Escrito en las Estrellas (+18)

Autor: Fanfiction Addiction
Género: Ciencia Ficción
Fecha Creación: 29/03/2013
Fecha Actualización: 30/08/2014
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 18
Visitas: 110129
Capítulos: 33

Traducción: Edward es el rey de una raza en extinción, su planeta es desgarrado por la guerra civil. Bella es secuestrada y llevada a convertirse en su esposa.De estudiante de la universidad a reina... ¿Podrá aprender amar a este hombre extraño y ayudar a salvar a su pueblo?

 

Escrito en las Estrellas es un fanfic original de Lissa Bryan y traducido por Fanfiction Addiction con el debido permiso de su autora.

 

www.facebook.com/groups/FFAddiction

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 1: Cuando me haya ido

 

GLOSARIO

Alpha: Es el estatus más alto en la sociedad Volturi. Un macho alfa tiende a ser más grande y más fuerte con una personalidad dominante. Estos sólo pueden tener relaciones sexuales con su pareja, ya que sólo estas "huelen bien" para ellos. Una hembra Alfa (siempre de otros mundos) tiene una genética superior, poseen cualidades de liderazgo, fuerza interior y capacidad de recuperación que su estatus de Hembra alfa le entrega.

Beta: La "clase media" de la sociedad Volturi. El Beta Volturi puede tener relaciones sexuales con otras mujeres que no sean su pareja, pero solo pueden embarazar a estas últimas.

Drone: Un macho Volturi, que es estéril. El drone Tiende a ser de menor tamaño que los Alfas o Betas y tienen colas pequeñas. Un drone puede nacer en cualquier familia, ya que son solo un "accidente" de la naturaleza. Dar a luz a un Drone se considera una vergüenza y los padres optan por mantenerlo en secreto y dar al niño a hogares especiales en donde los crían y los capacitan para el servicio. Los Drones son los esclavos y cada uno de ellos debe tener un dueño, cuyo nombre está grabado en el collar que son obligados a llevar en público. No se les permite tener una pareja. Los Drones pueden tener relaciones sexuales con quien quiera y por esta razón se mantienen a veces como esclavos sexuales.

Durice: El suave "huevo" que contiene los bebés Volturi. Las mujeres dan a luz después de cuatro meses de gestación y los padres son los que incuban al bebe durante un mes en un nido especialmente construido para este propósito. Los amigos y familiares están invitados a verlo salir del cascarón.

Dynali: Una especie de humanoide anfibio de uno de los planetas de la Federación, Dynal. Dinalis son muy altos, con la piel azul y pueden estar en la tierra o bajo el agua sin problema, ya que, tienen pulmones y branquias. Son Increíblemente fuertes y duros, ellos pueden pasar días sin dormir o comer. Dinalis son genéticamente incompatibles con los Volturi.

Emperador / Emperatriz: Son los gobernantes hereditarios de la Federación. Se trata de una monarquía absoluta, el Consejo asesora al gobernador , pero no tiene poder para forzar el emperador / la emperatriz que hacer nada. A pesar de que puede cambiar las leyes si lo desean, la mayoría de los emperadores o emperatrices son reacios a hacerlo.

Federación: La federación se conforma de nueve planetas en la galaxia FORX: Volterra, Push, Fenix , Dynal, Ailezme, Hoh, Irina, Zafrina, y Kebi. Cada planeta tiene un Presidente, elegido por los gobernantes de los países respectivos. Cada planeta tiene un grado de autonomía en cuanto a que hacer cumplir sus propios códigos jurídicos y tienen completa libertad de culto, pero todos comparten el mismo sistema de bienestar social e impuesto para mantenerse.

Rebelión: Esta empezó en el planeta LaPush por la que querían separarse de la Federación. Estas personas están ganando de poco a poco el control de todo el planeta y existe la preocupación de la rebelión se extienda a otros mundos.

Volturi: un humanoide masculino de planeta Volterra, cabecilla de la Federación. Ellos son mucho más grandes que los humanos. Tienen sólo cuatro dedos en las manos y pies, cada uno con una garra afilada. Los Volturi tienen colas que los hombres ven como un símbolo de su virilidad y la fuerza ya que los vencedores de cada pelea a menudo cortan la cola de un oponente perdedor. Las colas vuelven a crecer ya que crece a un ritmo similar al del cabello humano. Ellos tienen dientes y colmillos afilados (no tienen molares ya que son estrictamente carnívoros). Los Volturi ronronean cuando están contentos y viven alrededor de 400 años Volturi.

±

Bella extendió la manta sobre la colina bajo un árbol y arregló sus provisiones.

Una nota de suicidio sellada en una bolsa de plástico con una roca dentro para evitar que se volara. Listo.

Una pistola cargada. Listo.

Un teléfono celular. Listo.

Una mochila vacía. Listo.

Se sentó en la manta y se recostó contra el tronco de árbol para mirar el atardecer sobre Puget Sound por última vez. Esa belleza siempre reconfortaba su alma. Llevó sus rodillas a la barbilla y las abrazó, temblando un poco por el aire húmedo y frío. El sol poniente pintaba las nubes del horizonte de un rojo ardiente, con bordes color púrpura. Cerrando sus ojos, ella saboreó el sonido de las olas, el llanto de las gaviotas y el olor de la brisa del mar. Fue allí donde había sido muy feliz. Y parece que justo ahí debe terminar.

