Primero y Diez (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 18/03/2013
Fecha Actualización: 26/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 33
Comentarios: 191
Visitas: 133938
Capítulos: 35

Bella Swan es una aspirante a reportera de deportes cuando le es asignado entrevistar al más grande de la liga, por no mencionar al mas caliente, el quarterback Edward Cullen ¿Le enseñará Edward Cullen las reglas del juego? O ¿ella le enseñará una o dos cosillas? 


Esto es una traducción y su autora es Nolebucgrl, podéis encontrar el fic original en esta página: http://www.fanfiction.net/s/5874934/3/First-Ten

Estoy autorizada por la autora a traducir esta historia.

 

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También os invito a pasaros por mi otra traducción conjunta, Words With Friends, junto a CARLAROBPATT. Aquí os dejo el link: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3920

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Capítulo 24: Outtake: Segunda Cadena.

RPOV

 

-¿Estás seguro de que quieres hacerlo?- Eché mi cabeza hacia atrás y Riley se rió. Era muy guapo. Si no fuera gay, me hubiera echado encima suya hace dos años cuando pasó por primera vez por mi taller. En cambio, me había conformado con una amistad increíble y entonces Emmett vino y el resto es historia.- ¿Te he contado alguna vez el accidente de “Car & Driver?- No pude mantener la sonrisa, aunque lo intentara, recordando lo cabreada que estuve con Emmett.

-¡No! ¿Qué pasó?- Riley se inclinó hacia delante con entusiasmo, apoyando su barbilla en sus manos, sus ojos azules brillaban de emoción.

-Mejor dicho: ¿qué hizo Emmett? Tenía una entrevista concertada con ellos. Me nombraban como una de las mejores mecánicas del mundo. ¡Vaya cosa! ¿no?- Riley asintió.- Así que Emmett, sabía lo emocionada que estaba, pero ya conoces a mi Emmett. Sintió la necesidad de gastarme una broma, así podía reírse antes de la entrevista.- Sentí cómo me iba enfadando cada vez más, aunque si lo pensaba bien, mi genio disminuía, después de todo, mi hombre tenía lo suyo.

Riley rodó sus hermosos ojos.

-Claro que lo sé. Tuve que cambiar mi número de teléfono después de lo de la Lista de Craig. ¡Todas esas mujeres!- Se estremeció dramáticamente.

Me reí y le pegué suavemente en el hombro.

-Si, pobre hombre. Eres un aficionado en las bromas de Emmett. Yo soy una profesional. Escucha y aprende.- Sonrió e hizo un gesto para que continuase.- La mañana de la entrevista, estaba con mucha energía. Mi azúcar subía y bajaba. Tenía muchas ganas. Iba a ser reconocida, ¿sabes? Me fui al trabajo temprano, sabiendo que tenía que trabajar para calmarme. ¿Te acuerdas de los trajes de trabajo?

-Si, esas horribles cosas marrones. Enserio, Rose, tenemos que hablar de cambiarlos por uniformes más atractivos.- Solté una carcajada. ¡Sólo tenía que esperar que contara toda la historia!

-Si, si, Riley. Estoy segura de que Calvin Klein querrá hacerme unos trajes para el trabajo.

Aspiró con sorna.

-Una no aprecia la alta costura.

-¡Hey! Estoy bien limpia, mírame.

-Lo sé, hermosa, y si fuera heterosexual, te llevaría a casa antes de que sirvieran los entremeses.

Me reí.

-Si fueras heterosexual, me tendrías gritando en uno de los cuartos de baño y no utilizarías la palabra Entremeses.

Su perfecta nariz se arrugó.

-¡Qué bruta! Sigue, antes de que pierda el apetito.

Era tan divertido burlarse de él.

-Está bien. Llegué a la oficina. Llevaba unos vaqueros y una camiseta y tenía un precioso Porche esperando que le atienda. Pero al ir a los vestuarios para ponerme el traje, ¿sabes lo que me encuentro?- casi estaba gritando y respiré hondo para calmarme.

-¿Qué encontraste?- Sus ojos estaban muy abiertos y parecía que estaba a punto de pasar una noche con George Clooney.

