"Estimado profesor" +18

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 21/12/2011
Fecha Actualización: 25/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 25
Comentarios: 108
Visitas: 138247
Capítulos: 33

Bella es una estudiante destacada, alejada de los problemas y la hija modelo que todo padre quiere tener. Edward es el nuevo sexy profesor, que tiene a todas las alumnas locas y compitiendo por su atencion... que pasara cuando entable amistad con una en particular, y especialmente cuando esa amistad sea algo mas?.

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Capítulo 30: Que mas puedo hacer? BPOV

Bella POV

Salí de la casa de mis padres en el auto y me fui al hospital. Entre hecha una furia, y fui directo al consultorio de mi padre. Su secretaria intento detenerme, pero entre a la consulta sin golpear y cerré la puerta detrás de mi.

 

-     Bella! – Dijo exaltado

-     Tenemos que hablar – Dije mirándolo a los ojos.

 

La chica que estaba sentada frente a el, miraba con ojos bien abiertos a mi padre y a mi. El solo escribió algo en una prescripción, y se la entrego.

 

-     Recuerda lo que hablamos – Dijo con una profesionalidad que me impactaba – Y te veré en unas semanas…

-     Adiós Dr. Swan – Dijo la chica.

-     Adiós Jen – Dijo mi padre.

 

En cuanto ella desapareció por la puerta, el rostro de mi padre se desfiguro y me tomo del brazo.

 

-     Que haces aquí? Este es mi lugar de trabajo y yo si lo respeto! – Dijo enojado.

-     Tengo que hablar con tigo – Dije mirándolo a los ojos con expresión severa. No quería que viera debilidad en mi, por lo que lo mire directo a los ojos.

-     Yo no tengo nada de que hablar contigo – Dijo

-     Retira la denuncia – Dije

 

El solo rio y camino hacia su escritorio donde se sentó.

 

-     No lo hare – Dijo

-     Porque no lo harás? Que es lo que tanto te molesta de que este con Edward?

-     Pues te dobla la edad! – Dijo enojado.

-     Papa… Lo amo – Dije

-     Eres una niña! – Dijo el

-     No, no lo soy – Dije – siempre te negaste a verme como otra cosa, pero no es así papa…

 

Comencé a hablarle mas calmada.

 

-     No lo dejare papa – Dije seria – esperare por el…

-     Pues será mucho tiempo.

-     Así sean mil años, lo esperare.

-     No pensaste en la escuela? En la universidad?

-     Si lo pensé. Hasta hace unos días mi vida iba a continuar con normalidad, solo que Edward estaría en mi vida, pero ustedes decidieron por ambos, como siempre lo hicieron. Nunca me preguntaron que era lo que yo quería, y así y todo siempre estuve con ustedes sin quejarme. Pero con Edward no. El forma parte de mi vida, lo quiero en mi vida – Dije

-     Yo quitare la denuncia – Dijo mi padre – Si no lo ves mas.

-     No me escuchas cuando te hablo? – Dije triste.

-     Esa es mi oferta – Dijo

-     Pues gracias, pero es mas importante Edward.

-     Piénsalo – Dijo – si realmente lo amas dejara que se pudra en la cárcel?

-     Pasamos demasiado para estar juntos… crees que lo dejare porque me amenazas? – Dije triste – Me enseñaste a pelear por lo que quiero, y creo que de alguna manera las cosas saldrán bien…

 

Salí del lugar con lagrimas en los ojos. Estaba comportándose como un idiota, pero era mi padre y lo amaba… Me doliera que fuera el quien se comportaba así, porque el siempre fue mas comprensivo con migo que mi madre. El siempre fue quien velaba por mis intereses, no así mi madre…

 

Me fui rumbo a la comisaria nuevamente, y hable con el oficial con el que había estado antes…

 

-     No hubo suerte? – pregunto.

-     No – Dije triste.

-     No desesperes… porque no te quedas por aquí… si tenemos suerte y la comisaria se despeja, te dejare pasar a verlo, pero será nuestro secreto – Dijo

 

Sonreí abiertamente y lo abrace fuerte.

 

-     Gracias – Dije

-     Porque?  - Dijo el haciéndose el tonto.

 

Me quede todo lo que quedaba de la mañana y el resto de la tarde esperando. El turno de trabajo de Albert, mi oficial amigo, había llegado a su fin, pero se quedo para ver si podía lograr que entre a la zona de las celdas…

 

Eran casi las 12 de la noche. No había almorzado, ni cenado, ni merendado nada desde hace dos días… estaba con muchísima hambre, pero lo ultimo en mi mente era la comida. Solo quería ese único minuto con el…

 

-     Ven Bella – Dijo Albert haciéndome pasar hacia donde guardaban a los prisioneros.

 

Edward estaba en su celda, sentado en el piso con su cabeza en sus rodillas.

 

-     Edward – Dije en cuanto lo vi.

 

El levanto la vista, y su rostro ahora tenia un par de golpes mas, y yo lleve mis manos a mi rostro y solté un quejido…

 

-     Bella! – Dijo abrazándome por entre las rejas.

 

Nos besamos y dejo pequeños besos en todo mi rostro mientras me decía cuando me extrañaba…

 

-     Edward, no soporto esto… necesito estar contigo – Dije

-     Yo también cariño – Dijo mirándome

-     Que te paso? -. Pregunte acariciando su mejilla que tenia un moretón en ella.

