Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133933
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

.................

También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 9: Primer Down

EPOV

 

Me dejé caer en el asiento y eché la cabeza hacia atrás con un suspiro mientras cerraba los ojos y traté de relajarme por primera vez desde el viernes. Todo mi cuerpo estaba dolorido, pero era la clase de dolor que viene después de un gran entrenamiento o de un partido bien jugado. Toqué mi hombro derecho y, aunque estaba un poco tenso, no me dolía, gracias a Dios.

Sentí como se movía el asiento de mi lado y abrí los ojos mientras sonreía al ver a Jasper sentándose con cautela, sosteniendo una bolsa de hielo en su entrepierna con una mueca.

-Siempre dije que eras un fresco, pero esto es ridículo.- Me miró y me dio en mi hombro, mi hombro derecho.- Joder, Jasper, ¡el brazo!

-No te burles de mi fría polla. Es tu culpa de todos modos.

Levanté una ceja.

-¿Y cómo, exactamente, es mi culpa de que se te torciera la polla? No he estado cerca de esa parte de tu anatomía, ni tengo intención de hacerlo, no importa lo mucho que ruegues.

Jasper me miró y soltó una carcajada.

-Sigue soñando, Cullen. Sé que lo quieres, pero lo que pasa es que ya tiene dueña.

-Podría quitárselo a Alice.- Su boca se abrió y soltó una fuerte carcajada.- Si quisiera, lo podría hacer.

-Claro,- dijo con voz entrecortada.- Ese desliz verbal ha descubierto tus deseos ocultos por mi.

-¿Qué pasa contigo y Emmett y vuestra obsesión por mi? No significa no.- Los azules ojos de Jasper brillaban de alegría y sonrió, dándome una palmada en la rodilla y luego hizo una mueca.

-Joder, no me hagas reír. Me duele el pene.

-Me gustaría saber exactamente por qué es mi culpa de que te duela.

Puso los ojos en blanco.

-Me tiró cuando me estiraba para alcanzar tu mal pase.

-Malo mi culo, estuviste un segundo mas tarde en la ruta. Ese no es mi problema.

-Deberías de haber tirado un poco mas tarde.

-Oh, lo siento, pensé que deshacerme de él antes de que Lofa Tatupu plantara mi culo en el césped era una buena idea-, dije sarcásticamente.

-Marica.

-Polla defectuosa.

-¡Ay1 Eso duele, joder.- Me reí al ver su expresión herida y me dio otro codazo en el hombro.

-Lo siento, no es defectuoso. Sólo está temporalmente fuera de servicio.

Hizo una mueca y se echó a reír.

-Más te vale poder con Alice. Cuando le diga que rompiste uno de sus juguetes favoritos, no habrá nada que la pare.

Mierda, lo mas seguro es que tuviera razón. Alice puede ser pequeñita, pero era formidable, tanto Jasper como Bella me habían contado historias que deberían de haberme preocupado. Pero aún así, no fue mi culpa.

-por lo que me contó Bella, estaría mas preocupado por si daña esa bonita cara que tienes.

Se tocó la barbilla.

-¿Qué dijiste? Por favor, Cullen, eres casi una mujer.

-Sabía que me querías.

-Si, si.- Se abrochó el cinturón de seguridad y frunció el ceño.- ¿Cuando coño vamos a despegar? Quiero llegar a casa antes de medianoche.

-¿Tienes que llamar a Alice?

Él arqueó una ceja.

-¿Tienes que llamar a Bella?

Le sonreí.

-Ya lo he hecho, nada mas acabar las entrevistas de después del partido.

-Estas colado,-señaló, con razón.

-Quizás. No sé, hombre, sólo quería escuchar su voz y ver que tal le pareció el partido.

-¿Y?

Sacudí la cabeza con asombro.

-Dijo que forcé el lanzamiento que hizo que te rompieras la polla.

-No está rota.- Dijo entre dientes y luego sonrió.- Aunque... ¡Está de mi lado! ¡Es tu culpa! Y lo vio con Alice, lo que significa que sabe que fue tu culpa. Buena suerte, amigo.

-La próxima vez que la vea utilizaré protección. De todos monos, ¿a que es genial que Bella supiera que forcé el tiro? Nunca había conocido a una chica como ella. Es increíble.

Él sonrió.

-Si, estás completamente colado y ni siquiera habéis follado. ¿Cómo es eso?

Le lancé una mirada.

-¿Al igual que Alice no era tu dueña a los dos minutos de conocerla?

Él asintió con la cabeza, su cabello rubio desgreñado le caía sobre los hombros.

-Está bien, buen punto.

Un alboroto en la parte delantera del avión nos llamó la atención. Efectivamente, Emmett había llegado y estaba chocando a todos las manos en el camino. Entonces se detuvo y sacudió los hombros por alguna extraña razón.

-¿Qué coño haces, Emmett?- Darnell Dockett estaba detrás de él y estaba tratando de empujarle para que siguiera el camino.