-¡Lencería!- Todavía no podía creerlo. Emmett sabía cuánto odiaba el cliché, la imagen de la chica en ropa sensual yendo hacia el magnífico coche para que los hombres se puedan masturbar con eso.- Todos los monos habían desaparecido y lo único que había era ropa interior de encaje. Lencería cara, de La Perla.- Riley se quedó sin aliento y puso una mano sobre su corazón, con los ojos brillantes. Tal vez no vería el resto de la historia divertida. Aunque horrorizarlo podría ser divertido, siempre y cuando, siga comprando a Emmett. En todo caso, le daría puntos por tener estilo al comprar ropa interior ridícula.- Sabía que había pasado y le llamé, pero su teléfono estaba apagado y me envió al buzón de voz. Le dejé un mensaje desagradable y le ordené que me trajera mi uniforme o si no estaría a pan y agua toda su vida.- Negué con la cabeza, sonriendo.- Esa es la amenaza definitiva para Emmett, ¿sabes?

-Es la amenaza definitiva para cualquier hombre, carió. Hetero o gay. ¡Me muero!- Riley era el dramatismo personalizado.

-De todas formas, oí ruidos al fondo del garaje y supe que era él. No me iba a hacer una broma así, sin estar cerca para ver mi reacción. Estaba escondido con la puerta abierta. No fue para nada sutil, el idiota de mi novio.- Incluso oí el amor que sentía por ese imbécil en mi voz cuando hablaba de él y Riley me sonrió.

-Así que decidí vengarme. Estaba sola, así que me quité la ropa y oí otro ruido en la habitación. Emmett había tirado una lata de pintura.- Me reí ante el recuerdo.- Hice como si no lo hubiera oído. Cogí la lencería más sexy que había, un pequeño babydoll blanco por el que podías ver a través de él. Y caminé hacia el Porche.

Riley estaba ahogando la risa ante la imagen mental que le había proporcionado y me uní a él.

-Saqué la camilla y me disponía a tumbarme en ella cuando Emmett vino rugiendo y tirando todo lo que estaba en su camino.- Recordé vívidamente la expresión de horror de su rostro. “¡No puedes usar eso para trabajar!” gritó. Y yo, inocentemente, le pregunté el por qué ya que era todo lo que tenía. “Puedes usar tus pantalones y tu camiseta. ¡Estaría bien!” Estaba gritando y moviéndose a mi alrededor, tratando de quitarme de la camilla y yo estaba dando patadas para alejarme.- Riley se sacudía de la risa y las lágrimas se empezaron a formar en sus ojos.

-“Rosie” dijo, muy serio. “No puedes usar ropa interior de mil dólares para trabajar en un coche. Lo mancharás de aceite” Así que le miré y le dije. “Emmett, me robaron la ropa. A mí me gusta mi camiseta y no voy a mancharla de aceite. No me gusta esta ropa, así que la mancharla será un placer.- No pude más y me empecé a reír.- Sabía que iba en serio, y sabía que era mejor no intentar detenerme físicamente, por lo que puso mala cara y luego me dijo: “Bueno, puedes llevarlo puesto por ahora, pero ¿qué pasará cuando los reporteros vengan?”- Sonreí al recordar lo serio que estaba, pensando que no me importaba lo que dijeran de mí.

-Le dije: “Emmett, voy a utilizar este hermoso traje que mi novio escogió para mí hoy. No me gustaría que se desperdiciara su trabajo”

-¡No lo hiciste!- Los ojos de Riley estaban como platos.- ¿En serio?- chilló.

Le sonreí.

-¡Claro que lo hice! La mejor manera de que mi hombre aprenda la lección es que pruebe sus propias bromas. Estaba mortificado y con pánico- Trató de prohibirme que lo usara.- Me reí ante eso. Como si Emmett pudiera prohibirme algo.

-¿Así que me estás diciendo que llevaste lencería cara para esa entrevista? ¡Estoy escandalizado!- No lo parecía.

Me reí y sacudí la cabeza.

-No, llevé ese conjunto mientras trabajaba en el coche. Me aseguré de vaciar el aceite sobre ese traje.- Riley dejó escapar un pequeño grito y me reí. Pobre alta costura. Pero no me importaba.- Durante la entrevista, me puse Un camisón, con un poco de encaje en el cuello que bajaba un poco, no estaba mal y combinaba con mis ojos.

Riley dio una palmada con alegría.

-¿En serio? ¡Dime que te hicieron una foto!

Me reí y sacudí la cabeza.

-Emmett no les dejó. Estuvo delante mía toda la entrevista y el hombre no me vio. Mis empleados me vieron, pero Emmett les amenazó con dejarles ciegos si no trabajaban y mantenían sus ojos en los coches.

Riley se estaba riendo tan fuerte que temía que se cayera de la silla.

