Historia escrita por:Lissa Bryan

Traducido por:Kiki D'Cullen (FFAD)

Beta:Verito Pereyra (FFAD)

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Alice pasó la noche en uno de los sofás. Bella no pensó que dormiría mucho porque ella despertó muchas veces durante la noche y escuchó a Alice llorar. Bella se acostó de nuevo en el nido después de ver a los bebés, y Edward le tendió su mano y la acercó a su cuerpo con un gruñido de satisfacción. Ella no se podía imaginar el dolor que sentiría si no lo tenía a su lado. Pobre Alice, debe estar pasando un infierno.

Rose llegó después del desayuno para llevar a Alice y a Bella a los baños del palacio, Tanya estaba siguiéndolas, sospechando de cualquiera que pasaba por los pasillos. Rose ya había localizado los baños, porque como dijo con una ceja levantada, ella tenía un instinto para conseguir chicas desnudas.

— ¡Rose! —Alice la reprendió. — ¡Mejor que Emmett no te escuche diciendo eso!

Rose se encogió de hombros. —Emmett es muy celoso con respecto a los hombres, ¿pero con mujeres?... Él podría gustarle eso. ¿Qué tal tú? ¿Interesada en tener un poco de diversión, pequeña?

— ¡Rose! —Alice estaba en shock pero luego se dio cuenta de que Rose solo estaba jugando con ella, tratando de animarla un poco. —Lo siento, pero no eres mi tipo.

Los baños estaban cerca y eran fáciles de encontrar, solo requirieron una vuelta en el siguiente pasillo. Bella se quedó con la boca abierta cuando vio el interior. Estaba decorado como un harén de fantasía con pisos de mármol, divanes repartidos entre las piscinas, exuberantes plantas en macetas y fuentes ornamentales que funcionan como duchas. Las paredes de mosaicos, decoradas con imágenes de flores, haciendo eco de las salpicaduras y las risas de los bañistas.

El cuarto quedó en silencio cuando vieron que la Emperatriz entró. Bella sonrío y dio un saludo, pero pasó un largo tiempo para que la conversación normal reanudara. Gracias a que había numerosas piscinas, no tardaron mucho en encontrar una vacía. Ellas colocaron sus ropas en un diván cercano y se lanzaron al agua caliente con suspiros simultáneos de gozo. Tanya se agachó justo al borde de la piscina, y su bastón justo al lado de sus piernas. Bella no entiende porqué Tanya no se lanza a la piscina con ella; seguramente no impedirá su habilidad de proteger a Bella. Pero Tanya rechazó todas las invitaciones a unirse a ellas.

— ¿Qué sucedía con los bebés esta mañana? —Rose preguntó. —Los podía oír lloriqueando mientras caminaba por el pasillo.

—Edward le estaba cortando las garras de los pies —Bella dijo, — y a los bebés no les gusta. Edward dice que hasta que no aprendan a caminar, hay que cortarles las garras lo más corto posible, porque les causa dolor si las presionan contra el piso. Ellos no pisaran con los pies si les duele, y no aprenderán a caminar rápidamente. Una vez que aprendan a caminar por su cuenta, la fricción de sus pies contra el piso hará que las garras se mantengan cortas.

—Lo que me recuerda —dijo Alice abruptamente, —ellos deberían tener ya sus implantes la próxima semana. Ellos aprenderán a hablar fácilmente una vez que escuchen hablar a todos en el mismo idioma.

—Los bebés requieren de mucha atención —, Rose dijo, sacudiendo su cabeza.

—Yo estoy sorprendida que no quieras tener ya un bebé —Bella confesó.

—Emmett y yo decidimos esperar un poco, no soy exactamente del tipo maternal.

—Rose, tu serías una excelente madre —Bella insistió.

Rose se encogió de hombros de nuevo, pero un sonrojo apareció en sus mejillas. Rose odiaba todo lo que la hacía parecer "suave" o sentimental. Bella sabía lo que era sentir miedo a ser vulnerable, así que ella no husmeaba.

—No sabía que los Vulturi tenían control anticonceptivo —Bella dijo.

—Los hombres no necesitan eyacular para tener un orgasmo —Rose dijo, y Bella se sonrojaba con cada palabra dicha. —Es por eso que cada mujer aquí no tiene diez mil niños.

