Un beso inolvidable. (+18)

Autor: crepusculonov2
Género: + 18
Fecha Creación: 10/01/2011
Fecha Actualización: 23/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 118
Visitas: 123958
Capítulos: 35

 

Bella estaba decidida a sacar definitivamente de su mente el recuerdo de Edward Cullen. Habían pasado ya nueve años desde que aquel atractivo amigo de su hermano le había robado el corazón con un beso.
Pero ya había llegado el momento de poner fin a aquella locura, de dejar de comparar a cada hombre que conocía con Edward. Había llegado la hora de dejar que algún hombre la amara.
Justo entonces apareció inesperadamente Edward, anunciando que había puesto fin a su matrimonio y convirtiéndose en una tentación irresistible para Bella.

 

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Hola! esta novela no la escribir yo ni nada, esta basada en una novela llamada Un beso inolvidable escrita por lee miranda y me gusto mucho la historia asi que se me ocurrio hacerla con Edward, Bella y los demas de Twilight, la adaptare un poco para hacerla mas larga. 
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Capítulo 10: Oh oh = esto no puede ser verdad.

POR UN instante, Bella sintió que la compasión se abría paso en medio de su enfado. Hasta que la verdad iluminó su aturdido cerebro y la compasión se convirtió en sarcasmo. 

-Así que por fin se ha hartado y ha decidido hacerte probar tu propia medicina. 

Edward se quedó mirándola fijamente. 

-Eres increíble, ¿sabes? Realmente piensas que soy una mezcla entre Casanova y Barba Azul, ¿verdad? 

-Puedes dejarlo en Casanova. El asesinato no es tu estilo. Tienes muchos defectos, Edward, pero no se puede decir que seas violento. 

-Yo no diría tanto -repuso sombrío-. Se me ocurre alguien a quien estaría dispuesto a estrangular en este mismo momento. 

-¿De verdad? -se burló-. Hace unos segundos querías bailar conmigo.

-¿Quién ha dicho que estuviera hablando de ti? -le preguntó. Los ojos le brillaban peligrosamente--. Vamos, cariño.

Cualquier posible protesta de Bella desapareció en cuanto Edward le tomó la mano y la condujo escaleras abajo. Tampoco protestó cuando la hizo entrar en el salón en el que estaba sonando la música y la estrechó contra él.

Su mutuo enfado añadía un perverso perfil al deseo inaplacable de Bella. Pronto, el ritmo de la música y el calor de la cercanía de Edward consiguieron vencer al sentido común y Bella se descubrió rodeándole el cuello con los brazos y estrechándose contra aquel cuerpo que siempre había deseado, contra aquel hombre al que siempre había amado. Pero era el deseo y no el amor el que la dominaba en ese momento. Y también parecía estar dominando a Edward.

Sus ojos se encontraron; los de él semicerrados, los de Bella abiertos de par en par. La joven sentía la fuerza de la excitación de Edward contra su estómago, pero lo que más la sorprendió fue la intensidad de su propia respuesta. Lo deseaba, y lo deseaba en ese mismo instante. 

-Edward... -empezó a decir estremecida.

-¿Qué? -le preguntó él, apartándose ligeramente.

-Yo... yo.

-¡Así que aqui estan! -los interrumpió Jake. Apoyó la mano en el hombro de su amigo y le hizo apartarse de la sonrojada Bella. Afortunadamente, la habitación estaba tenuemente iluminada de modo que Jacob no pudo darse cuenta de lo que pasaba

-. He mirando en el piso de arriba y al no encontrarlos he empezado a pensar que se habian fugado juntos -soltó una carcajada que fue seguido por una risa seca de Edward.

En su interior, Bella pensaba que no era una probabilidad tan disparatada. Un minuto antes, había estado dispuesta a hacer cualquier cosa que Edward le propusiera. Era vergonzoso darse cuenta de ello. ¿Cómo iba a estar capacitada para dar consejos a nadie, cuando su propia vida se le había ido de las manos con tanta rapidez? Debería tener más fuerza de voluntad, respetarse más. Tenía veinticuatro años y se estaba comportando como una adolescente inmadura.

No le habría importado dejarse llevar por la más incontrolable pasión si a Edward le importara algo.

Pero el no tenía ningún interés en ella. Como mucho, lo atraía físicamente. Aunque también era posible que la estuviera utilizando como un modo de olvidar a su esposa. En ese caso, su deseo seria algo fugaz, que dejaría de recordar al día siguiente. Bella, sin embargo, no podría olvidarlo. Se veía a sí misma atormentada por los remordimientos y el arrepentimiento, hundida y desesperada. Edward se marcharía despreocupadamente, dejándole el recuerdo de su vacío encanto y su superficial atractivo. Pero... oh, hasta qué punto podía llegar a hechizarla por superficial que fuera. Incluso en ese momento, lo único que Bella quería era que Jake se marchara y dejara que Edward continuara abrazándola.

La exasperación acudió afortunadamente a su rescate. Si aquel hombre la afectaba hasta ese punto, se regañó, lo mejor que podía hacer era mantenerse lejos de él. ¡Ni siquiera debería mirarlo! Lo que tenia que hacer era marcharse a su casa.

-Si me perdonan -dijo rápidamente, para no darse tiempo a cambiar de opinión-. Tengo que ir a ver a Rosalie. Edward y tú tendran montones de cosas que hablar. Te veré más tarde, Edward.

Y sin mirar atrás, se dirigió directamente hasta el armario del vestíbulo, en el que había dejado la chaqueta y el bolso. Se echó la chaqueta sobre los hombros, cerró la puerta del armario y se fue hacia la puerta mientras abría el bolso. Encontró la polvera, pañuelos, perfume, un peine, un espejito... Había de todo, pero no estaban las llaves del coche.

Bella hurgaba nerviosa en el bolso una y otra vez, pero no conseguía encontrar las llaves.

Siempre ocurría lo mismo. Cuando alguien quería encontrar algo desesperadamente, era casi imposible que lo hiciera. Pero la rapidez era esencial en aquella situación. Temía que en cualquier momento pudieran aparecer Jake, Rosalie o Edward, preguntándole qué estaba haciendo y a dónde pretendía ir. Su hermano se enfadarla con ella por abandonar tan pronto su fiesta, pero Bella podría sobrevivir a aquel enfado y no estaba segura de poder superar lo que podía pasar si se quedaba.

-Dios mío, ¿dónde estarán esas malditas llaves? -gimió en voz alta.

Frustrada, retrocedió y vació todo el contenido del bolso en la consola del vestíbulo; las llaves fueron las últimas en aparecer.

-¿Buscas esto?

Bella se sobresaltó al ver que Edward acababa de materializarse a su lado y estaba levantando el preservativo que Alice le había metido maliciosamente en el bolso.

Capítulo 9: Siendo seducida por Edward Capítulo 11: :l caramba

 
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