Una última vez, ella fue a la otra lista en su cabeza, asegurándose que de que no había dejado nada por hacer. Había limpiado su apartamento así que sus padres no tendrían que hacerlo. Ella les había dicho que se mudaría a un lugar mejor después de que el trimestre terminara, lo que se suponía era técnicamente cierto. Con esa excusa, ella había logrado deshacerse de todas sus pertenencias, dándolas a la caridad en vez de "empacarlas para almacenarse", dejando unas pocas cosas que quería que sus padres tuvieran con ellos para "resguardo". Su gato se lo había dado a la Señorita Cope al final del pasillo, y sabía que iba a tener un buen hogar allí.

Todos los servicios habían sido desconectados y los estados de cuenta pagados. La deserción de la universidad había sido el último paso, arreglando el resto de las cuentas. Ella no quería que las cuentas fueran una carga para sus padres después de que se fuera; ella les pondría el dinero suficiente. Incluso hubo un par de cientos de dólares que dejó en su cuenta de banco para pagar la cremación sin servicios especificados en su voluntad. No quería hacer pasar a sus padres a través del dolor y los gastos de un funeral al que nadie asistiría.

Ya era hora. El sol se había deslizado por debajo del horizonte, la última astilla de color naranja desapareció detrás de las olas. Bella tomó la mochila y la pistola. Algo le llamó la atención y miró hacía la línea de árboles. El aire parecía brillar como un espejismo en pleno verano y luego apareció una puerta. La mandíbula de Bella cayó al piso. Y su mente brincó al Show de Truman1 y por un bizarro instante, ella se preguntó si el mundo alrededor de ella había sido un juego todo el tiempo.

Una mujer salió de la puerta, sus ojos barriendo alrededor, hasta que se topó con Bella.

—Oh, bien —, ella dijo. —Lo hicimos a tiempo —. Levantó la mano, sosteniendo algo como un pequeño control remoto, señaló a Bella y el mundo se volvió negro.

Bella luchó por abrir los ojos. Sus párpados se sentían como si hubieran estado pegados y su boca estaba seca como papel. Su cabeza le dolía ligeramente, como si ella hubiera bebido mucho la noche anterior, pero no lo recordaba. Se sentó y miró al rededor con desconcierto total. Esa no era su habitación. Simples paredes blancas, piso marrón cubierto con algo que parecía linóleo, una cama muy estrecha con sábanas blancas.

La pared se abrió, a pesar de que Bella no podía ver la silueta de una puerta. Una mujer entró y de repente Bella recordó haber estado en un parque y ver a esa mujer abrir una puerta en el aire. Sintió el indefenso rechazo que aflige de cerca a quién ve lo imposible, queriendo sobre todo, una explicación que permita poner todo el mundo en su lugar.

—Hola Bella — dijo la mujer con un tono alegre y simpático, pero le pareció ligeramente falso, como una azafata que se forzó a sonreír con tanta frecuencia que ninguna sonrisa parecía sincera. Usaba una túnica larga hasta el piso de color plata, que se abría debajo de la cintura para revelar unas mallas negras. Su cabello era casi del mismo color que el de Bella, un delicioso castaño caoba, sus ojos eran casi del mismo tono. Le resultaba vagamente familiar, pero Bella no podía ubicarla.

—Soy Lauren. No entres en pánico, ¿Ok? Estas a salvo y nadie va a lastimarte.

— ¿Dónde estoy? — Bella preguntó.

Lauren se sentó al final de la cama y Bella movió sus pies abrazando sus rodillas fuertemente. La reacción de Bella no hizo mella en la sonrisa de Lauren.

—Esta es siempre la parte difícil, Bella. He sido enviada para traerte a tu nuevo hogar, en otro planeta.

Bella esperó.

— ¿Cuál es el chiste?

—No es una broma. Eres la combinación genética perfecta para el Emperador de la Federación de los Nueve Planetas, y vas a ser la emperatriz.

Bella la miró fijamente.

—Sí, está bien. Ja, ja ¡Déjenme salir de aquí! ¡Me quiero ir!

La sonrisa de Lauren seguía sin titubear.

—No te puedes ir.

—No me pueden tener contra mi voluntad, eso es secuestro —. Bella dio palmaditas a los lados de su estómago por el celular que usualmente llevaba en el bolsillo, pero ella no tenía ningún bolsillo. No llevaba puesta la ropa que estaba usando en el parque, usaba una versión roja de la túnica de la otra mujer, aunque la de ella estaba cubierta con elaborados bordados y piedras de color rojo y negro que cubrían el escote. Comenzó a inspeccionarse a sí misma, y encontró un grupo de piedras en forma de diadema y un nuevo anillo en su dedo medio de la mano derecha.

— ¿Qué es todo esto? —preguntó ella.

—Algo de tú nueva joyería —, le dijo Lauren.

—Mira, esto no es gracioso —, espetó Bella. —Quiero mi ropa y no quiero estar en tu estúpido programa de bromas o lo que sea que estés haciendo. Quiero salir de aquí. ¡Ahora! —Gritó la última palabra cuando Lauren no se movió para ponerla en libertad.