Bueno eso lo explicaba todo. Bella había notado que el sexo con Edward era menos… complicado desde que tuvieron a los gemelos.

—Uno piensa que con la especie extinguiéndose, la gente debería estar teniendo más bebés —Alice comentó.

— ¿De verdad? —Rose dijo. — ¿Tú ves a las familias en la tierra decidiendo no tener más hijos por la tensión en los recursos de la tierra que mantienen a siete billones de personas? La gente no piensa en el bien de la especie cuando se refieren a tener bebés. Ellos piensan solo en lo que quieren, inclusive cuando hablan sobre lo que las demás personas deberían de estar haciendo —. Rose hundió su cabello en la bañera para mojarlo y empezó a lavarlo con vehemencia. Bella estaba maravillada. Si ella pudiera mantener su cabello así en alto, nunca conseguiría que se le enredara. — ¿Y qué tal tú, Bella? ¿Tú y Edward han hablado acerca de tener más bebés?

A Bella le encanta ser madre, pero era mejor esperar hasta que las cosas estuvieran más… tranquilas. —No lo hemos hablado aún —ella dijo.

— ¿Te lo estas cogiendo, no? ¿Y no has pensando sobre el control anticonceptivo? Si estuvieras durmiendo con un humano, eso sería un gran problema si te encuentras con un embarazo no planificado. Muy irresponsable de tu parte, Oh Gran Emperatriz de la galaxia.

Bella se sonrojó. —No pensé… digo, no pregunté…

—Si te sientes muy avergonzada para discutir sobre el control anticonceptivo con tu pareja, entonces eres muy inmadura para estar teniendo sexo —Rose dijo, su voz era fría y dolorosa como si me lanzaran una piedra. — ¿Qué? ¿Me vas a decir que te dejaste llevar por el momento y no se detuvieron a discutir lo práctico? Tú eres un adulto Bella, y los adultos toman responsabilidad por sus actos.

Bella estaba sonrojada. — ¿Por qué me dices esto?

—Porque me preocupo por ti —Rose se hundió para volver a salir. —Un poco de auto reflexión nunca hizo daño a nadie. Podrás ser la Emperatriz de los Nueve Reinos, pequeña, pero aún te falta por madurar.

Adolorida, Bella salió de la piscina y se secó rápidamente. No hagas un puchero. Las reinas no hacen pucheros. Pero sabes que ella tiene razón. Rose puso su mano sobre su hombro y Bella le sonrió. Sus métodos podrán ser rudos, pero sabe que Rose habla con el corazón.

Jasper estaba esperando por ellas afuera cuando dejaron los baños. Tanya se interpuso entre Bella y Jasper, ella entrecerró sus ojos. Esta era la segunda vez que ella hacía algo como eso y Bella se preguntaba si Tanya pensaba que Jasper era peligroso.

Alice trató de caminar como si no lo hubiera visto, pero él no iba a permitir eso. Él se interpuso en su camino. —Alice —él se veía como el infierno, tenía grandes ojeras bajos sus ojos. y con su cara tensa y pálida.

—Vete de aquí, Jasper —, ella dijo. —No quiero hablar contigo ahora.

—Alice, por favor —, dijo con voz áspera. —Perderte me está matando.

—Bueno, deberías haber pensando eso antes de amenazarme como si yo no importara —, Alice replicó. Ella trató de caminar alrededor de él, pero él colocó su brazo bloqueando su paso.

Rose lo noqueó y lo apuntó con su dedo. —Aléjate de una maldita vez, o te lastimaré, Jasper.

Jasper bajó sus brazos. Él se volteó hacia Bella, sus ojos parecían desesperados. —Ayúdame, ¡por favor!

—No puedo —dijo Bella. —Este es un problema que tú creaste, y tú mismo debes buscarle una solución.

—Alice, dime… ¿Qué es lo que tengo que hacer? —él suplicó, pero Alice se alejó de él, su cabeza se mantuvo firmemente alta a pesar de que las lágrimas brillaban en sus ojos.

— ¿Qué ves en el futuro para ti y Jasper? —Bella corrió para poder alcanzar a Alice.

Alice borró las lágrimas de su cara. —Nada. No puedo ver, nada. Es como si hubiera una gran pared negra bloqueando mi visión. Y eso me asusta.

