Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133920
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

.................

También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

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Capítulo 14: Por encima

EPOV

 

Probablemente fuera una locura echarla de menos cuando hace unos minutos estaba conmigo, pero lo hacía. Me dolía el cuerpo por ella y no solo por estar en su interior, sino por estar con ella, por supuesto. Solo quería estar con ella. Me daba miedo y no sabía que hacer al respecto. ¿Esto era una adicción? ¿O simplemente amor?

Alguien se aclaró la garganta llamándome la atención, era Jasper que me miraba como si tuviera dos cabezas.

-¿Qué?

-No he dicho nada.- Sus labios temblaban y sabía que estaba intentando no reírse de mi por haberme enamorado.

-Que te jodan.- Estalló en risas y me dio un puñetazo en mi hombro izquierdo.- Por cierto, ¿como te fue? Has estado mucho tiempo fuera de servicio, por lo que probablemente no sabrías qué hacer. Espero que estuvieras a la altura de las expectativas.- Ahora fue mi turno de reír y darle un fuerte puñetazo en el hombro.

-¡Eh! Ten cuidado, amigo. No querrás darme fuerte para que me pierda el partido de mañana. No cuando tu chica va a estar viéndote en las gradas y me necesitas para no parecer el mariscal de campo mediocre que eres en realidad.

Se rió y se alejó de mí cuando traté de traté de darle una patada.

-Entra al maldito coche, Jasper.- Cuanto antes comenzara el día, antes terminaría y podría ver a Bella de nuevo. Hasta las ocho parecía que era mucho tiempo.

-Conduzco yo,- sugirió y sonrió cuando me quejé. Lo seguí hasta su viejo camión Ford negro que tenía desde que cumplió los dieciséis años. Podía permitirse el lujo de comprar un concesionario entero pero quería seguir conduciendo este coche por razones que se me escapaban.

Abrí la puerta y entrecerré los ojos al escuchar el chirrido metálico que acompañó al movimiento.

-Joder, Jasper, ¿por qué insistes en conducir esta chatarra?

-No es chatarra.- Me lanzó una mirada herida mientras se subía a la camionetas y daba unas palmaditas en el salpicadero.- Es un clásico. Es mi primer coche.

-Ha sido tu único coche, idiota. Te compraré uno si jubilas a esta chatarra.

-Shhh, podrías herir sus sentimientos.- Continuó acariciando con amor el salpicadero y me miró.

-Solo conduce, freaky.

-¿Freaky?- Se rió y encendió el motor con su típico traqueteo que hacía eco por todo el garaje.- No era yo el que estaba de pie mirando a nada como si fueran a llevarse a mi chica.

-No era eso lo que hacía, exactamente.

Sonrió y salió de la plaza de aparcamiento.

-Entonces, ¿qué hacías, exactamente?

Sentir dolor por ella. Pensando en hacer el amor con ella. Querer escucharla decir algo loco y después hacerla reírse de eso conmigo. Solo... soñaba. Y eso no se lo iba a contar a él.

-Solo pensaba.

-Amigo, estás ido por ella, ¿por qué no lo admites?

Debía admitir pronto lo que sentía por ella. Quería hacerlo, pero estaba asustado.

-Obviamente me preocupo por ella, mucho. Y me gustaría explorar...

-Joder, suenas como Oprah.- Jasper golpeó el volante de su amado coche.

-¿Qué quieres decir?- ¡Por supuesto que no sonaba como Oprah!

-Bueno, como Oprah tal vez no. Pero como el Dr. Phil si. Analizando tus sentimientos en vez de sentirlos. ¿Has olvidado con quien estas hablando?

-Creo que si, ya que me acabas de revelar que te pasas el tiempo viendo Oprah y al Dr. Phil. Creí que eras mi mejor amigo, pero parece que eres una mujer a la que nunca he conocido.

Resopló y se detuvo en el estacionamiento del estadio.

-Soy tu mejor amigo, y por eso sé cuando te estás lanzando mierda a ti mismo. Y si estas seguro de que mis sentimientos me hacen mujer, pues cómprame un vestido.- Arrastró las últimas palabras y, por supuesto, inmediatamente me lo imaginé con un vestido negro ceñido que me hizo reír con fuerza. Aparcó el coche y se sentó mirándome mientras me reía. Cuando finalmente me calmé golpeó con los dedos el volante.- ¿Has terminado?

¿Por qué de repente me sentía como si mi madre me estuviera a punto de regañar?

-Si.

-Bien.- Dirigí mi mano al manillar de la puerta cuando las cerraduras hicieron clic.

-¿Que coño pasa, Jasper? ¿Podemos ir a trabajar o no?

-No, no hasta que hables conmigo.

-Joder, eres como una mujer. Sabes que solo quiero abrir la puerta y salir, ¿Verdad?

-¿Por qué no lo intentas?

Saqué el bloqueo manualmente e inmediatamente se cerró de nuevo. Parecía que no había manera de evitar esta charla.

-Joder, está bien. ¿Qué es lo que quieres? ¿Todos los detalles sucios?

-Joder no, hombre. ¿Qué te crees que soy, un pervertido?- Sonreí y me miró.- Creo que no lo soy.

-Abofetear a un impermeable puede hacer que seas un chico que está cagándola en el Lincoln Park.