-     Nada… soy muy torpe – Dijo riendo

 

Me mentía, me mentía descaradamente y no podía aceptarlo.

 

-     Basta Edward… Hable con mi padre. Me dice que retirara la denuncia si dejamos de vernos.

-     No! – Dijo Edward – No me importa, no dejaremos de vernos

-     Edward… pronto no habrá mucho de ti para vernos… necesito saber que estas bien, necesito hacer algo por ti ya que soy la razón por la que estés aquí!

-     Bella no es así! – Dijo – Las cosas se solucionaran, ten fe…

-     Me duele que sufras por mi culpa – Dije.

-     No sufras amor… En un día o dos estaremos juntos, lo prometo.

 

Albert me pidió que nos fuéramos ya que no podíamos quedarnos mucho mas sin meterlo en problemas…

 

-     Te amo – Dije besándolo antes de salir tomada del brazo de Albert

-     Y yo a ti – Dijo con una sonrisa en su rostro…

 

Salí de allí y me fui para la casa de Edward, donde me prepare algo de comer y prepare algo para Albert en agradecimiento por lo que hizo por mi y por Edward. Pase por la comisaria y le deje el presente a Albert quien lo recibió con una sonrisa.

 

-     Debo ir al juzgado, pero después volveré. – le dije a  Albert.

-     De acuerdo Bella – Dijo con una sonrisa.

 

Salí en mi auto al juzgado, y allí estaba Emmet con los padres de Edward, quienes al verme fruncieron el seño y me ignoraron. Yo los salude amablemente, pero ellos solo dieron vuelta la cara y se sentaron en una de las bancas… Segundos después aparecieron mis padres acompañados de una persona de traje, que calculo seria su abogado. Mi padre solo me miro, pero mi madre ni si quiera eso. Se sentaron en bancos opuestos a los de los padres de Edward, y segundos mas tardes Edward llego esposado. Salte de mi banco para acércame a el, pero como siempre el policía me freno. Solo lo seguí con la mirada mientras entraban a la sala del juez. Emmet estaba con Edward, por lo que yo había quedado en el medio de las miradas de odio que se pasaban entre mis padres y los de Edward.

 

Salió Emmet y llamo a sus padres a que ingresaran. Ellos se pararon y se metieron a la sala. Minutos después llamaron a mis padres, que ingresaron con su abogado. Me quede sola afuera, pensando en que pasaría… mi mente se debatía entre que hacer, que no hacer… De repente la puerta del juzgado se abrió, y los padres de Edward salieron.

 

-     Espero estés contenta – me dijo la madre de Edward.

 

Yo solo me quede mirándola perpleja.

 

-     No podremos liberarlo. Lo pasaran a una cárcel común.

 

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, mi mente repasaba las opciones de que podía hacer, y de repente no lo soporte.

 

Entre de golpe a donde estaban todos reunidos y todos me miraron a mi de repente. Los policías que estaban con Edward se acercaron a mi para sacarme. Mire a la mujer que estaba delante de Edward con los anteojos sobre su nariz y una carpeta en sus manos.

 

-     Yo deje la escuela – Grite cuando me quisieron agarrar los policías.

-     Como?  - Dijo la mujer que estaba frente a Edward.

-     Que Edward Cullen no es mi profesor. Dejo de serlo desde que estamos juntos – Dije

-     Dejen que ingrese – Dijo la mujer a los policías.

 

Cuando me soltaron me acerque hacia ella.

 

-     Esto es así? – Dijo la mujer

-     Así es – Dije – Deje la escuela desde que cumplí 18 años

-     Bella, No! – Dijo Edward

-     Tu cállate! – Dije recta.

-     Estas loca?! – Dijo mi padre

-     Pues quise probar otras opciones, pero es lo único que me queda! – Dije mirándolos seria.

-     Bella, no estas pensando las cosas con claridad – Dijo Edward

-     Esto cambia las cosas – Dijo la señora.

 

La señora se alejo de nosotros, fue hacia la parte de atrás, y trajo una nota que le entrego a Emmet.

 

Siéntese Sta. Swan, vamos a hablar todos juntos – Dijo

 

-     Las leyes son las leyes, y deben cumplirse – Dijo a todos los que la mirábamos atentamente – Y todo el mundo es libre de hacer lo que quiera, Esto es un derecho para todos… pero lamentablemente la ley también es clara para otros aspectos…

 

Los 5 la mirábamos atentamente.

 

-     Sr. Cullen, es libre de irse, y será borrado de su expediente este tiempo que ha pasado encerrado. Esta a su disposición la posibilidad de iniciar una demanda contra los Sres. Swan por daños y perjuicios.

 

Mi padre se puso frenético.

 

-     En cuanto a Ustedes, señores Swan, hacer una falsa denuncia es un delito penado por ley, por lo que su pena será 3 días de prisión, o 2000 dólares de multa, es su decisión.

-     Los señores Swan actuaron en lo que consideraban el beneficio de una menor – Dijo su abogado.

-     La Sta. Swan no es menor. Es su hija y porque considero que pensaban en el bienestar de ella, es que les estoy dando la opción de la multa.

 

Reino el silencio en la sala. Mis padres estaban como locos, enojados con migo especialmente. Yo me sentía como una ingrata, pero al menos Edward estaba libre, y era lo que me importaba…

 

Capítulo 29: Nada lo arruinara - BPOV Capítulo 31: Dias de prision - EPOV

 
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