Día 29

Pov be

A pesar de habernos desvelado una noche antes ya no tenia sueño, vi el reloj que tenia Edward en su buro y marcaba las 8:45 de la mañana demasiado temprano, me acomode entre sus brazos y cerré los ojos intentando dormir, fue inútil el sueño se había ido, no quería despertar a Edward así que me levante con cuidado y Salí de la habitación.

Baje a la sala para no hacer ruido, aun era temprano y todos dormían.

Prendí la Tv. A un volumen bajo, comencé a hacer zapping  y le detuve en las caricaturas, hace años que no veía esas, me recordó a mi infancia, y sonreí.

Tenía hambre pero me daba vergüenza ir a la cocina y abrir el refrigerador, una cosa era hacerlo frente a todos despiertos con su mirada de aprobación que ahora dormidos.

Escuche como alguien bajaba las escaleras, voltee para ver quien era y me encontré a mi Edward con su pijama y mas despeinado que siempre.

-desperté y no estabas-me dijo sentándose a mi lado.

Me recorrí hasta quedar junto a él y bese su mejilla.

-no tenia sueño, vuelve a dormir aun es temprano-lo anime.

-no, prefiero estar contigo-me dijo recostándose y poniendo su cabeza en mi regazo, pase mis dedos por su cabello y a él le dio un bostezo.

-tienes sueño-lo acuse.

-mientes-me dijo con los ojos cerrados.

Arrimo su cara a mi abdomen y se puso a escuchar justo en ese momento mi estomago rugió y me sonroje.

-¿tienes hambre?-me pregunto.

-si-confesé.

-¿Por qué no te serviste algo?-me pregunto jugando con mi cabello que al estar agachada hacia él y traerlo suelto quedaba a centímetros de su cara.

-me dio vergüenza-le susurre y el abrió los ojos.

-bella…-comenzó pero lo interrumpí.

-esta es tu casa, puedes hacer lo que tu quieras-repetí lo que me había dicho varias veces-ya lo se.

-¿Por qué no lo haces?-me encogí de hombros y el rodo los ojos-vamos-se levanto y me dio su mano, caminamos a la cocina.

-¿Qué quiere desayunar la chica más dulce y hermosa del mundo?-me pregunto y sentí como mi corazón se oprimía.

-exajeras- respondi rodando los ojos, ignoro mi comentario y espero mi respuesta.

-¿hot-cakes?-respondí pero sonó como una pregunta.

-en un minuto my lady-contesto sacando todo lo necesario.

-deberíamos hacer el desayuno para todos-comente.

-tienes razón hoy hay mucha gente en la casa-me respondió.

-¿si?-pregunte.

-tus hermanos se quedaron-abrí los ojos por la sorpresa-me vieron yendo a tu habitación e hicimos un trato, ellos se quedaban y yo podía dormir contigo-me sonrió.

-buen trato-le dije-te ayudo-me puse a su lado y entre los dos comenzamos a hacer hot-cakes.

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Tenia frente a mi un vaso de leche a la mitad y un hot-cake cubierto de mermelada de fresa, ya me había comido uno, y a mi lado a mi novio concentrado en su desayuno, ambos en pijamas y despeinados.

-que dices, ¿si se cocinar?-me pregunto.

-esta delicioso amor, si ya sabes cocinar y ya te puedes casar-le dije recordando el viejo dicho que decía que sabiendo cocinar te podías casar.

-mi volvo llega a las vegas con 1 tanque de gasolina-me comento y me atragante con la leche, lo vi a los ojos buscando un signo de broma pero no encontré ninguno.

-¿me estas proponiendo matrimonio?-le pregunte sorprendida.

-es posible-me dijo sonriéndome y después comenzó a reír-¿aceptas?

-no es gracioso-comente.

-no es una broma-contesto serio.

-Edward-me queje a punto de darme un ataque de histeria.

¿Enserio? ¿Boda? A mis 17 años…

-era broma-me dijo.

-entonces no te quieres casar conmigo-le dije ahora desquitándome.

-tu sabes que si-me dijo.

-me acabas de decir que era una broma.

Se paso la mano por el cabello varias veces.

-Isabella-hizo un puchero.

-Edward-lo imite-tu empezaste-me reí.

-cuando de verdad te lo proponga espero un si-me dijo algo molesto.

Tome su mano-Eddy-le dije dándole un beso en la mejilla-te daré un si-le prometí, sonrió y me beso quitando toda la molestia de su persona.

-¡¿QUE SIGNIFICA ESTO?!-el grito de Carlisle interrumpió nuestro beso.

Se había escuchado en el segundo piso.