-Si fuera ese chico, nadie me denunciaría porque me encontraría demasiado atractivo, así que en todo cacho, tendría que correr para que no me molestaran.- Sus brillantes ojos azules brillaron y nos empezamos a reír.

-Ese eres tu, Jas, irresistible.

-Lo sé. ¡Es una maldición! De todos modos, basta. Háblame de ti.

Joder, no lo podría hablar con Jas, ni con nadie. Me recosté en el asiento de cuero incómodo y me di cuenta de que posiblemente podría conseguir algunas respuestas a mis preguntas.

-Cuando tocas a Alice, ¿tu...? Joder esto suena muy mal.

Jasper puso su mano en mi brazo.

-¿Qué pasa? Te diré lo que quieras saber, ya lo sabes.

Lo sabía, y tenía que continuar, sin importarme lo gilipollas que me sentía.

-¿Cuando la tocas, te sientes...? no sé como describirlo... ¿sientes una corriente eléctrica? ¿Una descarga?

Jasper ladeó la cabeza y su pelo cayó en sus ojos y lo peinó con impaciencia.

-No lo llamaría descarga, no es así para mí.- Era un bicho raro. Lo sabía.- Es más como si me sintiera completo cuando estoy con ella. Se que suena demasiado como Jerry Maguire para mí, pero es la verdad. Estoy en mi mejor momento cuando estoy con Alice y a ella le pasa lo mismo conmigo.

Tal vez no sea un loco después de todo, pero no me pude resistir.

-Muéstrame el dinero.- Me dio de nuevo en el hombro y me lo froté.- Hey, tú eres el que me hizo ver esa estúpida película.

-Tu eres el que se electrocuta cada vez que toca a su chica.

-¡No lo hago! Es solo como un zumbido o algo así.

-¿Cómo su estuvieras en el aire?

Si, soy adicto a Bella Swan.

-Tal vez.

Se recostó en su asiento y se encogió de hombros.

-Eso no suena tan mal.

-¡Tres semanas, Jasper! Han pasado tres semanas y siento como si me estuviera muriendo, porque no voy a poder verla durante las próximas diez horas. Eso no es normal.

Resopló.

-No, eso pasa con el amor, idiota. ¿Crees que no me pasa a mi eso cuando no estoy con Alice?

-No se, supongo que sí.- ¿Cómo podía ser? Parecía que estaba bien cuando no estaba con ella.

-Por supuesto que la echo de menos. Si hubiera alguna forma, la tendría encadenada a mí todo el tiempo, excepto cuando esté en el capo, y la única razón sería por que no quiero que salga lastimada. No hay nada malo en eso, tienes que aprender a lidiar con eso y esperar hasta que puedas volver a verla.

-¿Así que no soy un bicho raro por ya echarla de menos?

-No, lo que eres es un hombre enamorado.- No dije nada y él grito.- ¡A ja! ¡Entonces lo admites!

-No reconozco nada.

-Tampoco lo niegas, cosa que haría si no fuera cierto.

-Otra vez... sólo han pasado tres semanas. No puede haber amor verdadero al conocernos tres semanas, ¿verdad?

-Yo sabía que estaba enamorado de Alice a los cinco minutos de hablar con ella. Y probablemente caí en el primer minuto. Así que sí, puede ser real, a menos que dudes lo que siento por ella, en cuyo caso me veré obligado a pegarte.- La voz de Jasper era seria y sus ojos brillaban con lo que podría ser ira.

-Amigo, no estoy dudando tu amor por Alice. Cualquier tonto puede ver...

-Exactamente. Todo el mundo puede ver que la amo con solo mirare y no me gusta tener que decirte esto amigo, pero estaba más que claro lo que sentías por Bella anoche en casa de Emmett cuando no podía apartar la vista o las manos de ella.

-Joder, ¿tan obvio soy?

-Si, imbécil, lo eres.

-¿Crees que lo sabe?- ¿Quería que lo supiera? Sería más fácil que lo supiera. Entonces no tendría que encontrar la manera de decírselo ni me tendría que preocupar por su reacción.

-Alice lo sabe, así que estoy seguro de que Bella lo sabe. Se cuentan todo.- Gemí, recordando las cosas que Bella había contado a Alice y preguntándome de que podrían estar hablando ahora.

-¿Cómo lo sabe Alice?

-Porque tiene ojos. Y me preguntó que opinaba y la dije que estabas enamorado, pero que no lo sabías. Al menos ya lo sabes. Me estaba cansando de tu despiste.

-No tenía ni idea. Solo estaba...

-En la fase de negación. Mira, lo entiendo. Ha sido rápido y aterrador y después de haber salido con una zorra como Tanya eres un poco tímido. Nadie te culpa. Pero tienes a una chica de calidad, y no lo digo porque sea la mejor amiga de Alice. Encajó anoche perfectamente en el grupo y Em estuvo encantado con ella en un santiamén. Nunca he visto a nadie hacer eso, quitando a Rose. Esto sonará ridículo, pero nosotros, como grupo, estuvimos anoche completos. Éramos como si nos hubiéramos criado juntos en lugar de habernos conocido hace poco. Y a Rose le gusta. Rose. Ambos sabemos que a Rose no le caen bien las mujeres.

