Edward POV

-     Detente – Dije – pero ella pareció no escucharme. Siguió besándome desesperadamente.

Comenzó a desprender mi camisa, pero la frene.

-     Detente Bella – Dije nuevamente.

Ella se separo de mi frustrada y totalmente enojada. Quiso abrir la puerta del cubículo para salir, pero con el pie detuve la puerta para que no lo haga…

-     Déjame salir – Dijo enojada

-     No, no lo hare – Dije yo.

-     Pero cual es tu problema? – me dijo

-     El mio? Ninguno – Dije con una sonrisa que estoy seguro que logro sacarla de quicio porque su pecho gruño…

-     No ves que estoy peleando por ti, que te quiero en mi vida. Que no quiero a nadie mas que a ti?

-     Creo que me quedo claro con lo de la manzana – Dije riendo de lado provocando que ella también riera.

-     Y entonces que pasa? – Dijo mirándome.

-     Pues no quiero que la primera vez que estamos juntos sea en un baño, apurados y preocupados porque alguien vendrá, no te parece?

Ella rio, y se sentó arriba mio nuevamente para besarme tiernamente. Se separo apenas de mi y mirándome a los ojos me dijo las hermosas palabras que ya sabia, pero que aun no había escuchado con esa sinceridad…

-     Te amo – Dijo

-     Te amo – Respondí de igual manera.

Nos besamos nuevamente, y el beso comenzó a subir de tono, y tuve que frenarla de nuevo…

-     Basta Bella. Para mi es mas difícil que para ti – Dije mirando mi miembro que estaba totalmente excitado.

-     Shh – Dijo besando apenas mis labios y luego descendiendo por mi cuello, mi pecho que estaba descubierto, mientras con sus manos tomaba mi cinturón y comenzaba a desprenderlo.

Intente detenerla, pero ella no entendía razones. Desprendió mi pantalón, y saco mi miembro y lo tomo entre sus manos… sentí la suavidad de su piel, su tacto, el calor de su mano, eso solo me hizo tensarme… Rápidamente se arrodillo en el piso, e introdujo mi miembro en su boca, haciéndome gemir… Su boca acaricio cada contorno de mi piel, cada extremidad, cada pliegue y me llevaba al extremo… Quería aprovechar el momento, sentir mas de lo que me hacia, pero estaba muy excitado, por lo que no demore demasiado en descargarme en su boca, haciéndome gemir su nombre…

Ella se incorporo nuevamente sentándose sobre mi, y me beso. Yo correspondí ese beso hasta que dolieron los labios… Sentía una felicidad enorme de tenerla así, y quería hacerla mía a como de lugar…  Ella se negó a que hiciera lo mismo por ella con la excusa de que nos esperaban en la clase, por lo que me beso y abrió la puerta para saber si había moros en la costa. Antes de salir la tome nuevamente entre mis brazos y la bese de nuevo, ferozmente…

-     No sabes lo que fueron estas semanas para mi, y tu no dejabas de torturarme – Dije en sus labios.

-     Pues, lo merecías – Dijo riendo.

Me separe de ella y comencé a salir del baño, y ella me llamo.

-     Edward, la necesito – Dijo refiriéndose a las bragas que me había dado.

Yo solo me gire, metí la mano en el bolsillo donde estaban, y mirándola negué con la cabeza.

-     Son mías – Dije y me gire para ir nuevamente a la clase, donde aparentemente no habían notado mi ausencia.

Bella entro dos segundos después, y para jugar con ella, la encare.

-     A donde fue Sta. Swan? – Pregunte riendo.

Ella se sonrojo terriblemente.

-     Al sanitario – Dijo mirándome sorprendida.

-     Le recuerdo que debe pedir permiso para salir – Dije mirándola serio, y ella entendió el juego, porque comenzó a provocarme.

Se acerco a mi escritorio, se apoyo en el con las manos, y separo levemente las piernas, haciendo que mis ojos  fueran directo a esa parte de su anatomía…

-     Lo siento profesor – Dijo mirándome fijo.

Mi juego había salido perjudicial para mi, asique solo le dije

-     Que no se repita – Dije roncamente y ella lo noto porque sonrió de lado.

Luego mire para el lado de Bella, y Rose y Alice se reían de la misma manera, haciéndome que las señale con el dedo amenazadoramente, pero solo sonrieron mas…

Era viernes nuevamente, y le pedí a Bella que venga a mi casa para que cenáramos juntos… Arme todo, cocine comida italiana para ella, puse velas en todo el lugar para dar una iluminación tenue, y cuando tocaron mi puerta, mi corazón latió fuerte, como un adolecente… Eso me hacia sentir ella. Abrí la puerta, y allí me encontré con una aparición de mujer. Tenia puesto un vestido azul, simple, con un escote marcado, pero no pronunciado. Su cabello estaba suelto, de manera natural… Maquillada perfectamente, aun que sin el , también seria hermosa…

-     Pasa por favor – Dije

-     Gracias – Dijo sonrojada.