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La cámara del Consejo del palacio, se quedó en silencio mientras el Emperador de los Nueve se levantó de su asiento y se acercó al borde del estrado. Las especulaciones eran altas en cuanto a la razón por la cual el consejo fue llamado; y el salón fue llenado a su máxima capacidad con los miembros del consejo, políticos y los curiosos. Cientos de lentes de cámaras se centraron en él.

Había algunos que aseguraban que el Emperador iba a anunciar el emparejamiento de su hija con el príncipe de Por Tangeles, y los políticos entre ellos, habían logrado hacer amistades con algunos de los miembros del consejo de Por Tangelo; enviándole regalos lujosos a aquellos que tenían influencia sobre el Rey. Otros sentían que el Emperador anunciaría el aumento de los impuestos, porque los problemas financieros de la Federación eran bien conocidos. Grupos que se oponían al aumento de los impuestos ya tenían preparados sus discursos de réplica, y otros estaban muy ocupados organizando protestas.

Ninguno de ellos estaba preparado para lo que el Emperador iba a decir.

—Por mi autoridad como el Emperador de los Nueve, se ordena que la búsqueda de parejas sea suspendida hasta el momento en que la rebelión haya terminado.

El protocolo se hizo añicos. Hubo un alto jadeo, lágrimas en estado de shock y algunos gritos de escándalo. Edward continuó como si no hubiese escuchado nada.

—Por mi autoridad como Emperador de los Nueve, todos los drones que están en planetas en estado de rebelión en contra de la federación, son desde hoy y para siempre, libres. Además, cualquier drone que tome armas en defensa de la federación, le será otorgada la ciudadanía con todos los derechos y privilegios que merece.

Nadie de los presentes pudo captar las últimas dos palabras de la declaración del Emperador. Todo se había vuelto un pandemónium y su voz fue ahogada por el rugido de la gente, hubo algunos vítores y el sonido de una estampida, que apenas era oída.

Edward se volteó hacia Bella y extendió su mano hacia ella. Bella la rozó y la tomó, con sus ojos mirando ciegamente hacía el tumulto. —Que así sea —Edward dijo suavemente apretando su mano.

—Que así sea —Bella dijo. Su corazón estaba acelerado, pero con su mano en la de ella, ella podría enfrentar cualquier cosa. Ella levantó su quijada y dejó que el sonido se alejará.

*0*0*0*

— ¿Qué puedo decir? —James respondió a la pregunta que le hicieron uno de los reporteros que lo tenían rodeado. —Esa zorra humana está determinada a destruir lo que está establecido en nuestra sociedad. Con lo que ella no contaba es con la lealtad de nuestros drones. Son parte de nuestra familia y nos aman. Así que, no teman, cualquier rumor que hayan escuchado sobre los drones huyendo en masa son falsedades plantadas por la federación para disminuir su confianza —. Él dijo las palabras "Huyendo en masa" con un gran sarcasmo, como si la idea de que los drones estuvieran dispuestos a perder su esclavitud era demasiado ridícula para considerar.

—Verdaderamente debes quedar impresionado que un tipo pueda mentir tan bien —Rose dijo, apagando la pantalla. —Bombas pudieran estar volando y naves explotando en la parte de atrás, y él con su cara muy seria estaría diciendo: "No hay nada que ver aquí, sigan adelante".

Bella, Esme y Rose estaban en los depósitos del palacio, empacando cajas de la ropa del papá de Edward para llevar al refugio. Bella no querías ver los videos de nuevo. Raramente estaban siendo positivos en estos días. Pero Rose insistió que se mantuviera al corriente y trajo su pantalla portátil a todos lados, incluso a los baños.

Era difícil de creer que había pasado una semana desde que emitieron la proclamación. Parecía como un largo y extenuante día. Edward y Bella estaban exhaustos, trataban de dormir unas pocas horas mientras podían. Parecía que estaban jugando el atrapa y recoge, cuando una nueva crisis empezaba, la otra no estaba resuelta por completo.

Drones estaban llegando de toda la galaxia, escapando de sus dueños y abordando naves, recorriendo planetas para llegar a Volterra. Un camino subterráneo de algún tipo, había surgido para ayudar a los drones a escapar, aunque los detalles eran algo sombríos. Una cosa era cierta: Era financiado por alguien que tiene mucho dinero.

