Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133949
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

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También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

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Capítulo 8: Bandera en el juego

BPOV

 

Por primera vez en no sé cuanto tiempo esperaba impacientemente y ansiosa a que llegara el lunes. Debería ser ilegal querer que se acabara el fin de semana para iniciar la próxima semana, pero cuando se tenía una cita con un hombre increíblemente sexy, no se podía evitar ¿verdad?

Eché un vistazo al reloj de mi ordenador. Él estaría en el campo de Seattle en un par de horas. Era ridículo, pero le echaba de menos ya. Sólo habíamos pasado un par de noches juntos en las citas, pero parecía que le conocía desde hace mucho tiempo. Tal vez eso se debía a que hablábamos todas las noches después de que llegara a casa de la práctica, por lo general hasta que uno o ambos no podíamos mantener los ojos abiertos por más tiempo. Estaba agotada, pero llena de energía al mismo tiempo.

Terminé el artículo sobre los Pan High Panthers y apagué el editor. Dediqué la tarde a recopilar algunas estadísticas sobre los Seahawks para Buddy mientras él tomaba un avión y se dirigió a Seattle también. Él estaría con Edward. Yo quería estar con Edward. No estar con Edward comenzaba a matarme. Estaba el borde constantemente, mi mente cagó... mierda, estaba caliente. ¿Cómo no voy a estarlo después de verlo todo sudado y hermoso en mi apartamento la otra noche? Sus besos me hicieron olvidar todo acerca de ser disciplinado y tomar las cosas con calma. Ninguno de los dos estábamos haciéndolo muy bien, pero los dos estábamos muy comprometidos, hasta que estábamos cerca el uno del otro. Ambos tendíamos a perder la cabeza en esos momentos.

Mis dedos ansiaban alcanzar el teléfono para llamarlo, aunque probablemente estaba en una reunión o algo así. Sólo quería escuchar su voz sexy, incluso si era en un mensaje de voz.

-Hey, Bella, esto acaba de llegar para ti.- Conners Lauren entró y me entregó una bolsa de Panera. ¿Qué cojones? No había pedido nada.

-¿Panera entrega?

Ella se encogió de hombros y meneó la cabeza.

-Le pregunté al chico lo mismo. Sólo me dijo que tenía órdenes estrictas de dejarlo y no decir nada más. Si no lo traen, ¿quién fue?

Abrí la bolsa y al instante supe quién lo pidió. Me reí mientras sacaba un gran trozo de pan de masa fermentada y una botella de agua. También había un plato de sopa, una sorpresa, y una pequeña nota.

Su pan y agua, mi señora, como quedamos anteriormente. Pensé que podría usar algo un poco más sustancial así que la envié un poco de sopa como bono. Dicen que la sopa de pollo es buena y te mantiene sano y fuerte. Necesito que seas ambas cosas. Pronto. Atentamente, Edward.

Jesús, hacía de repente mucho calor en mi cubículo y no era por la sopa. Pronto. ¿Cómo iba a mantener las manos fuera de ese hombre si me enviaba el pan y el agua con el que bromeamos junto a notas sugerentes? ¿Quién podría resistirse? Tendría que ser mas fuerte que yo.

-Entonces, ¿de quién es?- Lauren me miraba con curiosidad, sus ojos azules estaban muy abiertos. Estaba segura de que mi expresión no me permitiría reclamar que venía de Alice.

-Sólo un amigo.

Ella puso los ojos en blanco.

-Debe muy amigo. ¿Trabaja en Panera o algo así?

No podría aguantar la risa con la imagen de Edward con un delantal verde y repartiendo sopa. ¿Tendría que usar una redecilla? Eso no tenía precio.

-No. Sólo tiene un amigo que lo hace.- O conocía al propietario, lo más probable. Confiaba en que Edward no tuvo que hacer mucho para encontrar la manera de conseguir que le entreguen los alimentos en lugares que no lo hacían. ¿Había dicho alguien no a este hombre? Cierto no lo harían.

-Hmm, la próxima vez que él me envíe algo a mi también. Esa sopa huele muy bien.- Salió y solté un alivio.- Ah, y Bella, quiero detalles.- Se alejó antes de que pudiera responder, y suspiré. Por supuesto que lo quería. Ella y Jessica eran las dos grandes cotillas de la oficina, por lo que cubrían la sección de entretenimiento y chismes del periódico. Si cualquiera de ellas se enteraban que fue Edward Cullen quien me lo envió... bueno, gritarían al igual que los titulares. Era un tema popular en los últimos años.

Abrí la sopa humeante y mi boca se hizo agua, casi tanto como estaba al pensar en el hombre que me lo envió. Arranqué un pedazo de pan y lo sumergí en la sopa y tomó un bocado. Esto era la perfección. Hablando de perfección... Cogí el teléfono y envié un mensaje de texto rápido.

Gracias por el almuerzo, esta rico. ¿Existe algún restaurante de la ciudad que no haga lo que quieras?

Sonreí y volví a mi almuerzo. Era mejor que el yogur de fresa que me esperaba en la nevera. Mi móvil sonó, tenía un mensaje.

Solo Hot Tamales, pero estoy trabajando en ello. Te enviaré algo la semana que viene como signo de victoria. ¿Está bueno?

Me reí mientras escribía mi respuesta.

Increíble. Aunque deberías de haber enviado solo pan y agua. La sopa me hizo gemir al igual que la carne el otro día. Todos los chicos están mirándome.

Eché un vistazo alrededor de mi cubículo, pero por supuesto no había ojos mirándome. Ya lo sabía, pero bueno.

Hmm, eso es lo que me pasa por ser amable. Te interesará saber que acabo de terminar un difícil entrenamiento y me sentí obligado a quitarme la camiseta mientras pasaban las animadoras. Parecían apreciar la vista.

Gilipollas. Ahora estaba pensando en él sin camiseta. Eso no era donde tenía que ir mi mente cuando tenía otro medio día de trabajo.

¿Estabas caminando solo o con Jasper? Porque ya sabes que él está muy bien.

ME reí al imaginarme la cara que pondría. No sabía como era posible pero según Alice él estaba un poco inseguro sobre que Jasper me hubiera visto desnuda. Edward no tenía nada de qué preocuparse. Él era al único que iba a ver, incluso si Jasper estaba desnudo junto a un Edward vestido como un esquimal. El me consumía. Debía asustar a cualquier otro, pero a mí no.

Lindo, Swan. Estaba solo. Una de ellas se ofreció a secarme. ¿Debo aceptar la oferta?

Zorra. Puta animadora. Si, podría ser mentira, pero no podía soportarlo. Soy una hipócrita gigante y lo admito, muchas gracias.

Bueno, supongo que podría, pero entonces me temo que no llegaras a probarme... quiero decir, mi lasaña de nuevo. ¿Se puede vivir con eso?

Me comí mi sopa y esperé su respuesta. Mi broma había hecho que tomara un poco de ventaja y sabía que estaba siendo tonta. Pero estaba segura de que esas porristas estarían dispuestas a lamerle el sudor si las daba alguna oportunidad. Había estado fantaseando yo misma sobre eso aproximadamente 282 veces.

La camiseta de nuevo puesta. No puedo correr el riesgo de no poder probarte... quiero decir, tu lasaña de nuevo. Lo que hemos tenido hasta entonces es lo mejor que he probado.

Por Dios, ¿cómo él sabía siempre decir lo correcto? La tensión de mis hombros desapareció.

Bueno, voy a tener que hacértelo degustar de nuevo... ¿que decía la nota? Ah si, pronto.

Desearía que nuestra comunicación fuera por mensajes de texto. Bueno, toda nuestra comunicación verbal estaba mas que bien. Desde luego, no quería renunciar a lo físico. Sin embargo, no verbal significaba no vómitos verbales. Incluso en nuestras conversaciones telefónicas me las arreglaba para decir algo inapropiado. Él, sin embargo, siempre se reía. Me encantaba eso de él.

Bien, ahora me tengo que ir a las duchas. Trataré de llamarte antes del partido. Disfruta de tu almuerzo.

Me reí mientras le mandaba un mensaje de despedida.

Asegúrate de que sea fría, como las que he tenido que tomar durante toda la semana. Hablamos más tarde.

Trata de no pensar en mi desnudo y mojado cuerpo cubierto con jabón. Se supone que debes estar trabajando después de todo.

La imagen que asaltó mi cerebro era de hecho para darme una ducha fría. Magnífico bastardo. Cerré el teléfono y cerré con llave mi escritorio mientras fui a hablar con Buddy. Necesitaba distraerme con lo que fuera.

Caminé por los cubículos, saludando a los compañeros de trabajos que estaban ocupados en sus artículos, hablando por teléfono o en el caso de Jessica y Lauren, cotilleando, cerca de la sala de empleados. La oficina de Buddy estaba abierta y entré y me senté en el sillón gris. Levantó un dedo para indicarme que terminaba una llamada telefónica y me atendía, se echó hacia atrás, cruzando las manos sobre su pecho. Buddy había jugado en la universidad hace 30 años y no había perdido los músculos en estos años. De hecho, probablemente se había musculado más.

Una sonrisa se extendió por su rostro, mientras se tocaba el bigote castaño y gris.

-Bella, acabo de terminar de leer tu artículo. Es muy bueno. Realmente va mas allá de la X y O, lo has capturado todo: la vista, los sonidos y se siente el partido. Tu trabajo mejora todo el tiempo. No pasará mucho tiempo para que estés en mi puesto.

Sentí una oleada de orgullo ante sus palabras. Era uno de los mejores periodistas deportivos de la nación y tenerlo como mi mentor era increíble. Nunca me trataba de manera diferente tal y como lo hacían los periodistas masculinos, una mujer como reportera deportiva era todavía una rareza en el mundo de la prensa. Las mujeres todavía no tenían costumbre de cubrir los deportes y a menudo nos trataban como ciudadanas de segunda clase. No como amigos. Él me respetaba y me prometió que nunca haría algo para disminuir mis reportajes.

-No creo que pudiera comenzar a aspirar ocupar tu asiento, Buddy.

-¿Me estás llamando gordo, Swan?- Sus ojos castaños brillaban mientras soltaba una sonora carcajada. Los dos sabíamos que no estaba hablando de su tamaño.

-Estoy diciendo lo que veo,- le dije con una sonrisa maliciosa.

-¡Me hieres! Yo aquí felicitándome y tu insultándome a cambio. No importa lo que dije, estas despedida.- Trató de sonar severo, pero no pudo mantenerse serio mas de dos segundos antes de que se riera.- Me gustas, Bella. Me mantienes en pie.

-Eso debe de ser difícil, todo el peso en sólo diez pequeños dedos de los pies.- ¿Quién podía bromear con su jefe como yo? Su risa hacía temblar su estómago.

-Eres un culo inteligente, Swan. Es por eso que es tan bueno tu trabajo. Nunca te tomas a ti o a ellos en serio. Un día vas a trabajar con los profesionales. Grandes partidos, grandes egos, actitudes mas grandes... siempre y cuando mantengas tu sentido del humor, serás capaz de manejarlo.

-¿Todos son iguales?

-No, algunos de ellos son muy buenos.- Mi mente inmediatamente se dirigió a Edward.- Pero todos ellos tienen egos, algunos grandes, otros pequeños, pero pueden llevarse con ellos a cualquiera que esté en el camino equivocado cuando se escribe algo crítico sobre ellos. Lo importante es que te mantengas honesta y hacer lo mejor para ser imparcial. Eso es casi imposible cuando se cubre un equipo por mucho tiempo, sin embargo. Soy fan de los Cardinal, de principio a fin, pero aun puedo criticar una mala jugada o una mala decisión sin traer mi parcialidad en ella. Es una línea muy fina para cruzarla y creo que se puede hacer.

-Gracias, amigo.- No estaba segura de que pudiera ser imparcial si alguna vez tuviera la oportunidad de entrevistar a Edward. Claro que puedo dejar fuera lo sexy que estaba, pero ¿podía criticar una mala decisión que tomó, sabiendo que la leería al día siguiente? De repente me sentí muy contenta con no tener que lidiar con eso de momento.- ¿Cómo lo haces? ¿Cómo se escribe algo que no va a gustar y luego unos días después encontrarte con ellos para hablar sobre el próximo partido?- Esa pregunta me tenía mas que curiosa, me sentía como que tenía que saber la respuesta.

Cruzó las manos y se inclinó hacia delante, me estudió con interés.

-Esa es una buena pregunta, Bella. Todo se reduce a ser fuertes, la verdad. Se toma su enojo y se deja pasar justo al lado.- No sé si podría hacer eso, sobre todo si me acostaba con la persona que estaba enojada conmigo.- Lo que me he dado cuenta es que en este trabajo es mejor ser honesto. Decirles que fue un mal partido, lo que sea. Tu sabes que puede hacerlo mejor y también lo saben ellos. Te respetan por ser fiel a tu opinión, incluso si les molesta.

No sabía nada de eso, pero me alegré, una vez mas, en que no tuviera que lidiar con eso. Los estudiantes de secundaria sobre los que escribía no solían verme, sólo una o dos veces por temporada. Si hubiera hecho que se molestaran, nunca lo había sabido, lo que era bueno. Me gustaría pensar que jamás haría daño a un niño que estaba jugando con el corazón.

-Siempre te las arreglas para no ser demasiado crítica en tus artículos, Bella, incluso cuando estás discutiendo sobre una mala jugada. Cuando se continua escribiendo sobre los grandes me imagino que les gusta tanto como le gusta a los de la secundaria.- Estaba esperando a un chico grande, en particular me gustaba mucho eso. Hmm, machote... Maldita sea, Bella, ¡enfocarte!

Metió la mano debajo de su escritorio y sacó un sobre dirigido a la sección de deportes.

-Una carta de agradecimiento de los padres de Matt Morris. Amaron tu artículo sobre su hijo.- Lo cogí y sonreí ante el tono de la madre de Matt. Ella había sido muy dulce y sociable ofreciendo té helado y galletas cuando visité su casa.- No vas a conseguir esto de los profesionales o de sus madres,- dijo con una sonrisa irónica.- Envió galletas también, pero las confisqué.- Me reí y sacudí la cabeza.

-Gracias por esto, la dejaré en mi escritorio.

-Deberías. Ella te aprecia, al igual que yo. Ahora tengo que salir hacia el aeropuerto. Que tengas un buen fin de semana, Swan. ¿A qué partido te vas esta noche?

-Pan contra Davis.

Silbó.

-Debería ser bueno, dos equipos de los playoffs del año pasado.- ¿Cómo lo sabía? Solo era una razón mas de por qué era el mejor.- Espero con impaciencia tu artículo. ¿Me enviaste las estadísticas de Hasselbelck de los últimos dos años?

-Si, está en tu correo electrónico.

-Gracias, Swan. Nos vemos el lunes.- Lunes. Sentí un escalofrío a través de mí con el recuerdo de lo que podría pasar el lunes.

-Está bien, Buddy, que tengas un buen viaje.- Llévame contigo, no quiero esperar hasta el lunes.

Pasé junto a la sala donde Jessica y Lauren todavía chismorreaban. Tenían un duro trabajo. Casi no pude resistí a la tentación de poner los ojos en blanco.

-Te lo digo, están de nuevo juntos. ¿Por qué si no iba a venir a la ciudad?

-Jesús, su ruptura fue bastante desagradable. Tanya estuvo aplastando a Edward en la prensa durante semanas. Realmente dudo que estén de nuevo juntos.- Me quedé inmóvil mientras razonaba sus palabras. ¿Tanya? ¿Edward? ¿Qué era eso?

-Si, lo hizo, pero ella también dejó muy claro que todavía estaba loca por él, del odio al amor... No sería la primera vez que una pareja se separase para luego volver. Mis fuentes dicen que ella llegará el martes. ¿Qué otra razón tendría una superponerlos para venir a Phoenix? No parecía gustarle estar aquí.- Dijo Jessica con sequedad.

Tanya. Tanya iba a venir. Edward no me había dicho nada al respecto. ¿Él lo sabe? ¿Cómo podría no saberlo? Si Jessica lo sabía el también lo sabría. ¿Qué cojones pasaba?

Lauren se dio la vuelta y me vio a unos metros de distancia, con aspecto de... Dios no sabía como me veía. ¿Un ciervo con faros? Me sentí como si un coche viniera hacia mí y no me pudiera mover. Un hermoso y ruso deportivo de lujo que me atropellaba quitándome de su camino.

-¿Te puedo ayudar? ¿Has decidido decirnos quien es tu nuevo chico? Vamos, Bella, ¿quién es el Sr. Panera?

Negué con la cabeza, tratando de poner otra vez los pies en el suelo. Desde luego, no iba a hablar de mi nuevo chico en esos momentos, no es que lo hubiera hecho en otro momento.

-Lo siento, tengo que terminar algo para Buddy. Nos vemos la semana que viene.- Corrí lejos de las miradas curiosas, manteniendo la cabeza agachada y tratando de concentrarme en mi respiración.

La ex de Edward venía aquí. La hermosa ex de Edward lo quería de vuelta. Dijo que la había olvidado, pero eso era fácil de decir cuando no la había visto desde que se separaron. No podía competir con una supermodelo. Tal vez ni siquiera lo podía intentar, ya que no lo había mencionado. Probablemente estaba esperando a ver si ella lo quería de vuelta y dejara de hablar conmigo y estuvieran coqueteando los dos en París.

Me hundí en la silla y hundí la cabeza en mis manos. Cálmate, Bella. Se estaban enviando dulces y sexys mensajes hace media hora. Ahora estás sacando conclusiones, otra vez. Al igual que la primera vez que te reuniste con él. No pienses así y deja de asumir cosas. Muy bien, pero ¿por qué no me lo dijo? Hemos hablado todas las noches, no podía haberlo mencionado durante esas charlas?

¿Tal vez por que pensaba que te ibas a asustar como lo estás haciendo ahora? Él ya ha visto tu reacción sobre otras mujeres, no es idiota. Bueno, eso era cierto. Tomé una respiración profunda. Estaba exagerando. No iba a perder los estribos porque su hermosa ex novia viniera a la ciudad por una razón no específica. Tal vez sólo quería un poco de pan y agua de Panera y todas las Paneras del mundo estaban cerradas, excepto la de aquí. Oh, cállate mujer, estás siendo ridícula. Por supuesto que lo estaba siendo, Tanya no comía, sin duda. Sabes muy bien que eso no es lo que quería decir. No pude evitarlo. Lo conocía de hace poco y ya lo podía perder. Tal vez debería haberme acostado con él. Entonces, por lo menos, sabría lo que me perdía sin tener que imaginármelo.

Mis reflexiones se vieron interrumpidas por mi teléfono que estaba sonando. Rápidamente abrí el cajón de mi escritorio. Era él. ¿Lo cogía? ¿No lo cogía? ¿Pregunto? Antes de que pudra pensar en ello demasiado el teléfono estaba abierto y me estaba diciendo hola.

-Hola, preciosa, ¿cómo estás?- Preciosa ¡Ja! Preciosa era la mujer que le venía a ver, aquella de la que no me habló.

-Estoy bien, ¿tu?- Las palabras fueron cortantes y frías. No podía hablar de otra forma.

-No suenas bien. ¿El jefe te ha dado mucho para hacer este fin de semana?- Parecía preocupado y sentí un poco de miedo a discutir. Aún así, no iba a ser capaz de dejarlo ir hasta que lo supiera. Tal vez no era el momento adecuado, pero no podía esperar.

-No, Buddy no me ha mandado mucho. Oí algo y estoy un podo confundida.

-¿Qué has oído?

-Lo de que Tanya venía a la ciudad la semana que viene,- le espeté. El silencio se hizo en el otro extremo de la línea. Grande. Esa no era el tipo de respuesta que había estado esperando.- Escucha, si no quieres que nos veamos mas, sólo tienes que decírmelo. No hay daño, no hay castigo, no es como si estuviéramos involucrados ni nada.- Las palabras salieron de mi boca automáticamente, con frialdad. No quería en serio lo que le proponía, pero esperaba su respuesta.

-Espera, ¿qué?- Genial, entonces de repente de había vuelto sordo. Buen truco, Cullen.

-He oído que tu ex venía a la ciudad para estar contigo de nuevo. Supongo, ya que no me has dicho nada, que vais a ver si podéis volver. Lo entiendo. No guardo rencor. Ella es una hermosa mujer.

Él se rió y sentí como si mi corazón se partiera en dos. Se reía de mí, ni siquiera estaba esperando a estar de nuevo con ella para reírse de la pobre chica que Edward Cullen engatusó-

-Bella, no volvería con Tanya aunque fuera la última mujer en la tierra. Ciertamente, no volvería con ella cuando tengo a alguien mucho mejor con quien pasar el tiempo. ¿A qué viene eso?

-¡Ya sabes cómo soy! ¿Por qué no me dijiste que iba a venir? ¿Por qué está de vuelta, si no es para volver contigo?- Estaba un poco apaciguada por sus palabras, pero aun me molestaba el que no me lo hubiera dicho.

-Porque me enteré ayer y estaba tratando de encontrar la manera de no hacer nada.

-¿Con qué? ¿Ella? No puedes estar con ella, no si me quieres a mí.-Oh Dios, ¿no puedo dejar de decirle tonterías?

Se rió de nuevo.

-Bella, no estoy con nadie mas. Mis duchas frías lo atestiguan. Lo que quiero es dejar de hacer es el anuncio que quieren que nosotros hagamos juntos. Los contratos están firmados y tengo a mi manager tratando de encontrar una salida. No iba a decirte a menos que no se solucionara.

Así que era eso, era muy exagerada. Pero él lo sabía y seguía allí. Era raro.

-¿Anuncio?

Suspiró.

-Por la estúpida colonia que hicieron para mí, ¿Perfect ten? Hicieron el perfume y nos querían para la campaña hace meses, cuando aun estábamos juntos. ¿Recuerdas el primero?- Me acordaba, ahora que lo mencionaba. Fotos de ellos entrelazados y juntos en una revista de moda, con la cabeza presionada en el cuello, en topless... joder.

-Si, lo recuerdo,- dije con voz ronca, asqueada por las imágenes de ambos y lo que podrían hacer ahora.

-Bueno, ellos quieres un anuncio para Navidad y a no ser que Tommy encuentre alguna manera de salir de ella, tengo que grabar la semana que viene. Me lo mencionaron antes, pero, sinceramente, esperaba que pudiera echarme atrás. ¿Por qué quieren a una pareja, que YA no están juntos, para promocionar un perfume? Te lo iba a decir, Bella, de verdad, sólo que pensé que lo solucionaría y después te lo diría.- Su voz era urgente y parecía molesto.

-Bueno, habría sido agradable no enterarme por las compañeras de la sección de chismes.- Por supuesto no tenía ningún detalle, lo que hizo que mi imaginación creara otros detalles.

-Lo siento, cariño. No quiero hacerlo.

-No quiero que lo hagas.- Salió antes de que pudiera detenerlo. Como si tuviera el derecho de decirle lo que debe hacer con su fama, su carrera. Habíamos salido dos veces, ¡por el amor de Dios!

-Te prometo algo, si Tommy no puede romper el contrato...- se interrumpió con tono incierto.

-¿Qué?

-Bueno, no sé si quieres, pero... ¿podrías venir a la grabación? Quiero decir, es largo y aburrido y puede que no quieras estar cerca de ella más que yo, pero tal vez te sentirías mejor si pudieras ver por ti misma que no significa nada para mí.- Nunca lo había oído tan seguro de sí y me sentí una tonta al reaccionar así. Al final lo iba a espantar, con o sin la ayuda de su ex supermodelo.

-No tengo que ir, lo mas probable es que fuera una distracción o que molestara.

-No me molestarías y me encantaría que me distrajeras.- Su voz sonaba mas segura ahora.- No sé lo que van a querer que hagamos y tal vez será incomodo, pero me encantaría que estuvieras ahí, si quieres.

¿Y si tenían que dar vueltas en la cama, desnudos? No sabía si podía soportar eso. Aun así, me preocuparía mas si no iba.

-Lo pensaré y te digo lo que sea, ¿ok? No estoy segura de si podré soportarlo o no.

-Bella, te prometo que ya no siento nada por Tanya. Estoy feliz ahora, contigo, mas de lo que nunca he estado.-Su voz era tal cálida, tan dulce. Quería creer lo que decía. Intenté callar la pequeña voz en mi cabeza que me recordaba que James había dicho algo similar. Edward no era James, era un millón de veces mejor. Y le quería mil millones de veces mas. Maldición.

-Estoy trabajando en eso, Edward. No es fácil para mí confiar en alguien, pero lo estoy intentando.

-Nunca te voy a dar razones para dudar de mí, te lo juro.- No era algo que pudiera controlar. Pero lo intentaré, por él.

-Te creo.- Y lo hacía. Había estado más halla de cualquier sueño que pudiera haber tenido hasta el momento, así que tal vez seguiría cumpliendo todas mis expectativas. Parecía demasiado bueno para ser verdad, pero lo era. No me había dado ninguna razón para dudar de eso.

-Tengo que subir al avión. ¿De acuerdo?

-Si. ¿Me llamas cuando puedas?

-Cuenta con ello. Hablamos pronto. Y ¿Bella?

-¿Si?

-No puedo esperar que llegue el lunes. Nos vemos luego, cariño.- Colgó y me dejó cachonda. Esperaba a que pasara algo este lunes. Y él me invitaba a la grabación, lo que no habría hecho si tuviera sentimientos hacia Tanya. Me había elegido, aunque parezca increíble. Lunes... no podía esperar pacientemente.

 

.

 

-Dios, Alice, ¿qué es todo esto?- Había llegado al apartamento de Alice una hora antes del partido y había preparado un elaborado buffet. Nachos, golosinas, perritos calientes, alitas, patatas fritas,, ensalada de patatas, frijoles, ensalada de col... era una mezcla heterogénea de alimentos.- ¿Va a venir mas gente?

Salió de la cocina y me dio un vaso de agua.

-No, solo nosotras.

-¿Entonces por qué has preparado lo suficiente como para alimentar a un pequeño país?

Se dejó caer en el sofá y puso la Fox para ver el previo del partido.

-Busqué en Internet y descubrí que era la comida mas común al ver un partido. Estoy con un jugador, así que tenía que hacer las cosas bien.

-Alice...

-¿Qué? Un día cuando esté casada con Jasper, probablemente veré mas partidos, ¿no? Así que considera esto para practicar.- No hay nada como saltar al matrimonio después de haber conocido a un hombre por un par de semanas. Sin embargo, esta era Alice.

-Ahora, come algo y siéntate junto a mi para contarme lo que ha pasando. He estado muy ocupada este fin de semana. La recaudación de fondos para el SIDA pediátrico fue una locura. Se llevó a cabo sin ningún contratiempo, pero luché con el servicio de comida durante todo el día y luego el vendedor de champán me estafó y nos quedamos sin sillas y...- se interrumpió con un gesto airoso.- Basta ya de eso. ¿Qué pasó con la ex de Edward?

Suspiré y tomé un plato de nachos y unas alitas.

-Tanya,- escupí, a pesar de que no conocía a esa mujer, la odiaba.- Va a venir a la ciudad para grabar un anuncio con él por la colonia de Edward.

Alice frunció el ceño.

-Los anuncios de colonias siempre son sexys. No me extraña que te estés volviendo loco. ¿Por qué tiene que ser Tanya?

-Por que tienen un perfume, así que ella es la portavoz. Según Edward, fue empujado ha hacerlo cuando eran pareja aun. No estaba muy emocionado al respecto en ese momento, pero no vio ninguna razón para protestar. Él no quiere hacerlo pero su agente dice que está obligado.

-Joder,- dijo Alice.- Pero sabes que no tiene ningún interés en ella, Bella. Está colado por ti.

-Pero Alice, ¡ella es una supermodelo! ¿Cómo puedo siquiera competir con...- Me golpeó la pierna, casi tirando el plato que tenía en el regazo en su sofá blanco. Me las arreglé para no tirarlo.

-¡No es competencia! Escucha, Jasper me ha hablado un poco acerca de la época de Edward y Tanya. Edward siempre estaba tenso a su alrededor, ella era una perra en todo momento, y no podían pasar el rato con ellos ¡por que no se llevaba bien con nadie! Edward rara vez pasaba tiempo con ella. Ella por lo general estaba en Europa modelando. Casi nunca estaban juntos, incluso antes de salir. Se podían tirar semanas sin hablar.-Sentí como se formaba una sonrisa con sus palabras

-Has estado investigando a Edward, ¿verdad?

Se riño y puso su plato en la mesa antes de colocar su cabeza en mi hombro.

-Por supuesto. ¿Cuál es la gracia de salir con dos amigos, si no puedo conseguir buenos cotilleos? Jasper puede parecer un tío tranquilo en público, pero es todo un orador cuando estamos solos. Puedo sacarle todo.

Me uní a sus risas.

-Eso me recuerda que Edward estaba un poco molesto por que Jasper y Emmett se metieron con el con los detalles de nuestra primera cita. ¿Le tuviste que contar todo?

-No lo hice, cuando tu me llamaste estaba en su casa y te escuchó. No puedo hacer nada si tus sonidos pornográficos me hicieron gritar y él lo escuchó. Y, bueno, era tan tierno, Bella. Estáis hechos el unos para el otro. Tal y como me dijo Jasper.

-Jasper es como una vieja cotilla.

Se rió y me golpeó con los pies.

-¡Lo sé! ¿No es fabuloso? Pero no debería de haberse burlado de Edward por lo de la cita. No estaba al tanto con eso. ¡Así que te voy a ayudar!- Estaba fuera del sofá y en su habitación antes de que pudiera procesar su movimiento. Apareció y me entregó un DVD con una enorme sonrisa en su rostro.

-¿Qué es esto?

-La grabación del pase de modelos. Dáselo a Edward mañana por la noche para que se le ocurra algo malo que hacer con ello. Jasper se lo merece.

-Eso podría sumarme algunos puntos frente a Tanya.- Puse el disco en mi bolso y me volví a ver el previo del partido.- ¡Mira!- Estaban sacando una imagen de Edward y Jasper calentando en un extremo del campo en pantalones cortos y camisetas, riendo y relajado. Dios mío, era precioso.

-¡Mi Jazz!- Aplaudió y se sentó justo en frente de la TV. Por un segundo me temía que iba a lamer la pantalla.- ¿Qué miras, Bella? ¿No es el hombre más hermoso que hallas visto?

-Si,- respondí, aunque no estaba hablando de su hombre. Edward era lo único a lo que podía mirar, sus ojos verdes brillaron cuando se rió de algo que Jasper dijo. Ambos estaban estirando sus músculos isquiotibiales y joder era una vista perfecta, sus piernas estaban bronceadas y tonificadas, onduladas a causa de los músculos.- La persona de la cámara debe ser una mujer.

-O gay,- señaló Alice con una risita.- Sea quien sea, les regalare flores o galletas.- Lamentablemente, cortaron la imagen y volvieron a emitir a las personas que hablaban en la recepción. Terry Bradshaw estaba discutiendo sobre el brazo de Edward, lo que demuestra su control sobre el fútbol y hablaba de como sus largos dedos le daban ventaja en los tiros. Tragué con fuerza ante la mención de sus dedos mientras Alice se cayo a causa de un ataque de risa.

-Tu y los dedos de Edward... ¿cuando vas a familiarizarte íntimamente con esos dedos?- preguntó, después de calmarse lo suficiente. Me estaba abanicando a mí misma por el repentino sudor que corría por mi cuerpo con el pensamiento de sus dedos sobre mi piel, debajo de mi ropa interior y... Joder.

-Estamos tratando de tomar las cosas con calma,- dije, porque sabía que Alice lo haría parecer muy ridículo...

-¡Lento! ¿Qué coño os pasa? Mira, se que estas a la defensiva después de lo de James, pero han pasado dos largos años, Bella. Una mujer tiene necesidades. Necesitas tener esas manos en cada parte de tu cuerpo, tan pronto como sea posible.- Se puso las manos en sus caderas mientras hablaba, dando a entender la “seriedad” de sus palabras. Parecía indignada, cosa que me hizo reír. Estaba adorable, con la camiseta de Jasper.

-No queremos ir a la cama demasiado rápido y arruinar todo.- Tenía mucho sentido, a veces, cuando no me tocaba, o me besaba, o estaba en la misma habitación que yo.

Alice se sentó a mi lado y me cogió la mano.

-Se que tienes miedo, Bella. Lo entiendo, enserio. Pero a veces tienes que tener un poco de fe y confiar en tus sentimientos. Se que no es tu forma de ser, pero su no arriesgas y estas abierta a todo, el amor puede que se pase. ¿Quieres a Edward? ¿No?

-Por supuesto que sí.

-Bueno, ¿qué pasaría si fueras atropellada por un autobús mañana, sin haber tenido la oportunidad de sentir aquellos dedos largos y toda la magia que podían traer? ¿Que pasara?

-Entonces estaría cabreada y muerta.

Se rió y asintió con la cabeza con orgullo.

-Bueno, disfruta que es bueno para ti. Lo sé, también esta lo de la ex pero intenta olvidar eso y así será mas cómodo.

-Me invito a ir.

Los ojos de Alice se abrieron y movió la boca, pero ningún sonido salió de ella en un par de minutos, lo que para ella debió ser un récord.

-¡Dios! ¡Bella, tienes que ir! Entonces verás que estás por encima de ella.

-Lo sé, Alice, pero he visto esos anuncios. Probablemente estarán medio desnudos y se besarán. No sé si podré soportarlo.

-Por favor, es sólo una grabación, actúan. ¡No puedo creer que te invitara! Eso dice lo mucho que piensa en ti y hacia donde quiere que esto se dirija.- Alice saltó alegremente.

-¿Y si fuera y lo que veo es que se llevan muy bien y se olvida de que existo cuando recuerde lo hermosa que es?

Ella me golpeó de nuevo, esta vez mas fuerte.

-Bella, en serio, no hagas que te pegue.

-Um, creo que ya lo hiciste.

-Quiero decir en serio.- Oh ¿Entonces por qué me estaban saliendo moratones en las piernas mientras hablábamos?- Eres tan hermosa como ella y lo mas importante, es que eres real, ella solo es una muñeca viviente. Pueden vestirla, llevarla a cualquier lado, salir con ella y ella va a hacer de decoración a su lado, pero no tiene sustancia.

-¿Cómo lo sabes? No te has encontrado con ella.

-Jazzy me lo dijo.- Por supuesto.- Edward desde el principio no le gusto mucho, pero no podía salir de la relación sin dramas y los quería evitar.- Ha, si quería evitar el drama seguramente que no esté interesado en mí. Estaba sacando mi lado mas melodramático ahora.- ¿Cuándo graban?

-El miércoles por la mañana.

Se levantó y cogió su agenda.

-Puedo mover esta reunión al jueves, mi ayudante puede traer el almuerzo... bueno, tengo tiempo hasta las cuatro.

-Alice, ¿de qué estás hablando?

-Vamos a ir juntas a la grabación, tonta. ¿Crees que te dejaría enfrentarte a la ex de Edward sola?

Que Dios la bendiga.

-Bueno, si.

Cerró su agenda de golpe y se volvió hacia mí, mirándome.

-¿Qué clase de amiga sería si dejo que mi mejor amiga del mundo se enfrentara a algo así sola? Voy a estar allí, con mi mejor estrategia.

-Te quiero, Alice.

-Yo a ti también. Ahora, vamos a comer y a ver a nuestros hombres dar una patada a SeaLion.

-Seahawks, Alice,- la dije entre bufidos de risa.

-Halcones, leones (1), todo me parece lo mismo, ¡que salen!- Bailó de nuevo en el sofá y cogió su plato.- Tenemos a los dos chicos mas sexys del planeta, Bella, y nadie nos los quitarán. No lo permitiré.- Interrumpió su declaración al morder un trozo de comida con fuerza. Me reí y la dí gracias en silencio, era la mejor amiga que una chica pudiera tener.

La música de la Fox sonaba y el partido comenzó. Mostraron a Edward vestido con el uniforme al margen, hablando con su entrenador, con una luz en los ojos a causa de la batalla y no por las risas. Se me hizo la boca agua. Tal vez debería dar ese salto antes de que el autobús me aplastara. Perdérselo sería un crimen. Tenía cosas que pensar antes de mañana por la noche. La cámara mostró un primer plano de la mano de Edward mientras señalaba algo al entrenador en el libro de jugadas. Si, tenía mucho que pensar, muchísimo.

 

 

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(1) Eso lo dice por que en ingles los halcones se llaman hawks como el nombre de los contrincantes de los chicos en este capítulo y Alice lo confunde con Lion que en ingles es león.

 

 

Bueno aquí el octavo capítulo. Ya se acerca el momento que muchas esperáis y espero que no os defraude :)

Espero que os halla gustado.

Espero vuestros comentarios como siempre. Un beso.

Capítulo 7: Segunda ronda Capítulo 9: Primer Down

 
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