-Dios, eso es verdad. ¿Recuerdas cuando conoció a Chelsea?

Se rió entre dientes.

-Rose la hizo llorar. Al menos no quería pegarla como quería hacerlo con Tanya.

-Si, si.

-El punto es que Bella y Alice nos pertenecen, como grupo o como individuos. ¡Así de sencillo! ¿Sabes como es Bella? Estará liada con sus sentimientos y, hazme caso, los tiene. Lo veo tan claro como la luz del día. Ella se convencerá de que no la quieres, porque eso es lo que hace. Así que lucha por ella, si no quieres que se aleje.

Joder, ¿podría pensar eso?

-No quiero asustarla, Jasper. Es demasiado importante para mi. No puedo perderla.

Puso los ojos en blanco.

-¿Qué piensas hacer? Está enamorada de ti.- Solo escucharlo de la boca de Jasper me produjo un calor en el pecho que hacía que deseara salir del coche, buscarla y oírselo decir a ella misma. Ahora el que parecía una chica era yo. ¿O era amor? Qué mas da.

-No lo se. Nunca me había sentido así.

-Está bien, hombre, pero tendrás que trabajar un poco mas. Y eso está bien. Si no puedes decírselo ahora, díselo con echos. Haz que sientas que la amas.

-Enserio, no te pierdes nunca Oprah ¿verdad? ¿De donde sacas todo eso?

Me lanzó una mirada divertida.

-Lo que pasa es que entiendo a las mujeres. No puedo hacer nada para remediarlo.- Apretó un botón y el seguro se quitó.- He hecho todo lo que he podido contigo. Ahora vayámonos a entrenar. Eso suele aclararte la mente.

Nos bajamos de la camioneta y nos dirigimos hacia el edificio.

-Bueno, ¿qué tal el sexo?

-Ahí está el pervertido que conozco y quiero.- Se rió y me golpeó la espalda.- Estuvo fantástico. No ha sido nunca así, ha sido mejor que cualquier otra experiencia.

-¿Ves? ¡El amor hace la diferencia!- Se rió y abrió la puerta del gimnasio. Varios compañeros estaban fuera y vi que Emmett estaba sentado sobre el banco de levantamiento de pesas con su blackberry y riéndose fuerte.

Miré a Jasper que se encogió de hombros y ambos nos dirigimos hacia Em.

-¿Qué haces, Em?

Nos miró sonriente.

-Envío anuncios a Favre para que sepa cómo aumentar el tamaño de su pene. ¡Por fin los correos spam tiene un propósito!

-¡Estarás de broma! ¿En serio?- Miré a su blackberry y en efecto eso estaba haciendo.

-Hey, yo siempre estoy aquí para ayudar en las necesidades de mis amigos. Y hombre, ¡lo necesita! ¿Has visto las fotos de Clarín?- Sacudió la cabeza con tristeza.- Favre es una leyenda pero su pene es más apropiado para un novato. Es vergonzoso. Proporciona una imagen inadecuada a todos nosotros.

-Habla por ti,- dijo Jasper, recogiendo algunas pesas de 10 kg y haciendo ejercicio con ellas.- Mi pene está bien, gracias. Favre no tiene que ver nada conmigo ni con mi masculinidad. Es un abuelo, por el amor de Dios. Es afortunado si aun le funciona.

Emmett resopló y comenzó a escribir de nuevo.

-Bueno, le enviaré unos anuncios de Viagra también. Cuando la tenga más grande, podría utilizarla para que le ayudara en el sexo, no es si la señora Favre aun no lo hubiera hecho.

-No lo sabes,- señalé, haciendo algunas pesas por mi cuenta.

-¿A quién le importa? El mundo piensa que es así y de cualquier manera es épico.- Realmente lo era. Siguió su trabajo con el móvil, enviando con regocijo varios anuncios para aumentar el pene y su rendimiento.

-Espero que no seas tan estúpido como para mandar una foto de tu pene.- Me estremecí.

-Si, ¿quién haría eso? ¿Te cayó tan mal cuando te golpeó el año pasado?

Rodé los ojos.

-Si. Menos mal que era lo suficientemente inteligente como para no seguirle el juego.

-Muy buena idea. ¿Has oído que está dispuesto a no hacerles caso a los peces gordos de la NFL para conseguir apoyo monetario? Menos mal que tengo a Rosie, las mujeres dan miedo.

Eso era cierto. Podían hacerte daño mirándote de cierta forma, o podrías amarlas por decir cosas sin sentido y mirarte con sus ojos marrones. Asentí y me recosté en otro banco de hacer pesas. Em finalmente cerró su blackberry y se puso encima de mí, ayudándome a empezar.

-Por lo tanto, Romeo, ¿como te fue el resto de la noche? ¿Bella se quedó satisfecha con la salchicha que la di, o te pidió otra?- Por casi se me calló la barra y Emmett me miró y sonrió, mostrando sus hoyuelos.

Joder, ya sabía yo que lo sabía. Gracias a dios que no había dicho nada fuera de contexto delante de Bella.

-No sé de qué estás hablando.

-Por favor, si por casi me quemaba por las vibraciones sexuales que emitíais los dos. Era como estar en el comienzo de una película porno, excepto que no lo habríais hecho en mi tumbona. ¿Es bueno que Rosie y yo no lo hayamos bautizado aun?

