Escrito en las Estrellas (+18)

Autor: Fanfiction Addiction
Género: Ciencia Ficción
Fecha Creación: 29/03/2013
Fecha Actualización: 30/08/2014
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 18
Visitas: 110111
Capítulos: 33

Traducción: Edward es el rey de una raza en extinción, su planeta es desgarrado por la guerra civil. Bella es secuestrada y llevada a convertirse en su esposa.De estudiante de la universidad a reina... ¿Podrá aprender amar a este hombre extraño y ayudar a salvar a su pueblo?

 

Escrito en las Estrellas es un fanfic original de Lissa Bryan y traducido por Fanfiction Addiction con el debido permiso de su autora.

 

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Capítulo 26: Ladrón de fe

Historia escrita por:Lissa Bryan

Traducido por:Sasita LLerena (FFAD)

Beta:Constanza Moreno Inostroza (FFAD)

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Los Vulturi tienen un dicho, 'El movimiento de una piedra empieza una avalancha', y eso calzaba perfectamente. Bella se despertó en medio de la noche porque el pensaba que había dejado su computador prendido en la oficina de Aro. (Todavía no podía ver a ese lugar como suyo y de Edward). Tanya, quien estaba dormitando en el pasillo, la siguió.

Se tropezó con Emmett, literalmente. Iba vestido de la cabeza a los pies de negro, su rostro manchado de ceniza, y ella no lo había visto venir por el pasillo. Hubo un gran ruido mientras él dejaba caer lo que había estado llevando. Lucía culpable como el infierno.

—Que casualidad encontrarte aquí —Bella arrastró las palabras—. ¿Qué vas a hacer Emmett?

—Na… nada —contestó, sus ojos moviéndose nerviosamente.

Bella miró a su alrededor—. ¿Qué es lo que tienes ahí?

Emmett extendió sus brazos para bloquear la vista—. Nada. Nada en absoluto.

Bella caminó a su alrededor y vio la roca con la huella sangrienta sentada en el suelo junto a sus pies.

—Jesús Cristo, Emmett. ¿La robaste?

—Sí… algo así —dijo, arrastrando los pies.

Bella sacudió la cabeza, divertida a pesar de sí misma. Confiaba en que Emmett se abriría camino a través del Nudo Gordiano. Ella esperaba que él hiciera algo, pero no irrumpir en el templo en medio de la noche y fugarse con la maldita cosa.

Una voz resonó en medio del silencio—. ¿Qué está pasando aquí?

Oh, mierda. Amun.

—Buenas noches Amun —Bella dijo, deslizando más cerca de Emmett para bloquear la vista de Amun. Ella le dio a Amun una brillante y dura sonrisa que lo hizo estremecerse.

— ¿Qué están haciendo? —demandó—. ¿Qué es eso en el suelo?

Tanya, Bella y Emmett corearon al mismo tiempo—. Nada.

Amun estiró el cuello—. Es una roca —dijo.

Puro genio, este tipo—. Sí, la necesitaba para mantener erguido mi árbol de navidad. Gracias Emmett —balbuceó Bella—. Por favor llévala a mi habitación.

Amun no se lo creyó—. ¿Lo enviaste en medio de la noche a conseguir una roca? ¿Dónde está el Emperador? —la última parte fue dicha como una demanda imperiosa, como si supiera que Bella debe estar escondida detrás de la espalda de Edward.

—Durmiendo —Bella dijo—. Mira, esto no te incumbe, así que por qué no solo te vas tu habitación.

— ¿Y por qué su rostro está cubierto de ceniza?

—Desenterrar las rocas en un trabajo sucio. —Bella empujó a Emmett y él recogió la roca, corrieron hacia el nido de Bella. Tanya bloqueó la puerta cuando Amun intentó seguirlos. Ella podía verlo afuera, estirando su cuello para ver alrededor de Tanya mientras cerraba la puerta detrás de ellos.

Emmett depositó el trozo de concreto en el suelo con un suspiro.

Edward se sentó, frotándose los ojos—. ¿Qué está pasando?