Ella paso y tome su saco, y pude ver que el vestido tenia algo de espalda descubierta… Ella camino por la sala inspeccionando la habitación, mirando todo a su alrededor… Me acerque por detrás de ella ya que estaba mirando para el hogar de la sala las fotos que estaban arriba… Pase una copa por delante de ella con un poco de vino. Sabia que generalmente no tomaba, pero en algunas situaciones lo hacia, y tal vez en esta lo haría… Ella tomo la copa, y se giro para verme…

-     Espero te guste la comida italiana – Dije riendo

-     Mucho – Dijo con un suspiro.

-     Tienes hambre?

-     Si – Dijo suave.

La conduje a la mesa, y nos sentamos allí. Le serví su plato, y cenamos amenamente, hablando de tonterías, de mi cuando era pequeño… Cosas sin sentido en realidad…

-     Bella, hay algo que quiero preguntarte – Dije serio.

-     Que? – respondió ella en un suspiro.

Me levante y la tome de la mano para llevarla a los sillones de la sala…

-     Bella, quiero pedirte que seas mi novia – Dije con media sonrisa.

Ella sonrió, acaricio mi mejilla y me beso tiernamente…

-     Pensé que nunca lo pedirías – Dijo con una sonrisa.

Nos besamos por unos minutos, y cuando nos separamos para tomar aire, la mire a los ojos y le dije que me esperara unos momentos. Subí a toda velocidad a mi mesa de noche donde tenia guardado el anillo que le compre para su cumpleaños que nunca pude darlo. Baje con la cajita en la mano, y la vi en el sillón, estirándose para dejar la copa de vino sobre la mesa. Se giro para verme y me sonrió.

-     Esto que quiero darte, es tu regalo de cumpleaños – Dije

-     Pero aun falta para mi cumpleaños – Dijo

-     No. Este es el regalo del cumpleaños pasado que no pude darte…

Le di la cajita y sus mejillas se sonrojaron, pero no bajaron al piso como hacia siempre… Abrió la cajita, y sonrió y me miro sonriendo…

-     No se bien que significa – Dijo riendo – pero me gusta…

-     Es un anillo especial – Dije sacándolo de la caja – Si bien no es un anillo de compromiso, es un anillo que simboliza mi compromiso de amarte…

Ella se puso el anillo en el dedo anular, y me miro con una sonrisa…

-     Lo usare siempre entonces – Dijo riendo

Me beso tiernamente, dulcemente… Nos recostamos en el sillón juntos, sacándonos los zapatos y tratándonos dulcemente…

-     Edward – Dijo Ella.

-     Dime – Dije acariciando su brazo.

-     Pues… estuve pensando mucho algo, y no quiero que lo tomes a mal, pero creo que será bueno para los dos dada la situación…

-     Dime – Dijo el.

-     Pues… siendo menor de edad, y tu siendo mi profesor, si nosotros dos llegásemos a estar juntos, temo por lo que puedan hacerte…

-     Porque dices eso?

-     Pues… hoy en la escuela alguien dijo algo acerca de ti…

-     De mi? – dije mirándola con el seño fruncido.

-     Si… Dijeron que eras el único hombre en la escuela con jovencitas, y que te tendrían muy vigilado…

-     Y se puede saber quien dijo eso? – Dije incorporándome riendo.

-     Pues… el padre de Jessica mas precisamente… parece que le encontró unos mails que se mandaba con Lauren, y hablaban de ti… Se que decidieron desestimarlo porque tu no eras responsable, pero tengo miedo que si se enteran de nosotros, puedan hacerte algo – Dijo tiernamente.

-     No me pasara nada Bella si tu me amas… es lo único que me importa.

-     Te amo, como nunca, pero tengo miedo por ti, entiendes?

-     Si, no debes preocuparte por mi, pero si quieres, esperaremos…

-     Créeme, no quiero esperar – Dijo mirándome seria y remarcando la palabra créeme– Pero como ya falta poco para mis 18 años, me gustaría esperar para que no puedan hacerte daño… Una vez que sea mayor de edad, no podrán decir nada.

-     Lo que tu quieras pequeña – Dije dándole un beso, al que ella respondió gustosa…

Chicas: No me odien, les dije que valdria la pena la espera....