-Sólo trato de sacarme las tripas de aves de encima, Doble D. ¡Hundimos a los Seahawks!

Dockett se echó a reír y luego empujó de nuevo a Emmett.

-Siéntate, hombre, que quiero llegar a casa. Odio la maldita lluvia.

Darnell tenía razón: había llovido durante todo el partido. Me tuve que dar una ducha extra larga después del partido, y no por la razón que normal que era masturbarme pensando en Bella. Emmett se dejó caer en los asientos de delante de mí y Jasper.

Se puso de rodillas y nos miró de arriba a abajo.

-Hey, Sr mi-pito-ya-no-es-tan-largo, ¿cómo lo llevas? ¿O es que tienes puesta una férula?

Jasper se apretó en el asiento mientras Emmett se limitaba a sonreír.

-Vete a la mierda, Emmett. No está entablillado.

-Es una lástima, eso le daría un poco de grosor. Puede que la tengas la mitad de grande que la mía, entonces.

-Deja de mirarme el paquete. Se supone que eras gay por el.- Jasper me señaló hoscamente.

-Creo que ha seguido adelante. Me ha roto el corazón.- El sarcasmo goteaba de mi tono.

Emmett se humedeció los labios hacia mí.

-No te preocupes, Perfect Ten, nunca te reemplazaré.

Gemí ante la mención de ese nombre en particular.

-No me lo recuerdes. El miércoles va a ser espantoso.

-No puedo creerlo, ¡Stalin viene a la ciudad! Espera a que se lo cuente a Rosie.- Sus ojos se iluminaron.- Tal vez la patee el culo esta vez de verdad.

Una parte de mí esperaba hacer precisamente eso. Por otra parte, cuanto menos accidentado sea el viaje de Tanya, mejor. Sólo quería que se fuera.

-Hice todo lo posible para salir de esto, pero Tommy dice que el contrato es hermético y Victoria afirma que sería una malo por la prensa. Pero eso no me importa.

Emmett silbó.

-Por supuesto que te importa un comino, Vogue. Eres el chico de oro, no puedes tener a la ex hablando mal de ti a la prensa otra vez. Te puso fatal en el artículo de Elle.

-Em, el hecho de que lo hallas leído es muy preocupante. ¿Por qué me acosas?

Él se hinchó, y me miró con sus ojos azules pálidos.

-Porque eres mi hijo, mi quaterback y mi amigo. Esa perra no tiene permitido hacer que te vean como el malo de la película en esa relación. Estas tolerando su pésima actitud y su comportamiento mucho tiempo, amigo, y es mi trabajo protegerte, en el campo y fuera.

Y allí estaba la razón por la que Emmett McCarty era uno de mis mejores amigos. Podía hacerme bromas y burlarse de mí sin piedad, pero me cuidaría las espaldas una y otra vez.

-Gracias, Em, te lo agradezco.- Él sonrió, como siempre su buen humor no tardó en volver.- Y si quieres usarme como excusa para leer revistas de chicas, lo dejaré pasar.

Se rió y golpeó la parte de atrás del asiento, haciendo que se agitara.

-No te burles... Algunas de esas revistas tienen grandes consejos sobre sexo y te sorprenderías, de lo que he aprendido Rosie no tiene ninguna queja, déjame decirte que te lo dejaría prestando, ya sabes,- miró a su alrededor y bajó la voz.- Porque Bellaaaaa...

-Cállate, Emmett.

-Si, pues, sin embargo, aun no se han acostado,- intervino Jasper amablemente.

-¿Por qué no?- Emmett preguntó, mirándome como si me hubieran crecido dos cabezas.

-Porque la última vez que estuve con alguien en la cama, ese alguien fue Tanya. No quieren que eso se repita, ¿verdad?

-Por favor, Bella no es para nada como Genghis Kahn.

-Primero, Genghis Kahn no era ruso y en segundo ¿cómo lo sabes? No la conoces.

Me sonrió.

-Pero la conoceré pronto, de una manera u otra.- Su sonrisa era deslumbrante, pero era su tono era escalofriante.- Tu me has mantenido a raya lo suficiente, pero te doy hasta el fin de semana.

-¿Cómo que hasta el fin de semana?

-Si, es momento de conocer a tu chica.- Jasper rió y Emmett le señaló.- La tuya también.- Jasper paró de reírse de golpe.- Ellas y vosotros vais a venir el viernes por la noche a mi casa. Barbacoa. Estar allí a las siete.

-Pero Em, tenemos un partido...

-Un partido el domingo por la noche, lo que significa que no tienen que estar en el estadio hasta el sábado a las 7 am.- Jasper y yo nos miramos el uno al otro y se encogió de hombros. Los dos sabíamos que si no se salía con la suya, lo sufriremos a largo plazo. Emmett sonrió y nos dio una palmada.- Bueno, ahora que eso está arreglado, vamos a hablar de Atila de Huno. ¿Cuando llega?

-No tengo ni idea.

Emmett me estudió con la mirada.