Historias horribles estaban circulando. Hasta que Edward emitió una nueva proclamación hace dos días, que no era ilegal matar o golpear a un drone, y muchos de los que trataban de escapar conocieron horribles destinos. Cazadores de recompensas y cazadores de drones se multiplicaron con el sorpresivo surgimiento del negocio. Algunos de los drones más altos, se estaban cortando sus colas para así hacerse pasar como "betas", con identificaciones falsas adquiridas de fuentes no confiables.

Procesar todas las nuevas entradas era un inmenso trabajo. Edward había transferido mucha de la gente que trabajaba en la base de datos de búsqueda de pareja, al área de registros de las nuevas tropas de drones para que hubiera pocas personas sin trabajo a la mayor brevedad posible. Para sorpresa de Bella, tuvieron un gran número de voluntarios. Aunque pensándolo bien no había un movimiento de abolición activo, parecía que había un movimiento de oposición para esclavizar a los drones.

Los suministros estaban escasos. Muchos de los drones solo vinieron con las ropas que traían, hambrientos y muertos de miedo que el Emperador y la Emperatriz, no mantuvieran su promesa. Bella había usado sus fondos de emperatriz para comprar un viejo hotel para darle a los drones un lugar para vivir, mientras los drones eran transferidos a campos para entrenar, por lo cual, por supuesto estaba la pregunta de quién los iba a entrenar. Edward coaccionó a algunos de sus entrenadores de combate de su retiro, para que pudieran diseñar un nuevo programa de entrenamiento que pudiera convertir a los drones en soldados adecuados. Los drones que tenían experiencia en seguridad o siendo guardaespaldas, eran promovidos a oficiales en las nuevas unidades.

Dos planetas, Kebi y Fenix, cambiaron rápidamente su constitución, prohibiendo a los drones entrar al servicio militar o vivir como hombres libres en sus planetas. Edward dio un suspiro de frustración cuando oyó sobre ello. —Un gesto simbólico, que no haría nada sino que le costara dinero a la gente, que enfermamente pueden costear. Las cortes interplanetarias la anularan porque las leyes planetarias no pueden ir en contra de las leyes de la federación. Ellos lo pelearan en la corte, por supuesto, y lo alargaran lo más que puedan, pero la decisión de la corte ya es algo seguro. No entiendo por qué hacen esto.

—Los políticos detrás de esto se tomarán el crédito por tratar por sus constituyentes que se oponen a la emancipación. Así las cortes lo desaprueben — dijo Bella. —Si es como algo que vi en mi planeta, después condenaran a las cortes.

Ahora, esta tarde, Bella estaba buscando en los depósitos del palacio por algo que pudiera servirle para darle a los drones destituidos. Parece que ningún miembro de la familia real botaba nada y parece que será un largo trabajo.

Esme hizo un pequeño y ahogado sonido, y Bella se volteó para ver que lo había causado. Esme estaba arrodillada frente a una caja, una pequeña manta era lo que tenía en sus manos. Cuando Bella se acercó, pudo ver que era una pequeña túnica. —Esto era de Edward —Esme dijo, con voz ahogada. —Lo hice para él cuando era un bebé.

Bella se arrodilló justo a su lado y pasó sus brazos alrededor de Esme, quien ahora tenía lágrimas rodando por sus mejillas. Ella apretó duro a Bella y colocó su cabeza en el hombro de Bella.

— ¿Esme, qué sucede? ¿Por qué estas llorando?

—Quiero tener otro bebé —Esme balbuceó. —Carlisle ni siquiera lo considera.

— ¿Por qué no?

Esme se sentó y sobó la pequeña túnica con sus pulgares. —Él piensa que hicimos algo terrible criando a nuestros hijos para que ello sean como son ahora.

—Que mierda —Rose dijo, — ¿tú prácticamente criaste a Edward, no? Y mira qué bueno resultó ser.

Esme negó con la cabeza. —Tal vez Carlisle tiene razón. Arruinamos a James. Tal vez lo malcriamos mucho, o no aplicamos mucha disciplina como debimos hacerlo. Él era tan dulce cuando era pequeño. Es difícil de creer… —ella no terminó la oración, su ojos estaban en la pequeña túnica. —Sus hermanos siempre lo admiraban, lo adoraban. Pero nunca imaginé que seguirían a James en algo como esto.