—Tu hermano que está probando sus habilidades para el robo. ¿Dónde está Rose, por cierto? Esta clase de mierda va directo a su callejón.

— ¿Rose tiene su propia vía pública?

Modismos, idiota, se recordó a si misma—. Quiero decir que esto es algo en lo que ella participaría.

Emmett arrastraba los pies torpemente.

— ¿Ella no lo aprueba?

—Um… no, no creo que lo haga. Ella dice que la gente debería ser libre de adorarla si es que quieren.

— ¿Ella no sabe lo que estás haciendo?

Emmett suplicó: —Por favor, no se lo digas.

—Ella lo va a saber —Bella le advirtió—. Amun vio la roca, Emmett. Tan pronto como haya un grito en el cielo sobre su desaparición, se va a dar cuenta que fuiste tú quien la tomó. Necesitas devolverla.

—No puedo —Emmett protestó—. Apenas pude escaparme sin que Carlisle me viera. Si regreso a devolverla, él me va a atrapar.

—Vas a ser atrapado de cualquier manera —Edward pronosticó—. Lo mejor es devolverla y admitirlo en lugar de esperar a que Carlisle la encuentre. Tú sabes como es él. ¿Te acuerdas de esa vez que robamos el asado de Esme del horno? Él nos castigó peor por tratar de ocultarlo.

— ¡No puedo hacer eso! ¡Sabes que me va a dar meses de penitencia por esto! —Emmett lucía asustado—. La voy a esconder. No, me voy a deshacer de ella, destruirla en pedacitos.

—Eso solo empeoraría las cosas —Edward le dijo—. Robar una reliquia es bastante malo, ¿pero destruirla? Serías afortunado si es que los fieles no te dan cacería después que Carlisle termine contigo.

—Tal vez Amun no se dé cuenta —Emmett dijo esperanzado—. Él no vio a la roca de cerca.

Bella suspiró—. Emmett, el hombre es un tonto, pero no es discapacitado mental. Te apareces en medio de la noche, vestido para no ser visto y llevando una roca. La mañana siguiente la alarma se prenderá porque la roca ha sido robada, incluso un niño haría la conexión.

Emmett gruñó—. Rose probablemente va a golpearme. La última vez que tuve una penitencia, ella… —cortó, agachando la cabeza.

— ¿Por qué te castigaron? —Edward preguntó.

—Yo prefiero no decirlo —Emmett dijo con dignidad—. Basta con decir que ella estaba furiosa con eso.

— ¿Cuál fue tu penitencia?

Emmett gruñó de nuevo, cubriendo su rostro con sus manos—. Yo… uh… no tenía permitido… um…

Bella se rio—. ¿Tenías que abstenerte del sexo y Rose estaba enojada por eso?

Emmett lucía como si quisiera derretirse en el suelo. Su pequeña cola se balanceaba de un lado para el otro como si buscara un lugar donde esconderse—. Ayúdenme —rogó—. Tenemos que encontrar una manera de sacarme de esto. ¿Podemos decir, ya sabes, que la encontramos?

—Emmett, no estás usando guantes y probablemente dejaste huellas dactilares por todo el lugar —Bella le recordó.

— ¿Qué son huellas dactilares?

— ¿Qué son…? Dame tu mano —Bella tomó la mano de Edward en la suya y miró fijamente las yemas de sus dedos. Eran suaves como la mejilla de un bebé. Bella giró su propia mano y la puso palma arriba señalando los remolinos—. De esto es de lo que estoy hablando. Los humanos tenemos estos patrones en la piel de los dedos y el patrón se imprime en cada cosa que tocamos. Cada huella dactilar es única.

Edward parecía intrigado sobre el descubrimiento. Trazó con la punta de su garra los diminutos surcos, como si fuera un pequeño laberinto. Bella se estremeció por la extraña sensación erótica—. Cada parte de ti está decorada. —Se maravilló—. Que bonitos patrones. Cada día descubro algo nuevo acerca de ti, eso es hermoso.