-¿Estás diciendo que no ha intentado ponerse en contacto contigo desde que se entero de lo de la grabación?- Me encogí de hombros y me removí en mi asiento. Emmett me señaló en señal de triunfo.- ¡Lo ha hecho! ¡Lo sabía! ¿Hablaste con ella?

-Por supuesto que no. Dejé que saltara el buzón de voz. Estaba hablando con Bella en ese momento, y era mucho mas importante que escuchar lo que Tanya me tenía que decir.

Emmett asintió.

-¿Y qué dijo en el mensaje?

-Que quería verme.- Puse los ojos en blanco.- El sentimiento no es mutuo.

-¿Te llamó amooooooorrr?- Entonó con acento ruso, echando la cabeza hacia atrás y poniendo una mano en la frente de forma exagerada. Gemí ante la mención del nombre cariñoso que tenía para mí. Él y Jasper se rieron entre dientes.- ¡Lo sabía! ¡Nunca cambia! Será mejor que tengas cuidado con ella, Maxim. Va a tratar de hundir sus garras en ti, otra vez.

-Eso no va a suceder.- No podía conseguirme por el sexo. Ya no la quería. Quería a Bella.

-Lo sé , pero ella no.

-Lo sabrá pronto,- murmuré.- Le pregunté a Bella si quería venir.

Emmett y Jasper se quedaron quietos y este último se atragantó con el agua.

-¿Que hiciste que?- Em exigió.

-Invité a Bella a venir.

Jasper y Emmett se miraron.

-¿Por qué lo hiciste? Pensaba que te gustaba.- Preguntó Emmett.

-Y me gusta. ¿No me lo has escuchado decir? Ella pensó que iba a dejarla y volver con Tanya. Yo le dije que no lo iba ha hacer, pero no se lo creyó. Lo siguiente que supe fue que la estaba pidiendo que fuera conmigo.

-¿Así que piensas que la mejor manera de tranquilizar a la chica que te gusta es que te vea haciendo un sexy anuncio con tu ex? Pensé que tenías algo de cerebro en la cabeza, pero es evidente que te e sobrestimado. ¿Has tenido una conmoción cerebral o algo?- Emmett me observó con curiosidad.

-No, no he tenido ninguna conmoción cerebral. La invitación estalló y... ¡joder, quiero que esté allí! Quiera que sea parte de este mundo. Yo quería que fuera al partido esta noche.

Emmett y Jasper intercambiaron miradas otra vez y luego me sonrió.

-Bienvenido al club, amigo.- Jasper puso una mano en mi hombro.

-¿Qué club?

-Estas enamorado, o muy cerca de estarlo.- Abrí la boca para protestar, pero ¿qué podía decir? Nunca había sentido esto por nadie y cuando me permití pensar en eso, sabía que podía enamorarme de Bella. Probablemente estuviera a mitad de camino, pero era demasiado pronto para todo eso.

-Es demasiado pronto,- les dije.

Emmett resopló y Jasper sacudió la cabeza.

-Como señalaste antes, yo estuve colado por Alice casi al instante.

-Y en el instante en que Rosie me tiró la llave, yo sabía que era mía.- Emmett tenía los ojos brillantes por los recuerdos.- En comparación a nosotros, pareces una tortuga con Bella. Ve mas rápido.

Rodé mis ojos y dejé caer mi cabeza hacia atrás, contra el asiento.

-Bella es muy tímida. La hirieron en la universidad así que tiene dificultades para confiar, pero está trabajando en eso, me doy cuenta, pero pensó que iba a dejarla por Tanya en cuanto se enteró por sus compañeros de trabajo.- Jasper me golpeó el brazo.- ¿Podrías dejar de hacer eso? ¿Por qué me golpeas?

-¿Por qué se tuvo que enterar por sus compañeros del trabajo, gilipollas? Deberías de habérselo dicho tu.

-Porque estaba intentando salir del contrato lo antes posible. Si lo hubiera conseguido, ¿por qué se lo tenía que contar? ¿Por qué molestarla por nada?

Emmett resopló.

-Porque siempre lo acaban saliendo, y entonces estas metido un gran lio por no habérselo dicho. A las mujeres las gusta saber todo. ¿Cómo es que no lo sabes?

-No se. A Tanya le importaba muy poco lo que hacía cada día. Y a Lauren tampoco.

-Eran una pijas estiradas, GQ. Necesitas saber sobre mujeres reales, rápido. Según he oído Bella es una chica de calidad. Si quieres mantenerla a tu lado, tienes que ser honesto con ella, ocultar algo no es fácil y menos a alguien que ha sido herido.- Los ojos de Emmett se estrecharon- ¿Quién la daño? ¿Dónde lo encontramos?

Sonreí por la disposición que tenía de patearle el culo a alguien por Bella. Ya era fiel a ella y ni siquiera la había conocido.

-Un gilipollas llamado James que fue con ella a la universidad. La engañó en repetidas ocasiones, haciéndola pensar que era la única.