Lauren tomó una pequeña y delgada tablet de su bolsillo y la presionó. Una imagen apareció en el aire encima de ella, la imagen de una galaxia espiral que giraba lentamente. Bella movió su mano a través de ella y miró alrededor por cualquier posible explicación, pero ella sabía que los episodios de Star Trek por el contrario, la tecnología del proyecto de hologramas simplemente no existía, especialmente para imágenes de aspecto sólido como estas.

—Ésta es la Vía Láctea —, dijo Lauren. Tocó la tablet y la imagen se expandió para mostrar múltiples galaxias en un universo más grande. Lauren tocó un punto en el holograma, e hizo un acercamiento a otra galaxia. —Y esta es la galaxia FORX, miles de años luz lejos de la Tierra.

— ¿Cómo es eso posible? —, Bella preguntó. —Incluso si nosotros viajábamos a la velocidad de la luz, serían billones de años antes de llegar aquí.

—Bueno, resulta que Einstein tenía la razón cuando dijo que, a medida que te acercas a la velocidad de la luz, su masa se hace infinitamente grande. Por lo tanto, para moverse entre grandes distancias, necesitas doblar el espacio así... — Lauren picoteó en la tablet y dobló un universo como una hoja de papel llevando los dos extremos de la galaxia junto con el otro. Se parecía mucho a eso de la Teoría de las Cuerdas de extra dimensiones que Bella había hecho para su clase de astronomía como trabajo final.

— ¿Me he mudado a través del tiempo también? —. El dolor de cabeza de Bella estaba empeorando por momentos. Si realmente esta gente, o lo que sea que "ellos" sean, querían que comprara su historia, ellos deberían de haber hecho los detalles más creíbles.

—Cerca de tres mil años —. Lauren la miró un poco irritada, pero mantenía su sonrisa en su lugar. — Los burlones son siempre peores que los llorones — dijo. —Vas a ver que te estoy diciendo la verdad muy pronto. Mi trabajo es darte una breve introducción para tratar de hacer más fácil la transición. Ellos piensan que es más fácil para una mujer si ellas ven a un humano primero.

—Quiero ver a un alíen después —, Bella la desafió.

Lauren se encogió de hombros. —Bueno, si eso es lo que quieres… —presionó el botón en el teclado y unos instantes después, alguien... no, algo entró a la habitación y Bella trató de ahogar un grito. Era enorme, cerca de tres metros de altura y muy delgado, con largas y delicadas extremidades y llevaba en una mano un largo bastón de madera. Completamente sin cabello, su piel azul era tan lisa como un huevo. Sin nariz u orejas, y el óvalo perfecto de su cabeza. Pequeñas ranuras donde su nariz debería de abrirse y cerrarse con cada respiración. Su boca era un tajo sin labios. Se arrodilló ante ella, mirándola con paciencia, ojos triangulares.

Bella trató de mantener la calma y controlar su respiración para no retroceder, para no temblar. Ella falló miserablemente en las cuatro. Hollywood podía hacer cosas increíbles con el maquillaje, pero simplemente esa criatura no podía ser falsa.

—Esta es Tanya —, dijo Lauren. — Ella es tu guardaespaldas.

¿La criatura era del sexo femenino? Su pecho desnudo era completamente plano, sin pezones. Llevaba un par de pantalones con la piernas tan amplias que parecía una falda y debajo de esta tenía un par de pies descalzos y con membranas. Bella se obligó a estirar su mano.

—G-gusto e-en c-conocerte.

Tanya se inclinó sobre la mano de Bella, con la frente casi tocando la parte posterior de la misma.

—Saludos, Alpha Prima —dijo. Su voz sonaba como si hubiera surgido de un pozo profundo. Bella vio un destello de dientes filosos y puntiagudos. —Tengo el honor de servirle.

—Te puedes ir ahora, Tanya —dijo Lauren. —Nosotros te llamaremos cuando esté lista.

Tanya partió, moviéndose con tanta gracia como un barco a través del agua.

— ¿Ahora me crees? — dijo Lauren, con una pista de sarcasmo revistiendo sus palabras.

Horriblemente, Bella estaba empezando a… ¿Cómo? ¿Por qué? Estaba temblando violentamente, su cabeza nadaba como si fuera desmayarse.

—Respira profundo —, le ordenó Lauren. —Vamos Bella, respira.

Bella hizo lo que le ordenó Lauren. Después de unos minutos, ella sintió que su pulso se normalizaba.

— ¿Por qué yo? —Dijo. —Fuera de toda la galaxia, ¿¡Por qué yo, Bella Swan! ¿Por qué el emperador no puede casarse con una mujer de su propio planeta?

—Porque no hay mujeres en Volterra —contestó Lauren, —hace siglos las mujeres de su raza comenzaron a extinguirse. Nadie pudo encontrar una razón para eso. Para sobrevivir, ellos empezaron a buscar en los planetas cercanos a mujeres que fuera los suficientemente cercanas a su carga genética para poder criar con ellas. Con el tiempo, empezaron a incluir más planetas en su búsqueda. La Tierra solo ha estado en su radar por unos cientos de años. En algún momento, un arqueólogo desenterró tus huesos o algo, y tu ADN fue puesto en una computadora. Cuando surgió como una posible unión, fui enviada de nuevo a buscarte.

— ¿Y qué si ya hubiera estado casada?

Lauren negó con la cabeza.

—Tú no hubieras entrado a la base de datos si ya hubieses estado casada o tenido hijos. Los Volturi no tienen el concepto de divorcio. Una vez casada, estás siempre casada, incluso si viven separados.

