Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133921
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

.................

También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 11: Reunión de equipo

BPOV

 

¿Qué tendré que ponerme para ir a la barbacoa en casa del famoso Emmett McMarty? Por no hablar de su novia, que me la habían descrito como “horripilante” y “buena con los coches”. ¿Qué clase de descripción es esa? Tenía una imagen mental de una mujer de dos metros, con un moño lleno de grasa. Debería haber pedido a Jasper que me informara más. Probablemente me hubiera dicho todo lo que necesitaba saber.

Y, por supuesto, no era sólo que me tuviera que vestir para ir a ver a los amigos de Edward. Tenía que pensar en qué ponerme para... después. Cuando nos quedáramos solos. Finalmente conseguiría mirar su hermoso cuerpo en toda su gloria y veré de que son capaces esos largos dedos que se moverán por todo mi cuerpo. La ropa interior... bueno no tenía mucho en lo que elegir. No tenía mucha ropa de la que Alice llamaba “para sexo”. Hice una nota mental para ir a comprar, ahora que tenía novio.

Novio. Edward Cullen era mi novio. Pensé que era un sueño, pero Alice me aseguró que no lo era. También había obtenido un cheque de diez mil dólares por aparecer en el anuncio que se emitirá por Navidad. Lo que significaba que iba a tener que decir que Edward Cullen era mi novio muy pronto. Eso no era exactamente mano, aunque Charlie podría tener problemas con que yo salga con “el enemigo. Edward había lanzado 328 yardas y hecho 3 touchdowns en contra de su amado equipo. Me estremecí al pensar en cómo Jessica y Lauren iban a reaccionar con la noticia de que el Sr. Panera era nada mas ni nada menos que Edward Cullen. Esperaba que mi jefe no tuvieran problema con él, aunque no deberían de tenerlo. Yo cubría los partidos de la secundaria, por lo que no había ningún tipo de conflicto de intereses. Pero sabía que Edward y él eran amigos y era un poco raro.

-Cariño, ¡ya estoy en casa!- Alice entró por la puerta principal, con su habitual bullicio. Íbamos a ir a los apartamentos de los chicos juntas y luego Edward conduciría a casa de Emmett. Alice dormiría hoy con Jasper y, por supuesto, yo la pasaría con Edward, aunque no lo sabía. Normalmente se lo hubiera dicho, pero era demasiado importante y de alguna forma era la experiencia mas privada que cualquier otra de las relaciones sexuales que hubiera tenido.

Cogí mi falda de lino negra y una camisa roja y salí del armario, encontrándome a Alice de pie junto a la cama. Llevaba una falda color caqui y una blusa azul, con estilo informal, tenía buen aspecto, siempre lo conseguía. Abrió los ojos y me pregunté si había elegido mal.

-¡Vas a tener relaciones sexuales con Edward esta noche!- gritó, haciendo una especie de baile ridículo por mi habitación, una combinación de celebración de un touchdown y un baile de discoteca. Debería ver si Edward podía ponerla en contacto con Chad Ochocinco, seguramente podrían coordinar las celebraciones juntos. Por supuesto, eso podía esperar.

-¿Que..? ¿De dónde sacaste esa idea?- Me atraganté, mirándola, probablemente tenía el aspecto de un ciervo deslumbrado por los faros de un coche. Lo sabía. ¿Cómo coño lo sabía?

-¡La ropa interior del sexo!- me señaló triunfante y traté e esconderla detrás de mi falda y mi camisa, pero ya era demasiado tarde. Todo lo que podía hacer es intentar mentir.

-La demás ropa interior está para lavar.- Resopló y volví a intentarlo.- Que esté usando esto, no quiere decir que se lo vaya a enseñar a él.- Eso sonaba razonable. ¿Algunas mujeres no decían que alguna ropa interior te daba energía o algo así? Tal vez eso es lo que necesitaba. Ropa interior que me diera energía. Podría ser un superhéroe y esa sería mi grito mientras volaba. Dios, estaba volviéndome loca. Edward y la promesa de sexo habían freído mi cerebro.

-Bella Swan, no me mientas que no te creo. E incluso si lo creyera, la bolsa de viaje que está junto a la puerta me hubiera dado la pista.- Joder, me gustaría haber podido haberla llevado al maletero antes de que ella llegara. Planificar una noche de sexo tenían cosas buenas y una de ellas era saber que tenía que llevar un cambio de ropa, un cepillo de dientes y un peine para que no tener que estar a la mañana siguiente como si estuviera haciendo el camino de la vergüenza. No es que me avergonzara de tener sexo con Edward Cullen. Sólo es que quería mantenerlo en privado, y no ha sido así.

-¡Alice, no puedes decir nada! A Edward y menos a Jasper. Estoy segura de que se lo contará, pero queríamos que fuera privado.

Su labio inferior sobresalió creando un adorable puchero y me miró con los ojos llorosos.

-Sabes que puedo guardar un secreto.- Entrecerré los ojos mientras me ponía la falda y la camisa. Resopló y levantó las manos con irritación.- ¡Puedo hacerlo! Cuando es importante puedo. ¡Y esto es importante! ¿Cómo es que no me lo dijiste?

Tenía razón sobre eso, suspiré y me senté en la cama. Se sentó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro.

-No es que no quisiera. Es sólo que... es algo tan importante que no quería tener más presión de la que ya tengo. Sé que es una tontería, pero no puedo evitarlo. Se siente como si fuera algo mas grande de lo que es.

Alice se rió en voz baja.

-¡Buena frase! Por supuesto que no es más grande de lo que debería ser... bueno espero que esa cosa en particular lo sea,¡pero ya sabes lo que quiero decir! Estáis locos el uno por el otro. Tienes que estar nerviosa. Pero recuerda, que también está loco por ti. Todo saldrá perfectamente.

Suspiré.

-Es fácil para ti decirlo. Te acostaste con Jasper nada mas conocerlo. Me hubiera gustado haberlo hecho así.

Alice dio una palmada en mi rodilla y negó con la cabeza.

-No, no es así y lo sabes. Ese no es tu estilo y si lo hubieras hecho, no importa lo grandioso que hubiera sido el sexo, lo mas seguro es que no lo hubieras visto otra vez. Sólo pensarías que él te quería por el sexo y que eso era todo y lo hubieras evitado. Eres una idiota en ese ámbito, carió.

Abrí la boca para protestar, pero tenía razón, sonaba exactamente como algo que hubiera hecho.

-A pasado mucho tiempo, Alice. ¿Qué pasa si no lo hago bien?

Se echó a reír fuerte y alto. Como se costumbre, mi risa apareció, aunque intentaba parecer irritada con ella.

-En primer lugar, a los chicos les gusta que aspires. ¡Las mamadas son necesarias! En cuanto al resto, es como andar en bicicleta. Montar una polla...¡nunca se olvida!- chilló y ambas estábamos llorando de risa mientras movía las piernas en un movimiento de pedaleo, seguido de un movimiento de cadera que realmente no necesitaba ver.

-¡Alice!

Se rió y se secó los ojos.

-Lo bueno es que me pongo máscara resistente al agua. Ahora enserio, te he visto bailar, Bella. No has olvidado cómo mover las caderas.

Oh, Dios. Sin embargo, me había hecho sentir un poco mejor.

-Gracias, Alice. Yo... eres mi mejor amiga y te lo tenía que haber contado. Lo siento.

Sonrió y me tiró a la cama.

-Hey, no es como si te hubiera contado que me acosté con Jasper. O David. Steve. O, o...

-Si, me hago una idea, puta.

Agarró mi bolsa de viaje.

-No puedes comprar algo sin haberlo probado, Bella. Eso había hecho hasta que Jasper llegó. Él es un clásico que no pasa de moda. Lo tendré siempre. Creo que acabarás muy bien con Edward,- se rió.- Y espero un informe completo sobre lo que pasará. Es bueno que no te hubiera matado, ¿eh?

Sonreí y la seguí fuera de la habitación.

-Me habrías matado.

-Me hubiera suicidado realmente si no hubiera pasado. ¡Por eso necesito saber estas cosas, Bella!

-Te prometo que la próxima vez que tenga sexo con un caliente mariscal de campo, serás la primera en saberlo.

Me dio un codazo en el costado.

-Eso es todo lo que pido. Ahora vamos a ir a la barbacoa para que puedas jugar con el gran monstruo.

-Ni una palabra, Alice,- la advertí-

Sonrió.

-No voy a decir nada, Bella.- Algo en su voz me dijo que aunque no lo valla a decir me molestaría de alguna manera. Iba a ser una tarde dura. Me imaginé la cara de Edward y sonreí. Merece la pena con tal de tenerlo antes para mi sola.

 

.

 

-Jasper, ¿qué nos puedes decir sobre la fijación de Rose por los coches y sobre ese miedo?- Le miré por encima del reposacabezas del coche de Edward.

Me sonrió y se reclinó en el asiendo.

-Eso es más o menos todo lo que necesitas saber.

Lancé una mirada a Alice quien le dio un codazo en el estómago.

-¿La odiáis o algo así?

Edward rió mientras conducía.

-No, nos gusta Rose, principalmente por que le gustamos a ella. A ella no le gusta mucha gente, sin embargo.

Jasper se rió entre dientes y se pasó una mano por su desordenado pelo.

-Odiaba a Tanya.- Entrecerré los ojos y me lanzó una sonrisa brillante.- Lo que demuestra que tiene buen gusto. Le caeréis bien.

Bueno, si odiaba a ella, sumaba puntos. Supuse que dependía de mí llegar a conocer cómo es Rose ya que estos dos idiotas no servían de ayuda.

-Bien, entonces háblame de Rose y Emmett como pareja.

-Ella lo golpea,- dijo Jasper con diversión en la voz. Alice y yo quedamos boquiabiertas y negó con la cabeza mientras se reía.- Está bien, técnicamente no es cierto, ya que ni siquiera le puede golpear causándole daño. Pero ella lo golpea en la cabeza cuando es necesario, que es muy a menudo.

Edward negó con la cabeza.

-Es cierto que Emmett no necesita ser golpeado con frecuencia, se adaptan entre sí. Ella contrarresta su hiperactividad. Él saca su lado mas suave. Encajan de la forma en que... eh, algunas parejas lo hacen.- Sentí que mi corazón se derretía por sus palabras, porque no estaba atrapado en el tiempo y me encantó que él pensara que encajábamos.

-¡Al igual que nosotros!-Alice dijo con ojos brillantes y Jasper la besó en la mejilla. Miré a través de los asientos y tuve que admitir que era cierto. Alice había logrado encontrar a su otra mitad y no podía estar más feliz por ella.

-Cierto. Hey, Bella, ¿no deberías estar trabajando ahora mismo?- Preguntó Jasper.

Empecé a responder, pero Alice se adelantó.

-Ella tiene a su novio en el trabajo para cubrir el partido por ella.

-¿Su qué?- Edward preguntó, su voz era una octava más alta de lo normal. Puse mi mano sobre su pierna.

-Mi amigo del trabajo. Él no es mi novio.- Lancé una mirada a Alice quien sonrió inocentemente y apoyó la cabeza en el hombro de Jasper.

-Pero quiere serlo.- Oh, cielos, ¿por qué decía eso ahora?

-No quiere.

-¿Quién es?- Edward preguntó, con la voz más normal, pero sus manos estaban firmes en el volante. Apreté su rodilla y me sonrió a medias.

-Su nombre es Seth. Seth Clearwater. Es sólo un amigo y me dijo que lo cubría por mi al decirle que me había surgido algo.

Edward tamborileó los dedos de su mano derecha en el volante.

-¿Y no le dijiste que era ese algo?

-¿Que iba a ir a una barbacoa a casa de Emmett McCarty? ¿Estás de broma? Todo el personal deportivo me hubiera presionado para que les invitara. No, gracias.

Edward rió entre dientes.

-Supongo que habrías acaparado toda su atención. Aún así, podrías haberle dicho que tenías planes con tu novio.- Me miró por el rabillo del ojo. Deslicé mi mano por su pierna, por encima de su muslo y dejó escapar un gemido suave.

Alice se rió y Jasper se inclinó hacia delante.

-¿Qué estáis haciendo por ahí?

-No te preocupes por eso, Pérez Hilton. Vuelve a tu sirio.- Resopló ante mis palabras, pero se recostó en es asiento, estirando sus largas piernas y poniendo las botas de vaquero en la parte central. Aparté mi mano y él me dio una sonrisa perezosa.

Decidí ignorar al par de entrometidos que había en el asiento trasero y Edward me hizo un puchero, era un magnífico conductor.

-Si le hubiera dicho que iba a ver a mi novio, me habría preguntado por qué no lo posponía para mañana o el domingo. Esto era más fácil, hasta que todo esto salga a la luz.

Inclinó la cabeza y me dirigió una mirada que hizo que deseara que diéramos la vuelta y volviéramos a su casa en vez de ir a la de Emmett. Me atravesó un estremecimiento placentero por todo mi cuerpo.

-Estoy listo.

-Nosotros, um, no hemos hablado de eso. ¿No es una especie de “gran cosa”?

Se encogió de hombros.

-Supongo que mi agente y publicista tendrían algo que decir al respecto, pero no me importa.- A mi tampoco, eso lo entendía. Una parte de mí quería poner un anuncio de página completa en el periódico, pero otra parte de mí quería mantenerlo entre nosotros y nuestros amigos mas cercanos, por ahora. Si esto acababa pronto, no quería que todo el mundo lo supiera. Trabajo con gente que conoce y entrevista a Edward y en el trabajo podría estar bastante incómodo.

-Creo que se olvidaron de nosotros,- Jasper dijo a Alice, interrumpiendo mis pensamientos.

-Shhh, estaban haciéndolo bien,- le susurró de vuelta Alice.

-Vamos a mantener esto entre nosotros por ahora, aunque los bocazas de asiento trasero lo mas probable es que no puedan guardar el secreto.

