Un beso inolvidable. (+18)

Autor: crepusculonov2
Género: + 18
Fecha Creación: 10/01/2011
Fecha Actualización: 23/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 118
Visitas: 123974
Capítulos: 35

 

Bella estaba decidida a sacar definitivamente de su mente el recuerdo de Edward Cullen. Habían pasado ya nueve años desde que aquel atractivo amigo de su hermano le había robado el corazón con un beso.
Pero ya había llegado el momento de poner fin a aquella locura, de dejar de comparar a cada hombre que conocía con Edward. Había llegado la hora de dejar que algún hombre la amara.
Justo entonces apareció inesperadamente Edward, anunciando que había puesto fin a su matrimonio y convirtiéndose en una tentación irresistible para Bella.

 

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Hola! esta novela no la escribir yo ni nada, esta basada en una novela llamada Un beso inolvidable escrita por lee miranda y me gusto mucho la historia asi que se me ocurrio hacerla con Edward, Bella y los demas de Twilight, la adaptare un poco para hacerla mas larga. 
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Capítulo 29: Amistad

-Edward ya se ha ido, ¿verdad? -

Bella, que estaba sentada en uno de los escalones del porche, levantó la mirada. En sus ojos se reflejaba una profunda tristeza.

-Sí -fue lo único que pudo contestar sin romper a llorar. Tardó algunos segundos en darse cuenta de que Jake la estaba mirando de una forma extraña. Parecía asombrado, era como si estuviera intentando averiguar los sentimientos de su hermana, pero sin tener ningún éxito.

-No me mires así, Jake -le dijo-. Tú no lo entiendes, lo amo. Siempre lo he amado, desde el verano que vino aquí contigo. Sé que piensas que no se merece ese amor, pero yo creo que sí. En el fondo, Edward es un hombre estupendo. Lo que pasa es que tú no lo entiendes.

Jake levantó ambas manos, como si tuviera que defenderse de las agresivas palabras de su hermana.

-En eso te equivocas, Bella. Creo que conozco muy bien a Edward, quizá mejor que tú.

Bella se levantó de un salto y miró a su hermano echando chispas por los ojos.

-Por Dios Jake, no vuelvas a sacar esa tontería del superestudiante, es una historia demasiado vieja. ¿Qué demonios te pasa? ¿Por qué no paras de criticar a Edward? Se suponía que eras su mejor amigo, pero tienes que reconocer que no lo parece. ¿Sabes? Creo que lo que te pasa es que estás celoso, que en el fondo siempre has estado celoso de él.

Bella puso los brazos en jarras, mientras Jake la miraba con una estúpida sonrisa en el rostro.

-Creo que estoy empezando a darme cuenta de lo que ha visto Edward en ti. Te estás convirtiendo en una mujer muy fogosa. Supongo que era yo el que estaba confundido al pensar que continuabas siendo una adolescente tranquila e inocente que necesitaba que te protegieran de lobos como Edward Cullen.

-¡Edward no es un lobo! -protestó con calor-. No lo era antes y tampoco lo es ahora. Hablas de él como si en aquella época hubiera intentado seducirme o algo así. Y yo era la única que quería ser seducida.

-Eso me ha dicho.

-¿Qué? --Bella frunció el ceño al oírlo. No le gustaba lo que acababa de oír-. ¿Qué te ha dicho de mí?

-No puedo decírtelo.

-¿Qué demonios significa eso? ¿Por qué no puedes decirme lo que te ha dicho? ¿Por qué tienen que andarse con tantos secretos?

-Eso es lo que Edward ha querido.

-¿Y desde cuándo haces todo lo que Edward te dice? Soy tu hermana, por el amor de Dios. Me debes lealtad antes que a él.

Jacob soltó una carcajada.

-¿De verdad? Si dices eso, es que no sabes nada de las relaciones entre compañeros.

-Paparruchas. Hace años que Edward y tú habian dejado de serlo.

-Querida hermanita, los hombres no somos como las mujeres. No nos hace falta vemos una vez a la  semana para mantener una sólida amistad. Edward y yo hemos arreglado hoy algunas cosas, ahora somos mejores amigos que nunca.

-¡Pues que estúpidos!

Jake soltó una carcajada.

-Yo que tú cuidaría ese lenguaje. Una mujer que va a ir colgada del brazo de Edward Cullen a todas partes no puede hablar así.

-¿Estás hablando en serio? -le preguntó Bella, furiosa.

-Claro que sí. Sabes que ocupa una posición muy importante.

-Bueno, Jake -repuso Bella-, quizá me limite a estar en su cama y estoy segura de que a las amistades de Edward no les importará demasiado el lenguaje que use allí. Supongo que podré hablar como quiera y que Edward no pondrá ninguna objeción.

El semblante de Jacob se oscureció.

-¡Basta ya, Bella!

-¿Por qué? Ahora que has decidido volver a lamer las botas a Edward, es mejor que sepas con quién estás tratando. No sé lo que te habrá dicho en el establo, pero la verdad es que me pidió que me casara con él y yo rechacé su oferta. Le dije que no estaba dispuesta a ser la esposa de un hombre tan importante que se pasaba la mayor parte de su vida viajando. Por supuesto, a Edward no le afectó en absoluto que no aceptara su oferta y me propuso entonces que me convirtiera en su compañera de cama, o sea, en su amante. ¿Qué te parece?

-¿Quién es la que está insultando a Edward ahora?

-Creo que tengo derecho a hacerlo. Al fin y al cabo, estoy enamorada de ese canalla.

Jacob se quedó mirándola en silencio y sacudió lentamente la cabeza con una sonrisa de pesar.

-¿Sabes una cosa, Bella? Casi compadezco a Edward. Durante todos estos años, pensaba que tenía que protegerte de él. Pero estaba equivocado. Lo que ocurre es casi lo contrario. Pobre canalla-comentó riendo mientras se alejaba-. ¿Quién iba a pensarlo?

Capítulo 28: Acuerdos. Capítulo 30: Buen trabajo.

 
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