La mente de Bella fue de mala gana a Mike, pero el pensar en él ya no le dolía como antes. Si él no hubiera roto su compromiso, no hubiera sido secuestrada. Otra forma en la que le había jodido la vida…

—El emperador... no luce como Tanya, ¿verdad? —preguntó Bella.

Lauren de nuevo, negó con la cabeza.

—No, ella es Dynali, ellos no son genéticamente compatibles. Aquí, te enseñaré como luce el emperador —. Dio unos golpecitos en el teclado y la imagen de un hombre parpadeó en el aire.

—Él luce humano —dijo Bella, aliviada. La imagen del hombre rotaba en el aire en frente de ella, tenía cabello color marrón rojizo y piel pálida, más pálida que la suya.

Lauren asintió con la cabeza y golpeó el teclado en forma rápida y la imagen se desvaneció.

—Son muy similares. Sólo una pocas diferencias.

—Esto es demasiado extraño —, Bella susurró. —No puedo… —Su cabeza daba vueltas otra vez.

—Su nombre es Edward —Lauren continuó, era como si Bella se estuviera desmoronando frente a ella.

— ¿Edward? ¿El rey alíen, se llama Edward? —Bella estaba a un centímetro de distancia de la risa histérica, estaba al borde de terminar en un manicomio posiblemente por el resto de su vida. Tal vez, estaba en un manicomio y todo esto era una fantasía bizarra.

—Bueno, claro que su nombre no es Edward, pero tu implante traductor elige lo más parecido en tu idioma.

—Espera, ¿nos saltamos algo?... ¿Chip traductor?

—Él no habla inglés, y tú no hablas Volturi. Ese es un problema cuando tienes múltiples planetas con múltiples culturas en una misma Federación. El chip es una especie de implante coclear que traduce el sonido en impulsos eléctricos que son leídos por tú cerebro. Lo que la persona está diciendo es traducido instantáneamente para que tu cerebro pueda entenderlo. Cuando tú respondes, sus chips hacen lo mismo que el tuyo. Su chip es algo que se les instalan desde que nacen. Puedes llamarlo Edward y él escuchara su nombre real en su cabeza.

Bella levantó sus brazos y tocó sus orejas y alrededor de su cabeza y no notó nada inusual. Lauren interpretó sus gestos de la manera correcta.

—Sí, te practicaron una cirugía de cerebro donde te implantaron el chip y arreglaron algunas cosas. Su tecnología médica es tan avanzada, que pueden hacer cualquier cosa sin dejar ninguna herida.

— ¿Algún otro detalle? —Bella preguntó. Una raza que podía construir una nave espacial que literalmente dobla el espacio tiene que ser increíblemente avanzada, pero la idea de que alguien estuviera jugando en tu cerebro era muy desconcertante. Su cabeza estaba a punto de explotar.

—Tenías… un par de cables cruzados, por así decirlo. Tu cerebro no produce los químicos correctos, porque has luchado contra la depresión toda tú vida.

— ¿Y se puede arreglar así como así? —Bella estaba sorprendida. Pensó en los innumerables fármacos que se le habían administrado, algunos tenían horribles efectos secundarios que la enfermedad que estaban destinados a tratar. Siempre buscando por una medicina mágica, o una combinación de éstos, que la harían ser como todos los demás. Y ahora, ella estaba supuestamente curada, algo en su mente simplemente no estaba preparado para lidiar con eso. No sabía lo era vivir normalmente, y por extraño que parezca, es un concepto aterrador. Sabía que era "la Bella deprimida". Nunca había conocido la "Bella normal", y no sabía cómo era.

—Ellos pueden arreglar muchas cosas —dijo Lauren. —Incluyendo los defectos mínimos en tu código genético. Ya no tendrás la misma edad que un ser humano normal. Vivirás la misma vida que un Volturi, que es alrededor de cuatrocientos años, y no serás susceptible a cosas como el cáncer.

—Por favor… —Bella dijo, su mente estaba por alcanzar el límite, era incapaz de procesar la información que se le estaba dando. —Solo déjame ir, ¿puedes hacer eso?

—No puedes volver, es imposible. ¿Sabes de todas esas películas de viajes en el tiempo, en donde los personajes tienen que evitar encontrarse con ellos mismos? Bueno, es un poco más complicado que eso. Tendrías que llegar exactamente en el momento en el que te fuiste, porque no puedes existir en dos corrientes de tiempo. No tenemos la habilidad de ser tan precisos, nuestros saltos usualmente nos llevan a Tierra dentro de dos o tres días de la fecha prevista. Ese fue mi segundo intento. La primera vez, llegué justo después de tú funeral.

—Funeral… —Bella repitió suavemente.

Sus padres debieron de ignorar sus deseos, lo que tenía sentido, ya que Lauren había mencionado de su ADN había sido recuperado de sus huesos.

— ¿Qué piensan mis padres que me pasó?

—Ellos deben pensar que tu cuerpo debió de haber caído al océano, y se perdió. Nunca será recuperado. Eso es lo que los artículos de los periódicos dicen, de todas formas.

—Pero no tiene sentido —Bella lloró. —Si estoy aquí, no hay cuerpo que los arqueólogos puedan encontrar.