-Necesitamos algo mas que un nombre,- dijo Emmett, su sonrisa era ahora salvaje.

Me reí entre dientes.

-Veré lo que puedo hacer, aunque no creo que siga teniendo sentimientos hacia el. Creo que dejó de salir con el por eso..

-Fue por eso.- Jasper se metió en la conversación.- Alice mi dijo que había intentado que se fijara en alguien y que siempre era un desastre porque Bella no dejaba que nadie la conociera, les hacía el vacío.- Me encantó esa imagen mental, Bella ignorando a un tipo sin rostro que no era lo suficientemente bueno para ella.- El hecho de que se esté abriendo a ti, dice mucho sobre lo que siente por ti.

-Bella y Edward, sentados en un árbol...

-Cállate, Emmett.- No había nada malo en mis palabras, me sentía muy bien al saber que Bella había dado calabazas a los hombres y que me dejó entrar tanto mental como físicamente a mi, y joder, era estupendo ese pensamiento.

-Esta bien, pero trata de tratarla como merece, todo lo contrario a como lo hizo el otro. Ya puedo decir que la quiero, mucho, que le guste el fútbol... La quiero por que si.

Sonreí.

-Me dijo que te has pasado en el segundo tiempo.

Emmett soltó una carcajada.

-Estoy totalmente loco por ella si. Pitcock estaba a mi alrededor y me lo quite al darle en la espinilla. Los árbitros no lo vieron. Joder, tu chica mola. ¿La tuya no sabe nada de fútbol?- preguntó a Jasper.

Empecé a atragantarme de la risa.

-Ella la dijo a Bella que que golpeáramos a Sea Lion el culo hoy.- Emmett golpeó el asiento y se limpió las lágrimas de sus ojos mientras Jasper sonreía con indulgencia.

-Lo que la falta de conocimiento lo compensa con entusiasmo. Está aprendiendo a ponerlo sobre mí de una muy buena forma.

Todos nos reímos y el avión empezó a aterrizar y finalmente llegaríamos. Emmett suspiró, pero se dio la vuelta y se abrochó el cinturón de seguridad.

-No puedo esperar a conocerlas.

Jasper y yo intercambiamos una mirada y sonrió. Tampoco podíamos esperar.

 

.

 

Era un poco ridículo estar nervioso en la tercera cita. Ni siquiera los había sentido tan intensos en la primera cita, pero esta era diferente. Bella estaba entrando en un lugar donde ninguna otra persona había entrado, y menos una mujer con la que estuviera saliendo con anterioridad. Esto era nuevo y diferente, y me tenía un poco nervioso por una razón inexplicable. No cabía porque, sin embargo, no es como si no hubiéramos tenido conversaciones por teléfono por este tema a través del teléfono.

Sonreí al recordar cómo se puso cuando la pregunte si le gustaría ver las cintas de juego conmigo. No podía imaginarme con otra chica pasando la noche, viendo la cinta y ayudándome a prepararme para el partido, pero estaba en una crisis de tiempo gracias al estúpido anuncio del miércoles. El entrenador Clapp me había dado permiso, pero no estaba muy contento ya que era el día donde por lo general empezábamos a hacer las estrategias juntos en profundidad.

Pero ¿qué podía hacer? Me apunté como una idiota a este anuncio. Por qué ni siquiera tener una colonia fue idea mía. Pero mi publicista insistió en que “rompí el molde deportivo y me daba mas ingresos fuera del campo”. Como si necesitara más dinero. Tanya había estado entusiasmada por esto y nuestros agentes acordaron que era más fácil quitarme la camiseta y cubrirme de aceite. El miércoles iba a ser una pesadilla.

E invité a Bella al campo de batalla y al parecer Alice también iba a venir, eso me asustaba. Cuando llegué a casa me encontré una nota preciosa en mi puerta diciéndome que si otra vez a Jasper le duele su anatomía, ella se aseguraría de devolverme el favor. No mentía cuando decía que asustaba. Tal vez debería llevarme mi protección el miércoles, por si acaso. Para protegerme de los puños de Alice y las garras de Tanya. Mierda, ¿cuándo mi vida había comenzado a ser tan complicada?

Un golpe en la puerta me dieron la respuesta. Bella era la complicación, vale, pero era la mejor complicación. Me acerqué y abrí la puerta para encontrarla de pie, con una enorme sonrisa en la cara y un pack de 6 de Heineken en la mano. Si, definitivamente era perfecta para mí. Cogí las latas de su mano y tiré de ella para darle un beso que empezó a ser ligero y amable, pero se fue calentando cuando ella apretó su cuerpo contra el mío y envolvió mi cuello con sus brazos. Pase mi brazo izquierdo por su cintura y fui en busca de su lengua con la mía. Jesús, ¿qué pasa con esta chica que me daban ganas de arrancarle la ropa al segundo de tener mis manos sobre ella. Me estaba convirtiendo en un animal y no me molestaba en absoluto.