-¡Me lo imagino! El grandullón de Emmett, de pie delante de ti con los brazos cruzados y tu respondiendo a las preguntas desde su espalda.

Me reí con él.

-Eso es lo que casi pasó. Tuve la oportunidad de darle la mano al entrevistador, pero Emmett gritó “No tocar” y procedió ha hacer el papel de mi tótem personal, bloqueando al sol y al reportero. Me reí.

-¿El hombre no escribió sobre cómo te vio?

-¡Gracias a Dios, no! Emmett le asustó demasiado, por lo que escribió el artículo como si hubiera sido una entrevista normal. Mis mecánicos consiguieron sus monos de nuevo, así que no se si pensaban que era lo que llevaba puesto y por qué o que sólo tenía un novio demasiado protector. Y eso, querido, es por lo que Emmett no me hace ni una broma más.

-¿Y por qué estás tan ansiosa de hacerle una a él?

-Debo admitir que es divertido estar en el otro extremo aunque sea una vez! Entonces, ¿lo harás?

-Claro. ¡No puedo esperar a ver su cara!- Yo tampoco podía. Sería una noche fabulosa.

 

.

 

-¿Les ves?- Alice susurró, con las manos sobre su corazón mientras miraba a Edward y Bella que se mecían en la pista de baile. Era como si fueran las únicas personas de la habitación por como se miraban.

-Son perfectos.- Edward Cullen tenía estilo. Era bueno ver cómo por fin lo usaba en una chica que era digna de él, y no en Tanya, la muy zorra me ponía nerviosa. Sonreí al imaginar lo cabreada que estaría. Esperaba que me diera un puñetazo, tendría una excusa para darle su merecido a esa zorra presumida.

-No se lo hubiera presentado a mi mejor amiga si no hubiera sabido lo que necesitaba. Jazzy y yo sabíamos que serían perfectos el uno al otro y lo son.- Suspiró mientras se besaban, probablemente era algo inapropiado justo donde estábamos, pero estaban demasiado absortos como para recordar donde estaban. Al verlos mi corazón se aceleró y me volví para mirar a mi hombre. Tal vez Riley me dejara bailar con él un par de bailes.

Estaba de pie junto a Jasper, estaba demasiado guapo para mi gusto. Había sido una gran idea lo de que Riley le comprara o me tendría que haber pegado con alguna zorra. Hablaban y sus voces se elevaban. Di un codazo a Alice, quién siguió mi mirada y una sonrisa se extendió por su rostro.

-Vayamos a ver lo que dicen.- ¡Si! Nos acercamos a nuestros hombres y nos quedamos a unos pocos metros de distancia. Por una vez, ninguno parecía darse cuenta, lo que era raro por mi experiencia.

-Soy tu dueño y quiero bailar.- Emmett exclamó. Sostuve mi mano sobre mi boca para ahogar la risa que quería explotar. Claro que haría sufrir a Jasper por o que le habíamos hecho, se estaba divirtiendo con eso.

-Baila con tu cita.- Jasper estaba muy enfadado. Alice y yo nos miramos y nos echamos a reír, lo que finalmente llamó su atención. Emmett me sonrió mientras Jasper frunció el ceño.

-Si, pero luego bailaré él.- O, Dios, mi estómago no podía más de reírse tanto. Lo conseguiría, no tenía ninguna duda al respecto. No tenía precio, mi Em.

-Seguramente no lo harías.- Jasper se cruzó de brazos y negué con la cabeza. Oh, no, Jasper, solo ha sido el principio.

-¿Quieres apostar?- Su voz estaba llena de entusiasmo. Alice se reía por la situación en la que se encontraba Jasper y él no parecía muy contento con eso.

-No.- Demasiado tarde, Jasper, demasiado tarde.

-Una lástima, ya está hecho.- Y entonces mi Emmett, con su precioso corazón, fue hacia la derecha, donde estaba Riley y le ofreció una mano.-Creo que te debo un baile.- Riley se rió y me dirigió una brillante sonrisa mientras cogía la mano de Emmett y salían a la pista de baile.- ¿Quién es la chica?

-Tu-, Riley dijo, haciendo que Alice y yo perdiéramos de nuevo. Mi Emmett puso las manos alrededor del cuello de Riley y comenzó a mover el cuerpo con movimientos sexys de los suyos.

Jasper empezó a caminar hacia nosotras, pero Emmett le vio y lo detuvo en seco.