—No tiene que ser a partir de huesos —, Lauren dijo. —Puede ser de cualquier cosa con tú ADN o que está vinculada contigo. Encontramos a una mujer, porque su madre había guardado su primer diente de leche y terminó en un museo.

— ¿Qué pasa si me niego a casarme con el emperador? —Bella preguntó. —No puedo hacerlo, ¿cierto?

Lauren se encogió de hombros.

—Eso depende de ti, pero la mayoría de las mujeres son incapaces de negarse al final. Los machos Volturi suelen ser muy encantadores y persuasivos. Tan pronto como te conozca, él estará pensando que está enamorado de ti y él va a hacer todo lo que pueda para ganarte. Pero si te niegas a él, regresaras a la base de datos, para ver si puedes unirte con alguien más.

— ¿Estás con alguien? —Los ojos de Lauren se iluminaron y su cara se tensó. —Mi compañero murió, así que volví a la piscina. Pero probablemente estaré ahí por un largo tiempo antes de que pueda emparejarme con alguien más.

— ¿Por qué?

Vio como la mandíbula de Lauren se apretaba.

—No soy una probabilidad alta. Tú, por el otro lado, lo serías. Pero no nos engañemos, incluso si te negaras a ser emparejada con cualquiera de ellos, permanecerás en Volterra por el resto de tú vida. Eso no va a cambiar, es imposible. Por favor, si no crees nada de lo que te estoy diciendo, cree esto. No quiero darte falsas esperanzas. No puedes volver a tu corriente de tiempo y la Tierra ahora no es un lugar que quieras visitar.

— ¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar al planeta del emperador?

—Bueno, esa es la cosa. Estamos aquí.

Era tiempo de prevenir otro ataque de hiperventilación. Lauren… estaba realmente irritada con ella, su sonrisa se extendía más y más. Ella empujó a Bella a sus pies y abrió la puerta. Bella no quería pasar por esa puerta, aquí por lo menos lucía seguro. Allá afuera, ella no tenía idea de lo que podría ver. Lauren la empujó: —Vamos Bella, estoy cansada y quiero irme a casa.

— ¿Dónde están mis zapatos? —preguntó Bella. El piso estaba suave y caliente como la carne, pero ella no iba caminar descalza.

—No necesitas zapatos —, fue todo lo que Lauren dijo.

Bella titubeó en el marco de la puerta, se rehusaba a caminar hacia lo desconocido. Lauren rodó los ojos.

—Estás a salvo, te lo aseguro. Las mujeres son casi sagradas en su cultura.

Bella fue lanzada hacía lo que parecía ser un pasillo con paredes de piedra y un techo tan alto que desaparecía en las sombras. Bella no podía decir de dónde venía la luz que la iluminaba. Tanya, la mujer azul, se levantó de donde había estado arrodillada en la puerta, un paso adelante de Bella. Su guardaespaldas.

—No temas, pequeña reina —, dijo ella. —Te protegeré.

Lauren las llevó a una puerta, una que tenía un contorno que Bella podía ver, un alivio después de estar en un cuarto donde no estaba segura donde estaban las salidas. Era desconcertante que una pared que parecía ser sólida se abriera de repente sin tener idea de cómo lo había hecho. La puerta era redonda, como una puerta de Hobbit, pero muy alta. Si, las puertas, los pasillos y la altura de su guardaespaldas, eran señal de que eran personas extremadamente altas.

—Una última cosa —, Lauren dijo, deteniéndose con su mano en la perilla. —Cuando sonrías, asegúrate de que tus dientes estén cubiertos. Enseñar los dientes está considerado como una amenaza.

Bella nunca había sentido menos ganas de sonreír en su vida, pero tomó sus palabras como advertencia. Lauren giró la perilla y la puerta se abrió.

La habitación era pequeña, con la misma piedra que tenían el pasillo, y la misma fuente de luz escondida. Los muebles eran escasos y se parecía a una sala de espera. Un grupo pequeño de hombres estaban sentados en cojines en el piso. Todos se quedaron. Lauren dio a Bella un fuerte empujón y ella se tropezó en la puerta. Lauren no la siguió, cerró la puerta detrás de Bella, dejándola sin decir una sola palabra.

Bella reconoció al que se suponía sería su nuevo esposo, situado a la izquierda entre otros dos hombres. El Emperador caminó lentamente hacía Bella como si tratará de evitar asustarla, y se detuvo justo enfrente de ella. Bella tenía que estirar su cuello para mirarlo. Ella medía un metro con sesenta y dos centímetros, la estatura promedio de una mujer, pero al lado de ese hombre ella se sentía pequeña. La parte superior de su cabeza apenas alcanzaba el centro de su pecho.

Él le sonrió a ella, los otros dos hombres imitaron sus movimientos: —Saludos —, él dijo suavemente. De cerca pudo ver las diferencias entre su especie y la de él. Su nariz era plana, un poco más amplia y sus ojos de color ámbar con nada blanco alrededor. Cuando habló, ella vio destellar sus colmillos.

Ella de estremeció, tratando de recordar cómo hablar.

— H-Hol-Hola —, ella balbuceó.

Él la estudiaba con gran interés, especialmente su largo cabello café. Él estiró la mano para tocarla y ella retrocedió a la vista de su mano, solo tenía cuatro dedos, como los personajes de los Simpsons, y cada dedo tenía una garra de aspecto malvado.