Busqué la mesa para dejar la cerveza que había al lado de la puerta y la dejé mientras cerraba la puerta de golpe y apretaba a Bella contra ella, agarrando su cintura con las dos manos mientras nos devorábamos. Sus manos se dispararon a mi pelo y gemí contra sus labios mientras tiraba de él suavemente. Dios la quería. ¿Cómo se supone que debo mantenerme lejos de ella cuando mi cuerpo se sentía atraído por ella como la gravedad? Estaba duro como una roca y eso que había estado en su presencia exactamente sesenta segundos. Realmente deberíamos salir fuera al próxima vez si queríamos seguir con de ir lento, odiaba ir lento más cada segundo.

Bella soltó un pequeño maullido contra mi boca y de mala gana me aparté de ella, porque si no lo hacía ahora, no lo iba a hacer. Sus labios estaban hinchados y carnosos y tenían un aspecto tan comestible que estuve a punto de besarlos de nuevo. Abajo muchacho. Sus ojos se abrieron y me perdí inmediatamente en ese hermoso color marrón oscuro que me hacían pensar en los besos de chocolate. Besos, besos, besos de Bella... joder. Aparté los ojos de los suyos y miré su cuerpo, cosa que no hizo nada para disminuir la situación de mis pantalones. Llevaba una camisa de seda desabrochada verde, con una camiseta negra y unos vaqueros ajustados que no dejaban anda a la imaginación, no es que no supiera lo que parecían sus piernas y se me perdió la vista en ellos.

-Hola,- dijo sin aliento, sonriéndome.

-Hola a ti también.- La di un rápido beso, saludándola un poco más normal. Echaba de menos sus besos.

Tomé su mano y la llevé a la cocina, donde saqué una cerveza, la abrí y se la entregué, tomando otra para mí.

-Eres increíble, ¿lo sabías?

Ella sacudió la cabeza, su largo cabello caía sobre sus hombros y sus pechos y... joder. Eso era difícil. Difícil era la palabra clave. Joder de nuevo.

-¿Qué quieres decir?- preguntó, mordiéndose los labios y mirándome con curiosidad.

Me reí mientras la tomaba de la mano y la llevaba a la habitación de cine. Si, tenía una sala de cine, separada totalmente. Tenía enormes altavoces y un sofá de cuero gigante y un televisor de 70” de alta definición, junto con otras cuatro de “, dos a cada lado, para visualizar todos los ángulos de las jugadas si quería. La mandíbula de Bella se abrió y miró a su alrededor con asombro.

-Wow, Edward ¡esto es increíble! Me encantaría pasar los domingos en esta habitación viendo los partidos.- Tenía en la punta de la lengua preguntarle si lo quería de ahora en adelante cuando me di cuenta de que era demasiado pronto. Tenía miedo por ir rápido, no tenía ningún reparo en darle una llave de mi casa, y nadie tenía llave a parte de mis padres. Había pensado en darle una a Jasper pero pensé que la usaría para molestarme en cualquier momento así que no se la daba. Pero aquí estaba, en la tercera cita con Bella, y estaba dispuesto a darle una llave. Estaba oficialmente loco por esa chica.

-Podemos hacerlo durante la semana de descanso.- ME encantaba la idea de acurrucarme con Bella y pasar todo el día viendo el fútbol y analizando cada pase.

También se debía a que su rostro se iluminó y echó los brazos alrededor de mí.

-¡Me encantaría! Podríamos invitar a Jasper y Alice y pedirle que traigan comida, también. Tendrías que haber visto la cantidad que tenía ayer para ver el partido en su casa. Podría alimentar a unas cincuenta personas y apenas eramos nosotros dos.- Se mordió el labio.- Quiero decir, ¿estaría bien que vinieran? No quería pensar que...

La corté con un beso.

-Por supuesto que si. Realmente...- Allá vamos.- Emmett quería que te invitara a una barbacoa el viernes en su casa. No jugaremos hasta el domingo por la noche, así que tenemos un poco de tiempo libre este fin de semana. Jas traerá a Alice. ¿Quieres is?

Ella sonrió y asintió con la cabeza.

-Me encantaría, ¡no puedo esperar a conocer a Emmett! La manera de la que hablas de él hace pensar que es muy divertido.

Gemí y me dejé caer en el sofá y tiré de ella para colocarla a mi lado.

-Ignora todo lo que diga y especialmente los nombres con los que me llame. No necesito que me llames “princesa”.

Se echó a reír sin control, apoyando la cabeza en mi hombro y golpeando mi rodilla izquierda con la mano.

-¡Princesa! ¡Es genial! Te voy a empezar a llamar así.

Levanté una ceja y la dí una mirada de burla.

-Llámame así y mantener las manos lejos de ti va a ser mucho mas fácil de lo que pensaba.

Bella resopló y lanzó sus piernas sobre mi regazo.

-Gran discurso, QB. Vas a sufrir lo mismo o mas que yo con ese castigo.- Eso era jodidamente cierto.