-Jesús, Emmett, ¿nunca tienes filtro?

Arrugó su rostro al pensarlo y luego negó con la cabeza.

-Solo cuando estoy alrededor de mis padres, e incluso en ese momento no lo utilizo muchas veces. Rosie me pega constantemente en la cabeza porque se me escapan cosas. Como aquella vez que metimos la pata en su habitación y...

-Basta, Em, cielos. No quiero oír hablar de tu vida sexual.

Me lanzó una sonrisa inocente.

-Bueno, entonces cuéntame sobre la tuya.

-No.

-¿Por qué no? No tenías reparos en contarme sobre Stalin, sus tetas falsas y su...

-¡Bella no es Stalin! ¡Nunca hablaría sobre ella de esa manera! No puedo creer que aun quieras que lo haga. Pensé que te caía bien.

Los ojos de Emmett brillaron.

-Bueno, por supuesto que lo hace y tiene los senos grandes y me imagino que...

Dejé caer las pesas y me levanté, poniéndome en frente de él.

-¡No te atrevas a hablar así de ella! ¡Ella no cualquier chica con la que me haya acostado! ¡La amo! ¿Te pido detalles de Rose? ¿Tengo alguna falta de respeto hacia ella?

Emmett sonrió y me dio ganas de darle en la cabeza.

-Bueno.

-¿Qué coño quieres decir con bueno?- Quería darle un puñetazo en su sonriente cara- Lo único que me impedía hacerlo era que teníamos mañana un partido y no podía permitirme el lujo de romperme una mano.

-Bueno. Si me hubieras contado una sola palabra sobre ella, habría tenido que patearte el culo, lo que habría sido lamentable ya que mañana tenemos que jugar y todo eso. Aunque lo habría hecho, de todos modos.

¿Qué?

-¿Esa fue una puñetera prueba?

-Por supuesto que sí. Quería asegurarme de que sabías que la amabas. Si no lo hacías, te iba a matar en el campo. Afortunadamente, no eres tan estúpido como pareces. Bella es para ti y no voy a dejar que lo arruines.

Me dejé caer en el banco de nuevo y miré a Jasper que no estaba intentando ocultar su regocijo por la situación.

-¿Os habéis llamado entre vosotros y habéis planeado esta estrategia o algo así?- Vi que Emmett miraba a Jasper y supe que había acertado.- ¡Lo habéis hecho! ¿Cuando lo hicisteis?

-Llamé esta mañana a Jasper y me dijo que Bella pasó la noche. Estábamos seguro de que te negarías a tus sentimientos por lo que decidimos hacer algo al respecto.

-¿Así que Jasper hizo el papel de Dr. Phil y tu me tenías que enfadar? ¿Qué os pasa? ¿No me podéis dejar manejar esto por mi mismo?

-No podíamos hacerlo, GQ. Vosotros se necesitan, en el campo y fuera. Hemos estado pasando por lo que estas pasando ahora y puedes beneficiarte de nuestra experiencia. ME hubiera gustado tener un amigo como yo cuando me enamoré de Rose.- Puso una mano sobre mi hombro y yo me encogí de hombros. Podía tener razón, pero seguía irritado con él por hablar de Bella de esa manera. Emmett asintió hacia Jasper.- Dr. Phil... me gusta. ¿No es también del sur? Es apropiado para ti.

Jasper sacudió la cabeza.

-Joder, no soy un doctor Phil.

-Claro que sí, me hiciste admitir mis sentimientos,- murmuré.

A Emmett se le iluminó la cara.

-Por lo tanto ya lo admitiste. ¿Cuando se lo dirás? No lo has hecho aun, ¿verdad?- Miró a Jasper quien negó con la cabeza.- Vamos, hombre, ¿de qué tienes miedo?

-No tengo miedo- Aterrorizado era más que miedo.

-Si lo estas. El amor es miedo. Lo se por experiencia. Espera a que quieras prometerte. Templarás de pies a cabeza.

¿Matrimonio? Sentí que iba a vomitar.

-¡Wow, espera! Te estás adelantando, Em.

-Claro que no. Recuerda mis palabras, te casarás con esa chica. Y yo estaré a tu lado cuando lo hagas, muy elegante para decir que te lo dije. Pero ahora, tenemos que hacer frente a tu incapacidad para decirla que la amas.

-No tengo incapacidad para decirla que la amo. Lo pensé anoche y estaba a punto de decírselo cuando estaba... ya sabes.

-Haciendo el amor,- Emmett canturreó, con las manos en el corazón. Imbécil. Levanté la mirada y me cogió mi mano con su manaza.- Está bien, tranquilízate. No necesitas arruinar tu manicura en este momento. Lo dejaré pasar, por ahora.

-Gracias.- Me incliné para coger mas peso y Emmett me calmó con una mano en el hombro.

-Bella es especial, Edward. Ya la quiero, de una manera platónica. Así que no hay razón por la que no la ames. Tienes que ser tonto si no lo haces. Si jodes esto, voy a patearte el culo. Esa chica te pertenece. Asegúrate de que se quede.

-Lo haré.- No sabía cómo, pero sabía que lo haría pronto.- Ahora, ¿podemos dejar de actuar como adolescentes y empezar a entrenar de verdad?

