Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133936
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

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También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

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Capítulo 28: Fuerza de tirador

EPOV

 

 

-Sólo he venido a ofrecerte otra oportunidad para que arregles el haberte comportado como una zorra antes. Te perdono, si me das un poco de lo que Cullen disfruta cada noche.

-Dan, ya te dije que no me interesa.

-¿Qué?- Grité, fuera de mi cama, corriendo hacia los zapatos. Tropecé al tratar de ponerme los dos a la vez y dejé caer mi teléfono.- ¡Será hijo de puta!- El pánico me estaba ahogando. Jasper salió del cuarto de baño de la habitación que compartíamos y me miró fijamente.

-¿Qué coño estás...?

-¡El imbécil de Dan está borracho en la habitación de Bella!- me lancé hacia él, dirigiéndome a la puerta. Me agarró del brazo mientras pasaba por su lado y le gruñí.- ¡Tengo que ir!

-¡Lo sé! Sólo para y piensa un segundo-, dijo, corriendo a ponerse las zapatillas y cogiendo la llave de la habitación.- Tenemos que conseguir llegar allí. No tenemos coche. Tal vez deberíamos llamar a...

¿Cuál era el problema? ¿Por qué estaba de pie haciendo unos putos planes mientras había un idiota en la puerta de Bella borracho haciendo Dios sabe qué? Tenía que llegar ya. Abrí la puerta y salí al pasillo. Ya haría los planes mientras llegaba a la habitación de Bella y le daba una paliza al capullo que se había atrevido a decir esas gilipolleces a ella. Sabía que tenía que haber hecho algo antes, pero no, Bella me había pedido que no lo hiciera y yo la había escuchado. Y ahora... joder, ni siquiera podía terminar la frase. Si le ponía una mano encima, lo mataría.

Me fui enfadado por el pasillo y vi que la puerta de delante se abría. Emmett salió, la expresión de su rostro era seria y llevaba el teléfono en la oreja.

-No intentes pararme-, le dije, pasando por su lado.

-¿Pararte? ¡Qué idiota! Vamos contigo. Pero necesitas un transporte, imbécil. Llamé a recepción, hay un coche esperando.- No me molesté en preguntar, sólo asentí con la cabeza y pulsé al botón del ascensor. Jasper corrió hacia nosotros cuando la puerta se abrió.- Va a estar bien. Vamos a solucionar esto.- El tono de Emmett era duro al igual que su expresión.

-Sira, se que quieres ir a lanzarte primero y preguntar después, pero está claro que uno de nosotros debe ser el cuerdo y por desgracia tengo que ser yo.- Jasper se pasó la mano por el pelo e hizo una mueca.- Hay que pensar en qué podría decir la prensa si...

-¡A la mierda la prensa!- Grité, mis puños estaban cerrados para no golpear a mis mejores amigos.- No estaba haciendo nada malo y no tenía la necesidad de oír todo eso en ese momento.- ¿Crees que eso es lo que me preocupa ahora?

Los ascensores se abrieron y Emmett caminó a recepción, hablando con el conserje mientras Jasper y yo salíamos del hotel. El coche ya estaba ahí, por lo menos eso supuse. Un coche de cuatro puertas azul, un Ford Escort o algo así. Emmett salió y corrió alrededor del coche, para conducir. Me metí a su lado y Jasper se deslizó en la parte trasera.

-Sé que no estás preocupado por la prensa-, Jasper lo intentó de nuevo cuando Emmett salió del aparcamiento. Mantuve mis puños a ambos lados de mi cabeza, haciendo lo posible para mantener mi furia a raya. Guardándola para él. Dan Muller. No iba a saber cuando empiece a golpearle.- Pero hay que pensar en Bella. Su carrera se iría a la mierda si vas allí y le das.

-Si la toca, está muerto-, dije con los dientes apretados.

-Está bien, pero ¿y si no lo hace? Todavía no sé lo que has oído, pero tal vez él lo dijo y le mandó a la mierda y eso fue todo.

Respiré hondo e intenté concentrarme en esa idea. Tal vez no la había tocado. Tal vez Bella estaba llamándome en ese momento para decirme que todo iba bien. ¿Por qué no había llamado? ¿Dónde coño estaba mi teléfono?

-¿Donde está mi teléfono?

Jasper gruñó y Emmett se encogió de hombros y me entregó el suyo. Marqué el número de Bella y sonó y sonó, pero no hubo respuesta.

-Joder, no contesta.- Imágenes de lo que la podía estar pasando pasaron por mi cabeza y dejé escapar un grito de frustración. Joder, que no la hagan nada. Haré todo lo que Dios quiera siempre y cuando esté bien. Sentí las lágrimas intentando escapar al recordar su sonrisa de apenas unas horas antes. Tenía que estar bien.

Jasper sacó su teléfono y llamó.

-Best Western Grant Park gracias.- Esperó unos segundo y luego continuó hablando.- Necesito contactar con la habitación de Isabella Swan, por favor.- Esperé, conteniendo la respiración y Jasper frunció el ceño.- Está comunicando.- ¿Por qué comunicaba? ¿Y si había desenchufado el teléfono para que no pidiera ayuda? Imágenes me asaltaron y sacudí la cabeza.

-Llama a la seguridad del hotel-, pedí. Tal vez si no podíamos llegar y...

-Mierda, se nos podía haber ocurrido. Ya estamos.- Emmett gruñó mientras entraba en el aparcamiento y frenaba de golpe, casi me hace estrellarme contra el parabrisas. Me las arregle para salir antes de que lo apagara y me fui hacia la recepción.

-Necesito el número de la habitación de Bella Swan.- Me atraganté con las palabras, tratando mantener el pánico a raya, pero claramente había fallado. La mujer de detrás del mostrador me miró y se encogió un poco ante mi rostro enloquecido.-¡Lo necesito ahora!- Grité.

-Jesús, de esta forma no conseguirás nada.- Emmett me apartó del mostrador. Intenté llegar de nuevo, pero me mantuvo inmóvil mientras Jasper hablaba en voz baja con la mujer rubia. Ella negó con la cabeza, mirando hacia mí. Jasper extendió la mano y la tocó el brazo justo cuando estaba a punto de golpear a Emmett y salir corriendo por el hotel, llamándola a gritos. Jasper metió la mano en su cartera y la dio dinero. Ella frunció el ceño y me miró de nuevo antes de mirar algo en el ordenador y decírselo. Volvió con nosotros.

-Habitación 224, vamos.- Me deshice del agarre de Emmett y corrí hacia la escalera. A la mierda el ascensor. Estaban justo detrás de mí cuando corrí por las escaleras, golpeando la puerta de metal. Estaba en frente de la habitación 201. Corrí por el pasillo, con mis amigos sobre mis talones y llegué a la 224. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que me había llamado, pero parecía que habían pasado miles de años. Intenté abrir la puerta y no abrió, así que la llamé gritando su nombre. Por favor, por favor, que esté bien.

La puerta se abrió y allí estaba ella, con los ojos abiertos, sin manchas y perfecta. La rodeé con los brazos, enterrando mi cara en su cuello y celebrando que estuviera bien. Sentí que las lágrimas que antes había luchado por contener salían del alivio.

-¿Estás bien? ¿Te duele algo?

Se aferró a mí y sentí sus labios moviéndose en la coronilla de mi cabeza.

-Estoy bien. ¿Qué haces aquí?

Me aparté un poco, para poder mirarla.

-¿Qué quieres decir? ¿Qué que estamos haciendo aquí? Ese gilipollas estaba en la puerta de tu habitación diciendo que quería...- No podía repetir las palabras. Ni siquiera pensar en eso.- Claro que estamos aquí. Intenté llamarte. ¿Por qué no contestabas?

Suspiró y me agarró la cara con ambas manos, limpiando mis lágrimas.

-Ven aquí idiota. Y vosotros también sois unos idiotas.- Entré a su habitación seguido de Jasper y Emmett.- No respondí porque me agarró la muñeca y se me cayó el teléfono. Golpeó el azulejo del baño y ahora no se enciende.- Miré en dirección al baño. Aferré sus muñecas y las inspeccioné, no estaban dañadas. Sin embargo, la había tocado y pagará por ello.

-¿Qué mas hizo?- Emmet preguntó en voz baja. Casi sonrío. Conocía esa voz. Era la que ponía en el campo, justo antes del partido, cuando iba a salir.

Bella negó con la cabeza. Que guapa era. No podía dejar de tocarla. Pasé los dedos por sus brazos, trazando su piel ligeramente bronceada.

-Nada.- La miré y resopló.- Intentó entrar a mi habitación. Puse una mano en su pecho para detenerlo. Me agarró la muñeca libre, fue cuando se me cayó el teléfono. Después me colgaste.- Me miró y encogí los hombros. No quería hacerlo. Se me cayó el teléfono y no tuve tiempo para cogerlo, porque tenía que llegar a ella. No iba a pedir disculpas por eso.- Así que le dí un puñetazo en la nariz, me soltó la muñeca y gritó. Le cerré la puerta en las narices. Debe estar buscando hielo.

-¿Por qué el teléfono de la habitación comunicaba?- Preguntó Jasper. Se paseaba por la habitación como un tigre enjaulado y Emmett avanzaba lentamente hacia la puerta. Querían ir a buscarlo y yo también, pero no quería dejar a Bella. No podía. No lo iba ha hacer.

-Porque estaba tratando de llamar a mi novio para que no viniera como un ángel vengador.- Me revolvió el pelo juguetonamente con su mano derecha y sentí que el miedo desvanecía un poco ante su cariñoso toque. Saqué la mano de mi pelo y la miré los nudillos, estaban un poco hinchados.

-Jas, ¿puedes ir a por un poco de hielo?-Cogió el cubo sin decir nada y fue ha la nevera. Emmett miró por encima de su hombro a la mano.

-Le diste bien, ¿verdad?

Bella sonrió.

-Claro que si. Mi padre es policía. ¿Crees que no me enseñó un poco de autodefensa?

Emmett se acercó y envolvió a Bella por detrás con sus brazos.

-¿Sabes lo que nos has hecho pasar, Layla Ali? ¡No lo vuelvas ha hacer!- Me soltó las manos y se volvió para abrazarle-

-No ha sido intencionado. Pensé que era mi cena. Fue una estupidez. Debí haber mirado antes por la mirilla. Ni siquiera lo pensé.- Quería regañarla, pero no tenía fuerzas para eso. Me desplomé en la cama y Bella se sentó junto a mí después de que Emmett la soltara e inmediatamente la envolví con mi brazo izquierdo, abrazándola tan cerca como podía. Jasper volvió con un cubo de hielo, cogió la toalla del cuarto de baño, envolviendo en ella un poco de hielo y se la entregó a Bella.

-Gracias-, le dijo con una pequeña sonrisa. Se agachó frente a ella y la miró a los ojos.

-¿Estás bien?

Asintió con la cabeza y le dio un abrazo, seguramente estaría incómoda ya que mi brazo estaba aun firmemente envuelto a su alrededor. Jasper la soltó y se sentó con la silla del escritorio enfrente de nosotros. Emmett se sentó al otro lado de Bella en la cama y la cogió la mano izquierda para ponerla bien el hielo. Todos la rodeábamos y casi hubiera deseado que el gilipollas apareciera ahora.

-Entonces, ¿qué hacemos?- Preguntó Emmett.

Abrí la boca para responder, pero Bella se me adelantó.

-No harás nada. Me ocuparé yo.- Puse los ojos en blanco ante su declaración.

-Cariño, lo detuviste esta noche. Eso no significa que mañana venga de nuevo.

-Si lo hace, le volveré a golpear-, nos dijo con vehemencia. Finalmente sonreí, amagado por su fuego y pasión.- O le daré un rodillazo en las pelotas.- Emmett se tapó la entrepierna con las manos y gimió. Después sonrió.

-¿Crees que tu amiga de la recepción te dará otro número de habitación?- Pregunté a Jasper. Emmett se levantó de la cama y se dirigió a la puerta.

-Claro que sí, ¡vallamos a visitar a Dano!

Bella le bloqueó la puerta. Emmett se rió y la cogió en brazos, Bella se removía en sus brazos para soltar su agarre. No lo iba a conseguir.

-No podéis pegar a un reportero. Estaréis en problemas. Goodell os suspenderá, vuestro entrenador os matará y la empresa enloquecerá. No me obliguéis a escribir sobre esto, por favor.

-Pero tenemos que hacer algo.- Dijo Emmett, dejándola caer en mi regazo. La enjaulé con mis brazos y besé su cuello.

-No te apartes esta noche de mis brazos, nena. No lo soportaría.- Se relajó contra mí.

-Entonces no vallas a darle una paliza. No vale la pela.

Oh, claro que valía la pena. Pero no estaba dispuesto a dejarla para ir a por él.

-Bella tiene razón-, dijo Jasper, sentado hacia atrás.- Hay mejores maneras de devolvérsela a ese hijo de puta, sin que nos suspendan o nos metan a la cárcel, no se lo merece.- Esbozó una sonrisa encantadora a Bella y esta se rió. Ella valía la pena.

-Entonces, ¿qué hacemos?- Emmett preguntó, no muy contento por no poder pegar a nadie esta noche. Compartía ese sentimiento, pero no quería dejar a mi chica.

-Simple. Edward juega la carta de estrella y llama a... ¿donde trabaja?

-Fox Sports,- dijo Bella.

-Llamas a la Fox y les dices que no vas a trabajar con Dan y que quieres a otro. Si se lo pones así, ¿a quién crees que elegirán? ¿ A ti o a él?

No era mala idea, aunque prefería sangre.

-¿Y si enviamos a un montón de prostitutas a su habitación y hacemos que la policía le arresten?- Emmett sugirió, con una brillante sonrisa en su rostro.

-Emmett McCarty, ¿cómo sabes cómo conseguir prostitutas en Chicago?- Preguntó Bella. La cara de Em cayó un momento y luego sonrió. Intentó responderle.- ¿Tengo que llamar a Rose para contárselo?

-¡Dios, no, no llames a Rosie!- gritó, levantando las manos en señal de rendición.

-No putas, no pelas, no policía-, Bella nos dijo, instalándose de nuevo en mis brazos.

-Eso no es divertido-, Emmett murmuró con desaliento.

Jasper resopló.

-Lo siento, Em, tendrás que dejar a tus putas para otro día.

-No creas que no lo haré-, nos dijo, haciendo un mohín.

Enterré mi nariz en el cabello de Bella y respiré hondo. Nunca había olido mejor para mí, o se sintió como ahora en mis brazos. Nunca había estado tan asustado en toda mi vida. Me sentía agotado, ahora que la adrenalina cesó.

-En serio, creo que deberíamos considerar mi idea. Lo despedirán al negarte a trabajar con él-, insistió Jasper.

-Entonces tendrás que explicar por qué-, dijo Bella.- Saldrá a la luz y no quiero ser tratada más diferente de como ya me tratan.- Hice una mueca, odiaba que salir conmigo la causara todo esto. Se volvió entre mis brazos y me apretó la mandíbula.- No me arrepiento en ningún momento.- Me besó y sus labios sobre los míos hicieron desaparecer el temor y la cólera. Me aferré a ella con fuerza. Era mi tabla de salvación.

-Vale-, dijo Jasper, cuando cogimos aire.- ¿Y si consigues que te haga una entrevista privada? O no aparecerá porque esté muy asustado, y entonces parecerá poco profesional ante sus jefes y le despedirán, o aparece y le asustas.

Me gustaba. Me gustaban las dos cosas. Sentí que la sonrisa me elevaba los labios y los ojos de Bella se encontraron son los míos. Me sonrió y sabía que también la gustaba esa idea.

-Pero, ¿qué haremos?- Emmett se quejó.- Nadie se mete con nuestra niña y se sale con la suya.

-Bueno, podrías aparecer en la puerta mirándole ferozmente cuando huya de Edward.- Emmett se vería un poco satisfecho con la idea y asintió con la cabeza.

-Está bien. Llama a tu chica y dila que lo haga-, Emmett dijo.

Jasper rió y sacó su teléfono.

-¿Te parece bien, Bella?

Se encogió de hombros.

-Parece más seguro que las otras opciones, pero ¿con qué lo amenazarás?

-Tendría que decir lo que ha pasado para que me amenacemos, ¿no? No creo que vuelva de nuevo.- Respondió Jasper.

Bella se inclinó hacia mí y dejó escapar un suspiro.

-Vale, hazlo.- Sonreí y la besé con fuerza. Le asustaría para que no volviera.

Llamó a Alice y la resumió los acontecimientos, mientras Emmett se entretuvo en relatar mi comportamiento desde que hablé con ella.

-¡Quería pegarme!- anunció alegremente.

-Aún podría hacerlo, ya que no estoy autorizado para liberar mi enfado con el imbécil de Dan,- le dije, apretando mis manos a la cintura de Bella.

-No, porque me amas.- Batió sus pestañas hacia mí y me dio una palmadita en el brazo.

-Te quiero porque condujiste como un loco y nos trajiste aquí en tiempo récord.

Emmett sonrió.

-Fueron mis habilidades de conducción lo que enamoró a mi Rosie.

-O tu falta de ellas-, respondí.

-Muy bien, todo listo-, nos dijo Jasper.- Alice me llamó y concertó una reunión para mañana al mediodía, ya que estarás libre para el almuerzo. Si no aparece, conseguiremos despedirle.- Sonrió a Bella.- Um, puede que mañana la tengas que llamar y darle los detalles. Ahora mismo está llena de trabajo.

Suspiró.

-Seguro que si. La llamaré. Tengo que conseguir un nuevo teléfono.

-Tu y Edward habéis tenido una mala semana con los teléfonos- Jasper nos dijo con una sonrisa. Inclinó la cabeza hacia Emmett y se levantó.- Será mejor que volvamos. El toque de queda es en una hora.

Bella empezó a moverse, pero la mantuve firme.

-Me voy a quedar aquí esta noche.- No había forma en la tierra de que la dejara con ese monstruo deambulando cerca. Si volvía, se llevaría una sorpresa agradable.

-¡No puedes! Te meterás en serios problemas si no estás en tu habitación-, Bella protestó.

Miré a Emmett y Jasper.

-¿Me cubrís?

Emmett sonrió.

-Por favor, la próxima vez que sea un reto. Lo tenemos controlado, Michelle Rodríguez.- Aseguró a Bella.

Jasper se rió.

-Esto va a ser interesante. Asegúrate de estar en el desayuno.

-Lo haré.

Se despidieron y al final me quedé solo con mi chica. La besé, pasando mis manos por su pelo y deslizando mi lengua entre sus labios mientras ella gemía suavemente. Sus manos se deslizaron por debajo de mi camiseta y gruñí ante su toque. La fui besando en la mejilla y la mandíbula.

-A Ted no le gustará como trabajo-., murmuró mientras la besaba justo debajo de la oreja izquierda.

-Podrías hacerme una pregunta acerca del entrenamiento-, le dije, deslizando la mano por debajo de su camiseta y apretando su pecho izquierdo ligeramente.

-Um, ¿te fue bien?- dijo con voz ahogada mientras mordía su lóbulo.

-No, pero está apunto de serlo.- Me recosté y tiré de ella encima de mí.- Necesito más de una sesión de ejercicio, ¿estás preparada?- Tenía que estar con ella. A pesar de no poderla ver con mis ojos, necesitaba nuestra conexión esta noche.

Se rió y se quitó la camiseta, mi camiseta en realidad, lo que hacía ver muy sexy.

-No puedo tenerte sin entrenar para un importante partido.- Sus labios estaban en los mío, mis manos en su piel y el mundo estaba bien de nuevo.

 

.

 

Miré el reloj de la pared de la sala de reuniones del hotel. 11:55. En cualquier momento el imbécil que había estado acosando a mi chica entraría por la puerta. Si finalmente viene. Aparté la ensalada de pollo que me estaba comiendo y me senté. Esperaba tener la satisfacción de que apareciera. Dejar a Bella esta mañana había sido muy difícil para mi. Me sentía nervioso cada segundo que no estaba tocándola. Tenía la esperanza de que esto pasara, no podíamos pasar más tiempo juntos, aunque sería una idea agradable.

Había llegado tarde a desayunar, pero el entrenador no me dijo nada cuando me senté. No sabía que había ocurrido, pero sabía que Emmett había hecho algo con unos extintores. El entrenador estaba muy enfadado con él y le iban a multar, aunque no le molestara en absoluto. Cuando me ofrecí a pagarlo yo, no quiso hablar de ello, diciendo que fue épico y que era lo que importaba. Había tenido que correr más como castigo y me sentía culpable por eso.

11:58. Saqué mi móvil y me dispuse a llamar a Alice, por si acaso no se presentaba. Envié un mensaje a Bella diciendo que la echaba de menos. Justo cuando lo envié, un hombre entró en la habitación. No le conocía de antes, pero sabía que era él porque tenía una venda en la nariz y alrededor de esta estaba morado. Joder, mi chica tenía un gancho perfecto. Me puse de pie y le tendí la mano. Me miraba cautelosamente y cogió mi mano de la misma manera. La apreté un poco más fuerte de lo apropiado, no tanto como quisiera, pero de todas formas hizo una mueca. Maldito cobarde. Mediría unos 180 cm, pelo castaño y ojos azules, aunque en estos momentos estaban un poco morados. Eso me encantó.

-Hola, Dan. ¿Quiere tomar asiento?- El plan era el siguiente: iba a responder a sus preguntas hasta que estuviera cómodo y cuando menos se lo esperaba terminaría la entrevista y procedería al siguiente paso del plan. Iba a ser un desafío no volver a romperle na nariz, pero no lo hago porque Bella me prohibió meterme en problemas en su nombre. Me irritaba, pero no quería causarla más problemas de los que ya tenía por salir conmigo.

Se sentó, sacando una grabadora de su maletín y encendiéndolo.

-Para que lo sepas, voy a grabar la entrevista.- Me pregunté si su voz era por lo general tal alta o si no era que estaba muerto de miedo. Probablemente este último. Le sonreí.

-Por supuesto. No me gustaría ser malinterpretado.- Clavé el tenedor en mi ensalada para acentuar mi declaración y Dan palideció. Contuve una risita. Esto podría llegar a ser más divertido que pegarle.

-Espero que no le importe si como mientras hablamos. Ha sido un fin de semana más ocupado de lo habitual.- Porque no has podido tener quietas tus malditas manos.

-Um, no hay problema.- Traga saliva y me miró expectante. Vamos a seguir, no tengo todo el día.

-Así que, um, ¿probabilidades crees que tenéis mañana para ganar a los Bears?

Resistí ante el impulso de rodar mis ojos.

-Bueno, va a ser un desafío. Tienen una presión feroz en el pase y Cutler está teniendo un buen año. Tenemos que proteger el balón y tratar de mantener la defensa en sus talones.- Preguntas ridículas y respuestas igual. Dan no era ni la mitad de reportero que Bella. Nunca empezaría una entrevista de esta manera tan ridícula.

Sus hombros se van relajando poco a poco mientras respondo a preguntas simples, cosas fundamentales sobre los partidos.

-¿Puedo preguntar por qué me has elegido para hacer una entrevista privada?- La tensión volvió a su cuerpo y se sentó recto en la silla. Por supuesto, sospechaba el por qué de de la entrevista, pero no podía decir aún la causa real, seguía grabando.

-La verdad es que mi relaciones públicas pensó que sería una buena idea si le concedía una entrevista privada a la prensa escrita y a la televisión en general, todo al mismo tiempo, pensó que era una forma divertida y diferente para llegar a otro público.- ¿Te vale esa respuesta?

Sonrió. Flexioné mis dedos sobre la mesa, porque me apetecía borrar esa sonrisa de un golpe. Era evidente que no sabía que yo sabía porque tenía la cara así. Como si no hubiera hablado con mi novia desde la noche anterior.

-Tienes una relación especial con un determinado miembro de la empresa,- dijo con picardía. Joder, incluso se atreve a sacar ese tema. Alcé una ceja y esperé a oir lo que tenía que decir, mis músculos estaban bloqueados para no lanzarme sobre él sobre la mesa para romperle la cara.- ¿Es raro salir con un periodista?

Sonreí.

-No, no es raro. Es gratificante estar con alguien que ama y conoce este juego tanto como mi Bella lo hace.- Hice énfasis en la palabra mi.

-Apuesto que si-. Sus labios temblaban y mi mano derecha se flexionó en un puño debajo de la mesa. Solo un golpe no sería malo, ¿vedad? Podría decir que estaba intentando enderezar su nariz. Le estaría haciendo un favor.

Me estiré sobre la mesa y sus ojos se abrieron cómicamente. Si tan solo le pudiera golpear... pero había hecho una promesa a Bella y no la iba a romper. Apagué la grabadora y sonreí.

-¿Crees que tienes bastante para tu último artículo?

Parecía confundido, claro que lo estaba.

-¿Último artículo? Creo que tengo todo lo que necesito y te doy las gracias por su tiempo.- Empezó a levantarse y me alzó la mano, rodeé la mesa rápidamente, agarrando su hombro y obligándole a sentarse de nuevo.- Lo que...

-Aún no hemos terminado, Danny-, le dije, dándole un empujón no tan suave para asegurarme de que su culo no se apartaba de su asiento. Me apoyé en la mesa y le lancé una sonrisa brillante.

-Pero si dijiste...

-Dije que la entrevista había terminado, no que todo haya terminado. Parece que tienes un pequeño problema con lo que no es tuyo, Daniel, y pensé que te iba ha hacer un favor ayudándote a entender ese concepto.

El miedo brilló en sus ojos.

-No sé lo que quieres decir.

-Claro que sí, Dan. Por esa razón entraste con miedo. Por esa razón probablemente no quisiste aceptar esta entrevista cuando tu jefe te llamó. Por esa razón parece que tu cara se ha estampado en la mesa, cosa que ha estado cerca de suceder.

Trató de levantarse de la mesa, pero le mantuve en su lugar.

-Si me pones una mano encima, llamaré a la policía.

-¿Y qué dirás? ¿Que anoche fuiste a la habitación de mi novia borracho y exigente por sexo? ¿Que la agarraste la muñeca y la empujaste a la habitación? ¿Qué no puedes con una mujer de la mitad de tu tamaño y que te echó de su habitación después de reventarte la nariz? ¿Piensas decirles todo eso?- Su piel estaba pálida y estaba sudando.- ¿O les dirás lo que la has estado diciendo de forma insultante delante de testigos? Debo decir, Muller, he conocido a muchos periodistas gilipollas a lo largo de mi vida, pero tu te llevas el premio.

-No he hecho nada-, protestó débilmente.

-¿No? ¿No fuiste a su puerta anoche y la pediste que te diera lo que me da a mi todas las noches? Porque estaba hablando yo con ella en ese momento por teléfono y tengo que decir que quién lo dijo tiene una voz igualita que la tuya.

-Mira, estaba borracho y...

-No estabas borracho cuando la dijiste el primer día sobre cómo ponía sus piernas encima de mí y la preguntaste si se acostaba con los periodista para mantenerlos callados sobre nuestra relación, ¿verdad?- Mi voz fue subiendo cada vez más de tono, pero no me importaba. Emmett y Jasper estaban cerca y no iban a dejar que nadie entrara en la habitación.

-Claro que pasó-, murmuró.

-¿Perdona? No te he oído.- Tenía que comprobar que era lo suficientemente hombre como para hablar de sus acusación sobre mi novia.

-Lo dije, claro que si. Creo que hemos terminado-. Comenzó de nuevo a levantarse y le dí con la mano en el hombro para que se volviera a sentar, empujando con fuerza.

Me acerqué a su oído y esta vez hablé muy bajo.

-Acabaremos cuando yo lo diga. ¿Entiendes?- Asintió con la cabeza lentamente, con los ojos abiertos y asustados. Bien.

-Ahora, ¿estás molesto porque mi novia me comentara tu comportamiento? Dime, Dan, ¿tienes novia?- Hice una pausa mientras él negaba.- Claro que no. ¿Qué mujer en su sano juicio querría pasar tiempo contigo? Claramente no sabes nada sobre relaciones, deja que te ilumine. Una pareja cuida el uno del otro en lo mano y en lo bueno. Le cuanto a Bella mi día. Ella me habla del suyo. No ha entrado en detalles sobre tus comentarios hasta que anoche te presentaste en su habitación. Estaba un poco molesto y me contó todo lo que había dicho y hecho. Como viste anoche, Bella sabe cuidarse sola.- Parecía que estaba apunto de levantarse de nuevo, pero vio mi cara y no se atrevió.- Bonita nariz. Creo que nunca has tenido mejor aspecto. Tienes suerte de que ella se encargara de esto antes de que yo tuviera oportunidad, o no habrías sido capaz de entrar en esta habitación.

-¿Me estás amenazando? Voy a informar sobre esto-, dijo, con voz débil.

-¿Y qué les dirás? No hay testigos. Viniste con este aspecto. No te he puesto la mano encima. En todo caso, tenemos una prueba de que en todo momento he sido cordial-, levanté la grabadora y sonreí.

Sus ojos se estrecharon.

-Entonces denunciaré a tu preciosa novia. ¡La detendrán!

Qué estúpido. ¿Realmente es tan tonto como para amenazar a mi novia delante de mí? Le miré.

-Bueno, pensemos un minuto en eso, Dan. Si les dices que Bella te golpeó, en primer lugar, vas a tener que admitir que una chica pudo contigo, lo que es patético, pero que no sorprenderá a nadie, ya que eres un poco débil. En segundo lugar, vas a tener que contar por qué te presentaste anoche en su habitación, borracho. En tercer lugar, cada reportero sabe cómo te comportas con Bella y eres tu el malo de la película según sus puntos de vista. Y cuarto, tu jefe recibirá una llamada mía y de todos los deportistas que conozco, diciéndoles que si continúan trabajando con un acosador, no les concederemos ninguna entrevista o acceso. Tengo un montón de amigos y, Dan, te garantizo que están más que dispuestos a ayudarme.- Tragó saliva, pero no dijo nada.- Así que harás lo que te diga. Uno, no se lo contarás a nadie, nada, ni siquiera por qué coño tienes la nariz rota. Dos, no mirarás, hablarás ni pensarás en Bella Swan. Tres, solicita un traslado, de inmediato. ME aseguraré de que nadie de los Cardinals de Arizona te hablen si no lo haces. Si crees que no tengo ese poder, te equivocas.- Fui enumerando los puntos con los dedos para enfatizar cada uno de ellos.

-No es posible que...

-Puedo y lo haré, Dan. Puedo conseguir ahora mismo el teléfono del propietario de la Fox si no me crees. No tengo reparos en decirle la basura que trabaja para él. Lo único que me retiene es Bella que no debería lidiar con más mierdas por tu culpa ni por los de tu clase. Me pidió que no te hiciera nada. Y porque la amo, estoy de acuerdo. Pero si no estás de acuerdo con mis términos, puedo hacer lo que he estado deseando hacer desde la primera vez que abriste la boca y enseñarte lo imbécil que has sido. ¿Quieres?

Ahora respiraba ruidosamente y parecía un animal acorralado. No era tan satisfactorio como mi puño en su cara, pero era divertido. Negó con la cabeza lentamente.

Me eché hacia atrás y le sonreí.

-Bueno, entonces, te lo dejo para tu imaginación. Estoy seguro que tienes una muy buena, ya que imaginaste lo que le hacía a Bella por las noches. Puedes irte.

Apartó la silla y se puso de pie de forma inestable. Le vi caminar hacia la puerta cuando Emmett y Jasper entraron por la puerta, llenando con sus anchos hombros la puerta. Sus expresiones expresaban ira y odio. Dan llegó al centro y nos miró alternativamente.

-Sólo una cosa más, Dan.- Me puse de pie y caminé lentamente hacia él. Dio un paso más hacia la puerta, pero se detuvo al ver que ahí estaban mis amigos. Estaba atrapado y lo sabía.

Me puse a menos de un metro de él, mirándole.

-Para mí es muy fácil llegar a ti, como acabas de ver. No lo olvides. Leeré tu artículo. Si dice algo que no me gusta, todas esas cosas que imaginas que puedo hacerte, no llegan a compararse con lo que te haré. ¿Entendido?

Asintió con la cabeza.

-No te he oído.

-Si-, dijo en voz baja, mirando a mis amigos y a mí con una mirada de terror.

-¿Y solicitarás la transferencia?- Asintió otra vez.- Bueno. Si necesitas una referencia, ponlos en contacto conmigo. Estaré feliz de decirles cómo juegas.

Dejó escapar un grito ahogado, pero no dijo nada.

-Voy a seguir cada paso que das para asegurarte que haces todo lo que te pedí, Dan. No lo dudes.- Sonreí hacia mis amigos.- Em, ¿te gustaría mostrar a nuestro amigo la salida?

-Estaría feliz de hacerlo-. Emmett sonrió amenazadoramente. Extendió la mano y golpeó a Dan en el hombro, lo suficientemente fuerte como para empujarlo unos metros.- Mientras que vamos a la salida, me gustaría hablarte del chico al que envié al hospital el año pasado. Mira...- Su voz se desvaneció mientras conducía al perdedor a la salida.

-Fue divertido-, Jasper dijo, sin siquiera molestarse en ocultar su diversión.

-Lo fue. Golpearle hubiera sido más agradable, pero esto seguramente es más eficaz.

-Le has atemorizado y Em lo va a reforzar. No molestará a Bella.

-Eso espero. Jas, ¿siempre será así?

Suspiró y se pasó una mano por el pelo.

-No lo sé, tío. Me imagino que esto pasará. Y los chicos se agolparán alrededor de Bella. Es muy guapa. Pero sabe manejarlo y tu también.

Hice una mueca ante ese pensamiento y le seguí.

-Mullen era un caso especial. La mayoría de los chicos acepta un no por respuesta. Y si no lo hacen habrá una cola por Phoenix de hombres con la nariz rota-, dijo arrastrando las palabras.

Me reí y le di una palmada en la espalda.

-Le dejó como un cuadro.

-Los dos le habéis dejado así. Ahora vamos a ver si Emmett no le ha metido en el contenedor de la basura o algo así.- La imagen de Dan cubierto de basura me hizo increíblemente feliz.

-O le ayudaremos a hacerlo-. Jasper se rió entre dientes y salió de la habitación. Me sentí mucho mejor al ver que mi chica podía manejarse muy bien sola, pero nunca más tendrá que hacerlo sola. De eso me encargo yo.

 

 

…...................................................

 

Chicas lo siento, enserio, no tengo excusa, como recompensa hasta el 25 de abril intentaré subir dos por semana, ya que he acabado los exámenes y tengo ahora unas “vacaciones”. Y a partir de ahí intentaré volver a como lo hacía al principio uno por semana.

Bueno, hablando del capítulo, ¿qué os ha parecido? A mi este capítulo me encanta personalmente porque ¡por fin Dan se va!! Yupiiii. ¿Queréis saber lo que pasó con los extintores y Emmett? Esta noche subo ese capítulo, es desternillante, aunque con Emmett ¿quién no se ríe? Jajaja

Esta noche nos vemos!!

Un beso.

 

Ps: ¿Votito? ¿Comentario? No creo que pueda pedirlo esta vez... tal vez para la próxima... ;)

Capítulo 27: Interferencias en la defensa Capítulo 29: El Emmettake: Emmett y el extintor.

 
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