—Esme, esto no es tu culpa —Bella insistió.

—Ellos tres, tienen a sus comunicadores rechazando cualquier carta enviada por mí —Esme dobló la túnica de regreso a la caja, colocándola tiernamente encima de otras ropas, antes de cerrar la tapa. —Aún los amo, Bella.

—Claro que lo haces, eres su madre —Rose dijo. — ¿Quieres que hable con Carlisle?

— ¡No! —Esme estaba alarmada. —Él se molestaría, estoy segura si supiera que estoy hablando con ustedes sobre temas tan… íntimos.

El comunicador de Rose sonó mientras ella lo agarraba. —Alice dice que hay algo que debemos ver.

Oh no, ¿ahora qué?, Bella pensó y se preparó para el siguiente asalto, y Rose encendió su pantalla y seleccionó el video.

El hombre que apareció en la pantalla parecía familiar, pero Bella no lo reconoció al principio, pero mientras continuaba hablando, se dio cuenta con un sobresalto que era el hombre que había sido golpeado con una roca el día que se mudaron al palacio.

—Estaba equivocado. Muy equivocado. Si ella no es la Diosa, de seguro es alguien enviado por ella. La Emperatriz corrió a través del difícil camino, solo para ayudarme, y yo lo único que había hecho era insultarla, arriesgando su propia seguridad en una multitud que podría haberla lastimado. Con sus propias manos, ella me atendió hasta que la ayuda pudo ser llamada. Estoy muy avergonzado de cómo la traté.

—Él es el animador de uno de los más populares Talk Shows —, Rose dijo. —Tenerlo de nuestro lado sería de gran ayuda para la causa. Buen trabajo, B. Deberías de darle una entrevista o algo.

Bella negó con la cabeza. —No sabría qué decir.

Terminaron de recoger las ropas, y Rosalie y Bella salieron hacia el refugio. Algunas de sus ropas estaban en las bolsas que Rose y los drones del palacio cargaban. -Bella estaba en shock cuando ninguno de ellos eligió dejarla, para entrar en servicio militar-. Muchas mujeres habían venido con algunos de los drones. Algunas eras viudas que se habían enamorado de los drones a los que servían. Algunas habían abandonado a sus esposos, una situación que hizo que Bella reasignara algunos guardias del palacio al campo de los drones.

Cuando llegaron al refugio, Bella estaba alarmada. Tanya no estaba exagerando cuando le dijo que los drones la amaban. Algunos de ellos llevaban imágenes de ella en sus ropas. Todos querían tocarla, a lo que Bella trataba de soportar estoicamente, así como odiaba que extraños la tocaran. Tanya estaba sorprendentemente gentil alejando a la multitud unos metros atrás, lejos de la Emperatriz.

Ella y Rose empezaron a pasar las ropas. Un hombre y una mujer se arrodillaron frente a ella, Bella automáticamente saco una túnica de mujer para ella. Bella estaba sorprendida de haberla reconocido. La pelirroja mujer que había tratado de presentársele a Bella en los baños, solo para que Tanya la alejara de ella y su bastón le bloqueara el paso.

—No, Emperatriz, gracias. No necesitamos ropa —el hombre dijo. Él y la mujer se agarraron de sus manos, dándose miradas nerviosas el uno al otro. —Venimos a pedirle que sea testigo de nuestra ceremonia de apareamiento.

— ¿Apareamiento? —Bella repitió. Los drones no pueden aparearse… ¿o podrían? Si tuvieran los mismos derechos que los demás ciudadanos…

—No… no estoy segura de que pueda —, Bella dijo. —No soy una sacerdote…

El hombre se arrodillo más bajo, tocando con su frente el final de la túnica de Bella. —Usted es la reencarnación de la Diosa. Usted es la que debe unir las almas de las parejas en apareamiento.

—Yo… umm… no puedo responder ahora —, Bella le dijo. —Yo volveré mañana, y les daré mi respuesta.

En el camino a casa, Rose tenía una mirada sombría. — ¿Qué sucede? —Bella preguntó.

—Yo sé lo que estas pensando —, Rose dijo. —Estas pensando que ellos no pueden aparearse. La ley no lo permite. ¿Realmente estas pensando en negarles su derecho a casarse, B? Yo pienso que entenderías porque esto es tan cercano a mí. No puedes justificar no gastar recursos valiosos para salir a buscarles la pareja perfecta porque son infértiles, pero ellos deberían de tener los mismos malditos derechos que todos, cuando se trata de casarse con la persona que aman.

—Necesito discutir esto con Edward.

—No, no tienes —Rose dijo, con su voz afilada. —Tú eres la Emperatriz y tienes el mismo maldito poder legislativo que él tiene.

—Sea lo que sea, no puedo hacer nada en este momento si no lo hablo con él. Somos compañeros Rose, su opinión es importante para mí.

—Así que, ¿todas tus palabras acerca de la libertad y la igualdad de derechos era una mierda no? —Rose miró a Bella, con sus brazos cruzados sobre su amplio pecho. —Si tú no haces esto, Bella, no eres la persona que pensé que eras.

Bella quería buscar a Edward en el momento que llegaran al palacio, pero ella fue a ver a los bebés primero. Alice estaba en su hora de ser nana por el día de hoy. Rose se fue a su propio cuarto, aún molesta, juzgando por la forma en la cual caminó por el pasillo.

Cuando Bella entró al cuarto del nido, encontró que los bebés habían sido acostados ya, para la siesta de la tarde. La cabeza de Victoria estaba colocada en el estómago del pequeño Carlisle, y Nessie estaba tranquila jugando con sus pies. Ella soltó un lindo "Coo" cuando vio a su madre y subió sus brazos, en la señal universal de que quería ser cargada. Bella se inclinó en el nido para darle un beso y abrazarla pero la dejó justo donde estaba. Su propia agenda podría ser errática, ya agitada en estos días, pero quería darle a los niños la estabilidad de una rutina.

Alice estaba acostada en el sofá, apática y triste. Había perdido peso en la última semana, una causa para preocuparse en una persona tan pequeña. Ella no estaba comiendo, ni durmiendo bien. Su cara estaba pálida y sin color, y no había duda de que ella estaba tan miserable sin Jasper como él estaba tan miserable sin ella. Alice estaba durmiendo en un catre en el cuarto de los bebés, y Jasper dormía en el piso, en el cuarto que estaba conectado a este, con su cola por debajo de la perta como si estuviera desesperado, tratando de hacer cualquier cosa por estar cerca de su pareja.

—Esto no puede seguir así —Bella dijo. —Levántate, Alice. Necesitas hablar con Jasper y solucionar esto. No estás haciendo nada, solo estar acostada en ese sofá todo el día, desperdiciando tu vida. ¿Quieres estar con él, o no?

—Sí —Alice susurró, —más que a nada. Pero no podemos vivir como antes, Bella.

—No puedes vivir así, tampoco. Lo voy a buscar.

No estaba lejos. Él estaba sentado justo en la puerta de conexión y se veía como si no se hubiera movido de ahí en días. Su túnica estaba muy dañada y sucia, y su cabello estaba desordenado, excepto por la parte que estaba peinada por la presión de su cabeza en la puerta cada noche cuando dormía, su cuerpo instintivamente se movía con el respirar de Alice.

—Alice, ven acá —Bella ordenó.

Alice obedeció, con su cabeza colgando. Ella se arrastró junto con la manta que estaba usando en el sofá, como si le ofreciera algo de seguridad. Los ojos de Jasper la observaron, bebiendo de la mirada de ella como un hombre sediento en el desierto. Alice apenas estuvo ahí parada. Sus ojos se dirigieron al piso, fue unos momentos antes de que él se arrodillara a sus pies y habló.

—Quiero pedir tu perdón. He tenido bastante tiempo para considerar mis acciones y la manera en la que te traté, y más que tiempo suficiente para comprender por qué te perdí. Solo estoy preguntando, por favor Alice, déjame quedarme en tu vida. Déjame verte, aunque sea a la distancia. Déjame ver a mi hija. Duele respirar sin tu esencia en el aire.

Alice rompió en lágrimas, e hizo lo que quería: ella corrió a sus brazos. Jasper la abrazó, su pequeño cuerpo con el suyo, temblando.

Bella sonrió y cerró la puerta detrás de ella mientras se iba.