Se rió y soltó mi hombro.

-Claro, pero después de que peine a Jasper y me hagas las uñas.- Jasper lo miró y me puse a trabajar con mis pesas. Cuando antes terminara, antes la vería.

 

.

 

Hice que Jasper se detuviera en Jersey Mike de camino a casa para coger algunos sándwich para mi y para Bella. No me gustaba comer demasiado la noche de antes de un partido, así que normalmente comía sándwich o ensalada. Estaba muy cansado después de las reuniones de entrenamiento, interminables sesiones de repasar jugadas anteriores y estrategias de juego, pero la idea de ver a Bella había hecho que se me pasara volando.

Por fin sonó la puerta de mi apartamento y la dejé entrar al instante para tenerla en mis brazos y besarla con fuerza mientras la conducía hacia dentro y cerraba con llave la puerta.

-Te extrañé,- murmuré contra sus labios, mis brazos estaban alrededor de su cintura.

-Yo también-, respondió ella ahogadamente, pero al estar sus manos en mi cabello y sus labios en los míos, no estaba seguro de haber escuchado bien.

Cuando por fin separé mis labios de los suyos la sonreí.

-Hola.

Se rió y me besó suavemente.

-Hola, de nuevo.- Era hermosa con su rostro enrojecido, sus labios hinchados y sus ojos brillantes. Tomé su mano y caminé con ella hacia la sala de estar. Me dí cuenta de que cojeaba ligeramente.

-¿Qué te pasa? ¿Te has torcido el tobillo o algo así?- Se sonrojó fuertemente y se dejó caer en el sofá. Me senté a su lado y tomé sus manos.- ¿Bella?

-Uh, no es nada.

-¿Qué pasó?- El suelo de la entrada del edificio era un poco irregular y esperaba que no se hubiera caído.

-Estoy bien, Edward. Sólo es un poco de dolor.

¿Dolor? ¿Desde... anoche?

-¿Fue mi culpa?- Joder, yo nunca haría daño a una mujer. Era un idiota. Tanto para demostrarle mi amor... esos idiotas y sus puñeteros consejos. Mantuvo sus ojos en su regazo, me estaba volviendo loco.- Bella, háblame.

-No es tu culpa, Edward. Sólo que no lo hacía desde hace mucho y... Zeus es tan grande y lo hicimos tantas veces que mis partes femeninas están un poco dañadas y mis músculos hicieron mucho más ejercicio que el que habitualmente hago en la cinta, Alice dice que tengo que seguir montando a caballo y me acostumbraré a él y mis músculos se harán más fuertes y no andaré como una viejecita. Quiero tener sexo contigo esta noche pero podría matarme pero lo intentaré porque me gusta tener sexo contigo y creo que ahora me estoy aficionando al sexo gracias a ti.

¿Caballo? ¿Ese era yo? ¿Y quién coño es Zeus? La parte del final, que se está aficionando al sexo lo comprendía porque me pasaba a mi y estaba a favor de eso.

-¿Nena?- Me miró con timidez, mordiéndose el labio, como si la hubieran pillado haciendo una travesura.- En primer lugar, no tenemos porque tener sexo esta noche. Me gusta el sexo contigo, de hecho, me encanta, pero ha sido un largo día y estoy cansado y un poco dolorido, así que soy feliz con tal de tenerte en mis brazos toda la noche, si eso te gusta a ti.

Bella sonrió ampliamente.

-Si, es perfecto.

-En segundo lugar, aunque me encanta que me hallas llamado caballo, no soy un caballo y me gusta que digas que no puedes mas. Nunca te voy a empujar a tener sexo.- Se sonrojó más y me dio un ligero beso en los labios.- En tercer lugar...- tenía que saberlo.- ¿Quién es Zeus?

-¡Oh, Dios mío!- se quedó sin aliento y la acaricié los labios. Levanté una ceja y subí suavemente su cabeza con una mano en su barbilla mientras acariciaba su mejilla con el pulgar.- Es que...- Miró de nuevo hacia abajo.

-¿Soy Zeus?- Esto era interesante y sin duda era uno de los pocos apodos que no había tenido.

-Tu no, exactamente.

-¿Bella?

-Él es tu... uh... ya sabes.- Hizo un gesto hacia mi regazo. Oh, Dios, había llamado a mi polla Zeus. Eso era... genial.

-Zeus, ¿eh? ¿Exactamente lo decidiste?

-Um, yo no lo hice.- Me miró.- Es algo que surgió en la conversación con Alice y le hablé sobre nuestra conversación sobre Hércules y que tu tendría que tenerla más grande y ella me dijo que Jasper dijo que era verdad y dijo que debería llamarse Zeus, porque es el padre de Hércules y sería estupendo ver la cara de Emmett si enteraba. Aunque no quiero hablar sobre eso con ellos ya que es privada, pero por si acaso surge en una conversación.

La sonreí.

-Privada, ¿eh?.- ¿Así que ahora era privado que Alice pusiera nombre a mi verga? No estaba seguro si me molestaba o no. Toda esta conversación parecía surrealista y estaba intentando saber lo que me hacía sentir. Aparte de culpable por haberle causado dolor a Bella.