—Edward, por favor —Emmett suplicó—. Seduce a tu pareja luego. Ahora, necesito ayuda.

—No creo que puedas salir de esta, Emmett. Devuelve la roca al Templo y confiésalo.

—Rose me echará del nido otra vez y me hará dormir en el suelo —Emmett dijo taciturno, levantó la roca sobre su hombro y salió de la habitación.

Bella y Edward se recostaron en su nido en la posición favorita de Edward para dormir, en cucharita detrás de ella, acariciando su cuello con su rostro—. Edward, ¿por qué no quisiste ir al Templo hoy?

Pasó un momento antes de que hablara, y cuando lo hizo, su voz era tan suave y baja que tenía dificultades para escucharla, incluso con lo cerca que estaban sus labios de su oído—. Porque estoy avergonzado. Y enojado. Y asustado. Y confundido.

—Vamos a verlo de una en una. ¿Por qué te sientes avergonzado?

—Porque en mi pérdida de control. Carlisle estaba bien, cometí un grave pecado, y merezco castigo. Quiero hacer las paces contigo y busco su perdón, pero no estoy seguro si quiero hacer el sacrificio de apaciguar a una Diosa de la cual no sé si sigo creyendo en ella.

— ¿Qué causó que tu fe se debilitara?

—Ver el dolor de mi gente después del ataque. ¿Cómo pudo una Diosa compasiva dejar que algo así le pasara a gente inocente? Carlisle dice que todo esto es parte del plan de la Diosa. Pero, ¿por qué la misericordiosa Diosa tiene un plan para que una cosa tan horrible como esta suceda? Y tú, Bella. ¿Por qué tienes que sufrir por mi pecado? ¿Acaso ella también planeó para que las hierbas no funcionaran? —La voz de Edward se volvía cada vez más furiosa.

Bella se giró en sus brazos para mirarlo—. Edward, desearía ofrecerte un mejor consejo, pero nunca he sido una persona de fe. En las escrituras de mi religión, hay un pasaje que dice que Dios hace que llueva sobre justos e injusto por igual. No eres el primero en preguntarse por qué cosas malas le suceden a buenas personas y por qué se le da rienda suelta al demonio cuando las deidades tienen supuestamente el poder para detenerlo. Creo que el mensaje es que las cosas malas les pasan a todos, así como las cosas buenas les pasan a todos también. Que es lo que mereces, no pude luchar contra eso.

—Estoy muy asustado Bella —susurró—. Estoy tan asustado que cuando rezo por ti, estoy hablando al aire vacío.

—Tal vez deberías hablar con Carlisle —sugirió Bella.

—No, no necesito hablar con Carlisle. Sé exactamente lo que va a decir: los mismos tópicos que he escuchado desde que he sido niño. Eso ya no me consuela.

Bella alisó su desastroso cabello y lo besó. Era la única respuesta que se le ocurrió.

—La noche pasada soñé que era James —dijo Edward. Sus ojos estaban distantes, como si estuviera concentrándose en las imágenes de su mente—. Lo podía sentir, Bella. Podía sentir el indescriptible dolor de perder a mi pareja y a mis hijos. Y supe que antes de morir por eso, el dolor me volvería loco.

—Edward, si algo me sucede, tú tienes que superarlo. Tienes que hacerlo. No solo por la Federación, sino por nuestros bebés. Ellos te van a necesitar.

Edward acercó aún más a Bella a su cuerpo como si pudiera protegerla de la muerte con su propia carne—. No creo que tenga otra opción.

No puedo vivir si mi vida. No puedo vivir sin mi alma. Edward no estaba siendo melodramático. Los Vulturi eran tan fuertes, pero incluso el más poderoso de ellos, podría ser derribado por el dolor. Simplemente se consumirían. Ellos lo llaman palidecer.

Por primera vez en años, Bella deseó poder creer en Dios. Sería tan reconfortante creer que podía pedirle a una deidad que salve a Edward si es que lo peor le ocurría a ella, ser capaz de alejar sus preocupaciones con el pensamiento, Dios cuidará de todos nosotros. Deseaba ser capaz de discernir el plan detrás de todo este caos y ver la misericordia y compasión, que Carlisle decía que estaba ahí.

Ella deseaba poder creer, pero no había nada más que un espacio vacío donde se suponía debía estar su fe. ¿Alguna vez había estado algo ahí? Ella perdió la fe en Dios al mismo tiempo en que descubrió que no existía Santa Claus (todavía recordaba la furia que sintió cuando comprendió que sus padres le habían estado mintiendo por años). Recordó que una vez se había sentido animada por el pensamiento que Dios la amaba aunque sus padres no lo hicieran, lo que ella supuso era uno de los atractivos de la religión: sentir que uno era el destinatario de un amor incondicional que raramente se encontraba en la vida. Siempre había estado confundida sobre todo eso de que Dios tiene un plan para cada cosa. ¿Cuál era el punto de orar si al final Dios va a hacer lo que ya tenía planeado? Nadie nunca le dio una respuesta satisfactoria sobre eso.

Tenía amor incondicional ahora, y miró al hombre dormido que se lo había dado. Ya sea que su destino era parte del plan de una deidad o simplemente suerte, ya no importaba. No había nada que pudiera hacer al respecto, solo esperar lo mejor.

— ¡Bella! ¡BELLA! —Edward gritó—. Ven rápido.

Bella estaba en el baño. Terminó rápidamente y se apresuró en entrar al nido—. ¿Qué sucede? ¿Qué va mal?

—Nada mal. Solo no quería que te perdieras esto. Mira. —Se paró y caminó unos pocos metros de donde Nessie estaba sentada en el suelo—. Ven con papi —dijo agachándose y abriendo sus brazos. Nessie se empujó a si misma sobre sus pies usando su cola para balancearse y dando unos pasos inestables antes de perder el equilibrio y caer sobre su espalda. El pequeño Carlisle miraba este giro en los acontecimientos con interés mientras él y Victoria jugaban con unos bloques en el suelo. Nessie se obligo a ponerse de pie de nuevo y caminó lentamente, alcanzando a Edward esta vez, quien la cargo y dio besos en sus pequeñas y regordetas mejillas—. El bebé más inteligente de la galaxia —elogió.

Bella tenía lágrimas silenciosas bajando por sus mejillas. Se unió a Edward y Nessie en su abrazo. El pequeño Carlisle aparentemente sintió que él debería estar incluido porque tranquilamente se arrastró sobre sus pies y corrió hacia ellos. Bella gritó y lo levantó, llenándolo de besos. Victoria puso mala cara por haber quedado atrás. Ella alzó sus brazos y dijo: —Yo. —Bella rio y la levantó en su otro brazo añadiendo a Victoria al abrazo colectivo. Victoria y el pequeño Carlisle enlazaron sus colas y ronronearon.

¿Cómo sería esto para ellos, Bella se preguntaba, crecer sabiendo que tienes a alguien que siempre te amará, que siempre estará ahí para ti, y que esa persona podría ser tu destino? Oh, Dios, ella esperaba estar ahí para verlo.

Hubo un golpe en la puerta. Rose asomó la cabeza—. Hey chicos. Bella, ¿estás lista para ir? —Rose levantó su toalla y shampoo.

—Sí. Ya voy. —Bella besó a cada bebé y luego a su compañero—. Te amo.

Edward había instalado una bañera más grande la semana pasada para que no se tengan que apretar para poder entrar juntas. También era más profunda, por lo que podían hundirse hasta el cuello en el agua deliciosamente caliente. Alice añadió una generosa porción de aceite de baño perfumado. Bella había descubierto la esencia en el mercado, en un puesto de perfumes mientras Edward compraba nuevos cojines, porque no estaba satisfecho con las que habían en el nido. (Afortunadamente, no estaba siendo tan exigente como cuando escogió los cojines para el nido de incubación) Bella encontró una esencia que le recordó el olor de las fresas y pidió si podía ser mesclado en shampoo, loción y aceite para el baño.