—Edward, detente. La estás asustando —. Una mujer se abrió pasó entre el grupo y se paró entre Bella y el Emperador. Ella era pequeña, de pelo oscuro que se disparaba por todos lados alrededor de su pequeña cabeza.

—Atrás —, le dijo al Emperador. El gruñó bajito, en realidad gruñó, pero la mujer se mantuvo firme. Ella sonrió a Bella, cuidadosamente de mantener sus dientes cubiertos por sus labios y le extendió su mano. —Soy Alice —, le dijo. Bella tomó su mano con la suya, agradecida de ver cinco dedos. — ¡Sé que nos convertiremos en grandes amigas!

Ella señaló al hombre a la izquierda, el único con cabello amarillo. No rubio, como un humano, sino amarillo como un crayón, con los mismos ojos de color ámbar. Él estaba terriblemente marcado en la cara, brazos, y pecho, las marcas eran visibles a través de los chalecos que los hombres usaban. Bella inmediatamente sintió una afinidad hacía él como si ella hiciera lo mismo con todas las criaturas heridas.

—Él es Jasper, mi compañero —, anunció Alice. —El otro es Emmett, el hermano menor de Edward.

Edward avanzó un poco más cerca y Bella vio un destello por el rabillo de su ojo. Ella miró fijamente, y sintió un puño pegarle en el estómago. Él tenía una cola que bailaba sinuosamente detrás de su cabeza, la punta de esta tenía el mismo color del cabello de su cabeza.

El hombre que la había secuestrado de su planeta para hacerla su pareja, tenía una cola. Tener una cola no era una "pequeña diferencia."

Bella trató de respirar, pero se sentía como si el oxígeno hubiese sido succionado de la habitación. Escuchó a Alice gritar, mientras su visión se redujo a puntitos y luego se apagó como si fuera una vela.

Edward, Emperador de los Nueve Planetas Federados, atrapó a su pequeña esposa mientras ella se desmayaba. Le habían advertido que esto podría pasar, pero él aún estaba un poco dolido y profundamente preocupado. Ella tenía miedo de él y rechazaba sus características tan diferentes a la suyas.

Él cargó su pequeño cuerpo a través de la sala de estar, dejándola en una de las almohadas. Alice estaba casi frenética, acariciando las pálidas mejillas de Bella.

—Alice, déjala ser. Ella va a salir cuando esté lista —. Jasper la tomó por los hombros y la alejó gentilmente. Alice se veía casi tan preocupada como él se sentía; que había aprendido a leer humanos, las expresiones de su cara.

El desmayo de Bella le dio tiempo de estudiarla sin que se pusiera nerviosa. Una de sus manos se encontraba cerca de su cara y él la estudió curioso. ¡Inútiles pequeñas garras! Él alcanzó y cuidadosamente empujó su labio para ver sus dientes, y los encontró tan planos y aburridos como los que Alice tenía. Era bueno que Bella tuviera a Tanya para protegerla, porque ella estaba prácticamente indefensa.

Respiró de nuevo, inhalando su aroma exquisito y su corazón martilleaba en respuesta. No había duda de que ella era la indicada para él. Tomaría tiempo, pero ella se acostumbraría a él y a sus diferencias, y ella lo amaría como él lo hacía.

Las emociones lo tomaron por sorpresa con su intensidad. Ternura, lujuria, protección; emociones que él nunca antes había sentido. Era como si el mundo no tuviera color y después sus ojos fueron asediados repentinamente por el mismo. Él quería levantarla de un solo golpe y girar en círculos alegres. Él quería gruñir a Jasper y Emmett, su amigo más cercano y su hermano, y ordenarles que se alejaran de su pequeña novia, para abrazarla, protegerla y tenerla toda para él solo.

Él la había encontrado, por fin. Había esperado tanto, celoso de las otras parejas y su felicidad, deseando tener a alguien para su propio amor… Ya ahora ella estaba allí, y ella era más de lo que jamás podría haber soñado.

Ella comenzó a estirarse y se echó hacia atrás a toda prisa, porque no quería asustarla por estar tan cerca cuando abriera los ojos. Él miró a Emmett, y esta vez lo hizo gruñir. Emmett la estaba mirando con la misma expresión atónita que debería estar usando. Su primer pensamiento fue: "¡oh, no!" y el segundo fue: "¡MÍA!"

Bella abrió los ojos e inmediatamente quiso cerrarlos de nuevo. No había sido un mal sueño o una alucinación. Sus ojos le deben a Alice un poco de normalidad.

— ¿Estás bien Bella? —ella preguntó.

Bella soltó una risa sarcástica y Edward brincó, sorprendido por el sonido extraño que hizo su novia.

—Está bien —, Alice le tranquilizó. —Es el sonido divertido, ¿recuerdas? —. Él asintió, una pista de confusión en sus ojos porque no podía determinar lo que Bella pensaba que era gracioso.

Bella se levantó, con la mano en la frente: —Yo no me siento muy bien —, murmuró.

— ¿Cuándo fue la última vez que comiste? —Alice preguntó.

Bella no podía recordar. ¿Hace un par de días, tal vez? La comida había perdido su interés.

—Ven —, dijo Alice sosteniendo su mano y ayudando a Bella a ponerse de pie. —Necesitas comer algo y tu gente espera para verte.