-creo que mis hermanos están en problemas-le susurre, Edward me veía asustado.

En pocos segundos se escucho como bajaban las escaleras, salimos a la sala donde ya se encontraban todos en pijama.

Alice junto a Jasper en un sofá, rosalie y emmett en otro, esme parada detrás de Carlisle y Carlisle dando vueltas de un lado para otro, me senté junto a Alice y Edward en el sofá pequeño.

-¿soy mal padre?-pregunto, y negamos con la cabeza.

Me sentía regañada yo también, y aunque a nosotros no nos hubiera cachado también habíamos roto sus reglas.

-los dejo hacer fiestas, los fines de semana prácticamente todo el día están aquí-respiro profundamente-la única regla que les di la rompen-bufo.

-papá respira-le dijo Alice y el la fulmino con la mirada.

-despierto un domingo, en el que no trabajo el cual lo quiero pasar en familia, con buen humor decido ir a darle los buenos días a mi pequeña-fulmino a Alice y a Jasper con la mirada-y al entrar a su habitación, la encuentro dormida entre los brazos de su novio y ¡no precisamente vestidos!-grito.

Todos los volteamos a ver y Alice se sonrojo, Jasper por su parte quería salir corriendo de hay.

-Carlisle, cálmate-le pidió esme.

-no puedo, tu no encontraste a nuestra hija de 16 años en una cama, desnuda con su novio, en nuestra propia casa.

Alice a mi lado comenzó a sollozar, la abrase y escondió su cara en mi hombro.

-corro hacia la habitación de rosalie y la escena es la misma, solo que emmett muy inteligentemente trataba de huir por la ventana.

Edward soltó una risita, y Carlisle volteo a verlo.

-¿y ustedes donde estaban?-nos pregunto.

-haciendo el desayuno para todos-contesto Edward muy tranquilo.

Carlisle respiro profundo varias veces y me miro-tu eres una invitada y no eres mi hija así que no te puedo regañar igual pero-se giro hacia Edward-¿crees que no me doy cuenta que a media noche entras a su habitación y muy temprano regresas a la tuya?

Edward abrió los ojos y palideció.

Me tape la cara sonrojándome, aunque no habíamos echo otra cosa que dormir, al menos aquí.

Esme me dio una disculpa con la mirada, pero yo también me sentía culpable, ellos me abrieron las puertas de su casa, y me estaban cuidando estos días.

Alice a mi lado aun sollozaba, rosalie abrazando a emmett trataba de no llorar.

Edward me observaba fijamente tratando de descifrarme.

Mis hermanos, muertos de miedo.

-¡Carlisle basta!-esme levanto la voz, se dirigió a mi-bella gracias por hacer el desayuno-le di una pequeña sonrisa-Jasper, emmett será mejor que se vallan.

-hijas suban a su habitación después hablamos.

En pocos minutos solo quedamos nosotros cuatro en la habitación.

Carlisle se sentó en un sofá.

-Esme, Carlisle-hable-yo… lo siento traicionamos su confianza Edward no fue el único culpable yo le pedía que durmiera conmigo, les pido también una disculpa en nombre de mis hermanos, ellos no piensan con claridad cuando están con ellas.

Esme me sonrió con ternura pero Carlisle hablo primero.

-lo lamento bella no debiste presenciar la escena me enfurecí, lo lamento.

-eres mi padrino y te quiero como un segundo padre, y si hago las cosas mal tu también tienes derecho de regañarme, a demás un día seré parte de la familia también-fui sincera.

-ya lo eres-me dijo y sentí que unas traicioneras lagrimas querían salir de mis ojos.

Edward me veía orgulloso, y Esme me sonreía.

-Edward ve por tus hermanas-le pidió Carlisle, Edward asintió y subió las escaleras.

-no seas muy duro con ellas-le pidió esme, Carlisle se levanto y fue hacia ella y la abrazo.

La escena me pareció tan dulce y privada que tuve que voltear hacia otro lado.

-papi-dijo Alice seguida de rosalie y Edward, los tres se sentaron en el otro sofá.

-discúlpenme me altere demasiado dije cosas que no debí haber dicho-se acercó a Alice-mi niña, dije cosas malas perdóname-Alice asintió y se abrazaron.

Se levanto y se puso frente a todos.

-los tiempos cambian-comenzó-y no quiero que por problemas así nos distanciemos-les sonrió-prefiero que yo me entere a que lo hagan a mis espaldas, así que ok si quieren que sus novios pasen aquí la noche avísenme pero solo dormir-nos advirtió-y bueno que quede claro que no quiero nietos en unos años-asintieron y el ambiente se relajo.