Suspiró y me cogió la cara con las dos manos.

-Lo siento. Sé que cuento demasiadas cosas a Alice, pero siempre ha sido así y necesitaba hablar con ella para saber como me sentía y hacia donde iba esto, tiende a ver las cosas con más facilidad que yo.

La besé, no podía estar enojado con ella. Era demasiado bonita como para que me enojara, Zeus era un nombre chulo. Además, sin darse cuenta me había dado algo que podía usar contra Jasper.

Bella se fundió en mis brazos y la puse en mi regazo para simplemente disfrutar durante unos minutos de sus besos. Podía conformarme con eso. Podía besarla libremente sin preocuparme por la tensión sexual y tratando de comportarme. Bueno, excepto esta noche, que la tenía que dejar descansar.

Finalmente rompí el beso y apoyé la frente contra su mejilla.

-¿Tienes hambre?

-Si, me estoy muriendo de hambre.

-Pensé que podíamos comer sándwiches y patatas fritas aquí si te apetecía.

-Por supuesto.- Encendí la televisión sintonizando el partido de USC contra Oregón y me fui a la cocina a buscar los bocadillos y un plato de patatas fritas.

-¿Quieres agua para beber?- la pregunté desde la cocina. Me respondió afirmativamente así que cogí dos botellas y la comida y me lo llevé a la sala de estar para ponerlo en la mesa. Comimos y le conté una versión editada sobre la conversación con Jasper y Emmett y ella me contó que había hecho una investigación para Buddy y que estuvo hablando con Seth.

-¿Ese es tu novio del trabajo?- No sabía por qué pero me molestaba eso.

Bella se rió y negó con la cabeza.

-No es mi novio, ni en el trabajo ni fuera de él. Es solo un amigo.

-¿Cuál sería la definición de novio?

-Tú eres mi novio. Nunca he besado a Seth y nunca me he acostado con él. Tampoco quiero.

Bueno. Sin embargo...

-¿Él quiere?

Bella me miró y luego miró de nuevo hacia la TV y se encogió de hombros.

-LaMichel James es un manta.

No podía evitar estar de acuerdo con él, ya que su defensa era muy mala. Pero me estaba cambiando de tema.

-Tomaré eso como un sí.

-Él pudo haber mencionado algo sobre salir por ahí.

Dejé mi plato a un lado y tomé un mechón de su cabello entre mis dedos.

-¿Cuando lo ha hecho?- Tomó un trago de agua y me contestó con la boca llena. No entendí ni una palabra de lo que había dicho, como ella quería.- ¿Bella?

Suspiró.

-Hoy.

-¿Así que al haberte hecho el favor ayer pensó que se lo pagarías con una cita?- Típico. No podía ir a su trabajo para hacerle ver que estaba conmigo, ya que ella no quería hacerlo público todavía. Aún así, podía conseguir que se retirara de otra manera.

-No lo expresó así,- me dijo.- Estábamos hablando sobre el partido que cubrió por mí y me preguntó si tenía planes para esta noche. No podía haber sido otra cosa.

-¿Qué le dijiste?

-Que tenía una cita con mi novio.

Le sonreí.

-¿En serio?

-Por supuesto. Está enamorado de mí y no quiero alentarlo. Me siento mal por haberlo usado para lo que quería mientras salía contigo.- La puse en mi regazo y besé su ceño fruncido por la tristeza.

-No le usaste, Bella. ¿Alguna vez le has cubierto?

-Bueno, sí, pero...

-No hay peros. Hiciste lo que los compañeros de trabajo hacen. Fuiste honesta con lo de que tienes novio. Habría sido diferente si hubieras mentido para conseguir lo que querías. No te preocupes, mi amor. No interferiré en tu trabajo de nuevo. Vamos a hacer esto de acuerdo con tu horario.

-Mi horario es una mierda-, susurró, apoyando la cabeza en mi hombro.

-El mio igual. Podemos pasar cualquier noche juntos, incluso si tenemos que dormir pronto. No me importa, mientras esté contigo.

-¿Si?- preguntó, besando mi cuello, Sentí mi polla, Zeus, responder y sabía que tenía que interrumpirla antes de que esto se calentara más ya que esta noche no podía ser.

-¿Te gustaría que nos bañáramos?

Bella echó la cabeza hacia atrás para mirarme.

-Me encantaría.

Antes de que hubiera terminado de hablar la alcé del sillón y la llevé hacia el dormitorio. La bajé suavemente y comencé a llenar la bañera. Me senté en el borde de mármol y la atraje hacia mí. Estaba mirando a la bañera con una expresión aturdida.

-¿Qué?

-¿Es una bañera de hidromasaje?

Me reí entre dientes. Su fascinación con mi cuarto de baño era adorable.

-Si.

-¿Con esos aparatos?

-Si.- Apreté un par de botones y salieron disparados chorros de agua que se arremolinaban a través de la bañera. Desabroché sus pantalones cortos y los deslicé por sus piernas, tratando de no notar lo preciosa que era. Abajo, muchacho, no hay sexo esta noche. Se quitó la camiseta y la desabroché el sencillo sujetador negro. Tragué saliva al ver esos perfectos pechos y miré a su estómago mientras la quitaba las braguitas. Sentí que mis dedos tenían ganas de volver a tocarlas, así que me volví hacia la gañera pulsando algunos botones.

-Cascada,- Me atraganté cuando escuché a Bella jadear detrás de mí cuando el agua empezó a salir. La empujé suavemente hacia la bañera. Cuando se acomodó pulsé otros botones y ella gimió con los chorros que la daban en la espalda. El agua cubrió una buena parte de su cuerpo y dejé escapar un suspiro de alivio al relajarme un poco, ya que mi polla estaba dura como una roca.

-¿No me acompañas?- Preguntó Bella, tendiéndome su mano en forma de invitación. Joder. Sería mejor si la dejaba allí y me iba a repasar las cintas, pero me miraba con ojos suplicantes y me empecé a desnudar y a ir hacia ella, tratando de ocultar la emoción de mi entrepierna. Mi lado también tenía hidromasaje así que pude relajarme un poco, aunque me resultaba un poco difícil al tener a Bella desnuda al lado mía.

Echó la cabeza hacia atrás y soltó otro gemido cuando el chorro impactó con su cuello. Qué lástima que no tuviera uno para las piernas, que es donde ella más lo necesitaba.

-Sé que dije que quería vivir en tu ducha, pero creo que me gusta más la bañera. Tu ducha es genial, pero esto es increíble.

Me reí y me pasé una mano por el pelo.

-Mi madre diseñó el cuarto de baño. Habló con los mejores terapeutas deportivos sobre lo que me sentaría mejor después de un partido duro y la recomendaron esto.- Me sentí un idiota al admitirlo, pero Bella no me juzgaba.- Tiendo a usarlo después de cada partido.

Abrió los ojos y me sonrió.

-Yo lo usaría todos los días. Si no tuviera miedo a ahogarme, me dormiría aquí. Es glorioso.- Me reí entre dientes, tomé su mano y la besé. Dejó escapar otro gemido y mi polla tembló bajo el agua.

Solté su mano y cerré los ojos, tratando de que las ganas de tocarla se esfumaran. No necesitaba nada esta noche. Piensa en cosas poco sexys. Emmett haciendo danza del vientre. Jasper caminando por el vestuario desnudo y mi madre en los vestuarios. Las chicas de Jersey Shore. La chica que me siguió al baño y empezó a... De repente sentí un roce en mi pene y mis ojos se abrieron de golpe.

Bella estaba en el centro de la bañera, me miraba mientras sus manos estaban alrededor de mi polla y comenzó a acariciarla debajo del agua. Mierda, se sentía tan bien.

-Bella, no tienes por qué hacerlo.

-No, pero quiero.- No estaba con los ánimos para protestar, así que me senté y disfruté la forma en la que sus manos me tocaban y aplicaban la cantidad de fuerza perfecta en mi polla mientras que la otra me acariciaba los testículos.

-Jesús, Bella.- Agarré el borde de la bañera mientras se inclinó y me llevó hasta el fondo de su boca, subiendo y bajando sobre mi polla. Se sentía muy, pero que muy, bien y estaba demasiado caliente, por lo que sabía que no iba a durar mucho. Cogí su cabello con una mano, tirando suavemente. Ella gruñó contra mi polla y se movió más rápido, me fui antes de poder avisarla. Tragó todo, mirándome con esos hermosos ojos y luego lamió la punta de mi polla antes de alejarse.

-Dios, Bella, eso fue increíble. No tenías por qué hacerlo.

Sonrió y se apoyó en las paredes de la bañera.

-Lo sé, pero quería darte las gracias por no salir corriendo cuando digo cosas estúpidas y por haberme cuidado esta noche.

.Ni siquiera he comenzado a cuidarte.

Bella levantó una ceja hacia mí.

-¿Qué significa eso?

-Ya verás cuando salgas de la bañera.- Inmediatamente se pudo de pie y el agua se deslizó por su cuerpo y menos mal que ya la había visto mojada, si no sería muy difícil manejar la situación. Apagué los chorros y le dí una toalla. Vi como se secaba y yo hice lo mismo. Se envolvió en la toalla y la cogí de la mano llevándola hacia el dormitorio, hacia la cama.

-Acuéstate boca abajo.- Me lanzó una mirada, pero se quitó la toalla e hizo lo que la pedí, acostándose en la cama. Fui hacia el armario y saqué unos boxers para ponérmelos, pensando que mejor tener algo puesto cuando la iba a tocar.-¿Tienes crema en tu bolsa?- Tenía algunos aceites de masaje, pero quedaría como si estuviera intentando algo y ahora no se trataba de eso.

Bella levantó la cabeza y me miró.

-Si.- Fui por el pasillo y cogí la bolsa, llevándola a la habitación. Abrí la cremallera y encontré la loción y la puse en la mesita de noche. Me subí a la cama, sentándome a horcajadas en su espalda. De inmediato se puso tensa y me incliné a besarla el cuello.

-Relájate. No voy a intentar nada, lo juro. Solo quiero que te sientas mejor.- Empujé su pelo sobre su hombro y abrí la loción, dejé un poco en mis manos y comencé a frotar su espalda. Soltó unos gemidos y tuve que recomponerme antes de continuar por sus hombros y la base de su cuello. Sentí que comenzaba a relajarse bajo mis manos y murmuró mi nombre un par de veces. Apreté los pulgares contra su espalda y suavemente los moví por la curva de su espalda, usando todos los dedos para aplicar presión en todos los puntos.