Suspiré y cogí el mando para encender la televisión. Ya tenía el disco puesto, así que pulsé un par de botones y estábamos listos. Me quedé con el mando a la derecha, ya que constantemente tenía que parar y rebobinar , y así poder ver mis movimientos de piernas y la colocación de la pelota, al igual que la posición de cada jugador en el campo. Era un proceso exigente y esperaba que Bella no se aburriera.

Parecía muy contenta, su cabeza estaba apoyada en los cojines del sofá y su cuerpo tirado encima del sofá y de mi. Le quité las sandalias de los pies y los froté suavemente . Bella dejó escapar un gemido que hizo que mi polla se contrajera en mis pantalones y tragué un gemido. Tal vez no era una buena idea. Estaba distraído y ni siquiera habíamos terminado de ver la primera parte. Bella flexionó el pie entre mis manos, así que seguí frotando y traté de concentrarme en la pantalla.

Nuestra primera posición había sido tres y fuera, había completado un pase corto a Cheney para 5 yardas, luego nos recogieron dos carreras y mi siguiente pase había revotado en las manos de Jasper y caído sin causar daño al campo. Parecía como si hubiera...

-Lo lanzaste pronto.- Me di la vuelta y quedé boquiabierto mirando a Bella, había hecho eco de mis pensamientos antes de que los hubiera registrado.

-¿Qué?

Señaló con la cerveza a la pantalla.

-Tu lanzamiento, lo tiraste un segundo antes de tiempo. Jasper no estaba en su posición hasta... rebobina.- Sonaba como una especie de profesor de universidad y era muy, muy sexy. Me apresuré a cumplir y ella sonrió triunfante.- Mira, soltaste la pelota, pero Jasper no había llegado a su posición aun. Finalmente, debería llegar cuando el cortara hacia la derecha.

-Uh, claro. ¿Cómo lo sabes?- ¿Era de verdad? No era una chica de un sueño, ¿verdad? Jasper la había conocido, por lo que era real y no estaba loco. Pero, joder... ella era simplemente perfecta.

Puso los ojos en blanco y tomó un trago de cerveza. Observé con fascinación como sus labios rodeaban la botella. Si, esto era sin duda la sesión del partido mas interesante que he tenido. Tragó saliva, al igual que yo, porque la saliva se me había acumulado en la boca mientras la observaba. Esto había sido o una muy mala o muy buena idea. Aun no estaba seguro.

-He estado viendo el fútbol desde que era una niña. Mi padre siempre quiso un hijo, pero me tuvo a mi, y me chupaba todos los deportes, siempre me gustaba verlos con el los fines de semana y aprender todo lo que podía. Cuando decidí ser periodista deportivo, le pregunté al entrenador de mi instituto si me podía enseñar cómo analizar las cintas del vídeo.- Ella hizo una mueca.- No es algo muy femenino y atractivo, ¿verdad?

Dios, ¿no sabía lo que estaba haciendo en mi con sólo soltar un poco de su conocimiento sobre los deportes? La sonreí y le seguí frotando el pie.

-Pareces una mujer hecha para mi, Bella. ¿Y que no eres atractiva? Estoy usando hasta la ultima gota de autocontrol para no saltar sobre ti ahora mismo.- Empezó a toser, al parecer ahogándose con la cerveza. Tiré de ella y comencé a golpear suavemente su espalda ya que seguía tosiendo, tenía la cara roja.- Bella, ¿estas bien?- Asintió con la cabeza y abrió la boca para respirar, me pregunte que coño había hecho para que reaccionara de esa forma. Mis caricias se volvieron masajes y ella se acercó a mí y se sentó en mi regazo.

Su respiración se tranquilizó y me dio una sonrisa temblorosa.

-Lo siento, la cerveza fue por otro lado.

Seguí frotando su espalda y ella recostó la cabeza entre mi hombro y mi cuello. La situación con mi polla no estaba mejorando ahora que su cuerpo estaba encima de mí.

-¿Estas ahora bien?- Ella asintió con la cabeza.- Realmente no me lanzaría sobre ti, lo sabes. Sé que prometimos tomarnos las cosas con calma...- Murmuró algo contra mi cuello, pero no entendí lo que estaba diciendo.- ¿Qué?

Ella se apartó de mi cuello un poco, pero mantuvo los ojos fijos en mi cara.

-Tal vez quiero que lo hagas.- Oh Jesús, nunca se me iba a bajar a este ritmo. Mis palmas empezaron a sudar y mi corazón estaba latiendo rápidamente mientras sentía como si en realidad estaba jugando al fútbol en lugar de estar sentado en el sofá de mi sala de cine con la chica perfecta sentada en mi regazo diciéndome que quería que la llevara a la cama.

Lo quería, más que nada. Quería levantarme y llevar a Bella a mi habitación y desnudarla lentamente, tocando y besando cada centímetro de su cuerpo durante horas antes de hacer el amor con ella. ¿Qué me detenía? ¿el pasado? El pasado era el pasado y Bella no era Tanya ni Lauren. Ella era un millón de veces mejor y parecía lo que siempre quise. Ere era el problema, parecía perfecto, pero ¿realmente lo era? No quería apresurar las cosas y perderla, pero tampoco quería rechazarla y perderla.

La acaricié la mejilla y ladeó la cabeza para dejar de mirarme.

-Bella, ¿a qué viene esto? Pensé que íbamos a tomar las cosas con calma, aunque nos está matando.

Sus mejillas se pusieron de color rosa claro y no pude resistir mover mi pulgar sobre su preciosa piel. Se mordió el labio y se encogió de hombros y murmuró algo acerca de un autobús. ¿Un bus? ¿Qué tenía un bus que ver con esto? Nunca sabía lo que iba a salir por esa hermosa boca que tenía. Era fascinante y me pregunté, no por primera vez, cómo funcionaba su mente.

Suspiró

-Alice dijo que podría ser atropellada por un autobús y si pasaba me iba a arrepentir de no haberme acostado contigo y sería un fantasma enfadado y tu ex viene a la ciudad y que aunque no quieres nada con ella, por supuesto, que te querrá de vuelta porque eres tu y todo el mundo te quiere y ella es hermosa y no puedo empezar a compararnos por lo que debo acostarme contigo ahora, antes de que no tenga otra oportunidad y me odie para siempre. Obviamente.

Me quedé en silencio por un momento, tratando de comprender lo que había dicho.

-Emm, así que, ¿quieres acostarte conmigo porque podrías dormir o que te podría dejar por mi ex? ¿Y por tanto te quieres acostar conmigo antes de que supuestamente te deje? ¿No es por el chico que te hizo daño?

Bella me miró y cruzó los brazos sobre su pecho. No sabía si tenía que lamentarme o agradecer por eso. Y no sabía si agradecer o lamentar esta conversación.

-¿Qué quieres decir? ¿Qué pasa por querer que nos acostemos?

Joder. ¿Realmente estaba tratando de hablar a la chica con la que mas quería acostarme esta noche? Si, soy un idiota.

-No pasa nada por que quieras acostarte conmigo. Estoy agradecido. Estaría ahora mismo de rodillas dando gracias a Dios si no estuvieras en mi regazo.- Sus labios se torcieron en una sonrisa.- Lo que pasa es que no quiero que te acuestes conmigo solo por que piensas que me vas a perder, se cualquier manera. Muerte o ex. Haz tu elección.

Resopló y se movió en mi regazo, lo que provocó que nuestros ojos se cruzaran mientas se frotaba contra mi polla.

-No solo quiero dormir contigo por eso. Te deseo, Edward. Ya lo sabes. No eres un idiota.- Claro que lo era porque no la tenía desnuda ahora mismo sobre mi cama.

La besé suavemente y gemí cuando sus brazos se enrollaron alrededor de mi cuello. Suave, Cullen. Ahora ella pensará que van ha hacerlo. Me aparté y aflojó su agarre.

-Bella, yo también te deseo, pero no me voy a acostar contigo porque pienses que estamos en una especie de crisis de tiempo. No vas a ser atropellada por un autobús. Yo tampoco. Y¡por supuesto que no voy a ir corriendo a Tanya! Pensé que lo había dejado claro por teléfono.-Ella me soltó y trató de salir de mi regazo, pero la agarré por la cintura y la mantuve quieta, al parecer soy una especie de masoquista que me gusta ser torturado. Tenerla en el otro extremo del sofá sería mas fácil, pero no preferible.- Cariño, háblame.

-Se que lo dijiste, pero es fácil decirlo cuando estás en otro estado. ¿Todavía lo sigues pensando cuando estamos en la misma habitación y se pueden ver nuestras diferencias?- No entendía porque era tan insegura. Era tan hermosa como Tanya, bueno, aún mas porque no era una perra rabiosa que pensaba que era mejor que los demás.

Bella no me estaba mirando, así que incliné la cara hacia la suya.

-Eres la única que ves la diferencia entre nosotros, Bella, yo lo tengo muy claro. Conozco a Tanya y te estoy conociendo a ti, y me he preocupado por ti en ocho días mas de lo que lo he hecho por ella en ocho meses. Tal vez la razón sea lo gilipollas que era en ese momento, pero es la pura verdad.

Me sonrió y me dio un beso rápido en la mejilla.

-Lo siento, se que estoy siendo una estúpida insegura pero es que eres Edward Cullen y no puedo creer que estés conmigo, y mucho menos que te guste más que una persona como Tanya.

Me reí y la acaricié el cuello.

-Te juro que no dirás eso después del miércoles. Me preguntarás cómo la soportaba y no tendré respuesta, porque sinceramente no sé cómo me las arreglé para estar con ella tanto tiempo.

Frunció los labios.

-¿De verdad era tan malo?

¿Cómo respondía a esa pregunta?

-Ella puede ser agradable, cuando le conviene. También puede ser fría y matar con la mirada. Depende de lo que quiera de ti. Tanya... es Tanya. Se trata de lo que pueden hacer por ella, sino puede hacer nada es como si no existieras.

-¿Por qué estabas con ella?- Parecía desconcertada y no podía culparla.

La acaricié el pelo mientras pensaba en eso.

-En realidad era fácil. Lauren me dañó y era fácil estar con alguien que no me importaba demasiado. Tenía a alguien que me acompañara en fiestas y partidos benéficos, eso fue todo. Tuvimos una química decente...- Paré para asegurarme que no estaba irritada, pero sólo me miraba con interés.- Pero fue solo eso. Teníamos muy poco en común y nada de lo que hablar que no fuera donde teníamos que ir y que íbamos a ver. He pasado mas tiempo contigo hablando por teléfono de lo que lo hice con ella en toda la relación.

Apoyó la cabeza en mi hombro y seguí acariciando su pelo.

-Así que básicamente estás diciendo que estoy haciendo el ridículo por querer acostarme contigo esta noche.

-No, nunca es ridículo querer acostarse conmigo. Espero que quieras dormir conmigo todas las noches.- Ella golpeó mi brazo y yo me reí.- No es más ridículo que pensar que deberías hacerlo porque me puedas perder. No me voy a ninguna parte, no antes de haber dormido contigo- Esperé, ya que eso merecía un golpe más fuerte, un puñetazo en el estómago. Menos mal que ella no pegaba con fuerza.

-Idiota.

-Bueno, tu quieres dormir con un idiota así que... ¿Eso en que te convierte?

Ella se rió y me besó el cuello.

-Inteligente. Puedes ser un idiota pero uno muy sexy.- Me uní a sus risas.

-¿Así que me quieres por mi cuerpo?- Empecé ha hacerla cosquillas en los costados y chilló.- ¡Admítelo!, ¡me estás usando como un juguete!

-¡Si!-Gritó sin aliento mientras seguía con las cosquillas.- Eres muy guapo.

-¿Guapo? Un hombre nunca quiere oír eso, Bella.- Deje de hacerla cosquillas para que pudiera recuperar el aliento.

-Lo eres.- Trazó mi mandíbula con su dedo índice y no pude resistir y mordisquee sus dedos. Sus ojos marrones parecían casi negros mientras chupaba suavemente su índice y su dedo corazón.- Edward,- dijo mi nombre en voz tan baja que apenas pude oírlo. Estaba duro como una roca y quería mandar a la mierda todo y llevarla ahora a la cama, pero después de nuestra conversación no podía o ¿podría hacerlo? ¿Había algo malo en ello? Habíamos hablado de Tanya y es de esperar que esa razón ya se la había quitado de la cabeza y técnicamente tenía razón y podíamos morir uno de nosotros mañana... no me gustaría ser un cabreado fantasma si no llegaba a estar con una chica al menos una vez. Aunque una vez no iba a estar del todo bien.

El telefonillo sonó y sabía que era la pizza, así que a regañadientes la solté. Salvado o condenado por la campana.

-La comida.- Seguían llamando y Bella bajó de mi regazo.- ¿Bella?- Me miró con curiosidad mientras cogía su cerveza.

-¿Qué?

-Me preguntaba, si después del rodaje del miércoles y la reunión con Emmett y Rose el viernes...- Dios, ¿enserio lo iba a decir? Ella asintió con la cabeza indicándome que continuara.- Si todavía me quieres después de haber pasado por todo... Joder. ¿Te quedarías aquí el viernes por la noche?

Su hermoso rostro se iluminó y ella dejó la cerveza y saltó a mis brazos.

-Si, Edward.

Dejé escapar un suspiro de alivio que había estado conteniendo. Gracias a Dios.

-Esta bien. ¿Que tal si comemos y vemos la cinta y hacemos nuestro mejor esfuerzo para mantener nuestras manos quietas hasta el viernes?

Ella se rió y me soltó.

-No hago promesas.

Me reí y la besé suavemente antes de dirigirme a la puerta.

-Yo tampoco, Bella, a excepción de esta: el viernes por la noche va a ser increíble.- La oí jadear detrás de mi y me fui riendo todo el camino hasta la puerta. Al menos había algo que hiciera que pasara la grabación y la barbacoa. Si durábamos.

 

 

….................................................................

 

Bueno chicas aquí estoy otra vez. ¿Qué os ha parecido el capítulo?

Me habéis tenido abandonada durante estas semanas, ningún comentario sobre que os está pareciendo y ningún votito, espero que me dejéis alguna señal para saber si os va gustando la historia y así poder motivarme y seguir traduciendo, aunque esto no signifique que valla a dejar la historia a medias si no lo hacéis, si no que me animaré mas.

Bueno, nada mas. Un beso a todas y hasta la semana que viene!

Capítulo 8: Bandera en el juego Capítulo 10: Contacto ilegal

 
14440021 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10758 usuarios