-Ya que no quieres bailar conmigo, por ahora, bailarás con tu segundo postor.- Y como si fuera arte de magia, la Sra. Fuller estaba junto a Jasper. Dejó escapar un suspiro, pero la acompañó a la pista de baile y envió a Emmett miradas de odio. Alice dio un pequeño salto de felicidad.

-Esta es la mejor noche de mi vida.- Estaba muy feliz con que le gustara que mi hombre torturara al suyo, así no tendría ningún problema en recuperarlos. Alice y Bella eran mucho más de lo que había soñado para mis otros chicos. Habíamos estado los cuatro durante casi dos años y verles encontrar parejas, y enciman que me gusten, era más de lo que podía esperar. Sus novias eran... sin comentarios. Siempre me había llevado mejor con los chicos, pero de alguna manera había encontrado a mujeres de las que podría ser amiga, sin contar con nuestros novios. Emmett estaba emocionado, aunque no me lo había dicho, pero brillaba como una mujer embarazada cuando hablaba de Bella o Alice.

Alice me dio un codazo, aparté los ojos de la expresión torturada de Jasper para ver a Edward hablar con la banda. Sus ojos devoraban a Bella mientras caminaba hacia ella.

-¡Alguien va a sacar jugo a Zeus muy pronto!, quizás hasta antes de salir de aquí. Creo que me voy a quemar.- Me abaniqué la cara, sentía como si el fuego fueran ellos dos.

-¡Jugo de Zeus!- Alice chilló, pisando fuerte con el pie.- ¡Me encanta! Tenemos que conseguir una botella de algo para su despedida de soltera, con ese nombre escrito en la etiqueta. ¡Es perfecto!- Siempre estaba planificando. Sacó su blackberry y escribió algo.

-Sabes, Alice, que aún no están comprometidos, ¿verdad?

Rodó los ojos.

-¿Me estás diciendo que crees que no se van a casar? Mírales.- Hizo un gesto dramático y tuve que admitir que estaría feliz con eso. Edward estaba... ¿le estaba cantando? Eso era muy bonito.

-Vale, se casarán. Algún día. No planifiques aún su boda.

Alice sonrió con picardía.

-No te preocupes. Puedo planear la tuya, la suya y la mía. ¡Es lo que estoy haciendo!- No sabía que esperar, pero tenía la sensación de que me matará en algún momento. Aunque no tener que planear la boda era un alivio.

Edward y Bella se besaron, unieron sus manos y se apresuraron a salir de la pista.

-¡Gracias a Dios! Sus vibraciones sexuales me estaban calentando y mi hombre está un poco ocupado en este momento.- Alice se rió.

-El mío también. ¿Vamos a buscar una mesa cerca de la suya para escuchar cada detalle de esta encantadora noche?

-¡Si! Espera un momento. ¿Riley esta...?...¿Sus manos están en el trasero de Emmett?- Si, lo estaban. Era impresionante. La cara de Emmett era muy cómica. Sus ojos estaban abiertos, su boca estaba abierta en una “O” y sus mejillas sonrojadas. Mi Emmett estaba sonrojado. O estaba caliente, lo que era inquietante.

Alice miró y dejó salir un grito.

-¡Vamos, Riley!- Nos sonrió y nos envió un guiño. Emmett me lanzó una mirada de pánico y yo negué con la cabeza. No lo iba a salvar. Bella merecía su venganza.

-Está bien chicos. Si necesitáis intimidad, Alice me puede llevar a casa luego.- Riley sonrió y susurró algo a Emmett, que se puso pálido. ¡Mierda, quería saber qué le había dicho para que estuviera tan pálido! Era de Michigan y era pálido de por sí, pero esto rivalizaba con su tono blanco de piel.

Jasper rió y Emmett le dirigió una mirada de ira, ya que no se le permitía soltarse con Riley o sobre mí, por supuesto.

-Sra. Fuller, Jasper me ha dicho que no ha oído hablar últimamente de sus perros. ¿Cómo está Scruffy?

-¡Oh, Jasper! Es tan grande. Tiene la mala costumbre de montar cualquier cosa más grande que él, que no son muchas, ya que es un Pom, ¡pero es tan lindo y no me puedo enfadar con él! ¡Aunque, el otro día le hizo daño a una criada en la pierna, y ¡ella trató de darle una patada!! casi la despedí en ese mismo instante.- Emmett se reía de nuevo mientras Jasper miraba desesperadamente a Alice, para que le salvara.

-Te amo, Jazzy-, articuló, dedicándole un pequeño saludo.

La música cambió y las parejas se separaron y se dirigieron a las mesas, donde la ensalada esperaba. Emmett separó la silla de Jasper, le sonrió y le hizo una pequeña reverencia. Morí cuando Jasper apretó los puños y haciendo como si se sentara. Emmett se movió rápido, poniendo las manos en la parte posterior del asiento y agarrando el culo de Jasper con sus manazas. Jasper gritó, saltando hacia delante, haciendo que toda la mesa se moviera mientras Emmett se reía. Alice y yo casi nos caímos de las sillas, incapaces de ocultar más tiempo las lágrimas que rodaban por nuestras caras. Gracias a dios llevaba poco maquillaje y no me vería como un mapache.

-Mantén tus manazas lejos de mí o te parearé el culo-, Jasper le amenazó. Eso me hizo reír más, ya que comparando a Emmett y Jasper se vería quién ganaría. Sin embargo, me gustaría conocer a un hombre que podría dañar a mi Emmett.

-¿Sabes? Deberías haber ofrecido asiento a tu otra cita. Eres un mal educado.- Emmett chasqueó la lengua y sacudió la cabeza con tristeza mientras sostenía la silla que estaba a la derecha de Jasper para la señora Fuller. Le lanzó una mirada triunfante a Jasper cuando le acarició la mano con gratitud.

-¿Eso significa que te debo ofrecer tu silla?- preguntó Riley. Emmett bateó sus pestañas, haciendo reír a Riley, que ofrecía la silla con un ademán. Emmett intentó sentarse con gracia, pero era demasiado grande. Trató de cruzar las piernas y movió de nuevo la mesa. Me sonrió tímidamente y luego se sentó normal después de su fallido intento de comportarse como una chica. Sonreí y le saludé con una mano.

-Así que, muchacho, déjame contarte acerca de los bebés de Biddy-, Jasper puso la cabeza entre sus manos mientras la señora Fuller contaba las historias de sus perros. Alice se rió y observó con gran interés como el amor de su vida sufría.

-Estás demasiado entusiasmada con esto, Alice.

Sonrió con picardía.

-Eso es lo que le pasa por ser un bocazas. Todo lo que Bella me cuenta lo acaba sabiendo Edward por él.

-No le cuentes esas cosas-, señalé.

-¡Ja! Es peor que una abuela entrometida. Escucha el final de mis conversaciones y cuando cuelgo me pregunta un millón de cosas.- Me miró con recelo.- Tiene sus trucos para hacerme hablar.

-Apuesto que si.- Bella mi había dicho que Alice no podía dormir con Jasper cuando se lesionó de la ingle. Me alegraba no haberla conocido en ese momento. Había pocas mujeres que se enfrentaran a mí, pero Alice Brandon era una de ellas. La planificación de mi boda sería una terrible experiencia, aunque seguramente la dejaré hacer lo que quiera. No tenía muchas ideas para la boda, aparte del vestido. Eso era todo mío.

Jasper dio un salto y Alice se inclinó hacia delante hasta casi estar paralela al suelo.

-¡Dios! ¡Tiene una mano en el muslo!- Dijo entre dientes.

-A lo mejor es la de Emmett-, musité, aunque no estaba segura de que fuera así. La Sra. Fuller estaba vieja y arrugada. La mano tenía las venas azules a la vista.

-Vieja pervertida. Mejor que la ponga en su muslo.- Los ojos de Alice se estrecharon y dejó de reír.

-Mejor ella que una de las lindas jóvenes que apostaban por ellos.

-¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo las asustaste?

Le mostré mi sonrisa más amenazante.

-La mayoría de ellas me conocen.

-Bueno, si, pero, ¿y la que pujaba contra Riley?

-Zorra-, murmuré. ¿Cómo se atrevía a ir detrás de mi hombre cuando había visto que me pertenecía?- Le pregunté si había visto lo que le pasó a Tanya y que sería una desgracia que pasara lo mismo a su vestido. La mayoría de estas mujeres preferirían sacrificar a su recién nacido antes que a su Dior, por lo que no fue un gran obstáculo después de decirle eso.- Bueno, había exagerado un poquito. Alice se rió de nuevo, su buen humor estaba de nuevo restaurado.

-Me encanta la forma en la que haces las cosas, Rose.

Sonreí.

-Podría decir lo mismo de ti, Señora Directora.- Alice se pavoneaba y me reí.- En cuanto a la señora Fuller, no te preocupes. Pone sus viejas garras encima de cada hombre que puede. Incluso ha arrinconado una o dos veces al padre de Edward.

Alice sacudió la cabeza, sus ojos azules grisáceos se agrandaron.

-No te metas con el hombre de Esme, nunca.

Sonreí.

-Si, no pasó ni cinco minutos y Esme fue a rescatarle.- Me detuve y miré a los hombres, les estaban sirviendo en ese momento la carne.- Es más buenas que nosotros, al parecer.

Emmett se acercó a Jasper y le quitó el plato.

-¿Qué haces? Tengo hambre, imbécil.- Jasper estaba bastante nervioso, lejos de su habitual calma. Era cuestión de tiempo antes de que diera un cambio a su comportamiento.

-No voy a comer tu carne, querida.- Emmett dio unas ligeras palmadas a Jasper en el hombro.- Sólo estoy cuidando de mi cita.- Y entonces para mi gran y absoluta delicia, y para la de Alice, le cortó el filete a Jasper mientras este le miraba boquiabierto. Eso era nuevo. Emmett nunca me había cortado la carne y si lo había hecho, había acompañado un tenedor. Jasper le miraba con terror, y Emmett tenía una amplia sonrisa en el rostro.

Emmett le dejó el plato en frente de él y le apretó la mano.

-Ahí tienes, princesa.- Inclinó la cara y estudió la expresión atónita de Jasper. En serio, el hombre no se movía en absoluto.- ¿Sabes? Serías una encantadora mujer. Deja que te crezca el pelo y le pagarías a Rosie para que me dejara.- Miré a Emmett y me sonrió.- Te sigo eligiendo, nena-, me aseguró, levantando su copa en gesto de brindis. Me reí y le imité.

-Mi Jazzy sería una hermosa mujer.- Alice estuvo de acuerdo, asintiendo con la cabeza enfáticamente.- Pero es un hombre mucho más hermosa. Y de ninguna manera voy a dejar que nadie monte a mi caballo salvaje.- Su tono y sus ojos se endurecieron con su última declaración.

Me reí de la ferocidad de su expresión.

-Creo que estás a salvo. Me preocupa que Jasper apuñale a Emmett con el cuchillo de la carne.

Sonrió.

-No, es demasiado pacifista, aunque ahora está muy cabreado.- Soltó un pequeño sonido de placer.- Esta noche será muy divertida.

Me eché a reír. Tenía la sensación de que lo sería.

-No se si alguna nos divertiremos más que Edward y Bella esta noche, ¡pero vamos a darles una oportunidad!

Alice se rió.

-Me pregunto si llegaron a casa antes de colisionar entre ellos.

Sonreí.

-Buena pregunta. Tu y Jasper mantener los ojos bien abiertos de camino a casa esta noche.

Alice se iluminó.

-Lo haremos. Lastima que los binoculares están en su lugar.

¿Quería saber? No, no quería.

-Uh, si.

Nuestra comida llegó y nosotras mantuvimos los ojos en los chicos. La Sra. Fuller seguí entreteniendo a Jasper con historias de sus perros mientras Riley estaba aconsejando a Emmett algunos ejercicios reafirmantes, tal y como le había pedido. Tenía una cara adorable porque pensaba que estaba criticando a su trasero. Era tan sensible, mi gran oso de peluche. Había sido una noche difícil para él, entre lo de Riley, enterarse de lo de Zeus y ahora le estaban dando consejos sobre como reafirmar el trasero para nuestra boda. Tenía que hacer las paces con él, cuando llegáramos a casa. O tal vez Esme sería tan amable de decirme donde está ese armario del que hablaba antes. Echó la cabeza hacia atrás y se rió de algo que Riley le había dicho y me sonrió. Amaba a ese hombre, encontraba diversión en cualquier situación.

-¡Es hora de bailar un poco más!- Exclamó Emmett. La señora Fuller se levantó de su silla más rápido de lo que una señora de su edad podría y Jasper soltó un pequeño gemido, pero se levantó y la llevó a la pista mientras Emmett se sacudía de la risa.

-¿Eso significa que obtengo otro?- Preguntó Riley, sonriéndole.

-Claro, ¿por qué no? Obtienes lo que pagaste, a pesar de que estabas en un plan de venganza.

Riley se rió entre dientes y estaban de nuevo en la pista, moviéndose al compás de la música mientras Alice y yo mirábamos con deleite. Todos los ojos parecían estar puestos en Emmett y Riley, aunque me sentí aliviada por que las compañeras de Bella se hubieran ido ya con sus citas. Era una especie de motín, pero no me extrañaba que pusieran esto en el periódico. No necesitaba que los hombres fueran también detrás de él.

 

.

 

Después de que Alice y yo regresáramos del cuarto de baño junto a Esme, encontramos a los chicos atendiendo a sus citas. Bueno, Emmett estaba intentando atender a Jasper, pero este le estaba ignorando, escogiendo oír a la señora Fuller sobre sus perros. Emmett intentó darle de comer mousse de chocolate, pero consiguió un codazo en la muñeca que envió la cuchara volando. Afortunadamente, cayó en el centro de la mesa.

-Perdona, pero voy a bailar por lo menos una canción con mi novia.- No dejó lugar a discusión, asaltando nuestra mesas, sus ojos azules se serenaron, mientras sostenía la mano hacia Alice. Ella se rió y le permitió que la llevara hasta la pista. Era tan pequeña y él tan alto, que cambiaron de posición, ella con las manos al rededor de su cintura y él sobre sus hombros. Eran adorables, ella con la cabeza apoyada en su pecho y sus manos acariciando su espalda, mientras él se relajaba entre sus brazos.

-¿Te importa?- Emmett le preguntó a Riley, quién negó con la cabeza y me sonrió. Emmett me tendió una mano y entrelacé mis dedos en los suyos mientras me levantaba de la silla para llevarme a sus brazos. Le sonreí.

-Parece que estás pasando una buena noche.

Se rió y me besó la nariz.

-Todos estaban contra mí. No puedo dejar de admirarlo, incluso mi mujer me traicionó.- Hizo un puchero y le di un beso.

-Te lo mereces.- Abrió la boca para discutir conmigo y levanté una ceja. Se detuvo y sonrió.

-Tal vez lo hiciera, pero tu te mereces todo lo que te va a pasar, señorita.

-¿En serio? Me parece recordar que la última vez que me hiciste una broma te fue muy mal.

Se encogió.

-No me lo recuerdes.

-Siempre podría llamar al periodista de “Car & Driver” de nuevo y mirar a ver si quiere otra entrevista.- Emmet frunció el ceño y no lo pude resistir y seguí burlándome de él.- O mejor aún, el fotógrafo de hace unos meses, quería hacer un calendario de mí. Ya sabes, con pantalones cortos vaqueros, tumbada en un coche rojo vivo, mientras...- Emmett me hizo callar con un abrasador beso que hizo que mis dedos se doblaran hacia dentro de mis zapatos negros. Mierda, este hombre era muy divertido cuando se ponía nervioso.-No lo hagas, Rosie.- Le lancé una mirada y una mueca.- Por favor.

Me reí y me apreté contra él, disfrutando de la sensación de sus músculos bajo la chaqueta.

-No lo haré, siempre y cuando me dejes fuera de cualquier venganza que pienses.

-No hay problema, hermosa. No pensaba hacerlo.- Su voz sonó con sinceridad y negué con la cabeza.

-Sería lo mejor, si no tienes miedo de que me vengue.

Me besó de nuevo.

-Eres positivamente aterradora.

-Y te gusto así.

-No.- Emmett sacudió la cabeza y sentí mi cara caer.- Te quiero así. Nadie hace que sea más divertido de lo que tu lo haces, Rosie.

Le sonreí de nuevo.

-Soy la única que te toco a ti y a Hércules.

Se frotó contra mí y sentí su deseo en mi estómago. Podríamos irnos pronto de aquí, ¿no?

-¿Rosie?- Sonreí, sabiendo que iba a preguntar si nos podíamos ir.

-¿Si, Emmett?

-¿En verdad que Edward llama a...- se interrumpió y miró a su alrededor para asegurarse de que nadie escuchara.-, su polla, Zeus?

Así que seguía con eso, mierda.

-Si, lo hace.- Toma eso, músculo sin cerebro.

-Hum. No se cómo es posible que la tenga más grande.

Sonreí.

-El cuerpo es misterioso. A lo mejor Carlisle la tenga igual.- Miré donde estaba Esme que se apretaba a él.- Tal vez debería bailar con él.

-¡Hey! Aléjate del doctor. Vaya, mujer, ¿no soy suficiente para ti?- Ahora no estaba feliz, con los labios apretados y sus ojos color azul claro que disparaban contra mí. Estaba muy sexy.