—Emperatriz —susurró la mujer escandalizada—. Esa es una esencia para detergente. Es muy barata. Tengo otras más apropiadas para una Emperatriz.

Bella se encogió de hombros—. No me importa, me gusta.

Lo último que escuchó fue que la mujer fue inundada de pedidos de 'La Esencia de la Emperatriz'. Bella se sentía bien al saber que había ayudado a alguien para la prosperidad. Era mucho mejor que las críticas que había afrontado la semana pasada cuando se rehusó a comprar en un puesto que tenía un cartel que decía '¡SOLO ALPHAS Y BETAS!' Edward le había dicho ayer que la mujer había presentado una demanda alegando que Bella arruinó su negocio. Bella no lo podía evitar pero se sentía secretamente contenta. Si era capaz de influir a la gente a no patrocinar negocios que discriminen a los drones, valía la pena ser demandado.

Se hundió en la bañera con un suspiro de placer. Rose hizo lo mismo inclinando su cabeza contra el borde—. Estoy tan tentada a llamar y decir que me encuentro enferma por hoy —Rose dijo—. Tengo que trabajar con Benjamin hoy, ya que Emmett se encuentra en la caseta del perro.

Emmett por fin había reunido el coraje de confesarle a Carlisle sobre el robo de la roca. Como se predijo, Carlisle se puso lívido y Emmett fue sentenciado a fregar los pisos del templo hoy como parte de su penitencia. De repente estuvo en la lista negra de todos, incluso de los que no creían que Bella era divina. El Templo se suponía que era tierra santa y Emmett alegremente había violado esa santidad. Cada vez que Bella lo veía, lucía como una nube de lluvia.

— ¿Hiciste que duerma en el suelo de nuevo? —Bella preguntó.

Rose rio por lo bajo—. Te dijo sobre eso, ¿no?

— ¿Qué hizo para enfurecerte de esa manera?

—Nada importante —dijo alegremente—. Pero no lo volverá a hacer, eso es seguro.

Bella tenía una gran curiosidad pero no presionó—. Lo siento, tienes que trabajar con Benjamin.

—Ha mejorado en el trabajo —Rose concedió—, pero solo estoy… bueno, estoy un poco intimidada por él. Creo que se está aproximando mucho a mí.

— ¿En serio? ¿Emmett lo sabe?

—Obviamente no. Benjamin sigue vivo. —Rose sumergió su cabeza para mojarse el cabello y vertió un poco de shampoo en su palma—. Y no me gusta admitirlo, pero estoy un poco asqueada con sus cicatrices.

—Jasper tiene cicatrices y no te has preocupado por ellas —Bella indicó.

—Sí, pero no como esas. Benjamin sufrió quemaduras graves durante el ataque por todo su rostro y pecho. Están curados y todo, pero el chico se ve algo así como Freddy Krueger, menos las manos de Wolverine. Me siento tan infantil, pero realmente me molesta.

—Es una reacción visceral de un recordatorio de la fragilidad de los seres mortales —dijo Alice.

—Sí, lo que sea, Dr. Freud —dijo Rose salpicándole un poco—. Admito que no soy experta en el flirteo heterosexual, pero cada vez que Emmett no está cerca, su actitud cambia totalmente. Me mira furtivamente y empieza esa mierda de postura machista tocándome 'accidentalmente'.

— ¿Has intentado decirle que eres gay? ¿Y casada?

—He tratado de decirle que voy a reorganizar sus miembros en nuevos e interesantes patrones si no para esa mierda, pero él se lo toma como un chiste. —Rose se estremeció—. Oh sí, hablando de mierda extramarital, Amun le anda diciendo a todo el mundo como los 'atrapó' a ti y a Emmett en el pasillo la otra noche.

Bella estaba alarmada—. Rose, tú no puedes creer que…

—Claro que no —dijo Rose—. Y no creo que nadie más crea sus insinuaciones tampoco—. Pero solo quería que mantengas un ojo en ello, será mejor decirle a Edward para que no se sorprenda.