Bella apretó la mano de Alice como si de eso dependiera su vida.

— ¿Qué debo hacer? No sé cómo debo actuar como reina.

—Solo se tú misma —, le dijo Alice firmemente.

Eso no ayudaba mucho. Solo "ser ella misma"… Había tenido una infancia miserable, condenada al ostracismo2 y a las burlas de sus compañeros; y en la universidad, su timidez la había llevado a ser distante.

Ella dejó que Alice la llevara de vuelta al pasillo de piedra, Tanya y el hombre se quedaban atrás. Ella abrió una puerta y Bella se quedó inmóvil. Su corazón saltaba en su garganta. Allí había cientos de... los seres de la habitación, sentado en los cojines alrededor de mesas bajas, y todos se voltearon a la vez a mirarla. Bella quería retirarse, pero Edward y los otros dos hombres estaban detrás de ella, bloqueando su ruta de escape. La habitación se había quedado en silencio.

Sin previo aviso, Edward recogió a Bella y la mantuvo en el aire.

— Alpha Prima Bella —, anunció. Los ojos de Bella se abrieron y ella se aferró a las manos que sostenían su caja torácica. La habitación estalló en ruido, los puños golpeaban sobre la mesa y gritaban su nombre.

Cuando él la dejó en el piso de nuevo, Bella se acercó a Alice.

— ¿Qué es un Alpha Prima? —preguntó.

Alice hizo un gesto a una mesa vacía y ellos tomaron asiento en los cojines alrededor. Parecía que el Emperador comía con sus plebeyos. Alice movió a Bella a un lado donde pudieran conversar en susurros.

—Alpha Prima, es tu rango —, le dijo Alice. —Si te comprometes a casarte con Edward, entonces serás emperatriz. Hay Alphas, Betas y drones. Alphas, son los más fuertes, los dominantes.

—No soy fuerte ni dominante —, dijo Bella confundida.

Alice sonrió. —Vas a serlo... lo sé.

Bella no tenía idea de cómo responder a una afirmación como esa y ella se salvó de responder, porque un hombre trajo un tazón de agua en un corto plazo.

—Alpha Prima, ¿puedo lavar sus manos? — preguntó. Él era Volturi, pero era mucho más pequeño que los demás, acercándose al tamaño de un varón humano de gran tamaño.

—Sí, claro —. Bella alzó las manos frente de ella y el las hundió dentro del tazón, teniendo cuidado de no tocarla con sus garras. Podrían ser pequeñas, pero Bella imaginó que probablemente podrían hacer algo de daño.

El agua tenía un ligero olor, similar a la madera del sándalo. El frotó cada dedo y usó un cepillo pequeño para cepillar sus uñas, antes de atender las palmas de sus manos, y cuando estuvo satisfecho, le dio unas palmaditas y las secó con una toalla de tela muy suave.

—Gracias —, Bella dijo automáticamente y la sala quedó en silencio. Bella se sonrojó, de seguro había dado un terrible paso en falso.

Alice murmuró en su oído.

—Ellos solo están sorprendidos, eso es todo. La mayoría de las personas, no se molestan en dar las gracias a los drones.

Bella no podía imaginar no dar las gracias a alguien que hiciera algo por ella, no importaba cual fuera su rango, sino que la hacía sentirse incómoda. El hombre hizo una profunda reverencia.

A él le fue traída una charola, y se sentó enfrente de ella con otro tazón. Cuando se dio la vuelta, Bella vio que su cola era pequeña, ni siquiera llegaba a la parte posterior de sus rodillas.

Ella se refirió a la cola más corta de Alice.

—Los Alphas usualmente tienen colas más largas. Es un punto de orgullo con ellos. Si ellos pierden una pelea, el ganador a veces corta un trozo de su cola como premio, por lo que cuanto mayor sea la cola, más tiempo se han ido sin perder. Como complemento, la cola de un hombre es símbolo de su virilidad.

Ella miró como los drones circulaban a través de la habitación, entregando charolas a personas que apenas los notaban, asumiendo al instante una actitud sumisa a quien fuera que les hablara.

— ¿Los drones son esclavos, o algo así?

Alice asintió y Bella se quedó horrorizada.

— ¡Pero que está mal! ¡No puedo tener esclavos esperando por mí!

—Bueno, no hay nada que puedas hacer al respecto esta noche —, dijo Alice dijo con sensibilidad suficiente, después hizo un gesto al plato de Bella. —Come.

—Pero al resto de la mesa no les han servido.

—Y no lo harán hasta que empieces a comer. Todos te están esperando.

Bella se ruborizó de nuevo y miró el plato enfrente de ella. No había ningún tipo de utensilio. Ella miró a Alice quien hizo el movimiento de pellizco con los dedos. La comida tenía forma de cuadros pequeños, como pequeñas empanaditas. Bella tomó una y la puso en su boca, lo mordió y sus ojos se abrieron por la sorpresa. Estaban deliciosos, lo que sea que fuera. Era como carne, ligera y sabrosa, con una textura como de pollo y algún tipo de vegetal, con una salsa cremosa. Ella no podía decir que nunca había probado un sabor como ese, pero era bueno.