-¡Ha! No os tenéis que preocupar por nosotros. De él si.- Jasper señaló y vi a Emmett de pie al lado del coche con los brazos cruzados sobre su enorme pecho y la enorme sonrisa en su cara hacía que se notaran los profundos hoyuelos que tenía en las mejillas. Edward se detuvo en el camino de entrada y antes de que pudiera abrir la puerta Emmett estaba allí, me sacó y me envolvió en un abrazo que era mas fuerte que cualquier otro que me hubieran dado en mi vida.

-¡Ya era hora! He estado esperando una eternidad para conocerte, Lois Lane.- ¿Lois qué?

-Suelta a mi mujer.- Edward se colocó detrás de mí y tiró de mí para liberarme de su abrazo. Aspire una gran bocanada de aire.

-Está bien, Esquire, no te preocupes. Tengo otros invitados que saludar.- Se volvió hacia Jasper y Alice.- Hey, peneblando, ¿cómo está tu entrepierna?

-Vete a la mierda, Emmett.- Jasper gruñó. Antes de que pudiera poner a Alice detrás de él, Emmett la tenía en sus brazos y daba vueltas a su alrededor.

-Spielberg, no puedo creer que finalmente tenga la oportunidad de conocerte. Eres mi héroe en miniatura. ¡Pudiste con Stalin!- La dio un sonoro beso en la mejilla mientras ella gritó y se movió. La dio la vuelta y ella le dio un puñetazo en el estómago, ineficaz.- Pensé que irías a por la ingle. No me pongo protección. A diferencia de la princesa de allí, no te tengo miedo. Se necesitaría mucho mas para acabar con Hércules.

-¿Llamaste Hércules a tu polla?-preguntó ella con incredulidad.

Dejó escapar una risa.

-Por supuesto. ¿No tiene nombre la de Jasper? Aunque supongo que no es realmente digno de un buen nombre. ¿Verdad Tallarín?

Alice lo golpeó de nuevo y él se echó a reír.

-Si tiene un nombre va a ser mas que apropiado. Y, por cierto, desde anoche es peneduro.- Emmett resonó otra risa y todos se unieron a él. Esta sería una reunión interesante.

-Me alegro oír que has empezado otra vez con tus funciones varoniles, Scorsese. Ha estado lloriqueando toda la semana.

Me reí.

-Ella no ha estado mejor.

Alice entrecerró los ojos hacia mi dirección y luego una sonrisa se apoderó de su rostro. Se volvió hacia Emmett y le puso la mano en el brazo.

-Por favor, dime que tienes perritos calientes para hacer a la parrilla. Bella estaba esperando conseguir esta noche una gran salchicha.- Edward empezó a toser y yo noté cómo me ponía roja al sentir mi cara caliente. Emmett, porque mi vida es una mierda, captó la insinuación y se echó a reír junto a Jasper y Alice.

Echó un brazo musculoso alrededor de mis hombros y empezó a llevarme hacia la preciosa casa de ladrillo.

-Voy a ver qué puedo hacer por ti, Hannah Storm, pero me temo que Hércules no está en el menú. Rose se enfadaría y no necesito que me lance alguna herramienta hacia mi cabeza.

-¿Hace eso a menudo?- ¿Debería haberme puesto una cota de malla para venir a cenar?

-Sólo cuando la enfado mientras está trabajando en algún coche. Así que una vez a la semana,- me dijo alegremente.- Rosie, ¡ya están aquí!- gritó.

-Jesús, cabeza cuadrada, no puedes gritar dentro de casa. Puedo oírte.- Una despampanante rubia salió de la cocina, secándose las manos en su camiseta blanca. Sus ojos eran de un color entre violeta y azul, algo inusuales, y su cara debía de estar en las portadas de revistas en vez de untadas con aceite de motor, como en ese momento. Bueno, por lo menos, había acertado en lo de las manchas de aceite.

Se dirigió a mí y se detuvo, parándose enfrente de mí, sus ojos me estudiaron de arriba a abajo. Me sentía como si estuviera siendo estudiada por un hombre en lugar de por la mujer mas hermosa que he visto en mi vida. Tan vez sea bisexual. Me di cuenta de que Emmett se alejaba poco a poco de mí y apenas resistí el impulso de envolver mis brazos alrededor de su grande cintura y rogarle que me protegiera.

-Así que tu eres una.

¿Una? ¿Eing?

-Um, si, supongo. Depende de lo que entiendas como una.

-El remplazo de la bruja que le utilizaba hasta hace poco.

Escuché a Alice respirar detrás de mí, pero la hice callar con la mirada antes de volverme hacia Rose.

-No soy un remplazo. Ciertamente, no de la gente que piensa que el mundo gira a su alrededor. Soy Bella Swan y soy la novia de Edward, al que valoro como algo mas que un trozo de carne. ¿Te sirve eso?

Una sonrisa estalló en la cara de Rose, dándole un aspecto menos como princesa de hielo y mas como una persona real.

-Qué se le va ha hacer.- Vi a a Emmett relajarse visiblemente, con el cuerpo doblado a causa de la tensa postura en la que había estado y Edward empezó a sonreír. Al parecer, había pasado algún tipo de prueba.

Rose se volvió hacia Alice.

-Escuché que jodiste el plan de esa zorra para el anuncio.

Alice asintió con orgullo.

-Lo hice.

Una sonrisa se apoderó de la cara de Rose.

-Hiciste bien. De hecho, ya me caes bien. Ojalá hubiera estado allí para ver a la señorita alta y poderosa caer. Diente por diente...- Ella nos echó los brazos por los hombros y nos llevó hasta el sofá, donde nos sentamos cada una a cada lado de ella y empezó a escuchar la historia sobre la grabación, mientras se reía y hacía comentarios sobre lo snob que era Tanya y como deseaba haberla pateado el trasero cuando tuvo la oportunidad.

-En serio, Emmett, ¿por qué no me dejaste que la pusiera un ojo negro? Me hubiera encantado verla teniendo que cancelar su portada para Vogue, porqué la pateé el trasero.

Emmett se dejó caer en uno de los grandes sillones de cuero color canela que estaban a cada lado del sofá.

-Porque, los hombres de allí tendrían que haber soportado su ira. Tengo que cuidar de mi hijo, Rosie.- Edward rodó los ojos y se sentó en el brazo del sofá junto a mí. Apoyé la cabeza en su pecho y empezó a jugar distraídamente con las puntas de mi cabello.

-Ya se ha ido. ¿De verdad tenemos que seguir hablando de ella?- preguntó, sonaba un poco irritado con el labio asomando ligeramente, estaba adorable y quería morderlo.

-Hey, eres el único que tuvo tan mal gusto como para salir con ella. No hicimos nada. Nosotros fuimos los que tuvimos que soportar su presencia.- Rose contestó con irritación, frunciendo el ceño.

-Bueno, ahora no lo tenemos que volver ha hacer. Gracias a Kubrick y su compinche, Woodward aquí, Lenin se fue,- Emmett anunció con orgullo. Me alegré de que Edward me hubiera hablado sobre los apodos porque si no, no hubiera sabido de que coño estaba hablando. Emmett levantó su considerable volumen del sillón, con ninguna gracia teniendo en cuenta su tamaño, y nos dio a Alice y a mí una sonrisa encantadora.

-Señoritas, ¿Os gustaría hacer un recorrido por la casa mientras que vuestros hombres ayudan con la parrilla?- Antes de que tuviera la oportunidad de responder ya nos había arrastrado del sofá. Alice dejó escapar un pequeño chillido y pensé que nos podía lanzar con esa fuerza hacia las paredes, ero no lo hizo, sino que siguió sosteniendo nuestras manos. Era extraño, pero de algún modo apropiado y tuve que admitir que sentí una afinidad inmediata por este hombre tan bullicioso. Era como una hermano divertido... o tal vez como un cachorro con mucha energía. No estaba segura.

-Esta es la cocina.- Hizo un gesto hacia el interior de la habitación, era preciosa, lo que hizo que mi ritmo cardíaco aumentara. ¡como quería que esa cocina fuera mía, con las encimeras de granito azul marino y los electrodomésticos de acero inoxidable! Tenía una estufa con ocho quemadores... era el lugar perfecto para cocinar para un grupo grande de personas. O un hombre muy grande, que supuse que era Emmett por el tamaño de sus músculos. Alice y yo juntas no le alcanzaríamos de tamaño.

Nos sacó por el pasillo mostrándonos un baño muy bonito hecho de color verde suave, una oficina y un par de habitaciones antes de detenerse al final del pasillo.

-Aquí,- dijo, con una postura de azafata,- es donde sucede la magia.- Abrió una hermosa puerta de madera y entramos en el dormitorio principal. Alice y yo reímos. Había una cama grande, muebles de roble y una exuberante alfombra azul oscuro.

-Gracias por compartir eso con nosotras, Houdini. Creo que no queremos experimentar tu magia,- dije secamente.

Emmett soltó una carcajada y nos tiró a la cama.

-Pero hay algo que tenéis que ver.

-No en la cama no lo haremos,- Alice le dijo, luchando para que la soltara con una sola mano.

Emmett rodó sus ojos azul claro y esbozó una dulce sonrisa donde nos mostró sus hoyuelos de nuevo.

-No te preocupes, Hércules pertenece a Rose. Lo que quería enseñaros está allí.- Señaló al techo y Alice y yo seguimos su dedo. Lo siguiente que supe es que estábamos rodando en la cama y gritando de la risa. Emmett cayó a nuestro lado y se unió, el vientre me dolía de tanto reír.

-¿Qué demonios está pasando aquí?-Edward preguntó desde la puerta, con el ceño fruncido mientras miraba hacia la cama, a nosotros tres. Jasper estaba detrás de él, un poco desconcertado. Ninguno pudimos contestar porque estábamos demasiado ocupados riéndonos, pero me las arreglé para señalar al techo.

Edward miró y su rostro tenía una mirada de asombro.

-Jesucristo, Emmett. ¡Dime que no lo has hecho!

Jasper le dio un codazo en un costado y levantó la vista y comenzó a reírse.

-Fenómeno. ¿Cuánto tiempo te ha costado hacerlo?

-Horas,- se atragantó con el rostro casi púrpura. Comencé a golpearle en la espalda lo mejor que pude desde mi posición.

Rose entró y meneó la cabeza.

-He estado viendo como esa cosa iba creciendo durante toda la semana. Se ha pasado horas cada noche cortando fotos de revistas y trepando hacia el techo cobre la cama. Eres un chico guapo, Edward, pero realmente no es necesario ver cientos de fotos tuyas cuando estoy tratando dormir. Es escalofriante.

En realidad pensé que era impresionante. Había un montón de fotografías de Edward encima de la cama, algunas incluso de la universidad. Era tan joven, pero seguía siendo hermoso. Todos los Edward me miraban, mientras que el real tiró de mí para sentarme mientras luchaba por respirar.

Emmett y Alice al fin se sentaron y cogieron también respiración.

-Mira, todas las revistas que has leído han tenido su lado bueno,- dijo Edward, quién estaba tratando, sin éxito, deshacer su fruncido ceño. Vi sus labios retorcerse y los empujé con los dedos para formar la sonrisa que tanto quería liberar.

Finalmente se rindió y se unió a las risas.

-Es de lejos la cosa más jodida que has hecho, Emmett. Pero estoy seguro de que Rose disfruta al mirarme mientras que le haces el amor.- Emmett dio un golpe a Edward pero se levantó corriendo para que no se lo devolviera, sólo para ser golpeado en la cabeza por Rose. Comencé a reír de nuevo ante la mirada desconcertada de su cara.

-Hey, GQ, tengo a tu mujer en la cama antes que tú. Eso dice mucho acerca de tu falta de habilidades. Confía en mí, Rosie no necesita reemplazarme.

-Es muy hábil,- le espeté, enrojeciendo de nuevo cuando la sala estalló a mi alrededor. Edward me tomó en brazos y enterré la cabeza en su pecho, disfrutando al oír el estruendo de su risa a través de él.

-Es cierto, bebé,- susurró en mi oído y me hizo ser consciente de lo cerca que estábamos y lo bien que se sentía al estar en sus brazos. Ojalá todo el mundo se fuera y nos dejaran acomodarnos en la cama para descubrirlo por mí misma.

-Oh no, tortolitos, conseguiros otro lugar,- Emmett resonó, saltando de la cama y empujándonos hacia la puerta.- Te daré mi collage cuando lo termine,- me informó.

-¿No lo has terminado? ¿Qué mas vas necesitas?- Edward golpeó el brazo de Emmett mientras estábamos por el pasillo.

-Hey, siempre te he dicho que te quiero. Así te tengo a ti y a Rosie. Salgo ganando.- Me guiñó un ojo y me reí aun más. Sabía que la reunión iba a ser divertida, pero esto superaba todas mis expectativas.

-Escucha, David Copperfild, es mi hombre. Disfruta todo lo que quieras de las fotos, pero las manos quietecitas.- Emmett me alborotó el pelo y se fue derechito a la cocina, tomando una cerveza de la nevera y ofreciéndomela. Cogí una, agradecida de beber algo después de tantas risas.

Nos dirigimos a la terraza, donde la parrilla estaba empezando a humear.

-Toma asiento,- se dirigió a la cocina mientras sacaba montones de carne de la nevera. Casi le pregunté para qué tanto, pero tenía la sensación de que Emmett se lo podría comer por su cuenta.

Edward se dejó caer en un largo sillón y extendió las piernas mientras me hacía un gesto para que me acercara a él. Luché por no babear y me moví hacia sus piernas sentándome, sintiendo sus músculos contra mis piernas. Joder. Tomé otro trago de cerveza y pillé a Alice sonriéndome mientras se sentaba junto a Jasper en una silla de jardín. Sabía el efecto que eso estaba causando en mí, y si a eso le sumábamos que en sólo un par de horas sentiría esos músculos sin pantalones de por medio... Enloquecía.

La oscuridad llegó y el clima se había enfriado considerablemente, así que no hacía demasiado calor, aunque me sentía sobrecalentada debido a la proximidad de Edward. Emmett salió fuera con su plato de carne, lleno de carnes, pollos, hamburguesas y perritos calientes.

Me sorprendió mirando a la enorme bandeja, la dejó en la mesa y comenzó a menear un perrito caliente hacia mí.

-Sólo para ti, lovegirl. Prometo que satisfacerá tus necesidades. - Edward se atragantó con la cerveza y Alice se sacudió por la risa que intentaba contener. La miré y me susurró:

-Tú lo has querido.- Eso me pasaba por burlarme sobre la incapacidad de Jasper.

Rose se había cambiado la ropa manchada de aceite y se había puesto unos vaqueros y una camiseta, se las arregló para parecer que que iba a desfilar. Se sentó al lado de Alice y me sonrió.

-Así que, Bella, he oído que la noche en la que conociste a Edward estuvo haciéndose fotos con una chica y cogió su número.

-Oh, mierda,- Edward gruñó y le dí unas palmaditas en la rodilla de forma confortable.

-Si, pero fue un mal entendido. Él no tenía intención de llamarla.- Me recosté contra él y su mano libre la puso alrededor de mi cintura, su pulgar me acariciaba perezosamente mi bajo vientre. Jesús, lo que me hacía con un sólo toque. Mi mano se cerró sobre su rodilla.

-Lo sé. No es estúpido, incluso si lo es hace buen trabajo ocultándolo. Sólo te aviso. No importa dónde valláis, eso siempre sucederá. He estado en todos los lados con estos idiotas y las zorras no retroceden. He hecho de novia de Edward una o dos veces para deshacerme de un exceso de celo y ni siquiera eso las detuvo. Sólo te aviso de lo que te vas a encontrar. Por lo que he oído de esa chica en el club, era una de las mansas.

-Gracias, Rose.- Me volví para mirar a Edward que me observaba con cautela.- Esa es otra razón por la que quiero mantenerlo a mi lado por un tiempo.- La sonrisa le iluminó la cara y no me pude resistir y lo besé. Sabía que las mujeres irían detrás de él, muchas mujeres, y tenía que trabajar en ello. Sólo necesitaba un poco de tiempo para estar más cómodos juntos antes de pensar en defenderme de las mujeres en celo.

-Si puedes hacer frente a la rusa, creo que puedes manejar a cualquiera,- dijo Rose. Me di la vuelta y le di una sonrisa de agradecimiento.- Y yo felizmente golpeare a un groupie o cuatro. Ha pasado demasiado tiempo desde que pegué a alguien.

-Si, exactamente cinco minutos,- Emmett intervino secamente desde la parrilla, feliz por asistir a su carne. Rose cogió una cuchara y la lanzó dándole directamente en la espalda.- Maldita sea, Rosie, ¿Siempre me tienes que tirar cosas a mí?- Su voz sonaba herida, pero él le sonrió por encima del hombro, con el rostro resplandeciente de amor. Eran extraños, pero estaba claro que se amaban. Rose estaba radiante con la mirada.

-Por supuesto que no, carió. Es la forma de la que gané tu corazón, después de todo. Así te acuerdas de como nos conocimos.- Emmett abandonó la parrilla para darle un sonoro beso.

-¿Ya habéis fijado una fecha?- Preguntó Jasper, sus largas piernas estaban estiradas, con sus tobillos cruzados-

-El 22 de abril,- Rose dijo, sonriendo alegremente mientras hacía girar el anillo de diamantes marquesa de su dedo.

-Si, los dos están invitados,- Emmett les informó.- Padrinos ¡Rosie dice que puedo tener strippers!- Nos sonrió a todos nosotros, agitando el tenedor con entusiasmo.- No más de cinco sin embargo.

-¿No se supone que si les pidió ser los padrinos, tendrían que elegir ellos?- Preguntó Alice, levantando una ceja.

Emmett rodó los ojos.

-No puedo hacer eso. Ellos no me dan respuestas directas. Mira esta noche. Si les hubiera pedido que vinieran, habrían llegado a alguna excusa, porque no quieren que me conozcáis, saben que os enamoraréis de mí y mis encantos y que a ellos les tendríais como segundo plato. Entonces, les dije que iban a venir y cuando iban a protestar, les amenacé. Así es como funcionan estos dos.- Se volvió de nuevo hacia la parrilla.

Alice sonrió a Jasper.

-Así que tengo que amenazarte, ¿no?

-No, señorita,- le dijo.- Me gobiernas sin ninguna amenaza.- Alice sonrió y le dio un sonoro beso.

Miré por encima del hombro a Edward y levanté una ceja. Él se rió y me besó en la nariz.

-Todo lo que tienes que hacer es mirarme de la forma que lo haces y haré todo lo que me pidas.

-Mierda.- Emmett se volvió y señaló a Edward con el tenedor.- Nunca pensé que vería este día, GQ. No estoy seguro de si sentirme orgulloso o aterrado.

-Teniendo en cuenta de que estás enamorado de una mujer que te tira todo tipo de cosas a diario, creo que no debemos juzgarnos entre nosotros,- le dijo Edward.

Emmett asintió.

-Buen punto.- Empezó a quitar las cosas de la parrilla.- Creo que deberíamos hacer esto una vez por semana.

-No puedo hacerlo los viernes durante la temporada de fútbol,- dije, sintiéndome un poco culpable por haberme escaqueado del trabajo esta noche. Pero me estaba divirtiendo demasiado como para lamentarlo.

-Pues el lunes o el martes por la noche. Tenemos descanso los dos días siguientes de los partidos,- sugirió Emmett.

-Esos días si que puedo,- le dije. Los brazos de Edward se apretaron a mi alrededor y besó la parte de atrás de mi cabeza.

-Estoy de acuerdo, a menos de que tenga un evento esa noche,- Alice estuvo de acuerdo. Rodeó a Jasper con los brazos y él le sonrió. Sonreí al ver el brillo de luz en sus ojos. Realmente le amaba.

-Sólo si el santuario de tu habitación ya no está en la próxima reunión,- Edward le informó sombríamente.

Emmett sonrió.

-Depende de cómo me salga el partido del domingo. Si lo hago bien, se queda.- Rose gimió y el resto de nosotros se echó a reír. Había que amar a los atletas y sus supersticiones.

-Hablando de la noche del domingo...- Edward dijo, con los labios muy cerca de mi oído. Me estremecí de forma voluntaria.- ¿Quieres ir al partido? Puedo conseguiros entradas a ti y a Alice.

¿Estaba bromeando?

-¡Por supuesto! Me encantaría verte jugar, en vivo y en persona.- Alice estaba saltando en su asiento, estaba entusiasmada.

-Podéis sentaros conmigo,- intervino Rose.- Tenemos cuatro asientos, pero los padres y el hermano de Emmett no van a poder ir. ¿Queréis?- preguntó, mirándonos a las dos.

-Eso sería genial, Rose. Gracias.- Iba a ir a un partido, a ver a mi novio jugar.- Aunque debo advertirte, Alice no sabe nada de fútbol.

-¡Hey! ¡Estoy aprendiendo!- Mordía su labio mirándome con muy mala cara.

-Si, lo estás haciendo, cariño,- Jasper le aseguró, besándola en la mejilla.

-Ya no digo blitzens,- me informó.

-Lo sé y lo echo de menos.- Ella me sonrió, su buen humor estaba restaurado y Rose se echó a reír.

-Será una divertida experiencia.

-Te lo aseguro,- le dije y ella me sonrió.

-Nunca he ido a un partido con amigos. Va a ser divertido.- Lo será. No podía esperar para ver a Edward en el campo.

-¡La comida está lista!- Emmett gritó innecesariamente, poniendo la carne en un plato limpio y colocándolo en la mesa.

-¡Vamos a comer! ¡Que Bella necesita su salchicha!- Me guiñó un ojo y ya sabía yo que que no se estaba refiriendo a una salchicha. Sólo podía estar agradecida por que no hubiera estado burlándose sin piedad de mí, porque sabía que era capaz.

Me levanté de la silla y cogía la mano de Edward. Sus ojos estaban fijos en mi cara mientras me lamía los labios y le sonreí.

-Por supuesto, así es.

Su propia sonrisa respondió a la mía y se inclinó para susurrarme al oído.

-Entonces date prisa y come, así podemos irnos a casa y puedo darte lo que quieres.- Corrí a mi asiento y me preparé para comer mi comida. Quería que llegara el postre.

Edward se sentó a mi lado y puso su mano sobre mi desnuda rodilla, me dio otra sonrisa devastadora.

-Pronto,- susurró. Gracias a Dios.

 

 

…...............................................

 

 

Hola a todas! Espero que os halla gustado el capítulo. Gracias por vuestros comentarios y votitos, eso es lo que hace que traduzca con más entusiasmo.

El siguiente capítulo es uno muy esperado! Jajaja ¿Que os ha parecido Emmett? ¿Y el mural que tenía sobre Edward en el techo de su habitación? Jajaja Me he divertido mucho traduciendo el capítulo y espero que vosotras igual lo hayáis disfrutado al leerlo :)

Os iba a proponer una cosa, ¿qué os parece si cada semana, entre semana os subo un adelanto del siguiente capítulo? Contestarme si os gustaría que lo hiciera.

Bueno hasta la semana que viene, que paséis buena semana.

Un beso a todas, espero vuestros comentarios y votitos.

Capítulo 10: Contacto ilegal Capítulo 12: Touchdown

 
14439967 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios