Un beso inolvidable. (+18)

Autor: crepusculonov2
Género: + 18
Fecha Creación: 10/01/2011
Fecha Actualización: 23/02/2011
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 118
Visitas: 123951
Capítulos: 35

 

Bella estaba decidida a sacar definitivamente de su mente el recuerdo de Edward Cullen. Habían pasado ya nueve años desde que aquel atractivo amigo de su hermano le había robado el corazón con un beso.
Pero ya había llegado el momento de poner fin a aquella locura, de dejar de comparar a cada hombre que conocía con Edward. Había llegado la hora de dejar que algún hombre la amara.
Justo entonces apareció inesperadamente Edward, anunciando que había puesto fin a su matrimonio y convirtiéndose en una tentación irresistible para Bella.

 

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Hola! esta novela no la escribir yo ni nada, esta basada en una novela llamada Un beso inolvidable escrita por lee miranda y me gusto mucho la historia asi que se me ocurrio hacerla con Edward, Bella y los demas de Twilight, la adaptare un poco para hacerla mas larga. 
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Capítulo 27: Vacaciones con todo pagado.

Pero el elevar el rostro hacia él, sus ojos se quedaron clavados en la maravillosa boca de Edward y en lo único en lo que fue capaz de pensar fue en las delicias que podía ofrecerle. Endureció rápidamente su expresión, enfadada con sigo misma por aquellos pensamientos.

-No dejes que ese beso te confunda. Sólo estaba devolviéndote el que tú me has dado.

-Y lo has hecho maravillosamente.

-Así que deja de provocarme.

-No estaba provocándote, simplemente ha pensado que un toque de humor ayudaría a aliviar la tensión que se respira por aquí.

-¡Pues no lo has conseguido!

-Ya lo veo.

-Estoy empezando a desear que no me hubieras traído tú aquí.

-De eso también me he dado cuenta.

-Y no quiero que vuelvas a besarme aquí.

-Yo tampoco quiero que vuelvas a besarme tú. El lugar me resulta un poco incómodo.

-No lo haré, no te preocupes por eso.

-Bien, entonces vámonos.

Edward empezó a caminar dando tales zancadas que Bella prácticamente tenía que correr para mantenerse a su lado.

-Ve más despacio -le pidió entre dientes.

-Lo siento. Ya he perdido demasiado tiempo -contestó él, y siguió andando a la misma velocidad.

Bella lo siguió aturdida. ¿Qué habría querido decir? ¿Que había perdido demasiado tiempo en ella? Le habría gustado habérselo preguntado, pero su expresión se lo impidió. Además, podía no gustarle la respuesta. En ese momento, tomó la decisión de no hacer demasiadas preguntas a Edward. Tenía la sensación de que no le iban a gustar ni sus respuestas ni las mentiras que podía verse obligado a contar.

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-Señor swan...-

Todo el mundo levantó la cabeza de sus platos al oír la voz de Edward. Llevaban ya cerca de diez minutos comiendo sentados a la mesa de la cocina. Ninguno hablaba demasiado, cada uno de ellos parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos mientras daba cuenta del pollo y las patatas fritas. Bella estaba enfadadísima con Jacob, que continuaba dirigiéndoles a Edward y a ella miradas que podrían haber hecho preguntarse muchas cosas a su padre si no hubiera estado tan distraído.

-¿Si, Edward? -preguntó Charlie.

-Quería comentarle algo acerca de esas vacaciones que usted y su mujer están planeando.

-¿Qué, Edward?

-Sé que usted es un hombre orgulloso, y que jamás aceptaría que hicieran caridad con usted, pero para mi sería un gran placer poder regalarles unas vacaciones. Me gustaría que lo considerara como una muestra de agradecimiento por la amabilidad que me mostraron usted y su mujer cuando me quedé aquí aquel verano. Fueron las mejores vacaciones que he tenido en mi vida y jamás las he olvidado.

Jake hizo un sonido burlón que provocó una mirada de asombro de su padre y otra de furia de Bella.

-¿Crees que no debo considerar la oferta de Edward? -le preguntó Charlie a su hijo en tono de extrañeza. Bella le dirigió a su hermano una mirada suplicante y este pareció ceder a lo que le pedía.

-Por supuesto que debes considerarla. Él puede afrontar ese gasto, ¿verdad, Edward? -añadió palmeándole el hombro a Edward con un pretendido gesto de cariño-. Unos cuantos miles de dólares no representan nada en el océano de los Cullen.

Charlie sacudió la cabeza.

-Ese no es el problema. Es muy amable por tu parte, Edward, pero no estoy seguro de que a Renee le parezca una buena idea. Bella alargó el brazo para tomar la mano de su padre.

-Papá, no seas tonto. Como ha dicho Edward, tú y mamá le ofrecieron a él unas vacaciones y ahora lo único que quiere es devolverles el favor.

-En ese caso, supongo que no puedo negarme -Charlie suspiró-. Pero por favor, que no sea nada demasiado caro, y que no haya que viajar mucho. Preferirla que fueran en Australia, en algún lugar tranquilo.

-Conozco el lugar ideal: la Isla de Orfeo. Es la isla situada más al norte de la Gran Barrera de Arrecifes y también la más hermosa.

Y la más cara, pensó Bella, pero mantuvo la boca cerrada. Afortunadamente, Jacob tampoco dijo nada, aunque arqueó las cejas con una expresión que demostraba que él también sabía lo que podían costar unas vacaciones en aquella isla.

-Renee siempre ha querido disfrutar de unas vacaciones en alguna de esas islas.

-Pues va a poder hacerlo -contestó Edward con firmeza-. Bella, si yo te doy el dinero, ¿podrías ocuparte tú de organizarlo todo? Creo que la época mejor sería alrededor de mayo. Tu madre ya se habrá recuperado para entonces y el tiempo es muy agradable en esas fechas.

Al oírlo, Bella recordó una vez más lo diferentes que eran sus modos de vida. Edward siempre había podido satisfacer cualquiera de sus caprichos, incluyendo en estos cualquier viaje que se le antojara a los lugares más apartados y románticos del mundo. « ¿Quién sabe?», se preguntó, quizá ella sólo fuera uno de sus últimos caprichos.

-Mayo es una buena época, si -confirmó Charlie-. Ya tendré recogida la cosecha de verano y los vecinos pueden cuidarnos los animales.

-Entonces ya está todo arreglado -dijo Edward complacido. Charlie arrastró la silla hacia atrás y se levantó.

-Chicos, si no les importa, creo que voy a dar un paseo por el río. Me está empezando a doler la cabeza y de esa forma suelo despejarme. No tardaré mucho.

Bella observó a su padre mientras abría la puerta de la cocina y salía al porche. Esperaba que su madre estuviera recuperándose de verdad porque Charlie Swan jamás volvería a ser el mismo sin ella. Se habían amado demasiado.

-Debe de ser muy agradable poder comprar todo lo que se quiere -comentó Jake mirando a Edward con expresión de abierta enemistad-. La amistad, la admiración. Incluso a mi hermana. Dios mío Bella, ¿es que no tienes orgullo? ¿No te das cuenta de que sólo eres una más? En cuanto se aburra, se desprenderá de ti como si fueras un pañuelo desechable. Para él, no eras nada más que un desafio, porque eras la única mujer con la que no pudo acostarse cuando se encaprichó con ella. Pero ya has dejado de serlo. A partir de ahora, ya sólo serás otra de esas estúpidas que están deseando bajarse las bragas delante del magnífico Edward Cullen.

-¡Ya es suficiente! -estalló Edward. Apoyó las manos a ambos lados de su plato y se levantó.


3 comentarios mas y suboooo:) ya casi viene el final :(

Capítulo 26: El hospital 2 Capítulo 28: Acuerdos.

 
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