Más drones llegaron con tazones de agua y platos que fueron colocadas enfrente de ellos, después de que sus manos y garras habían sido limpiadas de manera satisfactoria. Una bandeja, con lo que Bella supuso eran condimentos, se colocó en el centro de la mesa. Jasper puso una cucharada de pasta azul a lado de su plato. En los platos de los hombres, solo había trozos de carne cocida, picada en pequeños cuadros, que ellos delicadamente picaban con la punta de sus garras, Jasper ocasionalmente mojaba su carne en la pasta azul.

—Estrictamente carnívoros —, susurró Alice. —Los vegetales, actualmente podrían enfermarlos si intentaran comerlos. No los pueden digerir.

Los ojos de Edward quedaron puestos en Bella, al igual que los ojos de Emmett. Era tan difícil comer bajo su escrutinio. Ella trataba de usar las puntas de las uñas como ellos lo hacían. Iba a tener que detenerlos cortantemente, y dejar que ellos se distanciaran sin que ella pareciera tosca.

— ¿Tu comida es satisfactoria, Bella? —preguntó Edward y Bella saltó un poco.

— ¡Oh, sí! Está bien, muy sabroso, gracias —dijo Bella.

Ella miró el rededor, a sus compañeros de mesa. Parecía que la vida inteligente en el universo había tomado un patrón similar en todas partes. Todas las criaturas eran más o menos humanoides, con cuatro miembros, dos ojos, una cabeza, pero parecía haber un sinfín de variaciones en el tamaño y en el color de esas características. Hubo una criatura bebiendo líquido de un tazón, con lo que Bella primero pensó que era un popote, y después se dio cuenta de que era su lengua.

Cuando la cena terminó, sus manos fueron re-lavadas y los trastes limpios por los drones. Bella hizo el punto de dar las gracias al drone que la sirvió, y la mirada encantada de él, fue la recompensa.

Edward se levantó y la sala quedó en silencio.

—Tengo la intención de cortejar a Bella —, dijo mirando alrededor expectante y se mostró satisfecho por la falta de respuesta.

—Yo reto —, dijo Emmett. Él se puso de pie.

Edward lo miró molesto. Hubo unos cuantos gritos alrededor de la habitación, y Alice detrás de ella, cerró los ojos con una pequeña mueca.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar… —susurró.

— ¿Qué? ¿Qué está pasando? —Bella susurró frenéticamente.

—Ellos van a pelear, para ver quién tiene derecho a cortejarte primero.

—Por, "cortejar", ¿quieres decir "salir conmigo"?

Alice asintió. —Supongo que él y Edward comparten suficiente ADN para que puedas emparejarte con Emmett también.

—Yo elijo los bastones —, declaró Emmett.

Alice soltó la respiración que había estado conteniendo.

—Pelear con palos en vez de mano a mano, con garras y dientes, significa que es menos probable que cualquiera salga seriamente lesionado.

—Alice, ellos solo van a pelear hasta que uno de ellos sea noqueado o algo así, ¿cierto? ¿No es hasta la muerte o algo? —La ansiedad de Bella subía. No había estado aquí por más de un par de horas, y ya estaba rompiendo una familia.

Alice vaciló. —Ellos pelearan hasta que uno de los dos se rinda. El ganador puede decidir qué pasará después.

Las mesas en el extremo opuesto de la sala fueron movidas para convertirse en la sala de los combatientes, y los dos hombres, se les dieron dos largas varas de madera.

Ellos se inclinaron uno al otro y asumieron una postura de lucha. Emmett hizo el primer movimiento e hizo su bastón bajar, agitándolo en el aire hacia la cabeza de Edward. Edward se salió del camino, pegándole a Emmett en el costado con su bastón, después menándolo y rápidamente bajarlo en los hombros de Emmett. Él se tropezó pero no cayó, girando alrededor para hacer frente a su hermano, e inmediatamente teniendo que saltar hacía un costado, para evitar el golpe del bastón de Edward, en dirección a su estómago. Parecía que Emmett tenía más fuerza, pero Edward era más rápido y más ágil. Edward se mantuvo en equilibrio, sin darle la oportunidad que recuperar su equilibrio. Emmett desesperadamente movió su bastón a la cabeza de Edward y él se agachó, girando para golpear a Emmett detrás se las rodillas, enviándolo al suelo estrepitosamente. Edward puso su bastón en la garganta de Emmett. Hubo una pausa larga mientras Emmett consideraba sus opciones.

—Me rindo —, dijo Emmett.

Edward sostuvo su bastón en alto antes de inclinarse con su hermano. Bella pensó que él estaba inclinado para ayudarlo a levantarse pero Edward sacó sus garras y la deslizó por la cola de Emmett, rompiéndola de un solo golpe. Él llevó la aún temblorosa cosa en el aire por la habitación y se detuvo enfrente de Bella. Él se arrodillo y se lo tendió a ella con la cabeza gacha.

—Tómalo, ¡tómalo! —La urgió Alice. —Bella, tienes que tomarlo.

Bella deseó no haber comido las empanaditas alíen. Su estómago se revolvía. Ella le tendió una mano y la cerró alrededor de la cola cortada. Era sorprendentemente pesada, espesa y viscosa.

La habitación aplaudió.

Bella vio a Emmett ser atendido por lo que se supone era un doctor, poniendo una caja en el muñón de Emmett.

Ella miró la cola en su mano. Ella siempre había pensado que no era posible desmayarse sentada.

Ella estaba equivocada.

Capítulo 2: Regalos

 
14439780 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios