yo baje primero y el le pago al taxista. Nos metimos dentro, subimos al ascensor y nos bajamos en nuestro piso. En la puerta de mi habitación nos quedamos los dos parados, muy cerca el uno del otro… Yo quería pasar mas tiempo con el, moría por invitarlo a pasar, como estoy segura que el estaba esperando que lo hiciera…

 

-     Quieres pasar? – dije rendida. Ya no podía luchar mas contra lo que sentía por el…

-     Si – Dijo en un susurro.

 

Me gire para meter la tarjeta en la ranura, y la voz de Tanya se escucho desde la que supongo era la puerta de su habitación.

 

-     Eddy – Dijo acercándose.

 

Con Edward nos separamos aun mas de lo que estábamos cuando se acerco hacia nosotros.

 

-     Como la pasaron? – Dijo abrazándolo, y yo me hundí en celos…

-     Bien – Dijo Edward ignorándola.

-     Te extrañe – Dijo plantando un beso en sus labios, y yo hice una mueca de asco.

-     Adiós – dije metiéndome en mi habitación y cerrando la puerta.

 

Saint Bart se había vuelto una tortura para mi. Tanya no dejaba el lado de Edward, y a pesar de que el la ignoraba y no la miraba, estaba con ella, y me los cruzaba por todos lados. En mi cabeza había armado un pequeño itinerario. Desayunaba con mis padres, Edward y Tanya, me excusaba para cambiarme y dar un paseo por la playa, luego me iba a la pileta y si quedaba tiempo salía a dar vueltas por el centro de la isla. Todas las mañanas cuando desayunábamos juntos estaba callada. No hablaba mucho salvo cuando alguien me preguntaba algo, cosa que casi ni pasaba.

 

-     Saldrás de nuevo hoy Bella? – Pregunto mi padre en el desayuno.

-     Pues tengo ganas de ir a comprar unos presentes para las chicas – Dije

-     Iras sola? – pregunto Tanya.

-     Si – Dije con expresión extraña. No odiaba a Tanya, pero me caía mal. Tal vez porque la envidiaba que podía estar con Edward sin ataduras…

-     No te preocupa que ande sola por aquí? – Dijo Tanya mirando a mi padre.

-     La verdad que no – Dijo Charlie – Bella es una chica muy madura para su edad y muy responsable.

 

Edward asintió a lo que decía papa.

 

-     Pues, he visto como la miran todos cuando esta por la playa… yo tendría miedo – Dijo la estúpida provocando que mi padre se tensara.

-     Tanya, que cosas dices! – Dijo Edward visiblemente enojado.

-     Pero Eddy, no hay que negar que Bella es una niña muy hermosa, y a esa edad yo ya tenia novio.

-     Pues yo no – Dije mirándola – y no te preocupes papa, seguramente miraban a alguien detrás de mi…

 

Dicho eso me levante de la mesa y me fui a cumplir con mi itinerario. Estaba cambiándome, poniéndome mi biquini, cuando de repente la puerta se abrió y Edward entro.

 

-     Que haces aquí? – Pregunte exaltada y cubriéndome.

 

Pero el se acerco a mi y me beso. Me beso profundamente si dejarme ni si quiera hablar… primero luche contra sus labios, pero luego me rendí, y comencé a contestar sus besos… Nos caímos a mi cama, y acariciaba mi cuerpo casi desnudo… de manera maestra desato el sujetador de mi maya y atrapo mis senos con su boca, uno a la vez. Yo arquee mi espalda, como siempre pasaba. Estaba besándome furiosamente y yo estaba encantada con ello.

 

Como era de esperarse, golpearon a la puerta, y Edward maldijo muy fuerte.

 

-     Maldición – Dijo gruñendo contra la colcha de la cama – Acaso siempre nos interrumpirán!

 

Se levanto exaltado, y fue hacia la puerta. Yo me puse el vestido sin sujetador, y me senté en la punta de la cama. Tome la parte de arriba de la biquini, y la escondí debajo de las colchas. Edward abrió la puerta, y se sorprendió al ver a Edward dentro.

 

-     Edward! – Dijo mirándolo extrañada

-     Que pasa Tanya? – Dijo el.

-     Vine a disculparme con Bella – Dijo ella.

-     Pues, yo estaba haciendo lo mismo – Dijo el haciendo ademan con la mano de que pase.

 

Ella paso a la habitación, y miro alrededor. No había nada fuera de lugar. Yo estaba sentada en la punta de la cama y me sentía nerviosa, pero Edward parecía mas que calmado.

 

-     Bella, lo siento mucho – Dijo ella.

-     No hay problema – Dije sonrojada – Esta todo bien

-     No debí decir lo que dije, discúlpame…

-     No hay problema, esta todo bien.

 

Me levante de la cama, y Edward agarro a Tanya del brazo.

 

-     Bueno, discúlpanos Bella – Dijo saliendo de la habitación con ella, y dándome una mirada matadora. Calculo que fue un “la próxima no te salvas”, pero creo que eso también era por las ganas que yo tenia…

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