-Creo que amo más tus manos que la bañera,- murmuró y me reí, pero sentí que mi corazón se paraba al oír la palabra amor.

-Me siento honrado de que pueda vencer a un objeto inanimado,- le dije, moviendo mis manos por su cintura y presionando los pulgares encima de la raja de su hermoso culo. Quería seguir por esa línea, pero, probablemente, perjudicaría la idea que tenía. Me moví entre sus piernas e intentó darse la vuelta, pero apreté su espalda hacia abajo.- Aún no he terminado.

Tomé un poco más de crema y empecé a frotar sus muslos, ella empezó a gemir más que antes. Si, mi polla definitivamente estaba devuelta a la vida. Abajo muchacho. Ya tuviste lo tuyo y eso es todo lo que conseguirás esta noche. Apreté sus sexys muslos con las manos y traté de compensar el dolor que había causado anoche y esta mañana.

Bella empezó a murmurar incoherencias en mi almohada y su cuerpo empezó a moverse contra las sábanas. Jesús, ¿se había encendido? Eso no era lo que tenía pensado, pero no iba a dejarla así. Me moví entre sus piernas y dejé que mis pulgares la acariciaran el coño mientras ella gemía y se presionaba contra mi mano.

Parecía que quería más por lo que comencé a acariciarla mas abajo. Levantó las caderas de la cama y deslicé un dedo dentro de ella, lo que provocó sonidos más sexys y que dijera mi nombre. Empecé a frotar en círculos su clítoris y ella movía su cadera al ritmo de mi dedo que entraba y salía de ella. Aumenté la presión sobre su clítoris y doblé mi dedo, se vino a mi alrededor, la cara y las manos las tenía enterradas en la almohada mientras su cuerpo se sacudía en mi cama. Era tan hermoso, pero me perdí su cara. La atraje hacia mí.

Suspiró y besó mi hombro mientras descansaba su cabeza en mi cuello.

-Dios, te amo.- Me quedé inmóvil debajo de ella y ella se quedó sin aliento.- Quiero decir, amo a tus dedos.- Enterró su cabeza en mi cuello y se la cogí para apartarla un poco. Tenía que verla la cara.

-Bella.- Trató de ocultar su rostro en la almohada, pero la aparté y me miró con miedo y dolor en sus ojos. Mierda, no quería que se asustara de sus sentimientos, si realmente eso era lo que sentía. Tenía que contarle los míos.- Espero que lo primero que has dicho sea cierto, porque yo también te amo.- Su boca se abrió y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras asentía. Sentí que mi corazón latía fuertemente y me incliné hacia ella, pero me detuvo con una mano en el pecho.

-Yo también te amo, Edward. Me asusta porque esto está sucediendo demasiado rápido y esto es demasiado intenso, nunca me he sentido así.- Su voz era suplicante y la entendía.

-Lo sé, cariño. Pero vamos a trabajar juntos en eso. Nos amamos y eso es todo lo que importa. No es demasiado rápido si los dos estamos de acuerdo.- Y eso es lo que Jasper y Emmett me había intentado decir. Tenían razón, los hijos de puta.

Me besó y me dejó sentir el amor que sentía por mi. Yo hice lo mismo y luego dejé escapar una carcajada de alivio cuando nos separamos. Me sonrió y empezó a jugar con mi pelo.

-Esto va a ser complicado.

-Sólo si lo hacemos que lo sea. Ahora mismo es muy simple. Tu me amas y yo te amo. Para mí es fácil.- Apreté mis brazos a su alrededor y sentí como se relajaba contra mí. Lo complicado llegarán en el camino, pero los superaríamos. Eso era lo único que sabía.

 

 

….............

 

Bueno aquí otro capítulo. ¿Qué os ha parecido? ¡Emmett es tan gracioso!¡¡Y ya se han dicho que se aman!!jaja

La semana pasada se me olvidó desear suerte a todas las personas que tenían selectividad esta semana, en España ha sido esta semana, no se cuando será en los otros países. Espero que os haya salido bien y que os de la nota para lo que queráis estudiar, así que este capítulo os lo dedico a las que hayáis tenido que hacerla.

Otra cosa, me tenéis abandonada jajaja ningún comentario ni ningún votito, aunque os lo perdono porque es época de exámenes jajaja.

Por último os quería avisar de que la semana que viene no se si podré subir un capítulo ya que tengo que llevar el ordenador a arreglar ya que tiene la pantalla mal y seguramente lo lleve esta semana, no sé cuando tardarán pero aún así no se su podré ya que el otro ordenador lo usa el resto de mi familia. Tendré el siguiente capítulo cuando pueda, y si me da tiempo os recompensaré por las semanas que tarde en subir capítulo ya que no se cuanto tardarán en arreglármelo, espero que poco, aun así seguiremos en contacto ya que me conectaré desde el móvil o desde el otro ordenador aunque sea unos minutos al día.

Bueno eso es todo, espero vuestros comentarios y votitos.

 

Un beso.

Capítulo 13: Dos puntos importantes. Capítulo 15: En el campo

 
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