Un beso inolvidable. (+18)

Autor: crepusculonov2
Género: + 18
Fecha Creación: 10/01/2011
Fecha Actualización: 23/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 118
Visitas: 123950
Capítulos: 35

 

Bella estaba decidida a sacar definitivamente de su mente el recuerdo de Edward Cullen. Habían pasado ya nueve años desde que aquel atractivo amigo de su hermano le había robado el corazón con un beso.
Pero ya había llegado el momento de poner fin a aquella locura, de dejar de comparar a cada hombre que conocía con Edward. Había llegado la hora de dejar que algún hombre la amara.
Justo entonces apareció inesperadamente Edward, anunciando que había puesto fin a su matrimonio y convirtiéndose en una tentación irresistible para Bella.

 

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Hola! esta novela no la escribir yo ni nada, esta basada en una novela llamada Un beso inolvidable escrita por lee miranda y me gusto mucho la historia asi que se me ocurrio hacerla con Edward, Bella y los demas de Twilight, la adaptare un poco para hacerla mas larga. 
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Capítulo 30: Buen trabajo.

Una llamada a la puerta hizo que Bella apartara la mirada del reloj de pared de su despacho. Eran las tres y media, demasiado pronto para que fuera Alice, que era una profesora muy responsable, y jamás daba por terminada una clase antes de que sonara el timbre.

Aquel día, Bella habría preferido que no fuera tan responsable, pues Edward iba a presentarse en su casa a las cuatro y media. No había sabido nada de él desde que se había despedido de ella en la granja, hacia ya una semana, ni le había escrito ni la había llamado por teléfono, una situación que no la tranquilizaba en absoluto. Aun así, estaba convencida de que Edward acudiría aquella tarde a su cita.

-Entra -gritó, al ver que, después de llamar, no entraba nadie en el despacho.

Era Jessica, que entraba con expresión tímida, pero feliz.

-Siento molestarla, señorita. Sé que no le había pedido cita, pero sólo quería que supiera que... bueno, que no lo hice..., ya sabe, con Mike. Estuve pensando en lo que usted me dijo y decidí esperar hasta que apareciera alguien especial.

A Bella se le llenaron los ojos de lágrimas, sin que pudiera hacer nada para impedirlo.

-También quería preguntarle si estará aquí el año que viene... Verá, usted es la tercera consejera que tenemos, todas se van después de estar aquí un año. Todas la queremos mucho, señorita, y pensamos que es una  consejera estupenda. ¡Hasta a Rosalie le gusta!

Bella soltó una carcajada. Rosalie era la alumna más díscola del colegio.

-Eso es todo un cumplido -repuso Bella con los ojos brillantes, pero aquella vez de alegría-. Sí, Jess, estaré aquí el año que viene.

-Vaya, eso es maravilloso. Como no vino la semana pasada, pensamos que ya se había hartado de nosotras y que estaba dedicando esos días a buscar otro trabajo.

-Qué va, Jessica, nada de eso. Mi madre estaba enferma, tuvo un ataque al corazón, pero ya se encuentra mejor. De hecho, ayer salió del hospital.

-Caramba, señorita, no lo sabíamos. Nadie nos lo dijo -comentó Jessica contrariada-. ¡Nadie nos dice nunca nada! Si lo hubiéramos sabido, le habríamos enviado una postal o algo parecido. Debió pensar que no nos importaba.

Bella estaba conmovida por los sentimientos de la chica. Momentos como aquél eran los que hacían que mereciera la pena su trabajo.

-Sé que te importo, Jessica -le contestó con un nudo de emoción en la garganta-. Y quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti por la decisión que has tomado. Es una decisión propia de una persona madura.

Jessica sonrió de oreja a oreja.

-Sí, yo también lo pensé. Pero no se lo cuente a nadie. Le he dicho a todo el mundo que el sexo es algo fantástico.




Alice asomó la cabeza por el despacho poco después de que Jess se fuera.

-¿Qué quería esa juerguista? -preguntó con expresión burlona-. ¿Sabes que le ha estado contando a todo el mundo que ha dejado de ser virgen este fin de semana? ¿Qué clase de jóvenes están educando los padres hoy en día?

-No creo que sean tan distintas de nosotras -repuso Bella con ironía-. Todas nos esforzamos de forma especial para que los asuntos relacionados con el amor y el sexo funcionen perfectamente, y todas cometemos los más terribles errores.

-¿Estás insinuando que has cometido un error al aceptar tener una relación más o menos estable con Edward?

Bella se levantó y empezó a ordenar su escritorio.

-Por supuesto. Él nunca me va a dar lo que quiero. Alice.

-¿Y qué es lo que tú quieres?

-Una familia normal, un hogar, hijos... y un maridito que venga a casa todas las noches.

-¡Ja! Pues a mí déjame las orgías salvajes y los viajes en avión privado.

-¡No mientas Alice! He visto cómo mirabas a Jasper Hale, y creo que no podías haberte fijado en un tipo más normal. Así que dime, ¿qué hay entre tú y el profesor de economía?

-No mucho, al menos todavía -añadió Alice con una sonrisa traviesa-. Pero me gusta. Me gusta mucho.

-¿Y por qué no le vas a gustar tú a él? Eres una persona bastante agradable... por lo menos para ser profesora de matemáticas. Bueno, ya me lo contarás todo durante el trayecto a casa, así dejaré de pensar en Edward.

-Eso va a ser imposible, cariño, lo sabes tan bien como yo.

-Es posible que tengas razón -gimió Bella.


Ya solo queda 1 capitulo mas y viene el finaaaaal !! :( 

 

Capítulo 29: Amistad Capítulo 31: Demasiado puntual para ser bueno.

 
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