-Eres más que suficiente para mí.- Su habitual sonrisa volvió.

-Vale, eso me gusta más. Aléjate del maestro de la carne.

ME reí.

-Tal vez haya otra razón por la que Esme lo llame así.

Gimió.

-Grosera. No quiero pensar en los seudónimos de mis padres de esa manera.

-Hey, deberías haber oído antes a Esme. Quería arrastrar a Carlisle a un armario y...

-¡Basta!- medio gritó. Tenía una nueva forma de tortura contra él. Bueno era saberlo.

-Está bien, está bien,- le dije, rindiéndome. Lo dejaré, por ahora.

-¿Nos vamos?- Se frotó de nuevo contra mí y apreté sus hombros para hacerle saber que había entendido alto y claro su mensaje.

-Estoy lista cuando tu lo estés.

-Un último baile-, dijo con una sonrisa. ¡Que tierno, quería bailar conmigo durante más tiempo! ME acomodé contra él.

-Por supuesto.- Soltó mi cintura y caminó hacia Jasper y Alice, golpeándole en la espalda.

-¿Puedo?- Oh, Dios mio, su último baile sería con su pareja. No sabía si sentirme ofendida o divertida mientras veía como mi prometido intentaba bailar con Jasper. Alice intentaba alejarse de él, pero Jasper la tenía sujeta con fuerza. Ella maldijo y le dio una patada en la espinilla, lo que causó su liberación. Se deslizó hacia mí, mientras nuestros dos hombres comenzaron a discutir de nuevo.

-¡Venga, Jasper, es solo un baile! ¡Me debes mucho más que eso!

-No te debo nada. Nadie te dijo que me compraras.

-Es culpa del Heisman.

-No me importa de quién sea la culpa, no voy a bailar contigo. Vuelve con tu cita y déjame con Alice.- Ella se rió a mi lado.

-Espero que le haga bailar con él.- Yo también lo esperaba, ya que Jasper estaba muy negad con esto. Emmet puso la mano en su cintura y Jasper saltó hacia atrás.

-Aléjate de mí, hombre.

-No eres divertido, Jasper. Juro que mi bisabuela tiene más sentido de humor que tu y ella está fuera de sí casi siempre. ¡Sra. Fuller!- Emmett la llamó. La anciana ya estaba justo a su lado, como por arte de magia, otra vez.

-Siempre está vigilando, ¿no es así?

-Si. Debe tener gatos en vez de perros. Es tan astuta como uno-, estuve de acuerdo.

Alice se rió mientras Riley envolvía con sus brazos la cintura de Emmett y comenzaban a bailar de nuevo, con Jasper siguiéndole a la Sra. Fuller.

-Ha sido una bonita noche de venganzas-, dijo Alice, apoyando la cabeza en mi brazo.

Me reí y le di un abrazo.

-Creo que la diversión acaba de empezar, Alice.

Se rió.

-Tengo muchas ganas, llevo años esperando.

-¿En este grupo? ¡Puedes contar con ello!- Emmett nos mantendría a todos riendo, eso seguro. ME sonrió mientras se inclinaba hacia Riley. Dios, cuánto amaba a ese loco hombre y todo lo que había traído a mi vida, contando a Edward y Jasper y ahora a Bella y Alice. El día que estrelló su coche contra un árbol fue el día que mi vida cambió para mejor. Gracias, Dios, por que conduzca como una mierda.

-Vamos, Alice. Vamos a por nuestros hombres y vayamos a casa.- Ahora lo único que quería era que mi hombre gastara sus energías en mí, como yo prefería.

 

 

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Tal y como prometí aquí está el Outtake. Espero que os haya gustado y que os hayáis reído. Hoy y mañana en España son los exámenes de recuperación, mucha suerte a las personas que lo tengan que hacer!!

¿Habéis visto ya Cazadores de Sombras? Si no lo habéis hecho, os lo recomiendo, está genial la película, las malas críticas que ha tenido no las veo sentido. Los actores están brillantes y se asemeja bastante al libro, menos al final, pero como ya sabemos, en cada adaptación cinematográfica, se cambian muchas cosas, una pena, pero no cabrían los libros en 2h de película. En serio, si no tenéis nada que hacer este finde o alguno de estos días, ir a verla, es graciosa, divertida, tiene acción, romance, tiene de todo.

 

Un beso a todas y espero vuestros votitos y comentarios!!

Capítulo 23: Jugar para ganar Capítulo 25: Un paso más

 
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