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Valla mañana, después de eso esme calentó los hot-cakes que Edward y yo habíamos echo y cada quien desayuno en su habitación.

Me di un baño y tendí mi cama recogí la ropa que estaba en el suelo y la metí dentro de mi maleta.

Mañana regresaban mis padres y yo volvería mi casa con ellos.

Y no quería irme, pasar todo el día a lado de Edward lejos de aburrirme me fascinaba, podíamos hacer todo juntos y en las noches, entre sus brazos me sentía segura y dormía como un bebé.

Tocaron levemente la puerta y Alice se asomo.

-¿se puede?-pregunto.

-claro, entro y camine hacia ella y le di un fuerte abrazo sabia que aun estaba triste.

Nos sentamos en la cara y me dio una sonrisa triste.

-lo decepcione-me dijo.

-claro que no, solo se dio cuenta que ya no eres una niña, pero no se decepcionaría de ti, Alice eres su hija.

-pero su mirada-insistió, y sabia que no se convencería a menos que el mismo se lo dijera.

Pero Alice seguía triste, no me gustaba verla así, ella tan llena de energía y sonrisas, sabia que haría que su humor cambiara.

-Alice, ¿quieres que te cuente algo?-le dije y levanto la mirada aun triste.

-si quieres-susurro, fruncí el seño. Lo que hago por ti amiga

-Edward y yo-le dije y de inmediato me entendió.

Una gran sonrisa se instalo en su rostro y dio aplausos.

-cuéntamelo todo-pidió.

-No-le dije-todo no.

-iguh, claro que no con lujo de detalle-dijo.

Las siguientes 2 horas estuve contándole y respondiendo todas las preguntas que Alice me hacia.

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Aprovechando que Alice ya se había ido con un humor totalmente mejorado y sonriendo, saque mis libros, tenia que hacer tarea.

Con los audífonos y la música fuerte y concentrada en mis problemas de matemáticas no me di cuenta que alguien había entrado a la habitación hasta que me dio un beso en la mejilla.

-¿Qué haces?-me pregunto mi novio, puse en pause la música.

-tarea, ¿ya la hiciste?-pregunte.

-¿teníamos tarea?-me dijo sorprendido y me reí.

-ve por tus libros la hacemos juntos-le dije y asintió.

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-¿te ayudo?-le dije a esme, estaba haciendo la comida.

-claro, puedes picar las verduras o hacer agua de sabor-me dijo.

-hare ambas.

Esme hizo un asado de cordero con papas y verduras.

La comida paso tranquila, casi no hablamos, pero al menos el ambiente ya no era tenso.

-te invito un helado-me dijo Edward después de comer asentí.

Tomo mi mano y nos dirigimos al garaje, subimos al volvo y fuimos hacia el centro de forks.

Al llegar a la cafetería esta estaba casi vacía, nos sentamos en una mesa junto a una ventana que daba hacia la calle.

-hola mi nombre es bree y estaré atendiéndolos-se presento una chica de unos 15 años, menuda con el cabello largo y ondulado-¿puedo tomar su orden?-vio a Edward y se sonrojo, no me dieron celos, tal vez porque se veía tan inocente.

-un bannana Split-pidió mi novio.

-uno doble de chocolate con muchas galletas-le dije nos sonrió y se fue.

-¿Cómo estas?-me pregunto.

-enamorada-le conteste y pude ver como se formaba esa sonrisa ladina que tanto me gustaba.

-que coincidencia-me dijo-yo también.

Negué sonriendo.

-intensa esta mañana-comento.

-demasiado-coincidí-mis hermanos no van a ir a tu casa en algunos días-le dije-estaban tan asustados-reí-ni mi padre los asusta tanto.

-su suegro los estaba regañando, eso da mas miedo que el mismo chupa cabras en persona, por ejemplo, el regaño que Carlisle me dio solo me asusto por un momento, si esas mismas palabras las hubiera dicho tu padre créeme que estaría escondido debajo de una roca.

-cobarde-le dije.

-es el poder de los suegros-me aseguro demasiado convincente.

Nuestros helados llegaron en ese momento.

Se veía delicioso así que me concentre en comer mi helado.

Mire a Edward y se veía adorable concentrado en su helado.

Su cabello despeinado de ese color tan extraño cobrizo dorado, un poco largo pero lo suficiente para que mis dedos se enredaran en el, su mandíbula tan marcada que hacia querer besarla toda, sus pómulos aquellos que con las palabras adecuadas lograba sonrojar, sus ojos, verdes como el olivo tan expresivos, a través de ellos podía ver lo que él no decía con palabras, y con ese brillo con el que se llenaban cuando me veía. Sus labios ni delgados ni muy gruesos, perfectos aquellos que desde el primer beso me hicieron adicta a él.

