-     Bella, Cariño, llegaras tarde a la escuela

-     Estoy arriba mama! – Grite desde mi habitación.

Me puse el uniforme de la escuela, una pollera a cuadros, medias blancas, zapatos negros, camisa blanca y corbata del mismo color que la falda. No era una persona que destacara del entorno, por lo que no me maquillaba, no me ponía accesorios, solo era yo. La escuela era de mujeres solas, por lo que no había nadie a quien presumirle, aunque los muchachos de otras escuelas siempre iban a visitarnos a la salida… Era un ritual bien conocido por todos, pero en el que yo nunca participaba. Mis amistades del sexo masculino se reducían a cero. Alice y Rose, mis dos mejores amigas, siempre querían presentarme a alguien, ya que ellas no eran como yo. Tenían una vida social activa, y a veces conseguían arrastrarme, pero nunca como ellas lo deseaban… siempre presentándome chicos, pero ninguno quería nada con migo… Creo que soy demasiado “Puritana” según me dijo el ultimo chico con el que me quiso juntar Rose. Ella es una mujer con todas las letras y si bien coquetea con muchos de los chicos, ella siempre espera al indicado… sus conquistas nunca se limitaron a muchachos de nuestra edad, siempre iba un poco más allá.

-     Sabes que yo salgo con Hombres, no con muchachos de escuela – Decía siempre que le preguntábamos que veía en ellos.

-     Algún día te veremos saliendo del brazo de alguien del asilo de ancianos – Decía Alice en broma, lo que siempre la hacia enojar.

Baje las escaleras corriendo y como siempre no podía dejar de pasarme, tropecé en el ultimo escalón y caí de rodillas al suelo. Me senté en el último escalón y tome mi rodilla. Sentí el líquido caliente en mis manos, lo que significaba que me había hecho un corte…

-     Déjame verte – Dijo Papa con el botiquín de primeros auxilios.

Esto era algo tan común en mi, que directamente había varios primeros auxilios esparcidos por allí… Tenia la suerte de que papa era medico y podía hacer las atenciones de primera mano.

-     Creo que no serán necesarios los puntos – Dijo papa

-     Tú crees? – Dije mirando mi herida.

Podía ser una experta en el tema, por lo que tan solo mirándola sabría si habría necesidad de puntos o algún adhesivo o los elementos de sostén de estos casos que los conocía a todos…

-     Te puse un poco de adhesivo, y te pondré una venda. Ten cuidado, se que hoy tienes deporte, por lo que seria mejor que no practiques hoy para evitar se vuelva a abrir la herida – Dijo papa.

-     Me haces una nota? – pregunte entregándole un papel.

Como siempre la firmo y sello como medico y padre excusándome. No era la primera vez, vuelvo a repetir.

Me pare en la esquina esperando el autobús, el cual llegaría con Alice dentro. Ambas teníamos 15 años, por lo que aun no teníamos auto para ir a la escuela. Cuando este llego y Alice me vio aparecer con la rodilla vendada rio.

-     Otro accidente?

-     Como si no me conocieras… - Dije señalándome otras marcas que tenia en mi cuerpo por accidentes anteriores.

Alice solo se limito a mirar por la ventana, pensativa.

-     Pasa algo Alie? – pregunte.

Ella solo bufo y no miro para mi lado.

-     Creo que estoy enamorada – Dijo sin girar el rostro.

-     Como?! – casi grite.

-     Así es… El hijo del socio de papa esta buscando universidades y se esta quedando con nosotros – Dijo sin todavía mirarme.

-     Y eso es malo? – pregunte bajando un poco el tono de voz.

-     Depende de cómo lo mires – Dijo subiendo los hombros y mirándome por primera vez.

-     Y como lo ves tú? – pregunte.

Ella no me contesto y se giro para seguir mirando por la ventana.

-     Alice… - Dije amenazadoramente.

Ella se giro y me vio con ojos medios llorosos.

-     Y como se llama?

-     Jasper – Dijo con una sonrisa.

-     Y como es? Cuéntame! Quiero saber todos los detalles!

Ella se paso contándome todo el trayecto hacia la escuela como se habían conocido. Lo que había sentido al verlo y como se desilusionó al saber que tenia novia… Por su descripción era un lindo muchacho… Un chico Rubio, alto, con ojos celestes muy profundos… Ver la emoción con la que hablaba de el me daban ganas de conocerlo y darle mi aprobación…

Alice solo dejo de hablar cuando llegamos a la escuela y salimos en busca de Rose. Ella no venia con nosotros porque vivía al otro lado de la ciudad, y su madre la traía a la escuela. Calculo que también era para cuidarla, ya que ella era muy llamativa, y siempre temieron por su seguridad…

Nos bajamos del bus, y caminamos por la playa de estacionamiento, hasta el auto de la madre de Rose, quien nos saludo con la mano y salió rumbo a su casa, calculo yo.

-     Hola Rose! – Dijo Alice mas animada.

-     Amigas! – Dijo dándonos un beso en la mejilla a cada una.

-     Estas muy contenta! También tu estas enamorada? – Pregunte riendo y mirando de reojo a Alice.

-     Mi mama me compro un auto! – Dijo riendo, pero su cara cambio a seria por unos segundos – A que te refieres con también?

Me reí ya que se ve que con la emoción de contarnos de su auto no escucho lo de que estaba enamorada…

-     Si Rose – Dijo Alie con una media sonrisa.

-     Tu? – le pregunto extrañada.

-     Si, yo…

-     Y de quien?

-     Del hijo del socio de papa. Jasper.

-     Pero ese niño no tiene 18 años? – pregunto extrañada.

-     Y tu como sabes?

-     Porque mis padres conocen a los socios de tu papa, y se que su hijo tiene 18 años porque siempre quisieron presentármelo…

Alice puso cara de horror.

-     No te preocupes… no es mi tipo…

Alice suspiro aliviada.

-     Lo conoces? – pregunte yo.

-     Solo por fotos… Cuando mi madre quería arreglar un encuentro, pero aparentemente el tampoco quiso – Dijo encogiéndose de hombros.

Alice sonrió ante ese comentario.

-     Perra! – Le dijo Rose – Te pone bien que me haya despreciado?

-     Somos muy distintas! – Dijo Alice – Si no eres su tipo, tal vez puedo serlo yo!

Las tres reímos ante su comentario.

-     No quiero ponerte mal, pero tengo entendido que esta de novio – Dijo Rose.

-     Lo se – Dijo Alice mirando al piso.

-     Su novia es una snob terrible! – Dijo Rose

-     La conoces? – preguntamos ambas

-     Si, se llama Maria. Vive en L.A., por lo que no te preocupes, mientras este aquí haremos que se enamore de ti!-  Dijo Rose.

-     Gracias! – Dijo Alice abrazándonos.