—Dios, ya está muy preocupado con que podría morir, y ahora tiene que escuchar como un imbécil dice que lo estoy engañando con su hermano.

— ¿Alguna vez Edward va a encontrar un puesto para él? —La familia de Aro había sido persistente con Edward para que le dé a Amun un puesto en el gobierno mientras tanto Edward estaba tratando de encontrar un puesto que no requiera de mucha responsabilidad y que no atraiga las criticas, algo que Amun no pudiera joderlo, al menos no demasiado. Tal vez era una prueba de la eficiencia del gobierno Vulturi que todavía no había logrado encontrar algo que encajara en esas condiciones—. Tal vez cuando empiece a trabajar, él quiera tener su propia casa.

Bella resopló—. Es poco probable. Creo que le gusta el estado de vivir en el 'palacio'. Él insinúa que es nuestro confidente y que conoce toda clase de secretos, por lo que la gente piensa que es importante. De todos modos, Edward está buscando una casa adecuada para nosotros.

—Oh —Rose dijo. Su rostro volviéndose impasible como si se hubiera puesto una mascara.

—Rose, tú y Alice están invitadas a venir con nosotros. —Rose sonrió y se sumergió dentro del agua.

— ¿Cómo está tu nuevo guardaespaldas? —preguntó Bella a Alice.

—Oh, ¿Liam? Es genial, en realidad me siento segura cuando él está cerca, especialmente cuando Jasper está hasta tan tarde en la noche y esos raros puritanos que echan espuma de la boca con nosotros por tratar de destruir su religión. Es como ser perseguido por un gran German Shepard. Él no habla y yo no puedo leer lo que escribe, así que hemos desarrollado un pequeño lenguaje de signos para comunicarnos.

— ¿También se da la vuelta para que puedas frotar su barriga? —Rose preguntó dulcemente.

Alice arrojó su esponja hacia Rose, quien la agarró con gran destreza y la arrojó de vuelta justo en el rostro de Alice—. ¿Alguna vez te dije que solía jugar softball?

Bella salió de la bañera—. Deja a Emmett volver al nido Rose —dijo—. Se está volviendo un Emmett Emo y es depresivo, como ver a un cachorro abandonado en la lluvia.

—Dejando las bromas de lado, él realmente la jodió con ese estúpido plan de robar la roca. Sabía que estaba en algo, pero nunca pensé que llegaría tan lejos.

—Tal vez el uso de la frase 'negación plausible' debió ser la primera pista de que algo malo estaba pasando —dijo Alice con intención.

—Bueno, sí, pero no pensé que lo haría... —Bella se fue apagando.

— ¿Qué pensabas que iba a hacer Bella? ¿Escribir una carta bastante fuerte dirigida al editor? Para ser una chica inteligente eres realmente estúpida a veces.

— ¿Lo descubriste con tu fantástico cerebro o lo viste en una visión, Señorita Cleo?

—No he tenido ninguna visión en un buen tiempo —Alice dijo—. Es aterrador, dar pasos de ciego. Solo tengo que tener fe en que...

—Sí —Bella dijo, tirando de su ropa—. Tengo que correr. Debo ir al trabajo. —Salió al pasillo y se dirigió a la oficina de Aro, Tanya como su remolque. Jasper la encontró en el pasillo.

—Hola Jasper, no te he visto en días —empezó.

Su expresión era sombría y ella sintió que se le encogía el corazón—. ¿Qué sucedió?

—Hay algo que tienes que ver —dijo—. Tú también, Tanya.

Edward estaba sentado en el escritorio, con la cabeza entre las manos y el rostro pálido. Se levantó cuando Bella entró y la tomó en sus brazos, temblando.

— ¿Qué es esto?

—Mira. —Jasper encendió la pantalla de visión posada en el extremo del escritorio. Era James. Vestía una túnica blanca de luto y parecía que había perdido mucho peso desde que Bella lo había visto por última vez en una entrevista.

—Edward —dijo. Sus ojos ardían con odio—. Por ti, mi compañera está muerta y has robado a mi hijo de mi lado. Quiero que sepas que voy a tomar los tuyos. —Levantó un cuchillo y lo deslizó por su palma abierta, apretó el puño alrededor de la sangre que goteaba—. Juro por mi sangre, mi vida y mi alma que sujetarás el cuerpo sin vida de tu pareja en tus brazos y conocerás mi dolor. Quiero que sepas lo que está viniendo. Quiero que lo temas. Quiero que lo sueñes y que te levantes gritando en medio de la noche. Quiero que vivas con miedo. Ya viene. Y no lo puedes detener.

Con eso, el video terminó.

— ¿Por qué es tan importante? —Bella preguntó—. Ya ha hecho amenazas en contra de nosotros antes.

—Es un Juramento de Sangre, Bella. Acaba de jurar a la Diosa que va a matarte y a los niños o sacrificará su vida.

Bella de repente recordó haber visto a una mujer cortar su mano en el Templo, la primera vez que lo visitó.

—Tómalo en serio Bella, muy en serio. Además ese video no se originó en Lapush. Por lo tanto James ya no está bajo arresto domiciliario o se escapó, y apuesto que este será el último.

Bella respiró hondo—. ¿Qué vamos a hacer?

—Estoy poniendo más guardias alrededor de la casa —Jasper dijo—. Solo trata de ser más razonable Bella. No vayas por ahí sin seguridad. Y no confíes en nadie más además de la familia y Tanya. Aún no sabemos cuántos traidores hay entre nosotros.

Bella sintió un escalofrío. Tanta gente que entraba y salía de la casa todo el día… ella quería tomar a los niños y esconderlos en una cueva en algún lugar, parase en la entrada como una mamá oso que cuida de sus cachorros—. ¿Tal vez deberíamos darles a los niños sus propios guardias? —Bella preguntó.

Jasper lo consideró y negó con la cabeza—. No, ahora no, porque eso significa que tenemos que confiar en más personas y dejarlos entrar en nuestro círculo cercano, solo asegúrate de que uno de nosotros esté siempre con ellos.

Bella asintió. Edward podría estar de acuerdo si ella trajera a los niños a la oficina, aunque no estaba segura de cuánto trabajo podría ser hecho—. ¿Están más cerca de averiguar quién saboteó la red?

—He encontrado a algunos sospechosos —dijo Jasper—. Los que lo hicieron, fueron muy cuidadosos cubriendo sus huellas. No te preocupes, Bella. Voy a encontrarlos y voy a mantener a la familia segura.

—Sé que lo harás, Jasper. Solo asegúrate de que Alice no se sienta descuidada, ¿de acuerdo? Sé que ella se ha sentido un poco sola.

Jasper inclinó la cabeza—. Gracias Diosa. Aún con todo lo que está pasando, todavía te preocupas de los demás.

— ¿Por qué no la llevas a comer? —Bella sugirió.

—Voy a hacerlo —Jasper se inclinó de nuevo y salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Bella se acercó y se sentó cerca de Edward, quien todavía tenía la cabeza apoyada en sus manos—. Edward, por favor, no dejes que James llegue a ti. Eso es lo que él quiere. A decir verdad, no estoy en más peligro de lo que estaba antes. Él siempre ha querido verme muerta, ¿verdad?

—Esto es diferente —Edward respondió—. Esto es… algo personal, no solo hostilidad hacia tu posición.

—Esto no va a cambiar nada —Bella dijo—. Tan inestable como luce ahora, lo más probable es que cometa un error y nosotros lo atraparemos.

Edward le dio una sonrisa y un beso—. Siempre te las ingenias para hacerme sentir mejor, incluso en los momentos más oscuros.

Bella apoyó la cabeza en su pecho, escuchando los fuertes latidos de su corazón. Eso era lo que hacían los compañeros. Se dio cuenta que era muy parecido a la fe religiosa, una mezcla de esperanza, confianza y amor. Pero en esto, Bella no tenía ninguna dificultad para creer.

Capítulo 25: Los ceros nos enseñaron el fósforos Capítulo 27: Dispersa

 
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