Aquel primer beso en medio de mi cocina, parecía tan lejano pero habían pasado solo 3 semanas, con Edward cada día lo vivía al máximo.

Edward, mi novio el que todas querían pero solo yo tenia, el que me llenaba de detalles y cariños cada día.

Al verlo un sentimiento cálido recorría todo mi cuerpo, una sonrisa se instalaba en mi rostro y veía todo rosa.

Mi corazón se aceleraba cuando me besaba, cuando me tocaba.

-¿Por qué me ves así?-pregunto percatándose de mi mirada.

-ya lo sabes.

-me gusta que me lo digas-me guiño un ojo.

-te amo-le dije y me fui acercando a él, la mesa me lo impedía pero él se levanto y acerco sus labios a los míos.

Terminamos nuestro helado y caminamos hacia un parque cercano.

Había niños volando cometas, parejas paseando y mucho perros jugando en el césped.

De la mano y en un cómodo silencio recorrimos todo el parque.

De vez en cuando me recargaba en un árbol y me besaba, después seguíamos caminando con una sonrisa.

-aun es temprano, ¿quieres ir al cine?-me propuso.

-claro.

Volvimos al volvo, puse música y Edward tomo mi mano mientras conducía a for Ángeles con la otra.

1 hora después estábamos comprando los boletos.

-¿risa o  miedo?-me pregunto.

-risa-conteste rápidamente.

-¿segura?, con las de miedo si te asustas me puedes abrazar ya lo sabes-me dio una mirada picara.

-pero en la noche lo recuerdo y me da miedo-le dije.

-pero no duermes sola-me convenció.

-esta bien de miedo.

Entramos a ver “apartamento 143” y solo vi la mitad de la película, la otra mitad estuve escondida entre los brazos de Edward o besándolo.

Al salir ya era de noche y hacia mucho frio.

Al no traer chamarra sentí un escalofrió, Edward froto mis brazos.

Dentro del auto puso la calefacción.

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-¿Dónde estaban?-nos pregunto esme.

-en el cine-contestamos al mismo tiempo.

-solo los estaba esperando para despedirme estoy muy cansada y me acostare temprano-nos dijo-buenas noches bella-me dio un beso en la mejilla.

-descansa-le conteste.

-hijo duerme bien-le pidió.

-buenas noches contesto mi novio.

-¿mama?-dijo Edward y esme se giro hacia nosotros.

-dime.

-lo que dijo papa esta mañana….-no termino la oración.

-sigue en pie-nos dijo tranquila y ambos le sonreímos.

Eran las 9 pero se sentía que era mas tarde tenia sueño de las pocas horas que había dormido y el día había sido agotador.

-estoy cansada-le dije a Edward, asintió y caminamos a mi habitación.

-me pongo mi pijama y te alcanzo-le dije.

Asintió y camino hacia su habitación.

Me hice una trenza, me puse la pijama, lave mis dientes y fui con mi novio.

Me esperaba acostado solo con el pantalón de su pijama.

¿Quería provocarme?

Me acosté a su lado.

Olía delicioso como siempre, ese olor de colonia combinado con su propio olor.

-mi ultima noche aquí-le dije con tristeza.

-¿tan rápido?-dijo sorprendido.

-si-hice un puchero-no me quiero ir.

-no quiero que te vallas.

Suspire resignada a dormir mi ultima noche en su casa en no se cuantos días, tal vez convenciera a Alice de hacer pijamadas seguido.

Cerré los ojos poco a poco, estaba muy cansada.

-bella-escuche entre sueños.

-mmm-exclame.

-te amo-me dijo besando mi frente.

-te amo-murmure no muy segura de que me hubiera escuchado.

Y me deje vencer por el cansancio.

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(si te tomas el tiempo de leer tambien tomatelo para comentar)

surprise surprise surprise surprise :D

3 dias y nuevo capi que bonito

bueno pues para recompensar que a veces dejo el fic muyy abandonado que creen?

subire mas seguido 

y tengo un gran motivo

el dia 12 de julio el fic cumple 1 añito de haver nacido, asi que ese dia subire el ultimo capitulo ( el epilogo)

para llegar a el faltan 3 capitulos mas asi que de hoy al dia 12 esten checando porque actualizare muuuuy seguido :D

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EN FIN 

HOLA!

¿que les parecio?

a mi me encanto como quedo n.n

espero sus comentarios 

qarla